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Azúcar Derramada por ALICE15

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Notas del fanfic:

Que puedo añadir, a aquellas que les gusten las parejas raras esto está, bueno, no sé sí raras, pero en mi tiempo por está categoría, no he leído nada parecido, por eso espero que les gusté y no traumarlas.

Notas del capitulo:

Primer cap, es corto creo, pero es por que es la intro, luego seran mas largos, si es que me animo a seguirla, sino quedara como one-shot, en fin que les guste y a leer jajaja

Capítulo 1

Sabor De Pescado

El cielo nocturno se encargó de ocupar el firmamento, las estrellas ocupaban el vacío espacio oscuro, como motas de pintura parpadeantes, algunas celestes, otras con un ligero tono amarillo, otras blancas. La luna estaba lejana en esa ocasión, siendo una esfera medianamente más grande que el resto de astros nocturnos, iluminando con toda su fuerza la superficie de una isla rocosa con praderas y casas de madera, un puerto y varios lugares especiales para que los dragones se acobijaran. Era Berk, isla vikinga. Tras la muerte de Estoiko, Hipo ahora era el líder, ya se había casado con Astrid, tenía 20 años y su dragón siempre fiel, Chimuelo. La rubia se había ido a dar unas vueltas en su propio dragón, por lo que el joven y su gigantesco amigo estaban solos haciendo nada en casa, tal y como les gustaba, tras un día lleno de prácticas, mapas, juegos y uno que otro accidente.

Hipo acostado en el suelo en espacio lleno de hierba tras su casa, en la que creció casi toda su infancia y ahora compartía con su esposa. Su dragón estaba a su lado, ambos miraban al cielo, en silencio, cuando esa paz fue interrumpida por un rugido peculiar, acompañada por una risa del castaño.

—¿Tienes hambre amigo?— le dijo juguetonamente.

Luego se puso de pie en un salto y corrió a la casa, el reptil le siguió, con una mueca similar a una sonrisa en el rostro, sin los dientes obviamente. Estando dentro, debajo de una mesa Hipo tomo una cubeta, llena de agua y pescado, para dársela toda a su amigo, pero este se precipitó y golpeó la base de la cubeta con su hocico. Toda el agua apestosa y trocitos de pez le salpicaron la ropa, de la cintura para abajo.

—¡¡¡oye!!! Ten más cuidado, ahora apesto, toda la casa apesta ¡¡¡Astrid va a matarme!!!— reclamó él, mientras el dragón se reía.

Esos años habían servido para que ambos se desarrollarán un poco más. El dragón tenía una apariencia más dura e intimidante. Hipo tenía una forma más masculina y musculosa, aunque en esencia eran los mismos. Hipo se sacó el cinturón, las botas, quedando en solamente en sus pantalones, que eran de piel, aunque caliente, delgada. Caminó a su habitación, que compartía con Astrid, buscando más ropa, pero entonces Chimuelo se adelantó, empezó a lamer la ropa de Hipo haciéndole cosquillas. Cayeron a la cama, abultada del castaño, él intentaba sacarse al dragón de encima, con empujones, pero su risa frenética e incontrolable no se lo permitía, hasta que la lengua plana y larga del animal pasó por donde no debía. Hipo al principio se quedó callado, parando de empujarlo lentamente, cerrando los ojos, repitiéndose a sí mismo que se pusiera de pie, parara eso. Chimuelo era un animal inconsciente de lo que hacía, más esa sensación, de la saliva traspasando la prenda, de la presión en esa área precisa, repitiéndose una y otra vez, lo dejaron quieto, luchando por dejarse llevar, hasta que un gemido se escapó de sus labios.

—ahhh, chi-chimuelo.

Él mencionado paro lo que hacía, viendo a su dueño, creyendo haberle hecho daño, pero se topó con un rostro sonrojado y tierno, que le veía suplicante, no supo que hacer. Hipo se rindió a sus impulsos, tomo la cabeza de Chimuelo entre sus manos, la acaricio y le indicó que siguiera lamiendo, este obedeció, siguiendo un instinto bastante raro, nuevo completamente, pero poderoso.

Con cada lamida, delicada y tibia sobre su cuerpo, el joven se excitaba más. El escamoso escuchaba esos gemidos que duras penas eran callados, para evitar que se volvieran gritos, escuchaba su nombre, seguido de alguna maldición o algún "sí, sí así" hasta que sintió un sabor raro. Hipo se había corrido. Paró a ver a su dueño, este sonrió, se tapó con las frazadas y se quedó dormido, el dragón se acomodó a su lado, debajo de su brazo, cuando Astrid volvió, los encontró así. Normalmente Hipo y ella dormían juntos, pero no quiso despertarlo y durmió en otra habitación.

Notas finales:

Y? Que tal? Bueno, solo es una intro, la verdadera trama se lleva centrada en otra cosa, con algo de magia por ahí, celos, intentos de asesinato, lo tengo planeado, jajajajaja un rv y sigoooo jajajajaj por que sino ¿como se yo que les gusta y debo hacer conti? Tal vez la haga pero no la suba, solo para darme el gusto de tenerla, no se, en fin sí hago conti nos leemos pronto!!!


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