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Feliz Cumpleaños por Makechuta

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Notas del fanfic:

Espero que les guste. Esta basado en Magi, mi manga favorito. Es un UA. Disfrutenlo

Notas del capitulo:

Dedicado a la persona que más amo en el mundo. Mi hermana. Feliz cumpleaños. Te quiero. Todo esto es por ti. Para que lo disfrutes. Espero complacerte.

-Cariño pide un deseo mientras que soplas las velas.

 

 

 

-¿Solo uno?, mamá.- Contestó juguetonamente.

 

 

 

-Uno por cada vela- Le respondió con un cálido abrazo.

 

 

 

El niño no quería ser muy avaricioso. Por lo que soló pidió tres deseos. 1. Tener un amigo de verdad. 2. Encontrar el amor. 3. Qué su madre tuviera tiempo para él.

 

 

 

>>Con Solo Diez añitos esos fueron mis deseos. Actualmente ,con 17 años, ninguno de ellos se hizo realidad. Probablemente nunca se harán. Ya perdí la fe hace tiempo. A pesar de que cada año pida lo mismo una y otra y otra vez. Es que, ¿el mundo no necesita de mi felicidad?

 

-.-

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un día más amanecía me levantaba pensando en él. Abracé mi almohada al recordar tales vergonzosos deseos, pero a la vez tan profundo. = Cómo podía sentirme así por otra persona? Nunca lo hubiera imaginado.

 

 

 

-Sinbad....-Susurré su nombre, tal vez con algo de morriña.

 

 

 

Después de unas largas vacaciones no sabía nada de mi querido profesor. Hoy por fin lo vería. Mis cayos en las manos confirmaban cuanto lo extrañaba.

 

 

 

Velozmente me vestí, desayuné (solo, ¡Cómo no!), me arreglé, cogí mi mochila y salí para clase Estaba muy emocionado. La sola idea de que podría contemplar su exuberante belleza me excitaba. ¡Miraba el reloj con desesperación! ¡Tal sólo un cuarto de hora! ¡AHHH! ¡Realmente estaba ansioso!

 

 

 

-¡Judar-chan!- Exclamó una voz muy dulce, y muy familiar que abrazaba la parte trasera de mi cuerpo.

 

 

 

-Kougyoku- esbocé una falso sonrisa mientras que me la devolvía.

 

 

 

-¿Qué tal las vacaciones? ¿Me has echado de menos?

 

 

 

-Claro que sí- Sonreí nuevamente.

 

 

 

Obviamente no. Mi mente solo estaba ocupada únicamente y exclusivamente para Sinbad, y solamente para él.

 

 

 

-¡YO TAMBIÉN!- Gritó ella muy emocionada. Sonrió con una sonrisa tan grande que no tenía cabida en todo el universo. Sinceramente no me sentía nada culpable. Acaso, ¿debería atacarme el remordimiento? Ni tan siquiera éramos amigos. Ella lo tenía muy clarito, pero supongo que estaba enamorada de mi y no podía resistirse. Nunca me liaría con ella. No me gustaba, pero aparte, era la hermana de un profesor. Definitivamente imposible.

 

 

 

Estuvimos hablando, hasta llegar a la escuela, sobre nuestras vacaciones. Ella había hecho gran cantidad de cosas fascinantes: Ir a la playa (en otro país), ir de compras(en otro país), ir a una casa

 

rural con toda su familia(esta vez en nuestro país), mientras que yo había estado aquí sin hacer nada interesante. Mi madre estuvo todos los días trabajando, y bueno... mi padre nunca ha estado para mi y no se nada de él.

 

 

 

Al llegar volvía a ver a mis compañeros. Unos con felicidad, otros con pesadez por volver a clases, y otros impacientes por ver a su profesor buenorro (osea yo). Todos comenzaron a hablar sobre sus “excitantes vacaciones”.¡Joder! Solo fueron unas putas vacaciones de navidad. ¡Qué envidia sentía! Eso por estar en un colegio de niños ricos por una beca. Pero debía aguantarme. Esto era una gran oportunidad por mi futuro. Que obviamente me aburria.

 

 

 

El timbre sonó. Por el umbral de la puerta se asomó el hombre de mis sueños. <> Pensé mientras esbozaba una estúpida sonrisa.

 

 

 

-¡Buenos días!- Saludó el con su típica energía.

 

 

 

Su sonrisa era flamante. Mientras que se sentaba no podía apartar la vista de ella. Soy idiota. Lo sé. Pero amaba su rostro, su belleza, su sonrisa, su atrayente personalidad, su forma de actuar, sus principios, sus valores, tantas cosas, que amaba todo su ser.

