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Feliz Cumpleaños por Makechuta

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Notas del capitulo:

Bueno, pues aquí está. Gracias a todos los que lees, y a los pocos que han dejado un comentario. Gracias.

Sinbad y yo permanecíamos abrazados después de tal desvelador beso. Me encontraba muy cohibido después de las cosas que había dicho. Gracias a eso obtuve mi recompensa: sus ansiados labios. Me preguntaba si él realmente me amaba tanto como yo a él.


Tan solo podía oír su latido. Ninguno se atrevía a decir ninguna palabra, hasta:


 


-Judar- susurró alzando mi barbilla con su mano, con el fin de que nuestras miradas se encontraran.


 


-¿Sí?-Pregunté tímidamente.


 


Deberíamos ir con los demás,pronto llegará el segundo autobús con más alumnos-Su mirada se convirtió en una penetrante-Podrían descubrirnos.


 


-Esta bien.


 


Salimos del autocar, caminamos con el paso apresurado. Seguíamos todo recto por el sendero indicado. Íbamos juntos. Muy pegados, tenía la necesidad de cogerle de la mano, pero no me atrevía. Tal vez le molestara. Miraba el paisaje para no ponerme nervioso. Pasamos por una pequeña fuente para pájaros. Las pequeñas aves volaban a su alrededor y era algo muy bonito. <<A Alibaba seguramente le encantaría>>


Súbitamente me invadió una mala sensación, como si algo horrendo estuviera sucediendo. Sentí que alguien gritaba mi nombre, que su vida dependía de mi.-Me dí la vuelta-.


 


-¡AHH!-Grité-¿Hakuryuu que coño haces? Me has dado un susto de muerte.


 


-Perdón, fui a orinar y me perdí- Respondió él con la mirada perdida.


 


Llevaba las botas llenas de barro. Sus manos estaban sucias y su cuerpo sudoroso.


 


-Judar no uses ese vocablo- Puntualizó Sinbad.


 


-Perdón-dije, y acto seguido lo remeé.


 


-Te he visto- cruzó sus brazos- ¿Te parece bonito?


 


-La verdad es que sí- reí.


 


-¿Qué hacéis aquí?- Interrumpió Hakuryuu.


 


<<Hakuryuu sobras aquí>> Pensé mientras lo estrangulaba en mi mente.


 


-Judar se había mareado por el olor del vómito de Alibaba.


 


-Ah-,lo miró fijamente- Pensé que Alibaba era el único que se había quedado allí.


 


-No-posó la mano en mi hombro- Alibaba se encontró mejor y se fue-.Sonrió- No te veo bien informado Hakuryuu.


 


-Lo siento soy un despistado-Agachó su cabeza.


 


-No te preocupes.


 


Seguimos caminando hasta que alcanzamos a los demás. Miré por todos lados pero no lo encontré. De repente me fijé de que Kouen portaba una cara de preocupación. Aún así me dio igual y me atreví a preguntarle:


 


-¿Y Alibaba?


 


-No lo sé. Lo llevo buscando desde hace un buen rato y no está.


 


-No puede ser- lo agarré de los hombros-¿Falta alguien más?- Lo zarandeé.


 


-Pensaba que faltaba Hakuryuu pero esta aquí.


 


-Llama a la policía-chillé.


 


Todos pararon. Se preguntaban unos a otros que estaba sucediendo.


 


-¿Qué ocurre? - Preguntó Sinbad inmiscuyéndose en la conversación.


 


-Alibaba Saluja desaparecido-informó Kouen.


 


-Tal vez no llegó a salir de la cabaña. Se arrepintió y se quedó allí- Sugirió Sinbad.


 


-Imposible-Alzó la voz Kouen-, yo vi ,con mis ojos, que estaba con nosotros.


 


Salí corriendo sin poder contenerme. Solo tenía una esperanza, y era, que el mal presagio de antes fuera un aviso. No recordaba muy bien donde fue. Igualmente me sumergí en el amplio bosque. Estuve tres horas de reloj. No lo encontré. Simplemente estaba perdido.


 


 


 


Kouen sacó el móvil mientras que Judar salió corriendo. Sinbad se dispuso a salir tras él pero el pelirrojo lo agarró de la manga.


 


-No seas imprudente. No necesitamos tres personas perdidas. Judar es muy ágil. No podrás alcanzarle.-Se colocó el móvil en la oreja.


 


-Esta bien.-Resopló- ¿A quién llamas?


 


-Al guardabosques. Nos ayudará.


 


-Kouen-Lo miró con desdén- ¿Cómo puedes mantener la cabeza tan fría en estos momentos?


 


-Soy un adulto. Además estamos al cargo de nuestros queridos alumnos. Aunque creo que también la mantendrías fría si no estuviera Judar de por medio. ¿Me equivoco ?


 


 


 


 


 


 


Estuve caminando durante horas. Me encontraba desorientado. Salí corriendo sin comida ni bebida. Por lo que no había ingerido nada durante este largo tiempo. El sol pegaba muy fuerte. Era como si el mundo diera vueltas. Ya no podía andar más. Lo intenté en contra de mi condición física. Pero fue en vano. Sin darme cuenta pisé algo de barro. Me resbalé y caí.


 


-Espera-me dije a mi mismo-. Si hay barro es porque hay agua.


 


Me levanté dando mi último esfuerzo. A cinco metros de mí visualicé un pequeño riachuelo. Me dirigí hacia el lugar lo más rápido que mi cuerpo me permitía.-Me arrodillé- bebí una gran cantidad de agua.-Me tumbé cerca- Me encontraba muchísimo mejor. El mareo se había dispersado. Estuve, apenas unos momentos, descansando. Pero sentía que la mayor parte de mi fuerza había regresado.-Icé mi cuerpo- Estaba listo de nuevo para encontrar a Alibaba.


