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Our Little Boys por Chely Wu

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Hace mucho tiempo, en un reino muy lejano, nació un príncipe con el cabello tan negro como la noche, la piel tan blanca como la nieve y los labios tan rojos y brillantes como los rubíes. Se llamaba KyungSoo Nieves.

El pequeño crecía y se iba haciendo cada vez más y más hermoso. Su hermano mayor, el príncipe Baekhyun, también era muy bello. El príncipe mayor era tan vanidoso que mandó traer un espejo mágico.  Todos los días se miraba al espejo y le preguntaba:

 

“Espejito, espejito, espejo

¿Quién es él más hermoso del reino?”

 

Y el espejo contestaba:

 

“Tú, mi príncipe, eres él más hermoso de estas tierras”

 

Y el príncipe quedaba muy complacido, porque sabía que eso era cierto.  Pero un día, cuando Kyungsoo Nieves ya era un hermoso joven, el vanidoso príncipe preguntó:

 

“Espejito, espejito, espejo

¿Quién es él más hermoso del reino?”

 

Y el espejo contestó:

 

“Tú eres muy hermoso, mi adorado príncipe.

Pero Kyungsoo Nieves es aún más bello”

 

El príncipe mayor estaba muy enojado, no podía soportar que hubiese alguien más hermoso que él. Desde ese momento, Baekhyun empezó a odiar a Kyungsoo Nieves. Cuando ya no pudo soportar la presencia del bello príncipe menor, llamó a Sehun, su más fiel servidor en todo el reino y le ordenó que llevara lejos a Kyungsoo Nieves, tan lejos como para que nadie lo encuentre.

Sehun, temeroso por su propia vida, llevó al joven con engaños a lo más profundo del bosque, sin embargo no se atrevió a llevarlo más lejos así que dejó a Kyungsoo Nieves sólo en ese lugar.

El pequeño príncipe abandonado en lo más profundo del oscuro bosque, empezó a correr, sintiendo miedo por los ruidos misteriosos y las sombras aterradoras a su alrededor. Las ramas de los árboles se enredaban en su negro cabello. Las bestias salvajes lo observaban, pero no intentaban hacerle daño al bello joven.

Corrió lo más rápido que pudo para alejarse, hasta que se encontró frente a una cabañita de techo rojo. Temeroso tocó la pequeña puerta, y como nadie contestó,  Kyungsoo Nieves entró.

En el interior todo era pequeño, pero tan lindo y limpio como se pueda imaginar. Había una mesita pequeña con un mantel blanco y sobre él siete platitos, cada uno con su pequeña cuchara, más siete cuchillos, siete tenedores y siete vasos, todos pequeños. A lo largo de la pared estaban dispuestas, una junto a la otra, siete camitas cubiertas con sábanas blancas como la nieve. Como tenía mucha hambre y mucha sed, Kyungsoo Nieves comió trozos de legumbres y de pan de cada platito y bebió una gota de vino de cada vasito. Luego se sintió muy cansado y quiso acostarse en una de las camas. Pero ninguna era de su medida; una era demasiado larga, otra un poco corta, hasta que finalmente la séptima le vino bien quedando dormido instantáneamente de lo exhausto que se encontraba.

Cuando cayó la noche regresaron los dueños de la cabaña. Siete enanitos, que excavaban y extraían metal en las montañas. Encendieron sus siete farolitos y vieron que alguien había venido, pues las cosas no estaban en el orden en que las habían dejado.

El primero en entrar, Suho, dijo:

-¿Quién se sentó en mi sillita? Yo la deje ordenada

El segundo, Chen, también preguntó:

-¿Quién comió en mi platito? ¡Tengo muuucha hambreee!

El tercero, Chanyeol:

-¿Quién comió de mi pan? ¡Yo quería pan!

El cuarto, Tao:

-Agradezco a la persona que se comió mis legumbres.

El quinto, Xiumin:

-¡¿Luhan volviste a usar mi tenedor?!

El sexto, Luhan:

-¡No, prometí no hacerlo más! ¡Pero alguien cogió mi cuchillo!

El ultimo pero no menos importante enanito, Lay, ignoró los gritos indignados de sus compañeros y comino directo a su cama, dándose con la sorpresa de que alguien dormía en su lecho.

-¡Hay alguien en mi cama! –Exclamó captando la atención de sus amigos, quienes se acercaron presurosos.  Todos acercaron sus farolitos al rostro del joven quedando impresionados por su belleza.

-¡Qué lindo muchacho! –Expresó Chanyeol y todos asintieron en acuerdo. 

