Era un nuevo día para Hinata Shouyo, que después de 3 hermosos años que había pasado en Karasuno ahora a sus 19 años se encontraba estudiando en una universidad cercana de su casa, a pesar de esto Shouyo había rentado un departamento que estaba a 15 minutos de su universidad así como a una hora media hora de su casa, pues él todavía quería estar al pendiente del desarrollo de su querida hermanita.
Esa mañana Shouyo se había levantado mediamente temprano como otros días, se había hecho de desayunar y a su vez revisaba que todo estuviera listo en su mochila para poder ir sin ningún problema a la universidad. Él sabía que había madurado, no solamente por el hecho de vivir solo, sino que sus metas estaban claras, quería ser un buen maestro de deportes, que los chicos se animaran a probar diferentes juegos en los que tal vez se divertirían como nunca, así como para él lo fue el Vóley pero no se equivoquen, Hinata seguía ejerciendo este deporte, ahora con mayor plenitud y esperanza de volverse en uno de los mejores del País, quería que todos vieran que él podía a ser un valioso jugador y lo estaba demostrando.
A pesar de que a Hinata le dolía no poder estar junto a todos aquellos que en secundaria fueron sus compañeros de equipo y más que eso, amigos cercanos o prácticamente una Familia, él estaba dando el 100 para que ellos se sintieran orgullosos, sabía que algunos seguían practicando el Vóley, otros se dedicaron solo dejarlo como un Hobbie o que solamente lo practicaran mientras tenían sus reuniones, las cuales habían desaparecido con el tiempo pues todos estaban apurados ejerciendo su compromiso con la carrera que decidieron emplear.
Hinata llevaba más de 1 año sin ver a ninguno de sus compañeros de Karasuno, ni a los sempai que fueron los primeros en irse a estudiar a la universidad así como también a los que se fueron integrando después de ellos a Karasuno, aunque ciertamente Hinata nunca olvidaría los momentos que vivió en Karasuno del primero año, cuando para ellos apenas se estaba abriendo las puertas de la grandeza y para otros estaba siendo poco a poco cerradas por su ultimo año. Miro la hora en el reloj de pared que tenía en la cocina y se llevó un gran susto, pronto comenzaría su primera clase por lo que tenía que irse rápidamente a su escuela. Agarrando la mochila y cerrando la puerta, se fue corriendo como todos los días a la Universidad.
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Había llegado justo a tiempo, entro a su salón mientras saludaba a más de uno de sus compañeros, aquella sonrisa que a pesar de los años seguía siendo igual de cálida e inocente seguía en tu rostro, no importaba el tiempo que pasara tu siempre serias así.
-Buenos días Shouyo- Dijo con entusiasmo tu amigo Aoi mientras tú te sentabas a su lado.
-Buenos días Aoi- correspondiste el gesto del muchacho mientras sacabas el proyecto que el maestro en cuestión les había encargado.
Ryugazaki Aoi es un chico peliazul de ojos azules su estatura era 1.78 m, al principio habían tenido sus indiferencias pues también este estaba dentro del equipo de Voleibol de la universidad y no tuvieron una buena primera impresión del otro, no es como si fuera como Kageyama o como Tsukishima, sin embargo había dicho varias cosas que te había molestado, así como también menosprecio el trabajo que hiciste en Karasuno durante los demás años que estuviste ahí, sin embargo gracias a tu personalidad fue inevitable que Aoi se hiciera tu amigo en poco tiempo y más al estar los dos en el mismo salón.
-Vaya~ Sigo preguntándome como le haces para hacer la tarea, estar en el club de Voleibol e ir a enseñar a niños con ese tal entrenador Ukai ¿Qué acaso tienes un gemelo o qué?- menciono risueño viendo como su amigo pelinaranja reía levemente.
-Creo que tengo la costumbre de hacer demasiadas cosas, además cuando iba en Karasuno aprendí que debo de estudiar para poder destacar en más cosas y no solo enfocarme en el Voleibol- sonrió.
-Ya me di cuenta, por cierto... Izumi me dijo que te diera esto- dijo sacando una carta de su mochila Aoi para entregársela a un confundido Hinata.
-¿Izumi? ¿Por qué no me lo dio el?- dijo mirándolo fijamente a Aoi.
-Tenía prisa, recuerda que su facultad está cerca pero las clases comienzan más pronto para él y Kouji- sonrió- Y pensar que ahora me sonríen pero antes me detestaban- rio.
