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Skeleton Flower por Argoncita

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Notas del capitulo:

Este es el primer One-Shot que subo, decidí que fuera un Jonho porque siempre me he fijado en que Minho es el que está la mayoría de veces que el adorable Jonghyun se echa a llorar cuando pasa cualquier cosa. Espero que sea de vuestro agrado, tiene un gran valor sentimental para mí. <3

Había sido un más que ocupado día en la vida del carismático y atlético Idol coreano, comenzado con el madrugar para ir a la preparación de un programa de radio en el que, al mediodía, sería invitado, con apenas unos veinte minutos libres para comer y mandar algunos mensajes. Después tendría una sesión de fotos de unas tres horas de largo en la que por poco pierde el sentido del tacto con tanto cambio de ropa y sobeteo por parte de las otras modelos. Hasta ahí estaba medianamente bien, pero después a la entertainment se le había ocurrido que era buena idea hacerle asistir a una reunión en la que apenas cruzó un par de palabras con algunas personas para simplemente afirmar que algo le parecía una buena o mala idea. En todo eso había empleado más o menos el 75% de su día aún si ni siquiera se avecinaba un comeback del brillante grupo al que pertenecía.

Cuando estaba volviendo al apartamento donde convivía la mayoría de días en los que no estaban libres con el resto de sus compañeros, observó silenciosamente cómo las nubes se tintaban lentamente de gris a medida que pasaban los minutos, amenazando con que caiga una buena borrasca que seguramente empaparía a más de uno. Al flamante Minho no era eso lo que le preocupaba, puesto que seguramente ya estaría en casa para cuando cayese la primera gota, lo que le preocupaba era lo que eso desencadenaría. En su pecho comenzó a aparecer una especie de molesta, como una presión haciendo que su corazón se acelerase conjunto a la preocupación que comenzaba a emanar en él.

En efecto, cuando el peli-castaño llegó a su dulce y cómoda casa, aún no el tiempo no se había decidido entre quedarse encapotado o soltar todo lo que contenía. Se quitó los zapatos y abrigo antes de ingresar, caminando tranquilamente a su habitación para ponerse algo más cómodo ya que no tenía planeado salir de nuevo en todo el día. Aprovechó para pasar delante del cuarto del famoso “Bling Bling” del grupo, deteniéndose unos instantes para cerciorarse de que habían señales de vida, escuchando claramente la música de uno de los famosos grupos femeninos sonando alegre. Suspiró aliviado, yendo al fin hasta su cuarto.

Allí hizo lo típico, ponerse un chándal gris con una camiseta de manga corta blanca y tirándose en la cama. Estaría allí descansando un rato hasta que se aburriese, fuera a ver la tele o escuchara las primeras gotas de agua caer. Sus oscuros ojos fueron entrecerrándose con el pasar del tiempo, aún si mantenía su mente ocupada en la pantalla del móvil donde se proyectaba un jueguito cualquiera; finalmente el apuesto rapero acabó siendo arrastrado por los brazos de Morfeo, precipitándose en un placentero y corto sueño.

Despertó con un fuerte sonido proveniente del exterior, dando un pequeño respingo en su cálido lugar donde su cuerpo se había acomodado por las siguientes… Observó el reloj de su móvil mientras se entallaba un ojo y estiraba perezosamente. De repente sus párpados se abrieron como dos platos, viendo que habían pasado nada más y nada menos que dos horas. Genial, Minho, a ver quién dormiría esta noche con la pequeña siesta de dos horas que se había pegado casi anocheciendo.

Entre las silenciosas maldiciones hacia su propio ser, otro fuerte sonido atrajo su atención lo suficiente como para hacer que se quedase paralizado observando la ventana. Claramente algo se había iluminado a través de la cortina color hueso que cubría los rayos del Sol (ahora inexistentes al ser de noche) que solían molestar al modelo por las mañanas. Se levantó rápidamente, aún con la torpeza del entumecimiento por haber permanecido en la misma postura demasiado tiempo, viendo como grosas gotas de agua golpeaban con una abrumadora fiereza el cristal doble de su ventana y algún que otro rayo se veía a lo lejos, iluminando la oscura vista de Seúl en aquellos momentos.