-Se ve tan cansado –Observó Tao

-Debemos dejarlo dormir –Ordenó Suho

-Pero ¿Dónde voy a dormir yo? –Preguntó Lay triste, ¿Por qué tenía que acostarse el bello joven en su sagrada camita?

-¡Puedes dormir en mi cama! –Propuso Chen- ¡Yo dormiré con Suho!

-¡También puedes dormir en la mía!

-¡No Luhan! ¡No vas a dormir conmigo! –Gruñó Xiumin.

Tao sigilosamente se recostó en su cama. Chanyeol lo siguió un poco torpe, pero pudo llegar a su lecho, buscó su almohada confundido y notó que el príncipe dormía sobre ella. Se quitó su gorrito rojo y lo usó como almohada, sonriendo feliz por al fin sentir el calorcito que sólo le proporcionaba su camita.

Al final Lay aceptó la propuesta de Chen y prácticamente se lanzó a la cama. Chen y Suho se acurrucaban en la camita de este último. Y Minseok golpeaba con su almohada a Luhan, gruñéndole que deje de quejarse, que no dormiría con él.

Al amanecer, Kyungsoo Nieves despertó y viendo a los siete enanitos tuvo miedo. Pero ellos se mostraron amables y le preguntaron.

-¿Cómo te llamas?

-Kyungsoo…-respondió bajito sintiéndose un poco intimidado por los siete pares de grandes ojos que lo observaban- Kyungsoo Nieves…

Chanyeol estalló en risas- HAHAHAHAHA  Kyu-kyungso-soo Nie-eves –jadeó.

Kyungsoo frunció el ceño confundido ¿Había algún problema con su nombre? Minseok rodó los ojos y le explicó al joven.

-Chanyeol es un idiota, ignóralo, se ríe por cualquier cosa.

Ignorando los jadeos de Chanyeol siguieron con su cuestionario

-¿Cómo llegaste a nuestra casa?

 Kyungsoo Nieves también se cuestionó, él había corrido y encontrado la casita. Y sucedió porque, Sehun una persona que él apreciaba mucho lo llevó al bosque y lo abandonó. Ahora que lo piensa, Sehun nunca lo lastimaría, entonces… ¿Por qué lo abandonó?

-N-No sé…Yo corría y encontré esta cabaña…

Los enanitos se miraron extrañados

-¿Corrías?... ¿Por qué corrías?

-Un amigo me abandonó en el bosque…-Dijo triste. Chanyeol incluso dejo de reír y Xiumin ya no fruncía el ceño. Todos se compadecieron del príncipe. Y le ofrecieron quedarse con ellos.

-Pero mi padre se va a preocupar –Comento

-¿Dónde vives? Tal vez te podemos llevar hasta allá –Suho, como siempre daba la cara por todos.

-Uh…Vivo en un castillo…

-¡¿Un castillo?! –Gritaron al uni sonido

 -Si…pero no sé dónde estoy…me siento perdido –Kyungsoo Nieves empezó a llorar y a los enanitos se les rompió el corazón. Especialmente a Tao, que era el más sentimental de todos. El enanito no se contuvo y abrazó al príncipe.

-Ya ya…Taozi te consolará –Habló acariciando su negro cabello.

-¡Todos te ayudaremos a regresar a casa!

-¡No pararemos hasta que vuelvas a ver a tu padre!

-¡No llores, nosotros te ayudaremos!

El apoyo de los enanitos confortó a Kyungsoo Nieves y poco a poco dejó de llorar. Sonrió, los enanitos que lo observaban con grandes sonrisas, incluso Xiumin que parecía molesto la mayoría del tiempo, lucían tan adorables.

Esa misma mañana empezaron su búsqueda. Alistaron pequeñas mochilas cada uno. La mochila de Suho estaba llena de curitas y toda clase de medicamentos, por si alguien se lastimaba. La mochila de Chen contenía comida, desde frutas hasta un poco de arroz. Chanyeol no llevaba mochila, al menos no de tela.  Chen obligó al pequeño enanito de gorra llevar en su espalda un gran envase con agua amarrado a su cuerpo simulando una mochilita. Lay en su mochilita llevaba una pequeña almohada y una pequeña cobija de conejitos. Tao llevaba un peluche en forma de gato y una gran casaca que lo superaba en tamaño.  Xiumin llevaba todo tipo de cosas que los puedan salvar de un posible ataque. No dejaba de gruñir que el bosque era muy peligroso, que había muchas fieras y que sus ropas terminarían hechas mugre. Sin querer  inculcaba miedo en Luhan, quien cada vez que sentía menos entusiasmo por acompañarlos en el viaje. Se negó a seguir sintiendo miedo y empacó en su mochila una sartén, ya que gracias al gruñón no había otra cosa con la que protegerse, y un pedazo de carne para usar como carnada.

