Capítulo cinco. ¡Oh my God, sus labios!
-Jinyoung…-escucha la voz de Mark igual de neutra que siempre y con la mirada puesta en sus ojos con el plumón en la mano.
-No voy a firmar.-se cruza de brazos enarcando una ceja observando con una mirada hostil al pelirrojo.
-Jinyoung, ¿sabes cuánto me tardé en conseguirlo?-Mark sigue reclamando sólo que Jinyoung no quiere escucharle hablar sobre la discusión que posiblemente tuvo con su padre; no es su culpa después de todo.
Él no le dijo al mayor que el contrato se anulaba.
-Me importa un bledo, no voy a firmar.-su posición sigue siendo la misma. En la sala del departamento ambos pueden sentir la tensión crecer, sobre todo porque es Jinyoung quien la hace palpable con la mirada fija en el televisor mientras que Mark sostiene las hojas en plan de súplica.
Es cierto que ninguno de los dos quiere firmar.
-No puedo regresar con las hojas vacías…
-Entonces haz que alguien más se divorcie de ti porque yo no…
Mark-178546354
Jinyoung-0
¿Cuándo se habían invertido los marcadores?
Mark sonríe satisfecho. Jinyoung quiere morir. Sin embargo, ambos están felices por eso.
-Ow, mi tierno esposo no se quiere divorciar, ¿acaso no es lindo?-se acerca al menor y le aprieta las mejillas a la par que Jinyoung se hace el molesto porque, en realidad, le gusta las manos del pelirrojo sobre su cara y más si atrapa su rostro para acercarlo a él lentamente.
Algo se está incendiando por dentro.
-¡Basta, Tuan!-era más que obvio que el pelinegro lo intenta separar, por eso es que pone más resistencia y sin pensarlo, lo toma de la nuca y lo acerca hasta que siente sus suaves labios en los suyos.
Y vaya que Jinyoung no pone resistencia, en lugar de eso, pasa sus brazos alrededor del cuello del pelirrojo para que la acción sea más profunda, con el corazón alborotado y las mejillas teñidas de rosa porque hace mucho que deseaba hacer y hasta ahora había decidido dejar su orgullo a un lado.
-Mírame.
Sólo que el encantamiento no dura por mucho.
-¿Qué quieres?-abre los ojos con pesar y se da cuenta de algo, y no es de los labios de Mark que parecen ser más un deleite del pecado; sino que ha sido un sueño, un sueño donde tira al carajo la dignidad.
Qué horror.
Sin embargo, el contrato había sido real.
Recuerda que después de enojarse porque Mark haya conseguido los papeles para anular su matrimonio sin su permiso, fue al cuarto y se encerró toda la tarde hablando el tema con BamBam, quien mucho menos supo ayudarle. Lo último que vio fue el texting del menor antes de quedarse dormido.
-Vas tarde a la escuela.
En todo el trayecto, mientras Mark maneja, no deja de ver sus labios, intercalando los tiempos para no ser tan obvio. Abre la boca para agarrar un poco de aire pues siente asfixiarse con tanto calor que se acumula en su rostro.
Lo único que no entiende es por qué hasta ahora tiene esa necesidad de probar la boca ajena, mordiendo sus labios y explorar con sus manos el cuerpo…
-Idiota.
Sólo ve el ceño de Mark fruncirse y niega con la cabeza, no es tiempo de sentir ciertas sensaciones con cierto pelirrojo que tiene al lado.
-Sé que sigues molesto por lo del contrato.
-Molesto es poco.-ni siquiera recordaba el asunto. Levanta la vista de nuevo y busca algo en el rostro de Mark que no son sus labios, sino en su mirada hay algo más oculto a pesar de que suele tener la misma vista para todo.
Excepto para Yugyeom, para Yugyeom siempre es un poquito más que neutra.
-Ya entiendo, pero ya he pedido los papeles, ¿qué quieres que haga con ellos? Mi padre me dijo que si se los pedía era porque estamos seguros de esto.
Muerde su labio inferior buscando las palabras exactas, pero como no sabe dar apoyo moral, hace que Mark se aparque en cualquier lugar que encuentre y ese es enfrente de la empresa de su padre.
