Pasaban las doce de la noche, Baekhyun iba caminando por las frías calles con olor a humedad y a tabaco, iba con las manos metidas en los bolsillos de su abrigo, después de unos minutos se paró en seco y miró hacia atrás
—Ya deja de seguirme. — gritó Baekhyun ya cansado. Detrás de él estaba Yeol abrazándose a sí mismo, con el moco colgando y tiritando de frío.
—¿Es que no piensas ir a tu casa con este frio? —Yeol tiritaba tiernamente pero eso no conmovió la dura alma de Baekhyun, que le seguía mirando sin comprender la situación.
—Ya vete a tu casa o mejor…. simplemente desaparece de mi vista. —sacudió el brazo haciendo gestos para que se fuera.
—Es la primera vez que siento esto es mi cuerpo… ¿Es lo que vosotros llamáis frío? —Yeol seguía sonriendo a pesar de la situación y eso cabreaba aún más a Baekhyun que se quitó el abrigo y lo dejó suspendido en el aire un momento.
Chanyeol casi como un cachorro se acercó hacia él y cogió el abrigo de su mano, se lo puso a toda velocidad y eso hizo que por un mero segundo en la comisura de los labios de Baekhyun se formara una sonrisa llena de ternura al ver como su abrigo le quedaba muy pequeño a Chanyeol tapándole sólo el pecho.
Continuaron caminando sin rumbo durante un par de horas más, el ángel se dio cuenta de que por alguna razón Baekhyun no quería ir a su casa y simplemente estaba evitando ese lugar.
—¿Piensas seguirme toda la noche? —cuestionó elevando la cabeza para poder ver a Chanyeol cara a cara, el susodicho simplemente movió los hombros como única respuesta y seguidamente habló.
—A decir verdad me he dado cuenta que no tengo a nadie de confianza, me fui de mi casa. Allí nadie me quiere o me aprecia… Hoy me di cuenta de lo solo que estoy. —contó en un tono triste.
Chanyeol estuvo maquinando durante un par de horas el cómo ganarse la confianza de Baekhyun y así poder estar con Baek el máximo de tiempo posible.
El chico titubeó después de escuchar la historia de Chanyeol, miró al suelo y a continuación al cielo, sin saber muy bien qué contestar o cómo reaccionar ante su situación. Chanyeol sonrío porque entendió que Baekhyun no era una mala persona.
—Espera aquí un momento voy a comprobar si hay alguien en mi casa. —dijo Baekhyun en tono calmado con una voz suave y dulce, Chanyeol le sonrió y movió la cabeza de forma afirmativa varias veces haciendo reír a Baekhyun de nuevo.
—Parece un cachorro abandonado. —se dijo para sí mismo Baekhyun mientras doblaba la esquina de la calle y dejando a Chanyeol atrás, bajo la luz de aquella farola en el frío de una noche de finales de Noviembre.
El ángel permaneció en la calle mirando hacia el frente, justo como le había dicho Baekhyun. De pronto un gato negro se paró delante de los pies de Chanyeol, este bajo la vista y cruzó miradas con los ojos verdosos del gato que maullaba. Yeol agachó su gigante cuerpo y se puso de cuclillas, a la altura del animal.
—Dicen que los gatos están conectados al infierno. —murmuró Chanyeol mirando al felino.
De repente el felino empezó a gruñir con la cola en punta, Chanyeol se llevó un susto y se cayó al suelo viendo como los ojos del gato se tornaron a un color rojizo. En seguida se puso de pie, tomando una posición de combate.
—Igual si es eres un cachorro. ¿Estás peleando con un gato ahora mismo? —Chanyeol giró la cabeza y vio a Baekhyun observándolo ligeramente sorprendido.
El gato aprovecho la llegada del humano y empezó a correr por la calle desapareciendo en la oscuridad.
—Ese animal había empezado la pelea. —se defendió Chanyeol.
Baekhyun suspiró y seguidamente le hizo un gesto con la cabeza para que le siguiera.
—No hay nadie en mi casa, así que por hoy te podrás quedar a dormir ¿me entiendes? —hizó una pausa y le miro por sobre su hombro. —Mañana tú y tus largas piernas os iréis. —el tono amenazador de Baekhyun le resultó gracioso a Chanyeol que asintió con la cabeza ya como un hábito.
