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El abismo de amor por KateBlack

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Notas del fanfic:

No hay mucho que decir cuando la inpiracion llega cx

 

Cap 1

Camino a casa

 

El cielo se estaba oscureciendo, ya no habia rayos de sol que pudieran entrar fácilmente en los ventanales que posaban sobre el departamento Emerald ,del gran edificio de la Editorial Marukawa. Los editores empezaban a terminar su trabajo cansados y astiados para poder terminar con aquel dia de jornada laboral y regresar por fin a sus hogares.

-¡Hey Ritcchan!, ¿Aun no te iras a tu casa? – Pregunto animado Kisa con las pocas energias que le quedaban.

 

-¿Eh? ¡A no! Aun no me ire, tengo que terminar de ver unos papeles, pero son pocos.- Respondio el Castaño de ojos verdes sonriéndole cansadamente al pelinegro.

 

-Oye ¿Puedo esperarte? Es que ire a visitar un lugar que esta por tu casa y no quiero irme solo- Kisa pregunto dando una sonrisa algo suplicante, la verdad se iba a encontrar con el chico del cual estaba perdidamente enamorado, Yukina Kou, estaba hecho un manojo de nervios por aquel encuentro por lo que hablar con alguien antes le haría algún bien.

 

Onodera en cambio vio esto como una oportunidad para irse sin tener que soportar la presencia de Takano-san –Ademas. – Guio sus ojos al asiento del jefe, este estaba vacio.- Además Takano-san estaba muy ocupado en una junta que seguramente terminaría muy noche.- ¡No es que le estuviera esperando, claro! Se reprochaba mentalmente avergonzado, solo que los últimos dias queria platicar con alguien sobre su gran inquietud que ya lo estaba sobrepasando: Takano Masamune.

 

-Claro, no me molesta en lo absoluto.- Onodera respondió alegre por la oportunidad, la verdad Kisa-san se estaba volviendo una persona cercana a el.

 

-¿Enserio? Gracias Ritcchan. Entonces que tal si te espero abajo en la cafetería. No tardes.- Asi fue como se despidió alegre el pelinegro yéndose a los elevadores para bajar al penúltimo piso donde se encontraba la cafetería.

 

Ritsu sonrio de igual manera, estar con una persona diferente lo iba a desestresar, y volvió su vista a los papeles que tenia enfrente de el, eran ya muy pocos y además no queria hacer esperar mucho a Kisa-san.

Por el contrario el pelinegro se encontraba abajo sentado en la cafetería hecho un manojo de nervios, ¡En una hora se veria con Yukina! ¡Casi siendo su primera cita!, bueno en realidad no era una cita “Oficial” se decía el pelinegro, ya que no creia que el de rostro destellante lo tomara como tal, a su “cita” y a “el”, al pelinegro de nombre Kisa Shouta que estaba perdidamente enamorado de el.

 

-Rayos, como termine citándome con el – Suspiraba el chico algo deprimido por sus pensamientos negativos y realistas de su amor al joven universitario, y empezó a recordar aquel dia de ayer donde por fin pudo intercambiar mas palabras con el y además de eso quedar con verse.

………………..

El pelinegro se encontraba atrás de un estante escondido de la gran librería donde Yukina trabajaba, ya era algo habitual en el ir a espiar al joven castaño, desde que lo habia visto hace un año le habia robado el corazón, gracias a el ya era un cliente frecuente de aquella librería que lejos de buscar conocimiento en los libros como la mayoría creeria, el buscaba amor en los trabajadores , amor que creía imposible.

El hombre castaño ahora estaba acomodando los libros nuevos que habían llegado en los estantes donde correspondías estos, se aproximo con una gran sonrisa al lugar donde estaba Kisa, Shouta quedo inmóvil a ver tal sonrisa tan cerca, no se podía mover ni queria moverse solo deseaba observarlo mas pero volvió a la realidad cuando escucho una varonil voz hablarle, una que agitaría a su corazón con palabras tan simples.