 

-¿Qué tal las vacaciones?-Preguntó alzando sus brazos en forma de jarra.- Mirad me he puesto más moreno.

 

 

 

¡Qué sexy estaba Sinbad! Su piel morena realzaba aún más sus ojos. ¿Por qué no me había dado cuenta antes? Lo peor era que mi amado también se había ido a un país paradisíaco. Mientras, yo aquí pasando frío. Me daban ganas de matarlos a todos.

 

 

 

-Yo he leído 350 libros sobre la composición y estructura del planeta tierra... - Respondío el más joven de la clase.

 

 

 

Aladdin, era un niño superdotado que llevaba con nosotros bastante tiempo. Con tan solo doce años, superaba a todos los de la clase por bastante. Lo peor era que siempre se recochineaba y presumía de ello. <>

 

 

 

Lo mejor de todo era, es que él era como yo. Un niño pobre que había entrado a este syntuoso colegio por una beca, debido a nuestra inteligencia y buenas notas. Yo también era bastante inteligente, a pesar de que el enano tuviera la fama. Por eso quería batirme con él. También leo mucho y albergo una gran sed de conocimiento, sin mencionar que también lo poseía. Tal vez el tuviera mayor capacidad, lee y aprende mucho más rápido. ¿Y qué? Es un genio. Pero eso no quiere decir que sea un prodigio. Puede que yo descubra algo o inventa algún elemento que me transforme en prodigio, mientras que el siga siendo un genio.

 

 

 

-...y comprendí los sistemas magnéticos-Terminó el pequeño.

 

-Muy bien Aladdin- Sonrió inescrutablemente nuestro tutor.-Y tú, ¿Qué tal las vacaciones Alibaba?

 

 

 

Me preguntaba si nuestro tutor, Sinbad, nos iba a preguntar uno por uno sobre nuestras vacaciones. YO IBA A TENER LAS MÁS PENOSAS. ¿Qué iba a decir? “Si, Sinbad, todo el rato pensé en ti. Mira mis manos.” Joder, no. Sin duda alguna, soy penoso.

 

 

 

-Pues yo...-contestó Alibaba tras una muy breve pausa.

 

 

 

Noté a Alibaba muy raro. Yo no tenía mucho contacto con él. Pero siempre que lo miraba portaba una sonrisa de oreja a oreja. Una sonrisa preciosa y radiante. Se podría decir que Alibaba era de los de “ al mal tiempo buena cara”. Pero ahora parecía una persona totalmente distinta. Tal vez sintiera algo de pena, su piel era algo pálida. Sus ojos estaban vidriosos y algo ojerosos. Algo no andaba bien con ese chico. Nada bien.

 

 

 

-Yo... no he podido disfrutar mucho de las vacaciones, ya que he estado muy enfermo- continuó. Tal vez con dificultad.

 

 

 

Yo no me creí ni una solo palabra de lo que dijo. A pesar de tener mala cara, no tenía un rostro de haber estado enfermo. Si hubiera estado con fiebre tendría mayor altura, si hubiera estado vomitando tendría salpullido en la cara (Era demasiado perspicaz) .Realmente no era muy experto en estas cosas, pero me atrevería a decir que su dolor era una aflicción corazón.

 

Sinbad siguió preguntando a los compañeros hasta que llegó a mí.

 

-Judar, ¿y tú?- Preguntó él sin apenas mirarme. <<¿Qué rabia!>>

 

 

 

-Pues no he salido de la ciudad. Celebré la navidad y año nuevo con mi madre- Sonreí sin importarme los comentarios de los demás.

 

 

 

Al finalizar la clase todos se estaban yendo. Como siempre, yo salía el último para observar la belleza de Sinbad.

 

 

 

-Judar- Gritó él, a pesar de que me encontraba a menos de tres metros.

 

 

 

-Dime- Respondí esperando que no notara mi sonrojo.

 

 

 

Me miró a los ojos acercándose rápidamente. No podía articular palabra alguna.

 

 

 

-Te traje esto de la playa.- Me lanzó un llaverito en forma de concha, sonrió y se marchó.