-Eso fue por lo que hiciste en el club de Voleibol, además Izumi siempre me ha protegido de todos- dijo emocionado mientras habría la carta.
-¿Y bien? ¿Qué es?- dijo expectante pues se le hacía un poco raro la carta.
Shouyo comenzó a leerla y abrió los ojos sorprendidos dejando a su amigo aun con la curiosidad.
-Vamos Shouyo, no me hagas quitártela- dijo con un puchero.
-Perdón- fue lo que dijo para voltear a ver a su amigo- Es de Daichi-san- cerro la carta.
-¿Daichi…san? ¿Qué no era el capitán de tu equipo de Voleibol de Karasuno?- le miró fijamente.
-Si- fue la única respuesta que dio el más bajo de los dos.
-¿Qué quería?- pregunto interesado, después de todo Hinata parecía emocionado y a la vez conmocionado.
-Quiere que todo el equipo de su último año se junte, es decir… Los de segundo y primero cuando ellos iban en Tercero- dijo sonriendo- Vaya… Veré de nuevo a todos después de un poco más allá de 2 años sin verlos… me pregunto qué tanto habrán cambiado, Waa esto será demasiado emocionante- comento verdaderamente feliz y Aoi, Aoi solamente pudo fingir una sonrisa.
Las clases terminaron y Hinata junto con Aoi fueron al gimnasio para empezar las prácticas del equipo de voleibol, algunos de sus compañeros ya se encontraban ahí por lo que rápidamente se dirigieron a ellos a esperar a los demás.
-Al fin llegas Hinata- dijo aventándosele encima Yui, Kinomoto Yui un chico que desde el primer día de clases se hizo inseparable del pequeño cuervo de Karasuno. Sus cabellos son cafés mientras que sus ojos jades, a Hinata lo que más le gustaba de él era sin duda su sonrisa –Oh … Tu también estas aquí Aoi- comento el chico sin importancia.
-¿Qué clase de saludo es ese?- comento el chico de cabellera azulina verdaderamente enojado.
-La que te mereces Cabrón- comento igualmente Yuki, Takamura Yuki, chico de segundo año, ojos grises y pelo castaño claro, una estatura envidiable con sus 1.92 cm. Yuki le restó importancia a los gritos que comenzaba a hacer Aoi –Y dime Hinata, preparado para el encuentro amistoso que tendremos el día de hoy- la actitud cambio notoriamente para todos al tratarse de Hinata.
-Ya déjale Yuki, que seguro él te vencerá- comento riendo ahora un chico de pelo rojizo y ojos miel, su nombre Ozuma Ryzuo, sub-capitán del equipo.
-No me ayudes Ryzuo- comento disgustado Yuki mientras dejaba al fin libre a Shouyo de su abrazo por los hombros.
-No le será tan fácil vencerme Yuki-sempai- comento sonriente el menor mientras le miraba de una manera decidida.
-A todo esto… Ryzuo-sempai ¿Dónde está el capitán?- volteo a ver por todas partes para ver si lo encontraba, Aoi.
-Esta con el maestro viendo si podemos jugar contra otra universidad este viernes- comento Ryzuo mientras miraba a todos- por lo que esperemos que se estén esforzando mucho en estos días, más de lo que ya hacen- levanto la voz.
-Así es- grito alguien desde atrás, un chico de cabellera mediamente larga peliplateada que era agarrada en una coleta baja, facciones finas y ojos color azules, es el capitán de equipo Aikawa Sora.
-Ai-chan llegas tarde- comento risueño Yuki mientras comenzaba a dirigirse a él.
-¿Cuántas veces lo vamos a discutir, Yu-chan?- molesto el capitán sabiendo que a este no le gustaba que le dijera así sin embargo él tampoco era de su agrado el hecho de que le dijera Ai-chan.
-Entendí, entendí- comento Yuki mientras dejaba por la paz el sobrenombre.
-Bien, conseguimos un partido amistoso con la universidad del norte de esta ciudad, tengo entendido que tienen un excelente armador así que veremos que tan bien nos va- grito mientras veía como se formaban todos.
-Eso quiere decir que… ¿ChibiHina atacara en la delantera?- comento viendo a Hinata quien reía ante el alias que le había puesto Ryzuo-san.