 

-Disculpa ¿Estas buscando algo? – La voz amable y varonil venia de los labios de un joven castaño, era el trabajador Yukina Kou que ya estaba enfrente de el. Shouta entro en pánico, no sabia que decir, si bien era verdad no era la primera vez que escuchaba la voz del castaño, ya que varias veces este le habia atendido en la caja para comprar algunos libros que enrealidad no le interesaban mucho, solo le interesaba oir aquella hermosa voz, pero ahora ¿Qué diría?.

 

-¿Eh? Etto…Estoy buscando el libro….- ¡Piensa rápido Shouta!  Se decia.

 

-¿El libro?....- Siguio diciendo el castaño.

 

-El….-titubio- ….El abismo de amor..lo eh estado buscando mucho-Por fin termino de decir Kisa en nervios, la verdad no sabia si el libro en verdad existía, solo habia dicho un nombre cualquiera que le vino a su mente, estaba nervioso solo queria salir de ahí.

 

-Oh ese libro, es un libro algo viejo, pero eh escuchado que es realmente hermoso. – Respondio amable el trabajador Yukina. – Si lo buscas debe estar…en los estantes de aquí abajo. –Señalo los libros que estaban al ultimo.  

 

Kisa no sabia que decir, en primera el libro si existía, en segunda ¡El quería irse de ahí, no estar mas cerca de el! Pero no tuvo mas remedio , no podía irse seria algo incongruente después de decirle que buscaba un libro que creía inexistente y ahora el condenado libro existía y estaba debajo de aquel estante aun lado del castaño que acomodaba lo que le correspondía. No le quedo de otra.

 

-Oh enserio, Gracias lo buscare ahora mismo. – Solo atino a agradecer y ponerse de cuclillas buscando en los últimos estantes, no miraba mucho los títulos, estaba nervioso, si veía por el rabillo de su ojos podía ver los tobillos del menor, su corazón latia.

Pasaron algunos segundos pero no pudo concentrarse mucho en sus pensamientos o sentimientos ya que algo llego de arriba y le pego en la cabeza causándole un dolor.

 

-¡Auch! ¡Duele! – Por el impacto del los objetos el pelinegro perdió el equilibrio y cayo hacia atrás dándose contra el suelo también.

 

-¡Oh perdona! ¡Perdona! ¿Te has hecho daño? – Nuevamente oyó aquella melodiosa y masculina voz, al abrir los ojos vio una mano enfrente de el, era la del castaño reluciente, le estaba tendiendo una mano para ayudarlo a levantarse.

 

-Lo siento tanto ah sido mi culpa, ¿puedes levantarte? – Kisa se sonrojo por la atención pero no rechazo la mano, la tomo tímidamente y sintio el tiron para poder ponerse de pie.

 

-¿Te has hecho daño? – La amabilidad de Yukina estaba matando de nervios y sonrojos al pelinegro.

-Gracias, No, no me hecho ningún daño, solo que dolio mucho.- Se frotaba la cabeza el pelinegro, pues el golpe si que le habia dolido.

 

-Ah sido mi culpa, estaba muy distraído y por error tire algunos libros del estante de arriba y te han caído encima, perdón. – Se disculpo con una sonrisa Yukina, Shouta se sentía realmente atraído a el.

 

-No te preocupes a sido un erro, te ayudo a levantar los libros. – Con manos algo temblorosas pero decididas decidió ayudar al castaño y levanto algunos libros poniéndolo en su lugar, al terminar se decidió por irse, ya no habia nada mas que hacer y hablar con el lo habia hecho inmensamente feliz por muy tonto y estúpido que se escuche.

 

-Ya esta, me tengo que ir. – Se despidió el mayor y empezaba a retirarse, pero una mano se poso antes en su hombro.

 

-Espera, lamento mucho lo sucedido, por mi culpa seguramente ya no has tenido tiempo de ver tu libro y además te eh golpeado, dejame recompensártelo invitándote a algún lugar.- ¡¿Enserio era verdad lo que escuchaba?! Se interrogo Kisa.