Contuvo el aliento quién sabe por cuánto, procesando con más lentitud de lo normal que había comenzado a llover seguramente hace bastante y sólo había dos personas en la casa para entonces y las futuras horas (Ya que Key y Taemin tenían actividades hasta tarde, y Onew reuniones como buen líder que era). Dejó el móvil sobre la mesa y salió de su habitación, deteniéndose delante de la puerta del único brilloso que estaba en casa a parte de él, el sensual cantante, hoy en día castaño claro con raíces oscuras y lacio cabello, de ojos de cachorro, Jonghyun. Nadie más que Minho sabía qué ocurría la mayoría de veces que llovía, nadie más que la flamante llama de SHINee sabía que había una Flor esqueleto en el grupo.

Jonghyun era famoso por su encantador carácter, el amor que profesaba por todas y cada una de sus fans, la forma adorable de demostrarlo y la sensualidad que irradiaba cuando se metía en su papel de Bling Bling. Un cachorrito que sabía tratar a las personas, siempre alegre, adorablemente sensible y llorica, que siempre se ponía a llorar como un bebé cuando sus fans le hacían emocionarse, que solía ser bastante a menudo cuando había comeback.

Todos conocían esas facetas del castaño, y alguna vez había mencionado que le daban bajones. Pero nadie como Minho sabía cuándo, en qué momentos o cómo de mal se ponía en esos momentos.

Sus nudillos impactaron fríamente con la madera de la puerta, llamando un par de veces a un cuarto silencioso en el que a ojos de los demás estaría vacío, para todos menos para él. Aguardó lo suficiente para comprobar que no había respuesta, y después simplemente abrió lentamente al comprobar que el seguro no estaba puesto, como siempre, porque nadie entraría al creer que estaría vacío. A primera vista todo estaba normal, la luz estaba apagada y todo estaba en tranquilidad, al menos todo lo que a Minho le tomó habituarse a la oscuridad del cuerpo para comenzar a distinguir con más detalle las figuras que había en el interior.

Como suponía, delante de la ventana con cortinas abiertas de par en par había una clara figura humana, oscuridad por la contraluz, observando fijamente la lluvia empapar cada rincón de la moderna corea con la fuerza de la madre naturaleza. El cuerpo era delgado y musculoso, no en exceso, se veía el alisado perfecto de su cabello y cuando el cuarto era iluminado por los rayos, se veía claramente el castaño claro en la parte superficial de su pelo. Ahí estaba Jonghyun, congelado, mirando la agresividad de la tormenta. El menor entró a la estancia y cerró tras de sí, detallando al acercarse un poco cómo los hombros del cantante convulsionaban ligeramente cada cierto tiempo, como si estuviera reprimiéndose.

Una Flor Esqueleto es una pequeña florecilla blanca, con forma de paragüas coronado, pequeña y delicada, que Minho había visto por primera vez una de las veces que fue a Japón con el grupo, a finales de primavera, con un frío que congelaba al pobre rapero de SHINee que es sensible a ese clima. Parece sencilla, bonita y alegre siempre que la veas en un día cualquiera, pero ante el contacto de las gotas de lluvia sus pétalos comenzaban a volverse cada vez más y más claros, hasta ser prácticamente transparentes al ojo humano. Sólo se ve de ella las pequeñas ramificaciones de las venitas como si fueran huesos, pero se veía claramente a través de ella como si no hubiera nada en medio. En aquel entonces no lo sabía, pero esa sería la flor que correspondería perfectamente con Jonghyun en un futuro bastante próximo.

