Makoto se sentía cansado, sorprendentemente cansado. El viaje no fue fácil, menos aún porque, por alguna razón, había sido arrojado a una estructura pequeña similar a una jaula o una transportadora canina que, aunque lo suficientemente grande como para acomodar su cuerpo grande, seguía estando reducida y no le dejaba estirar las piernas. Le dolía todo…
Miró a su cuerpo, evaluando el estado en que estaba. Parecía bien, aparte del dolor muscular que tenía por estar solo en una posición.
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¿Cuánto tiempo había estado allí? No podía recordar con claridad, ya que no tenía ni idea de cuánto tiempo había estado durmiendo a causa de la droga que habían utilizado en él, pero creía que habían sido de alrededor de ocho horas, a juzgar por sus adoloridos músculos. Ocho horas desde que había sido enérgicamente capturado y extraído de su ciudad natal. Seguramente ya estarían muy lejos.
A través de los barrotes de su prisión, Makoto podía ver el exterior a través de la ventana de lo que él sólo podía adivinar era un tren. Si estaba en un tren significaba que el viaje estaba llegando a su fin. Que lo habían hecho dejar su hogar; que había dejado su antigua casa, su antigua escuela, e incluso que el viejo club de natación a la que fue con su mejor amigo. Sentía ganas de llorar, dejando tantas cosas detrás ... verse obligado a dejarlos.
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Pasó otra hora, a su percepción, y la cosa en que viajaba desaceleró tanto que le fue posible ver algo a través de la ventana. Obligó a sus ojos a enfocarse en lo que había más allá y deseó no haberlo hecho. En el exterior del tren no había más que caos. Era igual que las cosas habían vuelto a su ciudad, pero esto parecía peor, de alguna manera. La ciudad se notaba abandonada y descuidada, había autos estampados contra las paredes, escombros de los edificios que habían caído y una gruesa capa de polvo que cubría todo. En aquella ciudad, ya no había vida humana.
Entonces, mientras el tren avanzaba, de repente comenzó a ir hacia abajo y la luz que entraba por las ventanas se convirtió tenue. Un metro. Debía significar que ya estaba llegando a su destino, y Makoto sabía muy bien dónde era eso.
¨El Edén¨, como el gobierno había decidido nombrarlo. Makoto sabía de él porque había tenido grandes propagandas al inicio, cuando la enfermedad apareció y el Vigilante surgió, queriendo ¨salvar¨ tanto como fuese posible. Ese era el lugar donde vivían todos los "benditos". Sonaba atractivo al principio, la idea de un lugar seguro para vivir después de la enfermedad apocalíptica-como, pero era básicamente una enorme y hermosa prisión, diseñada para contener en esos pocos que eran inmunes y mantener fuera a los que no lo eran.
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Ahí es donde Makoto terminó. Tan pronto como el tren dejó de moverse, dos hombres entraron en el compartimiento y sacaron los nuevos capturados. Makoto frunció el ceño cuando vio que no había sido el único cuya libertad había sido arrebatado por el vigilante, aunque no logró ver al resto.
Los hombres lo llevaron al hospital para un chequeo, donde fue sometido a diversas pruebas. Se sentía como una rata de laboratorio, se le picó e inyectó una y otra vez, en diferentes lugares de su cuerpo. Incluso le pidieron una muestra de semen. No supo como, pero al final la dio.
Cuando los resultados llegaron, apenas una media hora después de todos los estudios,le dieron la noticia de que se le consideraba sano y fértil, por lo que se le asignaría un nuevo hogar y, lo que había temido más, una nueva "esposa".
"Ey, no es tan malo, de verdad. Ellos hacen las evaluaciones, los responsables de las parejas en Vigilant. Son buenos en su trabajo y sé que casi nunca fallan. Ya lo verás con tus propios ojos cuando tu esposa llegue a casa, la gente es feliz aquí " le dijo el médico que le había dado sus resultados. Parecía ser una persona bastante agradable, incluso le sonrió mientras él hablaba con él.
"Te voy a decir un secreto, pero no puedes decirle a nadie que te dije o voy a estar en problemas." dijo, guiñando un ojo a Makoto. "Es posible que conozca a su esposo, ya que el chico fue traído desde la misma ciudad que viviste. Le he revisado yo mismo para comprobar su salud. Es un joven apuesto, aunque no habla mucho." el doctor dijo, poniéndose de pie repentinamente, ya que alguien había llamado a la puerta.
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Una mujer luego entró en la habitación en ese momento y comenzó a charlar con el médico, susurrando para que Makoto no llegara a escuchar. Ni siquiera hizo el intento, estando tan inmerso en su pensamiento.
Así que se lehabía asignado a un hombre de una esposa ... ¿cómo era eso posible? Sabía que los benditos eran en su mayoría hombres, por alguna razón, pero realmente no había imaginado que el Vigilante estuviera haciendo parejas homosexuales, reuniendo a dos varones juntos.
Si ellos estaban tratando de hacer que se reprodujeran, ¿no estaba haciendo que lo contrario?