 

-Ademas creo que has estado buscando ese libro mucho tiempo, ya que te e visto seguidamente por aquí.- Kisa se sonrojo por el comentario, ya que lo que decía era falso, el estaba ahí para verlo a el no para buscar un libro que creía inexistente, pero mintió para no verse muy raro, no le diría la razón de por que estaba ahí.

 

-Bueno, si la verdad ese libro lo eh estado buscando desde hace mucho tiempo.- Mintio.

 

-Entonces para no sentirme peo acepta mi invitación. ¿ Que tal si vamos a comer o al cine? – El castaño propuso amable.

 

-¿Eh?...Bueno es que tengo mucho trabajo y salgo hasta la noche. – Titubeo el pelinegro, no queria perder su oportunidad efímera.

 

-¿En la noche? – Dudo un poco Yukina, se veía muy joven para trabajar hasta muy noche. –Bueno que tal entonces si te invito a cenar mañana, saliendo de tu trabajo. ¿puedes? –

 

-¿Ah?...Bueno… - Shouta dudaba, pero no queria perder su oportunidad, a el realmente le gustaba el castaño. –Si esta bien, creo que si puedo.- Termino aceptando.

 

-Genial, entonces que tal si mañana vamos a cenar al restaurante “Red”,¿A que hora puedes?.- Yukina se veía alegre.

 

-A las..9:15 salgo del trabajo. – Kisa se iba a esforzar mucho para salir lo mas puntual.

 

-Entonces a las ¿9:40 te veo allá?-

 

-Si.- Solo atino a responder sonrojado, ¿enserio tendría una cita con el?.

 

-Genial, entonces asi será.-  El castaño era realmente una belleza cuando sonreirá y Kisa era un esclavo por estar tan hechizado por aquel ser. No podía creer lo que estaba sucediendo

 

-Yukina ven.- Un hombre robusto le hablaba a yukina a lo lejos.

 

-Lo lamento, me tengo que ir, entonces adiós y gracias por aceptar, alla te veo.- Y asi se fue aquel hombre feliz y Kisa quedo totalmente inmóvil unos minutos.

…………………………..

 

-Asi que asi sucedió. –Respiro hondo Kisa Shouta, no sabria que hacer, queria salir corriendo y dejarlo todo por que le daba pena, pero por otra parte no queria perder su gran oportunidad de poder conocer a aquel hombre.

 

-¡Kisa-san! ¡Kisa-san! – Onodera mencionaba a lo lejos, Shouta volteo a verlo y vio que el castaño venia con una sonrisa con el.

 

-¿Ya pudistes terminar todo tu trabajo? – Pregunto sonriéndole como siempre al castaño.

 

-Si, ah sido mucho trabajo, pero lo pude terminar a tiempo.-

 

-Que alegría, bueno Ritcchan, ¿nos vamos?- Se paro el pelinegro y empezó a caminar junto a Onodera al elevador, solo faltaba un piso para la salido.

En el trayecto hablaron de cosas triviales, de nada en especial, a veces tocaban temas del trabajo o hasta de cosas vanas como los autos o la música, ya estaban abordando en el tren, este estaba medio lleno, pero habia justamente dos lugares vacios, los tomaron y se sentaron a seguir charlando.

 

-Oye Onodera-kun.- Menciono Kisa en duda.

 

-¿Onodera-kun? – se pregunto el castaño en voz alta, Kisa-san no le decía asi.

 

-Ah¡ Si, puedo llamarte asi o ¿te molesta? .- Menciono Kisa viéndolo sonriente.

 

-No claro que no me molesta. – Dijo el castaño, al parecer Kisa-san se estaba volviendo cada vez mas cercano a comparación de los demás compañeros de trabajo.

 

-Bueno, Onodera-kun, dime que ¿relación tienes con Takano-san? – Kisa habia preguntado con voz de picardía, la verdad ya tenia una idea de lo que sucedía con ese novato y su jefe pero quería divertirse un poco con las reacciones del castaño, no por ser cruel, consideraba como un amigo a Onodera, ademas el se encontraba en una situación similar, y tal vez podía uno distraerse de su situación y dos ayudar al castaño con su jefe, no era una mala persona después de todo.