Cada uno llevaba su pequeña farolita, para poder caminar en la noche. Sin duda la caminata será larga. Para disminuir la tensión, Chanyeol era el encargado de contar chistes o hacer algo tonto. A veces sólo hablaban amenamente o un silencio cómodo los rodeaba. Pero eso era porque la luz del día los acompañaba. Cuando llegaron a lo que parecía ser el centro del bosque, el cielo pintaba de ocaso. A pesar de haber planeado no parar hasta encontrar el hogar del príncipe, este mismo propuso descansar y continuar al día siguiente. Alguno de los enanitos lucían muy cansados, una de ellos casi cae de sueño. Todos entraron en un pequeño momento de pánico por haber olvidado algo con que echarse a dormir. Tranquilamente Lay sacó su almohadita de la mochila y la acomodó en la parte del suelo que tenía menos hojas. Estiró su mantita y deseó a todos buenas noches, tapándose e ignorando las miradas desconcertadas de sus amigos. Y la mirada confundida de Kyungsoo Nieves que no entendía nada de lo que decían los pequeños.

- ¡A él! –Gritó Xiumin lanzándose sobre Lay. Los demás imitaron su acción y pelearon por ambas comodidades, olvidándose del pequeño enanito que yacía aplastado bajo ellos. 

Al final, almohada y cobija terminaron rotas. Lay lloró mucho y fue consolado por Tao y Kyungsoo Nieves, que no se resistió el enanito. Xiumin se sintió culpable por ser el que inició todo, así que sacó de su mochila un pequeño carrete de hilo, buscó con colaboración de Chen las más grandes hojas, con ayuda de Suho amarro con el hilo las hojas formando asi una cobija mucho más grande pero de plantas y con apoyo de Luhan se acercó tímidamente, cosa extraña en él, a Lay. Kyungsoo y Tao se separaron del enanito y Xiumin murmuró unas disculpas, Luhan le dio un empujoncito animándole a hablar más fuerte.

-L-lo siento…-Dijo sin poder mirar a su amigo.

Lay tomo la cobija y sonrió feliz, esta lucía mucho mejor que la original- Disculpas aceptadas Xiu~

Al ver que la manta era lo suficientemente grande como para tapar a todos, se acostaron enanos y príncipe a dormir plácidamente.  Lástima que el sueño duro poco. A la hora de haber cerrado todos sus ojos y entregar su alma a Morfeo, se escucharon ruidos extraños. El primero en despertar fue Luhan, que a pesar de todo no abandonó su miedo al bosque.

-Minnie…-Habló sigiloso al duende a su lado. Xiumin despertó al instante, solía tener sueño ligero.

-¿Mmh?

-Creo que hay alguien…-comentó.

-Estamos en el bosque hay mucho animales Hannie –Explicó

-¡No, no es eso, hay alguien cerca lo escuche! –Susurró irritado porque su amigo no le creía.

Xiumin guardo silencio, esperando a escuchar lo que había levantado a Luhan, y efectivamente, escuchó pisadas cerca de ellos. No era el momento de sentir miedo a pesar de que lo que sea que había se acercaba cada vez más rápido. Xiumin volteó hacia el lado de Suho y pegó de un manotazo en su frente despertando rápidamente al líder de los enanitos.

-Tenemos compañía –Fue lo primero que dijo antes de pasar sobre el enano confundido por sus palabras para despertar a Chen- ¡Despierta, necesitamos ayuda!

Chen escuchó la palabra ayuda y de golpe se levantó empujando a Tao para que dejé de roncar. Tao se removió confundido por los golpes que sentía y golpeó a Chanyeol, quién dormía abrazado a Kyungsoo Nieves. Luhan no tuvo la valentía de despertar a Lay, cauteloso salió de la improvisada sábana acompañado de los demás.

Miraban atenta y detenidamente sus alrededores, los pasos o pisadas se escuchaban lentos como si lo que estuviese ahí decidió jugar con la paciencia de los asustados.

Un crujido se escuchó cerca de donde los enanitos dejaron sus mochilas. Voltearon expectantes por otro movimiento. Los más pequeños se acercaron lentamente atrás de Kyungsoo Nieves usándolo como escudo, incluso Xiumin se abrazó a la pierna del alto.