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El médico pareció adivinar el rumbo de los pensamientos de Makoto y, tras aclarar las dudas de la mujer, la despachó con el fin de estar a solas con el chico una vez más.
"Es posible, lo han hecho posible. Los científicos trabajando para el Vigilante han creado una manera. Ya sabes que las mujeres fueron, por alguna razón, más afectadas que los varones y que sólo un pequeño número de ellas son inmunes, ¿cierto? Bien, yo creo que esta enfermedad estaba destinada a borrar a la humanidad de la Tierra, y para demostrar eso tenemos muchos datos ... sin embargo, somos resistentes " dijo el hombre, sonriendo un poco. Estaba tratando a Makoto como a un niño, pero el chico en cierta forma era un niño después de todo, así que no dijo nada al respecto y sólo escuchó con cortesía a su interlocutor.
"Han desarrollado un dispositivo artificial que se implanta en los hombres, creando un espacio para que un bebé crezca, además de que han encontrado una manera de convertir las células germinales masculinas en gametos femeninos... Usted será capaz de tener hijos con su pareja sin ningún problema, y serán hijos biológicos de ambos. Es realmente fantástico que lo hayan logrado…" le había dicho, y entonces se puso a explicar los procedimientos requeridos para implantar el dispositivo en el cuerpo de los elegidos como esposas y, además, le contó un poco de cómo se hacía tal elección. Makoto no le prestaba mucha atención en ese momento, la verdad. Estaba demasiado contento de haber sido elegido como el hombre en esa relación.
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Después de un rato, el chico fue enviado a casa, acompañado por la mujer que había visto en el consultorio del médico. Ella era una persona de mediana edad y, por supuesto, que estaba embarazada. ¿Qué lugar ocuparía ese niño en la familia? Makoto estaba seguro de que no sería el primogénito…
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"Esta es tu casa, memoriza la dirección. La necesitará para moverte por la ciudad sin perderte, por supuesto, y todos los trámites oficiales requieren que usted escriba la dirección de su residencia." ella dijo, dándole al adolescente una tarjeta con su dirección escrita en ella.
"Y estas son las reglas. Asegúrese de revisarlas, memorizarlas y mostrárselas a su pareja cuando él llegue. Debido al procedimiento que se le hizo, su llegada va a tomar un poco más, pero él debería estar aquí en cinco días como mucho.¡ Bienvenido al Edén! " dijo, entregándole una hoja, y luego se fue, dejando a Makoto solo.
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El papel que le había dado decía:
Reglas:
1-Toda persona tiene el derecho y la obligación de ir al hospital para chequeos periódicos con el fin de controlar su salud y fertilidad.
* Para los hombres,el personal médico decidirá si un útero artificial debe ser colocado, de acuerdo a diversos parámetros como la fertilidad; el conteo y vitalidad del esperma siendo lo principal, y teniendo en cuenta otras características físicas del varón,como altura, complexión, salud general y demás..
* Ambos, hombres y mujeres embarazados tienen la obligación de informar de manera inmediata a su médico e ir para chequeos periódicos durante el embarazo.
También serán responsables de que sus recién nacidos e infantes cumplan con la regla de revisarse periódicamente.
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2-Todos los habitantes masculinos del Edén tienen derecho a que se les asigne un hogar y, después de eso, una pareja.
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3- Toda persona con una casa asignada deberá buscar trabajo dentro de la semana siguiente a su llegada al nuevo hogar, para esto, deberá llenar la solicitud con tres de las opciones de empleo que les gustaría tener. Uno será seleccionado para cada persona, a manos de los responsables del departamento laboral del Vigilante.
* Los trabajos pueden incluir ¨ama de casa¨ y también se puede solicitar permiso para la apertura de un negocio.
* No hay ningún pago en dinero por el trabajo de la gente, ya que no hay moneda que se utilice en el Edén. En cambio, la gente puede obtener todo lo que necesite, desde alimentos hasta la atención médica, completamente gratis de cargo.
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4-Cada pareja debe producir a su primogénito dentro de los primeros doce meses que están juntos.
* Si la marca de doce meses viene y la madre o el varón-madre todavía no está embarazado, ella/él será reubicado con otro hombre capaz, y una nueva esposa se le asignará al marido.
* Después del primer nacido, el segundo hijo debe producirse dentro de los próximos tres años, y el tercer hijo en los próximos tres después de eso.
* A pesar de que sólo se requieren tres hijos, una pareja puede tener tantos niños más como les gustaría.
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El leer la lista causó que Makoto se pusiera tan pálido como un fantasma. Él había oído ya los rumores que se decían sobre aquellas reglas, por supuesto, pero hasta ese momento no habían sido más que eso, rumores.
Sólo cuatro ... sabía que no habría solo cuatro reglas para una nación entera, y eso era lo que el Edén era ahora. Sólo podía adivinar que las demás normas sólo se aplicarían en caso de que se quebrantara alguna de las primeras cuatro, por lo que se prometió no hacer nada para descubrir en que consistían las demás.
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Dejó la hoja de papel con las normas sobre la mesa junto a la puerta y luego se fue a explorar la casa. Su casa, ¿o debería decir su prisión? Era una linda prisión.