 

-¿Ehh?...¿Por que preguntas eso?- El castaño se sorprendió demasiado al escuchar la pregunta, ¿por que Kisa decía eso?, Tan obvio era la relación extraña que llevaba con Takano-san, ¿espera que relación extraña? Se reprocho Onodera. Kisa-san estaba realmente alegre con la reacción del Castaño, Onodera podía decir todas las mentiras que quisiese pero su rostro denotaba toda la verdad que quería ocultar.

 

-¿Por que no preguntarlo? – Fue la respuesta del mayor que enrealidad no explicaba nada en concreto. – Pero la verdad no puedes decirme mucho Onodera, se nota todo. – Decia autosuficiciente Kisa.

 

-A que te refieres con “Todo” – Menciono Onodera, la verdad se moria de la vergüenza, pero ya lo habia decidido antes, necesitaba hablar con alguien de su relación con Takano-san, nadie sabe de ese amor mas que el, tal vez sospechaba su madre un poco y An-chan pero de ahí nadie sabia por la boca de Onodera Ritsu, y Kisa-san era alguien en quien veía que podía confiar.

 

-¡Jajaja! Hay ritchan, enserio me estas preguntando eso a mi.- La voz de Kisa seguía siendo picara. El tren se paro en la estación, era la suya, los hombres se levantaron y prosiguieron a salir, todavía se caminaba un gran tramo de camino para el departamento del castaño.

 

-¡Hey! Ritchan, ¿Qué hora son? – Pregunto Kisa saliéndose un poco de tema, queria saber si todavía tenia tiempo para llegar a su cita “Nada oficial” pero que hacia que su corazón saliera de su pecho.

 

-Son las 9:15 kisa-san.- Respondió Onodera viendo su reloj de mano.

 

-Ya veo, aun tengo tiempo.- Dijo Shouta mas para si mismo que para Onodera.

 

-¿Por que Kisa-san?- Ritsu pregunto curioso.

 

-¡Ah! Por nada, solo decía jajaja.-

 

-Tampoco eres bueno para mentir.- Rio Ritsu al decir su gran descubrimiento.

 

-No digas eso cuando tu tampoco lo eres, Ritchan.- El pelinegro se defendia infantilmente.

 

-¿De quien se trata? –

 

-Si te digo tu me diras acerca de Takano-san.- Era un trato justo para los ojos de Shouta, pero para los de Onodera era algo que le causaba nervios.

 

-Esta bien, acepto el trato.- Acepto al fin, la curiosidad era mucha.

 

-Se trata de un hombre, Yukina Kou es su nombre. Es un chico que trabaja en una librería donde a demás de libros nuestros mangas se vende bien ahí. Es todo. –Rio Kisa nervioso por hablar abiertamente de Yukina.

 

-No creo que sea todo kisa-san, para sonrojarte y reírte asi debe haber algo mas.- Onodera quiso saber mas.

-¡Rayos! Ritchan no es tan tonto- Penso Shouta al ver sonreir al contrario, este también sabia que kisa mentia.

 

-OK, esta bien, es un hombre, del cual, estoy enamorado.- Desvió la mirada algo sonrojado, tampoco este le había dicho a alguien de su amor hacia Yukina. –La verdad no le habia dicho esto a nadie por que pensaba que era pasajero por otros amores que eh tenido, pero el es distinto.- Termino de confesar Shouta aun mas sonrojado, pero por alguna razón se sentía liberado por decir aquello.

 

-Asi que alguien ya tiene el corazón de Kisa-san – Onodera ahora era el que decía cosas con algo de picardia. El pelinegro lo volteo a ver, pensó ridículamente que este se burlaría al ver a un hombre de 30 años haciendo tremenda confesión con un rostro totalmente sonrojado pero encontró el rostro de Ritsu con una sonrisa sincera adornándolo, era verdad, pasaban por situaciones similares después de todo.

 

-¡Esta bien! Ya dije algo, ahora te toca ati – Reclamaba Kisa Shouta.

 

-Eh, pero no me has dicho mas, eso no es suficiente.-

 

-Pero algo es algo ¿no?- Se defendía.