 

 

 

Pensé que moriría en aquel momento. ¡Todo sucedió tan rápidamente...! Es como si hubiera sido un sueños. Es decir, me hablaba y me obsequiaba con un llavero en forma de molusco. ¡Se acordó de mi! El júbilo se apoderaba de mi cuerpo. Cuando por fin me puse en situación, decidí ir tras él ( como cada día). Probablemente fuera un poco acosador. Salí corriendo. No podía permitirme el lujo de que se me escapara. Normalmente iba con el profesor Kouen a tomar unas birras después del trabajo. Corrí más y más rápido, hasta que choqué con alguien. Me daban ganas de pegarle una paliza. Pero antes de que pudiera decir algo se disculpó con remordimiento:

 

 

 

-Perdona, lo siento. Ha sido totalmente mi culpa ya que no miro por donde voy- Inclinó su cabeza- si quieres toma mi dinero como disculpa- Volvió a inclinara y con una mirada perdida renaudó su caminar.

 

 

 

-¡Alibaba!-Lo llamé tomando su mano-No necesito el dinero-, le sonreí, con algo de pena-La culpa ha sido mia.

 

 

 

Me devolvió una falsa sonrisa, tomó su dinero y continuó en su caminar. Normalmente me hubiera cebado con él, a chistes, mofándome de su estado. Pero no creo que hubiera estado bien. ¿Estaba siendo bueno? Lo cierto es que sentía lástima. Su felicidad solía animar a muchas almas débiles, pero ahora nadie lo animaba a él. <> Pensé mientras caminaba despacio ¿Ya no eran amigos? Seguramente Aladdin esté en cualquier lado estudiando dándole la espalda al resto del mundo.

 

 

 

Entré en el cuarto de baño masculino. Miré mi rostro en el espejo. Noté que mi cara no estaba bien del todo. ¿Realmente me preocupaba por el rubio? Tal vez el viejo (y muy viejo) Judar se sintiera identficado con él. Solía sentirme triste y sin motivos para sonreír. Hasta que en mi vida apareció Sinbad. Algunas veces pienso <> ya que este extraño sentimiento a veces me molesta. Pero si lo comparas con las veces que me dibuja una sonrisa en la cara... No hay comparación. No creo que haya que darle la espalda al amor. A pesar de todo llena un gran vacío que existía dentro de mí.

 

 

 

-¡Te amo Sinbad!-Grité al espejo. Acto seguido señalé mi reflejo.- Te conquistaré Sinbad-Concluí muy seguro de mí mismo.

 

 

 

-Espera... ¡Sinbad!- Agarré mi mochila con fuerza y salí corriendo de nuevo.

 

 

 

Me apresuré bastante. Me había estado comiendo la cabeza por otra persona en vez de pensar en mí mismo.

 

 

 

Al llegar al patio del colegio vi como el coche de Sinbad se alejaba, con Kouen en su interior. En ese momento, solo le pedí a dios que esos dos no tuvieran nada.

 

 

 

-,-

 

 

 

Al día siguiente me levanté. Me miré al espejo. No se notaba que estuve llorando anoche. Sé que es una absoluta tontería que esos dos tuvieran algo. Ninguno de los dos aparentaba ser homosexual. Pero me sentía tan celoso. Siempre estaban juntos. Reían juntos, salían juntos. Al finalizar el trabajo siempre se iban juntos. Era un sentimiento tan frustrante. Me dolía la cabeza. De tanto pensar, sentía que me iba a explotar.

 

 

 

Así pasaron los días. Todo seguía igual. Sinbad apenas se percataba de mi existencia, apenas lo veía. Cada vez pensaba más en Alibaba(hasta el punto de obsesionarme) y él, para colmo, cada vez estaba peor. Aladdin seguía presumiendo de sus múltiples virtudes(niño pedante). Kouen continuaba pegado a mi venerado Sinbad, Kougyoku seguía tirándome los tejos, y yo seguía sintiéndome muy solo. Nadie, en absuluto, se preocupaba por mí. Mi madre no podía, ella trabajaba muy duro por sacarnos adelante a ambos. Sinceramente, lo entendía.

 

 

 

Ya pasado un mes, habíamos hecho un considerable número de exámenes. Siempre sacaba buena nota. Cosa que me alegraba bastante. Hoy nos darían los resultados, a pesar de qué sabía que sacaría buena nota, no podía evitar sentirme nervioso. ¿Cómo se sentiría Aladdin? Nunca exteriorizaba nada (puede que al igual que yo). Seguramente se lo tendría muy creído.

 

 

 

Mientras que me hallaba caminando por los pasillos para llegar a clase me percaté de la mejoría en la tez de Alibaba. Algo que me alegró bastante. ¡Si! ¡Vamos Alibaba! De todo se sale.

 

 

 

-¡Buenos días!-Dije curvando mis labios a la vez que ladeaba la cabeza a ambos lados.

 

 

 

-¡Buenos días, Judar!- Me sonrió mostrando sus dientes. Era una sonrisa sincera.