Chanyeol se dio cuenta que no era un barrio idóneo. Se detuvieron delante de aquel bajo de un bloque de pisos casi abandonado de fachada lisa. Baekhyun abrió la puerta la casa, no tenía muchos muebles y en la cocina había varios platos rotos en el suelo que enseguida Baekhyun empezó a recoger.
—Mi cuarto está girando a la izquierda en el pasillo. —informó.
Chanyeol sintió como un cosquilleo recorría su cuerpo, la casa de Baekhyun le provocaba una muy mala sensación. El cuarto era demasiado pequeño, con una cama con las sábanas deshechas, varios libros en una estantería y un pequeño armario repleto de CDs de música.
Chanyeol se dirigió a la cama y se acomodó en ella.
—Ya veo que estas como en tu casa. —dijo Baekhyun en un tono burlón.— Ya te he preparado el sofá para que duermas ahí. Si escuchas ruidos o gritos es normal en este barrio no te alteres. —le calmo Baekhyun.
Chanyeol se puso de pie y se fue al sofá a dormir.
Hoy de entre todas las noches había sido la peor de todo el mes de Noviembre. Unas pandillas habían armado un buen jaleo a las cuatro de la mañana, destrozando la calle a su paso.
Baekhyun estaba en una esquina de su pequeña cama con los brazos detrás del cuello, un rayo de luz se colaba por su persiana rota y notó el gran cuerpo de Chanyeol a su lado gimiendo mientras respiraba acurrucado a su lado con las piernas encogidas, ya que se salían de la cama.
Baek no se dio cuenta cuándo ese gigante se introdujo entre sus sábanas pero no quiso echarlo de ella. El chico continuó mirando el rostro de Chanyeol varios minutos y riendo. Nunca se habría imaginado en esa situación, en su propia cama con un chico que no conocía de nada.
Suspiró y se levantó despacio de la cama para ir a ducharse. Intentando a toda costa no despertar a Chanyeol.
Entró al baño y calmadamente se quitó la poca ropa que llevaba para dormir. Abrió el grifo y el agua fría empezó a caer sobre su delgado cuerpo. Baekhyun retiró el pelo negro que le cubría la cara, cogió amplias bocanadas de aire mientras metía y sacaba toda la cabeza debajo del agua. A continuación se removió el pelo.
El pequeño baño se llenó de vapor. Baekhyun, que ya había terminado de ducharse, corrió la cortina de la ducha y se quedó en blanco cuando vio a Chanyeol dentro del baño meando con total tranquilidad.
—¡¡P-pe-pero se puede saber qué haces en el baño!! —gritó con una voz de pito mientras velozmente cogía una toalla y envolvía su cuerpo en ella.
Miró un poco avergonzado al intruso y este se estaba cerrando la cremallera del pantalón con una tranquilidad absoluta, quizás hasta más lento de lo normal.
—Me entraron ganas de mear y entre. No quise molestar ni nada. —dijo Chanyeol mirándole con sinceridad.
Baekhyun dio un muy largo suspiro. De pronto Chanyeol empezó a acercarse hacia la bañera dando amplias zancadas y Baekhyun sintió como un escalofrío recorrió todo su cuerpo.
—¿Q-Q-Qué me vas a hacer? —preguntó nervioso. —Aún n-no estoy list... ¡ahh! —los titubeos de Baekhyun hicieron reír al ángel de forma brusca y exagerada a la vez que golpeaba a un bicho que había en la bañera
—Tu vida estaba en peligro, ese bicho te estaba observando. —explicó sonriendo y limpiándose la mano en su propio pantalón y saliendo del baño.
Baekhyun de pie en la bañera estaba sorprendido y algo pálido
—El único al que tengo que tener miedo es al gigante que he metido en casa. —comentó para sí Baekhyun a la vez asomando la cabeza por la bañera. —Ahora que lo pienso... ¿Cómo ha conseguido entrar si el pestillo estaba echado?
***
Chanyeol se tumbó muy pancho en el sofá, con los pies encima de una pequeña mesa y contemplando sus manos.