Casi se les va el alma cuando escucharon otro ruido a su lado, entre la espesa cantidad de árboles. Fue en ese momento de descuido que la hiena que los acechaba decidió salir, saltando sobre las mochilas y llevándose consigo la mochila de Luhan.

-¡Mi mochilaaaaaaaaaaaaa! –Reclamó el enano, pero no intento moverse de donde estaba. Recordó la carne que guardó en su mochila y asoció ideas, dándose cuenta por qué la hiena se acercó a ellos, prefirió guardar silencio para no ser regañado o golpeado por Xiumin.

Una vez pasado el peligro, pudieron sentirse aliviados. Sin embargo otro ruido los alerto, o más bien quejas.

-¡Como puede ser que aún no lo encontramos! ¡Llevamos dos días buscándolo Sehun! ¡Dos días!

-¡Baekhyun tiene la culpa! ¡Me dijo que lo llevará muy lejos!

-¡Yo! –Dio un gritó indignado el nombrado- ¡No creí que me harías caso!

De los árboles aparecieron tres figuras, dos personas muy altas y la tercera no tanto.

Se miraron sorprendidos, los recién llegados por encontrar a quien buscaban y ver enanitos junto a él, los enanitos por ver personas tan altas, Y Kyungsoo por ver a su hermano mayor y sus amigos, que también tenían el papel de cuidadores, juntos.

-¡Kyu-Kyungsoo! –Chilló Baekhyun arrojándose a los brazos de su hermano- Lo siento tanto hermanito…yo no entendía, fui muy malo y mande a que te abandonaran, lo siento lo siento…

Kyungsoo Nieves no podía estar molesto con su hermano, así que sin más lo perdonó. Los personajes altos detrás de ellos no se sorprendieron por la amabilidad del pelinegro. En cambio Xiumin y Chen se miraron confundidos.

-¿Lo vas a perdonar tan fácil? –Preguntaron molestos

Kyungsoo sonrió a los pequeños, dejando de abrazar a su hermano- Si, de nada me sirve molestarme con él –Baekhyun bajó la cabeza avergonzado por sus acciones- Además gracias a eso pude conocerlos.

Después de ello, las personas recién llegadas pasaron a presentarse. Y Sehun explicó lo ocurrido.

Después de abandonar a Kyungsoo, cuando llegó al castillo no soportó la culpa de haber dejado a su amigo. Kai, su mejor amigo y cuidador del rey, notó el humor del rubio. Sehun no lo soportó y se desahogó con el moreno. Kai no podía ocultar ninguna información a su rey, menos si se trataba de alguno de sus hijos. Junto al menor, se acercaron al rey Kris a narrarle lo ocurrido. El rey se molestó mucho con su hijo mayor, y mandó que él junto a ambos amigos busquen rápidamente al príncipe menor. Los amenazó con no dejarlos entrar al reino hasta encontrarlo.  Inmediatamente los tres empezaron su búsqueda.

A la mañana siguiente reanudaron su caminata, pero con el ligero cambio de saber dónde se encontraba el castillo, ya no deambularían sin saber si era el camino correcto.

En el castillo, el rey no era más que caras largas. Kris no había despertado con el cantar de sus bellos hijos como lo hacía hace dos días, ni siquiera había tocado su comida, ansioso por saber cómo iba la búsqueda. Pero todo estado de ánimo pesado se esfumó al ver entrar a sus hijos y sus fieles servidores. Corrió a abrazarlos murmurando palabras de amor y agradecimiento. Los enanitos no podían estar más sorprendidos, si creían que ambos jóvenes eran altos, el rey era casi dos metros de alto. Ellos podían pararse uno encima de otro y así tal vez alcanzar su altura.

Kyungsoo Nieves  pidió a su padre dejar a los enanitos vivir en el castillo, Baekhyun se unió a la petición y el rey no podía negarles nada a sus hijos, además quedó encantado por las pequeñas criaturas. Incluso sintió especial empatía a Suho, que era como el líder de todos los enanitos.

Y así llegamos al final de este cuento, en el que todos vivieron felices criando perdices (?)

Fin

Notas finales:

Todos los derechos a los Hermanos Grimm que escribieron este bonito cuento, y fue ligeramente -casi toda la historia- modificada por quien les escribe sin fines de lucro. 

Ya sé, hoy no es lunes, pero me fue inevitable no compartirles este capítulo recién terminado ^^

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Kyungsoo Nieves (?) HAHAHAHAHA

Espero que les haya gustado<3

Much luv~!

P.D: Ya actualicé, so..no habrá actu este lunes u.u


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