Todos somos fanáticos de lo que no se puede, somos fanáticos de lo prohibido.
Me enamoré de mi mejor amigo, fui rechazado y de repente amado…
Anhelo ser el mundo para ti… Kim Young Woon…
Los chicos llegaron esa noche, más bien no llegaron. Cuando escuché la puerta y miré el reloj, daban las 2:00 am. Debía regañarles por esto, pero estaba muy cómodo en esos momentos. Me levanté al día siguiente sintiéndome mucho mejor; mis mareos se habían ido y no parecía haber ningún otro síntoma. Decidí que era hora de levantarme cuando eran las 8 de la mañana. No despertaré a los chicos, después de todo es sábado y ellos se han esforzado estas semanas con los ensayos para el comeback de nuestro grupo. Me revolví un poco en la cama para liberarme de KangIn… “¿Quién lo diría, eh?-pensé riendo-”… Cuando me levanté, un fuerte dolor por la parte baja de mi… espalda hizo que me sentara de nuevo. Reí y recordé que toda acción tiene su reacción, así que comencé despacio a ponerme de pie y caminar lentamente para dirigirme al baño y tener una cita con la bañera. Después de alrededor de una hora, me sentí mejor… Salí de ese lugar, ya vestido y arreglado, dirigiéndome a mi celular…
Comenzó a vibrar, pues lo tenía sin volumen para evitar interrupciones. Miré la pantalla para saber de quién se trataba. La sorpresa vino a mí cuando mis ojos leyeron claramente el nombre de mi médico. “¡Maldición, lo olvidé por completo!” Hace días no iba a hacer un chequeo a mi anemia, por esto eran los constantes mareos y casi desmayos repentinos. Contesté la llamada, dirigiéndome a la cocina, para evitar que alguien oyera la conversación. Sabía que me iba a regañar, así que me dediqué a escucharlo…
− Jung Soo, ¿cómo estás, te encuentras bien? – Dijo calmado, no me esperaba esa reacción tan tranquila, sin embargo, seguí la conversación naturalmente.
− Sí señor. De hecho hoy, por lo menos hasta ahora, no se presentan los mareos de los que le hablé. – Le dije en tono alegre, pues estaba feliz de mi ‘gran logro’.
− Ahh, ok. Mira, tenemos que hablar. Tu manager me habló hace poco… dijo que los chicos le avisaron que casi te desmayaste en medio ensayo… Esto no es bueno Jung Soo-ssi. Hay que revisar si, como según tú dices, estás en perfecto estado. Por favor, en 1 hora en mi oficina, no acepto un ‘no’ de respuesta. – Dicho esto, colgó el teléfono. Sabía que se enojaría aún más si no asistía y pues, no quería armar un escándalo con los chicos, así que me dirigí a su consultorio. Salí del lugar sin hacer ruido, para no despertar a mis bebés.
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45 minutos después
Llegué a la oficina del doctor. Me encontraba algo nervioso, no lo negaré. Quería deshacerme de esta anemia, la cual llegó de la nada. Creo que tal vez es el estrés que estuve pasando estas últimas semanas. Hicimos el respectivo proceso y luego el doctor se marchó diciéndome que pronto regresaría. Cuando el médico llegó, le saludé de nuevo y dejé que hiciera la respectiva revisión.
− Y bien, ¿qué tal? – Dije con curiosidad. Estaba harto de esto…
− Bien, Leeteuk. Es cierto que estás mejorando. Sin embargo, quiero que te cuides mucho, pues si no lo haces… Puede afectar tu salud mucho más que ahora. Sé, por medio de tu manager que se aproxima un comback de tu grupo en unas semanas, pero es necesario tu reposo cuando te sientas mal. Ah, y comer bien, son las únicas condiciones. ¿Está bien? – Dijo serio… “Rayos, esto no debería ser así”…
− Ok. Tomaré las medidas necesarias. – Terminé de hablar con él y me marché al apartamento. Quería ver a KangIn…
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En el apartamento SuJu
Abrí la puerta para encontrarme a todos los chicos viendo una película en la TV. Estaban hablando y haciendo bromas… y otros realmente veían lo que estaban supuestamente viendo. Busqué a Young-woon inconscientemente… lo encontré al lado de Heechul… “Woah, increíble que esos dos estén juntos y no estén peleando por cualquier tontería-pensé-”. Todos voltearon a verme cuando ingresé y KangIn solo se quedó sentado, viéndome con una sonrisa en su perfecto rostro.
− ¿En dónde estabas? – Preguntó Hae, con un lindo aegyo en su rostro. Está feliz, por fin…
− Oh, yo estaba… Fui a dar una vuelta. – Dije maldiciéndome internamente, no me gustaba mentirle al pez, que siempre era tan sincero conmigo. Sin embargo, todo Super Junior estaba ahí, no podía simplemente decirles lo que pasaba, como líder no me lo podía permitir.