El pequeño cachorrillo cambiaba totalmente cuando llovía. Gran parte de las veces que había ese tiempo, él decidía irse a la cama o se apartaba del resto para ir a su cuarto, nadie sabía por qué ni tampoco habían parado a cuestionárselo, siquiera él, hasta que un día fue a pedirle algo al mayor cuando caía una buena borrasca y se topó de golpe con la realidad.

El de cabello oscuro se acercó al contrario, lentamente, sin hacer algún tipo de ruido, quedándose a menos de medio metro de donde el cantante estaba.

-Jonghyun.

Llamó al mayor, sin ningún tipo de terminación, utilizando una grave pero dulce voz en un tono bastante bajo, pero lo suficiente para que el oído del contrario se percatara de su presencia.

Entonces Kim Jonghyun se giró, lentamente, encarando a Minho como pudo. Estaba mordiéndose con fuerza el labio inferior, tratando de evitar que temblara demasiado y emitiera algún sollozo que pudiese ser captado por alguien, con sus hermosos ojos de perrito cristalizados por la gran cantidad de lágrimas acumuladas en sus párpados inferiores. No era capaz de ver con propiedad, pero sólo por la voz aun siendo entrecortada gracias a la lluvia, supo quién era, siempre venía él a salvarle de la oscuridad.

Era como esa florecilla, tan alegre, honesto, encantador y sencillo que cautivaba tu atención sin pretenderlo, pero cuando el mal tiempo asechaba, todos sus miedos se volvían un torrente de lágrimas y desesperación que procuraba ocultar siempre por miedo a causar un problema en los demás. Kim Jonghyun era sensible y frágil, y siempre se volvía transparente como el cristal cuando la lluvia se ceñía encima de él, todo lo que guardaba le sobrepasaba hasta tal punto que simplemente observando el paisaje, se derrumbaba sobre sí mismo hasta que se deshidratase o cayese sin energía en algún lado.

Todos los humanos tienen miedos, dudas, algo que hace que tengan días malos. Incluso Minho lo tenía y sabía que sus fans no merecían amargarse con ello, pero Jonghyun era ligeramente distinto. Siempre quería mostrarle que estaba bien a todos, quería sobrellevar todo el mayor tiempo posible para no martirizar a nadie siempre que fuese algo malo. Claro, nadie se preocupaba cuando lloraba porque ganaban un premio, pero era muy distinto llorar cuando sucumbías a tus propios pensamientos y te quebrabas a ti mismo. El cantante se rompía junto a la lluvia.

Sus miradas se mantuvieron unos instantes conectadas, con el rapero por su parte mostrando una dulce mirada al mayor, siendo que este simplemente trataba de contener las lágrimas un poco más.

-Minnie…- Susurró con un resquebrajado tono de voz Jonghyun, siendo incapaz de decir más antes de que la primera gota salada se resbalase por su pómulo izquierdo, siendo el comienzo de muchas más que caerían esa lluviosa noche en aquella habitación.

Minho no aguardó más y estiró una de sus manos hasta el sedoso cabello del cantante, acariciando finas hebras con la delicadeza que siempre guardaba para cuando el cachorrito lo necesitaba. Él siempre había estado ahí cada vez que Jonghyun se echaba a berrear de la alegría cuando se sentía tocado por lo que habían conseguido, cuando lloraba por la emoción, estaba ahí para abrazarle y consolarle hasta que se calmase.

Ante esas dulces caricias, el Bling Bling bajó la mirada y dejó ir todas las lágrimas contenidas hasta el momento, mojando sus propias manos de ese frío líquido que había supuesto muchas horas de pensamientos absurdos que hacían poco a poco mella en él, que le atormentaban por la noche hasta caer dormido, que como a cualquier otra persona, se le acumulaban hasta que pasase el límite.