 

 

 

Cada vez me sentía más contento. Alibaba no estaba bien del todo. Pero su progreso, era ciertamente considerable. <<Genial, lo primero que se recupera es el ánimo>> Creo que mi cuerpo estaba sintiendo la necesidad de abrazarle. ¿Qué me estaba pasando? No lo entendía...

 

 

 

-Gracias Judar- Su semblante se transformó en uno serio- gracias, enserio.

 

 

 

-No hay porque darlas-Sonreí extrañado.

 

 

 

En todo el mes solo le pregunté tres veces, TRES PUTAS VECES, cómo se sentía. Realmente si que se sentía solo.

 

Ahora que lo pensaba, tal vez si le hubiera dado ánimo se hubiera recuperado antes. Era idiota. En ese momento me hice una promesa, ser más cercano con Alibaba. Cosa que instantáneamente retrocedí. No estaría bien involucrarme con la gente. Ellos no me quieren y yo no los quiero. <>

 

 

 

-¡Judar ven!- Me exhortó la voz más sexy de todo el planeta.

 

 

 

-¡Sí! - Seguí a Sinbad si ni siquiera pensarlo.

 

 

 

Lo ayudé a cargar unas cajas. No tenía problemas con llegar tarde, ya que el profesor que me tocaba era Sinbad (Ojalá me tocara de otra forma).

 

 

 

Le sonreí y él tomó mi mano. Tomó la otra y alzó ambas. Mii corazón iba a estallar.

 

 

 

-Judar, ¿Quieres venir a tomar algo después de clases?- Dijo sin titubear y terminando su frase esbozando una sonrisa ue expresaba una gran seguridad, muy típica de Sinbad.

 

 

 

-¡Si!, ¿Dónde? - Respondí sin pensarlo dos veces, asistiendo con la cabeza seguidas veces.

 

 

 

-De eso ya me encargo yo. Ahora a clase.

 

 

 

Me dirigí a clase raudo y veloz. Si pensaba que hoy no podía ser más feliz me equivocaba. Mi corazón daba vuelcos de Alegría. Yo iba a morir de felicidad. Nada podía estropear este maravilloso día.

 

 

 

Las tres primeras horas me pasaron con lentitud. De verdad que necesitaba que la jornada acabase. Lo deseaba con todo mi pollón, digo con todo mi corazón. (XDDDDD)

 

 

 

Al llegar a la última hora (Por fin) no cabía en mi nerviosismo. Para más inri, Kouen nos daría el resultado de los examenes. Tocaba el turno de Alibaba, este se acercó y Kouen le refirió su nota. Él me miró, le sonreí y gesticuló un signo de “OKAY” con las manos mirando ( el pulgar) al suelo. Eso debía ser algo muy malo. -Suspiré- Alibaba era muy inteligente. Mi nerviosismo aumente.

 

 

 

Era el turno de Aladdin.

 

 

 

-¿¿¿Qué??? ¿¿¡Sólo un 7´50!?? ¡Profesor Kouen, esto es intolerable!- Sus ojos eran dos platos.

 

 

 

Realmente me dieron ganas de reirme de él. Lo había superado seguro. ¡El mejor día de toda mi puta vida! ¿Qué es lo próximo? ¿Qué gane la lotería? SOY EL PUTO AMO. Me daban ganas de saltar de alegría.

 

 

 

Me acerqué y me dió mi examen. Quería contar los puntos por los que superé al enano. Lo tomé con entusiasmo. Pero... No podía creerlo. Un tres, UN PUTO TRES.

 

 

 

¿Karma, me castigas? ¿No podía ser feliz enteramente por un día? Joder, esto era un verdadero problema- Me dirigí a mi asiento como sino me importará. Vale tenía que pensar en algo. Sino hacía nada me quitarían la beca y tendría que dejar el colegio. Todo era culpa del puto de Alibaba.

 

 

 

En cuanto finalizó la clase recogí mis cosas y fui rápido a mi taquilla. Oí como Alibaba me andaba buscando (era la primera vez que sucedía algo así) pero decidí obviarlo. Una vez en mi taquilla guardé mis cosas y emprendí mi camino hacia el despacho de kouen. Tenía que ser breve, pues Sinbad me esperaba. Además debía convencerlo de que me ofreciera una oportunidad.

 

 

 

Mis ojos estaban a punto de romper a llorar. Debía calmarme. Con las manos palpé fuertemente las mejillas para tranquilizarme.