—Parece que aún conservo varios de mis poderes de ángel. —se dijo en un murmullo.
Seguidamente pasó la lengua por sus jugosos y carnosos labios. Se concentró en su objetivo, un jarrón de flores que estaba en el suelo. Elevó su dedo índice y junto a ese movimiento el jarrón se elevó por los aires, Chanyeol empezó a hacer el tonto y el jarrón giraba por los aires.
La risa estúpida de Chanyeol impregno el ambiente de la vacía casa. Estaba totalmente solo en la casa. Suspiró ya aburrido de jugar con el jarrón y lo volvió a dejar en el suelo.
—Maldito Baekhyun. —se quejó. —Me ha obligado a quedarme en casa mientras él se ha ido a divertirse a su instituto. —hinchó sus mofletes. —¡Ya lo sé! Se me acaba de ocurrir una gran idea. —gritó Chanyeol.
Se levantó y salió de casa a toda velocidad.
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Baekhyun sintió un pitido en su oído izquierdo que le hizo pararse en medio de la calle, quejándose.
—¿Que ocurre Baek? —un chico alto, moreno y con una cara muy atractiva se acercó a Baekhyun al verlo detenido frunciendo el ceño.
—Ah... Hola Kai. No ocurre nada, simplemente tuve una mala sensación. Hoy no va a ser un buen día. —dijo Baekhyun mirando a su alrededor, pensando que Chanyeol iba a aparecer en cualquier momento. Kai le miró algo interesado y se rió dejando el tema de lado.
Siguieron andando camino al instituto.
Kai era el mejor amigo de Baek. Era alto, atractivo y con un sentido del humor único. También era un genio en las artes, así como el príncipe del instituto desde que un año se le ocurrió bailar en el festival escolar y desde ese momento todas las chicas andaban detrás de él mojando bragas. Sin embargo Baekhyun nunca había visto a Kai interesado en alguna chica y raro, ya que muchas de ellas eran extraordinariamente guapas. Pero lo que si notó fue que últimamente Kai pasaba mucho tiempo en la biblioteca y Baekhyun no sabía muy bien por qué.
—Mira lo que he conseguido. —Baekhyun bajó la mirada y vio como un paquete de tabaco afloraba por el bolsillo del uniforme de Kai que le sonreía traviesamente
—¿Qué clase hay ahora?
—Creo que matemáticas. —respondió sonriente Kai.
Cuando llegaron al instituto ambos subieron a la azotea, era un día bastante caluroso para ser noviembre. Kai se quitó la chaqueta del uniforme luciendo una camiseta negra de tirantes ajustándose a su pecho firme.
Baekhyun por su parte no se sintió con ganas de lucir sus escasos músculos. Se encendió un cigarro y le dio la primera calada cerrando los ojos, disfrutando del sabor del humo en su boca y después soltó el humo tranquilamente, le dedicó una mirada al cigarro asombrado.
—¡Esto es lo mejor que he probado! ¿De dónde los has sacado? —le dijo entusiasmado.
Kai le sonrió pícaramente mordiéndose el labio y sentándose a su lado en el suelo.
—Unos hyungs con el pelo teñido rubio me lo han dado y además me ofrecieron estas entradas para ir a un club nocturno, me dijeron que lo acaban de abrir y así que hay una fiesta increíble este viernes. Quiero ir, me apetece mucho bailar.
Kai estaba en su propia nube pensando en sus bailes, pero a Baekhyun le parecía demasiada amabilidad por parte de esas personas el ofrecer entradas y tabaco gratis, algo no le acababa de encajar del todo. Baekhyun terminó de fumar y se levantó sacudió su pantalón, miró al reloj echándole una mirada a Kai que enseguida lo entendió.
—Aah, Baek de verdad que no me apetece nada ir a clase. —suspiro Kai.
Baekhyun se acercó más a él y le metió un cigarro en la boca.
—Fúmate el último y vamos. Está empezando a hacer frío y tengo una mala sensación.
Baekhyun estaba inquieto y ni él mismo sabía por qué.
Pero algo estaba a punto de desmoronar su pacífica mañana.