-Minho, lo lament-… -

Con un sollozo entrecortado, Jonghyun había tratado de disculparse con el modelo una vez más, creyendo que esto sólo le pasaba por estúpido incapaz de controlar sus propios pensamientos, pero algo le hizo detenerse a parte de los hipidos del llanto. Una cálida mano se puso encima de sus labios, impidiendo que siguiera con cualquier cosa, desplazándose después hasta uno de sus hombros. Una de sus manos fue tomada, haciendo que se levantase de su asiento, apenas podía controlar el temblor de sus piernas y consiguió levantarse aun así.

Mientras tanto Minho era incapaz de pensar en cualquier tipo de disculpa, ver al dulce Jonggie así hacía que su corazón se estremeciese de sobremanera. Se encogía hasta impedir incluso su respiración y le helaba. Era difícil para él imaginar que alguien que siempre tuviese una sonrisa surcado sus delgados y bonitos labios estuviese roto una vez más ante él, incapaz de fingir un segundo más sin descargarse antes. Jamás había creído que tantos sentimientos de angustia podían inundarle en tan poco tiempo con una simple estampa, era muy distinto a cuando era felicidad la causa de aquello, ahora le dolía más de lo que le podrían doler muchas de las cosas que tenía en la vida, aprisionaba todos sus sentidos y los hacía una masa inútil, le dolía tanto verlo así que era incapaz de dejarlo.

Fue esa sensación la que le llevó a callarle, no es que no quisiese escucharle, simplemente no hacía falta. De alguna forma podía comprender su dolor, comprendía que estaba roto, comprendía que necesitaba desahogarse para no caerse del todo. Es por eso que le hizo levantarse, aun notando la poca estabilidad que tenía. Cuando lo tuvo a su altura estiró los brazos y rodeó su cuerpo, atrayéndolo al propio, abrazándolo con la suficiente fuerza para tratar de que comprendiese sus sentimientos, de que se diese cuenta de que no estaba solo.

Abrió sus grandes ojos ante el abrazo, aún con lágrimas cayendo por su ya humedecido rostro, notando los cálidos brazos de Minnie rodeándole con casi desesperación. Tomó unos instantes de su saturado cerebro procesar aquello, pero al hacerlo aún más gotas cayeron por su carita y mojaron la ropa ajena, rompiendo en un fuerte sollozo que fue ahogado en el cuerpo del rapero al haber ocultado el rostro en el hombro de este. Los trémulos brazos del cantante rodearon al menor, aferrándose a este como si fuera lo único que le permitiese estar en este mundo sin caer en el abismo.

En ese instante Jonghyun sintió por primera vez una compañía, la angustia fue repartiéndose entre ambos que la esparcían al exterior lentamente. Todo lo que el castaño había guardado se fue soltando con el pasar de los minutos y el fuerte abrazo ajeno que no cesó en ningún momento. Minho posó sus labios sobre la cabeza ajena, que aún temblaba por el llanto, besando dulcemente de vez en cuando para hacerle saber que seguía ahí, que seguiría ahí todo el tiempo.

Tal vez fuera una exageración, un pensamiento del momento que cruzó fugazmente la mente de ambos en momentos concretos, eliminada al instante por la incoherencia de aquello, pero parecía que las almas de los dos habían hecho un trato para anudarse cuando una estaba tan débil, que se reconfortarían la una a la otra hasta recuperar ambas la vitalidad, que no se separarían desde que volviesen a unirse. Fue una magia inexistente, una magia que ellos decidieron eliminar porque era imposible de mantener, al menos al día siguiente.

Llegó un punto en el que ambos simplemente se mantenían unidos, envueltos en la comodidad del abrazo y la seguridad que les proporcionaba. Jonghyun ya no estaba ahogado en sí mismo, Minho ya podía respirar y sentía que su corazón volvía a latir según el llanto ajeno cesaba, ambos volvían a recobrar la vida.

Fue el menor quien dio el primer paso, separándose apenas unos centímetros del de cabellos más claros para observar su lindo rostro. Tenía los ojos hinchados y rojos de llorar, y aún había un retozo de lágrimas en sus mejillas, que Minho limpió cuidadosamente con una de sus manos mientras mostraba una pequeña sonrisa únicamente para su querido Jonghyun.