 

 

 

Llamé a la puerta del despacho. Una ronca voz me dio paso. Entré temblando. Intenté econtrar mi voz pero mis labios estaba muy trémulos. Respiré hondo y comencé:

 

 

 

-perdona Kouen- Sonreí rasgando mis ojos- , creo que debe haber algún tipo de fallo en el examen- volví a sonreir debido al miedo.

 

 

 

-No ha habido ningún tipo de error- Acarició su barba- Has suspendido.

 

 

 

-Pero, pero... yo- creí que comenzaría a llorar en ese instanté.

 

 

 

Me acerqué a él sin reflexionarlo. Agarré el cuello de du camisa.

 

 

 

-Kouen por favor- Rompí a llorar-¡Déjame hacer algún trabajito o algo! - Mis lágrimas caían a borbotones.

 

 

 

-Está bien, como desees.-Respondio con suma tranquilidad.

 

 

 

Empezó a quitarme las gomas del pelo, soltándolo. Nunca, antes, nadie ( a parte de mi madre) me había visto con el cabello sin recoger. Me sentía muy extrañado, ya que otra persona me miraba de esta forma y por la acción de kouen. Unos segundos después se sentó en su butaca.

 

 

 

-Chúpamela. Si deseas aprobar.

 

 

 

¡EHHH! ¿Tan directo? ¿Sin preparar terreno? Esto nunca lo hubiera sospechado. Es decir, ¿Kouen realmente poseía ese lado? No era posible. Una de dos ; era un sueños o estaba emporrado. Porque nada de esto rozaba la realidad, más bien era surrealista. Una vez puesto en situación me dí cuenta de que no tenía el valor suficiente para hacerlo. Yo, Judar, estaba profundamente enamorado de Sinbad, no podía engañar a mi corazón. Además nunca había hecho nada parecido.

 

 

 

-Estoy harto de esperar- frunció el ceño-, ¿Te rehúsas o quieres probar?

 

 

 

Realmente no quería, pero necesitaba aprobar, ¿Qué hago? Me arrodillé. No podía hacerle eso a mi madre. Pero no podía emprender el acto. Mi cuerpo me lo impedía.

 

 

 

Kouen, impaciente, comenzó a desabrocharme la camisa y a acariciar mi pelo. Todo era tan incómodo. <<Ojalá me muriera>> Pensaba fustigado.

 

 

 

Súbitamente la puerta se abrió. Era Sinbad. Su rostro expresaba un gran desconcierto. Instantáneamente abandonó el lugar a un trote rápido. Corrí tras él. No quería perderlo .Era lo único que me quedaba. El motivo por el cuál vivía.

 

 

 

-¡Sinbad!- Gritaba con exuberante desesperación.

 

 

 

Él se alejaba se mi cada vez más raudo. Mis lágrimas caían. Obstaculizaban mi visión. Sentía la fría nieve chocando contra mi desnudo pecho. Empezaba a notar el frío. Simbad pulsó las llaves del coche con tal de abrirlo. Me tropecé ya que no veía bien.

 

-¡Sinbad! Grité nuevamente, aún más desesperado. Alzando mi brazo derecho.

 

 

 

Vi como su coche se alejaba entre los gélidos copos de nieve. Por sorpresa, unas manos colocaron en mimi espalda un cálido abrigo. Insólito miré atrás.

 

 

 

-¡Ali...Alibaba!- balbuceé atónito.

 

 

 

-Tranquilo.-Me abrazó y secó mis lágrimas.

 

 

 

No podía hablar, simplemente quería morirme. Además Alibaba estaba comprobando mi vulnerabilidad. Sencillamente era penoso.

 

 

 

-Judar, intenté avisarte. Te estuve buscando pero no sabía que ya fuiste en busca de Kouen. ¿Sabes? No serás el primero ni el último para Kouen.

 

 

 

¿QUEEEEEEE? Alibaba sabía la verdadera naturaleza de Kouen, intentó avisarme. Pero yo me limité a pasar de él. Mi dolor solo aumentaba.

 

 

 

Yo...-Intenté hablar pero su dedo índice tapó mis labios.

 

 

 

-No digas nada.- Dijo mientras izábamos ambos cuerpos- Pasa la noche en mi casa.

 

 

 

Pasé la noche en casa de Alibaba. Apenas dormí. Solo lloraba y sollozaba por mi corazón lastimado. Solo podía pensar en lo sucedido. Lo que no sabía era que mi vida cambiaría completamente a partir de ahora.

 

 

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado. Nos vemos en el próximo capitulo, será aún mejor. Dejen una review si les gustó o si le desagradó para así mejorar.


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