− Y no me llevaste, eres un hyung malo. – Sungmin mencionó con un puchero. Me acerqué a él y lo abracé, depositando un beso en su cabeza… Como si se tratara de un niño.
− Lo sé, lo siento. Ustedes dormían, no quería quitarles uno de sus días en los que realmente pueden dormir. Yo ayer descansé y KangIn también, así que solo fui a caminar conmigo. Saben que el mapache no soporta levantarse temprano los fines de semana. – Dije convincente.
− Ok. Te perdono, solo por esta vez. – Dijo alegre.
Fui a la cocina a prepararme algo de comer, necesitaba energías. El doctor me dijo muy bien que me cuidara y no quiero preocupar a nadie. Salí con un enorme sándwich y un refresco, me senté al lado de KangIn y comencé a comer lo que me había preparado.
Estuvimos todo el día dentro del apartamento, haciendo juegos y bromas, cosa que no hacíamos hace mucho tiempo, y más con la cuestión del servicio militar de Yesung. Se iría en 24 horas, estábamos muy decaídos por eso.
− Yeye, cuídate mucho ¿sí? – Le dije con lágrimas a punto de caer de mis mejillas. – Son solo dos años, se pasan rápido. – El ambiente se tensó drásticamente. Y algunas lágrimas ya estaban presentes en algunos miembros. Incluyéndome.
− Hyungs, dongsaengs, no se pongan así. Todo va a estar bien, yo voy a estar bien. Estaremos en contacto de vez en cuando, no es un adiós para siempre. – Dijo con la voz algo afectada, como si quisiera llorar, más se mantuvo firme sin hacerlo. – Quiero que lo que me queda con ustedes, pueda decir que puedo irme tranquilo, sin preocuparme si estarán bien. Me parece que sería egoísta de su parte no concederme esto, al menos...
Todo pasó muy rápido, seguimos jugando y riendo hasta que fue la hora de ir a dormir. Mañana Yesung debía llegar temprano para irse al servicio militar. Todos fuimos a las respectivas habitaciones para dormir, sin evitar escuchar los sollozos de Wookie… Me da pena por él, siempre ha sido cercano a Yeye, y que él se vaya debe ser un duro golpe, tal vez más que para nosotros. KangIn notó mi ánimo decaído y me abrazó fuerte cuando nos fuimos a dormir… Me sentí seguro esa noche…
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Al día siguiente, como era de esperarse, muchas lágrimas y risas fueron nuestras compañeras en el transcurso de este. Nos despedimos de Yesung, con un dolor fuerte en el corazón, pues somos un grupo muy unido y que se vaya uno de los miembros nos deja incompletos, en todo el sentido de la palabra. Ryeowook estaba extremadamente triste, por lo que Yesung se preocupó y llamó a Super Junior antes de irse…
− Hyungs, chicos. Tengo que decirles algo… Es importante que lo sepan ya que me voy por un tiempo y no podré estar del todo pendiente. – Todos le miramos extrañados. En eso, Yeye toma a Wookie de la mano y voltea de nuevo a mirarnos. El silencio reinaba completamente, solo estábamos nosotros, por el momento. – Líder, chicos… Es necesario que sepan que… Ryeowook y yo estamos saliendo… − Todos quedamos atónitos… Yesung nos miraba con seriedad, mientras el más bajo lo miraba aturdido, con nuevas lágrimas asomándose en su cara. – Y esto es desde hace casi un año…
Está de más decir que la cara que todo Super Junior tenía, era de un total asombro. No creíamos que fuera posible tal cosa. Sí veíamos que se trataban de una forma cariñosa, pero siempre parecían amigos… “Como KangIn y yo”… De repente una idea vino a mi mente, estudié a los chicos y sus reacciones, tal vez así podía saber si ellos aceptaban que uno o varios de nuestros miembros tuviesen otros gustos… por otros hombres… “de nuestra unidad”…
La verdad tenía miedo de lo que fuese a suceder. Si los chicos rechazaban tal pensamiento, mis deseos de decir que KangIn y yo somos novios se esfumarían por completo. Pero, también pensé que era algo acelerado el decirlo ahora, no llevamos ni una semana, por lo que me tranquilicé… “Todo a su tiempo Jung-soo” Miré a los chicos, quienes aún tenían su boca en forma de “o”… Pero Yesung interrumpió, hablando nuevamente.
− Quiero que cuiden de él, y que acepten nuestra relación. Sé que es repentino, para ustedes. Sin embargo, siempre hemos sido muy cercanos y comprensivos, espero que esta vez sea igual. Si no lo aceptan lo entenderemos, pero no crean que por eso mi jirafa y yo vamos a darnos por vencidos…. Y bien, ¿qué dicen?...
…El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad. En este punto de mi vida, he pasado por muchas cosas por ser débil… tengo que ser valiente y demostrar mis sentimientos, pero todo a su debido momento.