-Minho…- Comenzó el cantante.- Siento que hayas tenido que ver est-

-Sh.- Calló el modelo con suavidad, negando y peinando varios mechones que se habían adherido a la humedad de la cara ajena con paciencia, tan comprensible y cuidadoso como siempre.- Está bien, Jonggie, está bien.-

A partir de ahí hubo más silencio, ambos simplemente se observaban. Ninguno decía nada sobre el otro, no hacía falta. Minho estaba ahí como siempre que Jonghyun derramaba una sola lágrima, Jonghyun se escudaba en Minho para no morir contra sí mismo.

Poco a poco, sólo con el sonido de la lluvia fuera, ambos acordaron que no dormirían solos aquella noche. Tal vez al día siguiente se dieran cuenta de lo estúpido que sonaba eso, de lo mucho que podía malinterpretarse, de que estaban destinados a no poder compartir cama por lo que eran, de que ese tipo de rozamiento era un terreno demasiado peligroso por el que indagar cuando se dieran cuenta de que la forma en la que actuaban no era como estaba escrito en las reglas. De que era más que un simple sentimiento de fraternidad.

Aun así, sólo por esa noche y aunque lo más seguro es que vinieran más tras esa, se recostaron en el lecho del cantante y acomodaron debajo de las mantas que, detalló el rapero, olían al champú que utilizaba el Bling Bling al ducharse antes de ir a acostarse.

No durmieron abrazados, no les hacía falta contacto, no les hacía falta dormir aferrados uno al otro porque las reglas lo decían así. El corazón de Minho dio un pequeño aleteo cuando fue Jonggie quien tomó dulcemente su mano y se aferró a ella con miedo de verse solo contra sus pensamientos otra vez, después el corazón de aquel fue el que retumbó cuando el de cabello chocolate entrelazó sus dedos.

Aún si la tormenta seguía enfurecida fuera, en aquella habitación habían dos chicos que habían decidido dar un poco más de sí mismos aquella noche para ninguno de los dos se derrumbara, firmaron un silencioso pacto de que desde ese día no se dejarían solos. Sin palabras, compartirían los sentimientos, y posiblemente la próxima vez Jonghyun sería quien fuera la columna donde Minho se apoyara, puede que simplemente hayan decidido que se colarían entre la pequeña grieta de las reglas para ir un poco más allá.

Puede que pese a no estar permitido enamorarse del pedestal donde te apoyas, sus almas ya hayan decidido por sí mismas y hayan escrito el destino que no debería. Tal vez esas manos entrelazadas después de las lágrimas no fuera más que el comienzo de algo indebido. O tal vez esos corazones no harían más que latir emocionados ante lo imposible, y simplemente tuviesen que seguir con la fachada de una amistad como si no fuera nada más.

Jonghyun no le mostraría sus lágrimas a nadie más, y Minho deseaba egoístamente que sólo él pudiera consolarle.

Al día siguiente ambos despertarían, se sonreirían y comenzarían un nuevo día con sus tareas pendientes, nada sería comentado del día de lluvia pasado ni de la tormenta que hubo, todo seguiría igual que siempre, ya que así debería ser.

Ya que a la mañana siguiente  seguiría siendo blanco, sencillo y bonito. Nada pasó. No hay señas de que se vuelve transparente. Porque sólo las Flores esqueleto son capaces de hacer eso.

 

Notas finales:

Espero que os haya agradado.

Siempre he pensado que en algún momento de nuestra vida, necesitaremos a alguien que nos abrace porque hemos llegado a nuestro límite, que si alguien fuera capaz de estar con nosotros cuando más rotos estamos, eso quiere decir que esa persona es de verdad importante.

Un abrazo, me agradaría ver vuestras opiniones, chau!


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