 

-Bueno, que quieres que te diga.- Se dio por vencido Onodera.

 

-Algo como lo que yo te dije. –Sonrio y lo observo.

 

-Bueno yo con Takano-san….-Estaba nervioso. –La verdad con el, no puedo decir lo que tu has dicho tan fácilmente, solo que vamos juntos al trabajo, regresamos juntos y ya es todo lo que es de nuestra relación hasta ahora .- Dijo Ritsu con un muy marcado sonrojo, como el que anteriormente se vio en su compañero. La verdad quiso omitir los múltiples encuentros que tiene en la cama por vergüenza ¡No diría algo como eso ahi!

 

-Oh, Claro es normal su relación, solo es eso, yo creo que hay mas por ahí escondido. – Estaba realmente emocionado de lo que podía decir el contrario.

 

-Bueno…yo solo te puedo decir que…Takano es para mi..-Estaba apunto de decir que estaba confundido por que no sabia si lo amaba o no, que si le decía que si o cosas similares, apunto de salir de sus labios hasta que.

 

-¡Onodera! ¡Ritsu! ¡Ritsu! – Se escucharon gritos detrás de los jóvenes, no eran gritos de cualquier loco que se paseaba por ahí, si no del hombre que Ritsu tenia en la boca.

 

-¡Espérame Ritsu! – Otro grito de Takano mientras se iba acercando a los jóvenes con paso veloz.

 

-Y hablando del rey de roma.- Se rio Kisa, el rostro de Ritsu era un poema, que gritaran su nombre a media calle lo avergonzaba y mas viniendo de la persona de la cual iba a decir algo muy importante.

 

-Claro, no son nada especial y grita tu nombre a mitad de la calle, enserio Ritchan no sabes mentir.- Shouta era cruel, no dejaba de burlarse con sutil ironia, la escena le causaba gracia no lo negaría.

 

-No …es que… - Onodera no pudo decir nada en realidad.

 

-Lo lamento Ritchan , mejor me voy para que “converses” cómodamente con Takano-san, gracias por dejarme venirme contigo me la pase bien y por la plática, luego me dices mas sobre Takano-san .- El mayor termino guiñándole un ojo al castaño el cual se sonrojo, vio la hora, faltaba 10 minutos para su cita nada oficial con su amor secreto, tendría que llegar para verlo, no quería perder esta oportunidad que le daba el cielo o el destino, por el contrario Onodera se quedo inmóvil, ¿Por qué no corría? Se preguntaba pero la verdad hablar con Kisa-san le hiso bien, envidiaba el hecho de que este aceptara su amor fácilmente, en cambio el que haría con su relación tan extraña, vio a su jefe llegar con el.

 

-¿Por qué no me esperaste? – Pregunto Takano con mirada sobre el menor.

 

-Pensé que no saldrías a tiempo. – fue su excusa.

 

-Lamento mi tardanza, pero me decepcione cuando no te vi ahí, siempre quiero regresar contigo Ritsu, para tomar tu mano y llegar a casa.- Dijo Masamune observando dulcemente a Onodera y tomando su mano mientras le daba un beso en el dorso de esta, Ritsu se sintio enrojecer hasta las orejas.

 

-¿pero que dices Takano? No digas esas cosas en publico¡ - Replico sonrojado al verse en la calle.

 

-Entonces puedo hacerlas en “Privado”-Takano para decir lo ultimo se acerco en el oído del menor y le susurro causando un  estremecimiento en todo su cuerpo, lo sintio y se alegro por causar aquello.

 

-¡Callate! Ya me voy a el edificio.-  Sin duda Onodera tendría que aprender muchas cosas y aceptar muchas cosas, pero ya abra tiempo para eso, pensó.

Y se fue con la mano entrelazada con su jefe, se fue con el rostro sonrojado y enojado pero el alma feliz  y contenta, ¿que podría hacer aquellos dos juntos?.

 

 

 

Notas finales:

¿Que les parecio hermosas personitas? Gracia por leer. espero volver pronto aqui para la continuacion *w*


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