-Así es, Esperamos mucho de ti con esos magníficos remates- comento mientras veía atento a Hinata.
-Ossu!!- grito el pelinaranja.
-Por cierto… Hinata podrías conseguirnos un pequeño encuentro con los pequeños que enseñas o con alguien que verdaderamente nos dé un poco más de lucha- comento el capitán mientras seguían en fila escuchando sus indicaciones.
-De hecho Hinata se va a reunir con su equipo de Karasuno este fin de semana ¿no?- volteo a verlo Aoi, viendo la magnífica oportunidad de poder acompañar a Hinata a esta reunión- ¿Porque no les pides que jueguen contra nosotros? tu podrías estar en su equipo, después de todo es una reunión de reencuentro- comento sonriente.
-¿Estaría eso bien Hinata?- comento el sub-capitán Ryzuo.
-Tendría que avisarles a los demás pero supongo que aceptaran, nunca rechazamos algún juego amistoso contra otras escuelas, además así siempre aprendimos lo que tenemos ahora- comento feliz Hinata.
-Bien, arreglado… Ahora todos a entrenar- grito mientras comenzaban a alinearse y correr y calentar primero para que no se lastimaran, no sin antes gritar todos un “Ossu”.
El entrenamiento había acabado dando como resultado nuevamente la victoria para Hinata contra Yuki, una vez que salió de la escuela se dirigió rápidamente a su departamento para cambiarse e irse a ayudar a Ukai-san con la enseñanza a los pequeños niños. Una vez ahí vio que no era el único que había decidió ir a ayudarle al viejo entrenador de Karasuno.
-Buenas tardes- comento lleno de energía y felicidad como siempre y más al ver a Nishinoya-sempai y Tanaka-sempai en el lugar.
-Oh al fin llegas Shouyo- comento feliz el líbero quien se había lanzado a saludar al pequeño pelirrojo.
-Ya necesitábamos tu presencia aquí Hinata- comento risueño Tanaka.
-Es bueno verlos sempai- comento el pequeño mientras veía como los niños estaban entrenando- me tarde por la práctica, duro más de lo que dura normalmente- dijo rascándose la nuca.
-sabemos que cuando te emocionas no hay quien te haga salirte del juego- comento Nishinoya- por cierto… recibiste la carta de Daichi-san- pregunto el líbero.
-Sí, estoy realmente emocionado por ver nuevamente a todos- dijo brillándole los ojos.
-No dirás mejor que a una sola persona- comento coqueto Tanaka mientras miraba a su Kohai sonrojarse.
-¿De qué habla Tanaka-sempai?- dijo mientras desviaba la mirada- estaré feliz por ver a todos… solo a ustedes he podido ver estos años y eso es porque también ayudan a Ukai-san con los entrenamientos de los niños- dijo serio.
-Es verdad.. al parecer los demás han estado demasiado ocupados, no olvidemos tampoco que varios se fueron a estudiar lejos de estos lugares, pero bueno al fin podremos vernos, Daichi-san quiso darle emoción al enviarnos cartas en vez de llamarnos por teléfono como las personas actuales que somos- dijo suspirando Nishinoya.
-Creo que quiso darle un toque de misterio- comento riendo Tanaka.
-El abuelo Ukai también nos ha comentado que asistirán tanto su nieto como Take-chan- comento mientras iban nuevamente como iban los niños avanzando en sus saques.
-Sera genial, ah cierto… Llamare al capitán tengo que pedirle algo importante- dijo Hinata mientras sacaba su celular y comenzaba a teclear un mensaje para su excapitán.
-¿Qué es Hinata?- pregunto interesado Tanaka.
-Mi equipo quiere ver si el día que nos juntemos todos haya un pequeño encuentro- dijo mientras daba enviar al mensaje.
-Ohh Ya veo- dijeron al unísono los dos mejores amigos.
-Por el momento concentrémonos en los chicos- dijo guardando su celular en su bolso y comenzando a instruir a los pequeños.
A las pocas horas el mensaje de Hinata había sido contestado.
De: Capitán Sawamura Daichi-san.
Para: Hinata Shouyo.
Asunto: Enfrentamiento.
He hablado con los demás, me dijeron que estaban de acuerdo, supongo que Tanaka y Nishinoya también lo están por lo que no dudes en decirles a tus compañeros, nos vemos este fin de semana.
Había sido aceptada.