Kai se fumó el cigarro con demasiada tranquilidad desesperando más a Baekhyun y a su poca paciencia, incluso se tomó la gracia de hacer círculos con el humo. Baekhyun en lo máximo desesperación le quitó el cigarro y lo pisoteó. Kai lo miró de mala forma pero divertido.
Bajaron al pasillo de las aulas, era el cambio de clase. Todas estaban afuera hablando de los últimos estrenos de doramas, de los shows musicales y demás chorradas que a Baekhyun le importaban lo que venía siendo poco.
—Kai, Baek. Por fin os encuentro. —Un chico alto de piel pálida y pelo castaño claro apareció por el pasillo corriendo algo sofocado.
—¡Chen! —grito Kai.
—Una… una. —Chen estaba sin aliento, apoyándose sobre sus rodillas.
—Ya habla de una maldita vez. —insistió Baekhyun pegándole amistosamente en las piernas, Chen le miró.
—Una... pelea en el pasillo. Un chico alto vino y se está peleando con… Suho.
Baekhyun comprendió ahora la extraña sensación que tenía en su cuerpo desde esta mañana. Baekhyun era consciente hasta dónde llegaban sus límites como matón dentro del instituto y nunca jamás había que poner un dedo sobre Suho. No es que tuviera miedo de él, ni nada por el estilo. Pero Suho tiene amigos y no son de esos amigos que te invitan a tomar copas por ahí, son de esos que te dan una paliza y te vas directamente al hospital si es que cuentas con vida.
—Baek ¿Vas a ir? —Chen lo miraba con cara de preocupación.
Como siempre Chen era algo tímido y blando, a pesar de ser tan alto. También era de apariencia masculina.
Baekhyun le sonrió y se remango un poco la chaqueta.
—Sólo vamos a mirar. Veamos quién es ese valiente que está haciendo frente a Suho.
Baek empezó a caminar por los pasillos dirigiéndose al sitio de la pelea.
—Esto pinta interesante. —comentó emocionado Kai a Chen, corriendo detrás de Baekhyun.
Chen dudo varios segundos si ir con ellos o no.
—Ains, maldición… ¡ESPERADME! —gritó corriendo a toda velocidad por el pasillo para alcanzar a los otros dos.
Los tres llegaron la sala donde era la pelea. Estaba llena de gente, algunos interesados en la pelea pero sin atreverse a arrimar sus cuerpos a donde estaba Suho, que hallaba de pie con sus dos guardaespaldas y sus más fieles amigos los matones Hoya y Kyu.
Baekhyun se acercó aún sin poder ver la cara del pobre ser que iba a morir bajo aquellos dos hombres.
—Odio ser tan bajito joder. —se quejó en voz baja.
Se puso de puntillas para ver mejor la situación, de pronto notó sus pies por el aire y unas manos que le sujetaban por el pecho. Baek empezó a agitarse, miró hacia atrás y vio como Kai le sostenía por los aires.
—¡¿Pero se puede saber que estás haciendo idiota?! —le gritó Baekhyun avergonzado por estar por los aires como un bebé.
—Pero así los ves mejor ¿No? —dijo Kai inocente.
—Pero que tenemos aquí si son Baekhyun y los otros dos.
Ya habían llamado la atención de Suho, miraba hacia donde estaban ellos.
—Los otros dos... —repitió Kai enfadado dedicándole una mirada fría.
Baekhyun le preocupó lo que podía hacer Kai. Así que atrajo la atención de su amigo y le hizo una señal para que le bajara. Bajo al suelo algo avergonzado.
Iba a prepararse para su contraataque a Suho, pero algo le distrajo. Vio detrás de esos dos hombres a alguien totalmente reconocible, a…
—¡HOLA BAEKHYUN! —Chanyeol estaba delante de Hoya y Kyu.
Baekhyun se quedó petrificado en el momento, viendo a Chanyeol saludándole con los brazos en alto, moviéndolos efusivamente y con esa sonrisa estúpida plantada en su cara.
—¿Acaso conoces al que va a morir? —le preguntó en susurrando Chen al oído.
Baekhyun lo ignoró, estaba absorto dedicándose a fulminar con la mirada a Chanyeol.
—¿Conoces a este idiota entre idiotas? —le preguntó Suho cabreado.
Baekhyun aún continuaba en shock…
—La madre que lo…