-Ponte a pensar, tenemos dos meses juntos, ¿no podemos decir que sólo es una confusión?-ofrece como ayuda, sin embargo, escucha el resoplido contrario haciendo que arrugue su ceño.
-Tú eres el confundido, yo no. En todo caso sería yo pidiéndote el divorcio después del beso con el tipo aquél.
Ambos intentan cooperar, pero es imposible cuando los reclamos se hacen presentes.
-Se llama Yugyeom, ¿tan difícil es pronunciar su nombre?
-Cuando es la persona que odio, sí, es muy difícil.-acerca su rostro molesto de cómo trata a su ¿amigo? Y al final lo duda, porque han ocurrido tantas cosas entre ellos que es difícil sacar una conclusión concreta.
-¡Entonces hay que firmarlos! De cualquier modo, si no eras tú, iba a ser Yugyeom.-toma los papeles enojado, aunque mientras que busca el bolígrafo dentro de su mochila, Mark se los arrebata haciéndole una cara aniñada.- ¡Dámelos, Mark!
-¡Oblígame!
Se quita el cinturón para pasarse al lugar de Mark sentándose encima de él buscando los papeles que el otro trata de esconder detrás de él.
Es obvio que ninguno de los dos se da cuenta de la posición comprometedora que se ve desde fuera.
-¡Tú primero querías que los firmara!
-¡Es que no quiero perderte!
Y eso basta, como último, para que el raciocinio de Jinyoung se mude a otra cabeza porque le sorprenden esas palabras haciendo que detenga sus intentos y de repente sienta vergüenza, y es que él tampoco quiere pertenecerle a Yugyeom, quiere ser sólo de Mark a pesar de que no lo exprese abiertamente.
-Dame los papeles.
El corazón late más de lo normal. Las piernas le tiemblan, aún así no se separa del pelirrojo.
-Jinyoung…
-No los voy a firmar.-promete con la idea en mente cuando Mark se los entregue.
Con las manos abiertas los recibe y rompe la primera hoja.
-¡Jinyoung!
A pesar de los gritos, sigue hoja por hojas hasta dejar mutilado todo y mucha basura que después Mark le hará limpiar; y sonríe, después de eso, le sonríe al mayor mientras pasa sus brazos por el cuello contrario, observando en las pupilas algo de confusión.
-Entonces, ¿qué prefieres? ¿Falda o pantalón?-Jinyoung se levanta rápido al escuchar la voz de BamBam.
-Yo quiero ver a Jinyoung en falda.-Mark exclama levantando la mano mientras que el pelinegro cruza sus brazos por sobre su pecho y enarca una ceja. Como si fuese a ponerse una falda, aunque cabe la posibilidad de que...
Después de que un oficial les encontrara besándose en el auto, tuvieron que ir detenidos por delito menor.
-Ustedes dos deberían de ser un poco más…no lo sé, ¿reservados es la palabra que busco?-BamBam asoma una sonrisa sólo que Mark sólo está para corresponderla, Jinyoung tiene un mareo horrible por recordar lo del beso.
¡Maldito mortal pelirrojo con labios perfectos!
En todo el trayecto se mantiene en silencio sin bajar la guardia ante la conversación tan amena que tiene SU esposo con BamBam. Cierra los ojos en un punto y se queda dormido esperando que las voces desaparezcan en cualquier momento.
Hay ciertas cosas que odia Jinyoung, como el compromiso, las responsabilidades y a Mark.
Pero no a Mark solo. A Mark con BamBam, y no ciertamente sólo con BamBam. A Mark con BamBam pasando más tiempo del que deberían. Con un dato más:
A Mark con BamBam pasando más tiempo del que deberían en el centro comercial.
No sabe cómo ha terminado siendo el tercero en discordia de entre los dos foráneos. Y entre palabras de anécdotas en sus países natales, le sigue dando ese mareo horrible.
¡QUE NO SON CELOS, JODER!
Se engaña, porque lo son, y estos hacen que vaya por un licuado alejándose de aquél par que se ha autodenominado como L.A.Thai, porque Mark dice que se escucha mejor en inglés.
-Al carajo con los dos, no los necesito.
Sólo que al regresar se convence de lo contrario al momento que su corazón parece detenerse y el aire hace falta.
-¡ADULTERIO!