 


 


 


Kouen y Sinbad, junto al guardabosques, buscaban a los chavales en el interior del bosque. El hombre, Masrur, estaba con los perros a unos metros por delante de ellos.


 


-¿Cuando vendrá la policía?- Preguntó Sinbad intranquilo.


 


-Relájate Sinbad, ya la ha llamado el guardabosques.- Contestó Kouen fingiendo perfectamente su temor.


 


-¿No deberíamos decirlo sobre esto a Rashid?-Suspiró- Alibaba es su hijo, merece saberlo.


 


-Idiota-Le golpeó en la cabeza-,¿quieres perder tu empleo? Porque yo no. Así que estate quieto.


 


-Pero...


 


-Pero no hay peros que valga.-Reprimió Kouen, como si lo hiciera un un pequeño alumno.


 


-Judar también se perdió- Sus manos temblaban.


 


-¿Tanto te gusta ese niñato?


 


-¿Eh?-Su cara reflejaba su sorpresa. Sinbad no daba crédito a lo que escuchaba.


 


-Judar será mio.-Curvó sus labios de forma sombría- Tendré sus primeras veces, sus primeras emociones. Me dirá que me ama. Será un cachorro que necesitará de mí. Totalmente dependiente de mi ser.


 


-¿Por qué desde que te confesé que me gustaba Judar lo intentaste apartar de mi camino?-Gritó-¿Al menos, aunque sea amas al chiquillo?-Continuó gritando y lo agarró del cuello.


 


-Relájate.-lo apartó de un pequeño empujón- No fue desde que me confesaste que a ti te molaba.


 


-¿Ah no?-responde después de un breve silencio.- En mis recuerdos no son así las cosas-indica enfadándose por momentos-.


 


-Fue después de que me dijeras que era virgen -río.


 


-No te burles de mi.-Le pega un puñetazo.-Judar no es un mero objeto el cual puedas usar cuando a ti te plazca. Es una persona. También es tu alumno.


 


-También es un alumno tuyo y mira, desesperado por él.


 


-Cállate o vuelvo a golpearte.


 


-Sinbad, nunca te había visto tan agresivo.


 


De repente sonó el móvil de Kouen.


 


-Si dígame.-contestó él.


 


-...


 


-Si, soy yo.


 


-...


 


-Si, exactamente.


 


-....


 


-¡NOO! ¿Enserio?-Preguntó con exuberante preocupación.


 


-...


-Esta bien. Yo le informo.-Su semblante era totalmente serio.


 


-...


 


-Ahora mismo es un tanto complicado. En cuanto podamos vamos allá sin pensarlo.


 


-...


 


-Hasta luego, y gracias.-Colgó.


 


-¿Qué sucede?-Preguntó preocupado Sinbad.


 


-Muy malas noticias para Judar. Eso es lo que sucede.


 


 


 


 


 


 


No corría para no volver a cansarme y desorientarme. Esta vez sería prudente. Estaba atardeciendo, por lo que seguí a la luz del sol. Gracias a Solomon, enseguida encontré el sendero. ¡No estaba tan perdido! Volvía a estar próximo al principio del camino. ¡Cerca de donde estuve la extraña sensación! Avancé, mi corazón latía con fuerza. Me percaté de la fuente para palomas. <<Era aquí>> La mala sensación regresó a mí. Titubeaba sobre volver a introducirme en lo profundo del bosque. Aunque tenía miedo de volver a perderme, al final, decidí entrar. Inesperadamente me percaté que que se hallaban un gran número de arbustos arrancados y colocados unos encima de otros. Cosa que me pareció muy sospechosa. Empecé a separarlos. Mientras que los separaba vi una mano.-Me asusté- Tiré de ella con fuerza. Se alzó el cuerpo de Alibaba. Separé, y lancé lejos, todos los arbustos con gran velocidad. Miré su cuerpo para comprobar como estaba:


 


Sus brazos y rostro estaban llena de ronchas(Supongo que era por el contacto con los arbustos. Un tipo de alergia o algo relacionado), en su boca había sangre. Su piel era libida. Sus zapatos estaban manchados de barro. La parte izquierda de la cara estaba llena de sangre y arañazos.-Puse mis dedos, índice y corazón, en su cuello- No encontraba el pulso. Empezaba a desesperarme por momentos.-Posé mi oreja en su corazón- Tenía un débil pulso.


 


-ALIBABA-gritaba.


 


Movía su cuerpo intentando despertarlo. El pulso era cada vez más leve. Comencé a hacerle el masaje cardiovascular. No me salía muy bien. Hace varios meses que lo aprendí en clase. No presté mucha atención porque pensé que nunca me serviría. <<Ahora mismo me odio>>.


 


Miré a mi alrededor.<<¡Si. Ahí esta!>-Me levanté rápido. Cogí la mochila de Alibaba y volví a su lado.-Rebusqué en ella. Encontré varios bocadillos, varios batidos, dos botellas de agua, un móvil con unos auriculares, un libro “Bajo la misma estrella” <<Dios que gay>>, y un pequeño botiquín-Lo abrí- Comencé a vendar la herida en su estomago.-Aún no estaba seca. No perdía mucha sangre, pero de igual manera la perdía.


 


Su pulso continuaba débil. Solo quedaba una opción: El boca a boca Lo miré fijamente. Debía hacerlo para salvarlo. Con mis manos abrí su boca y lentamente introducía la mía. Empecé a pasarle el aire. Sus ojos se abrieron. Era muy bonitos, no quería dejar de verlos en un rato.-Se cerraron- Le pasé el oxigeno con más fuerza. Sentí como su lengua se deslizaba lentamente por mi cavidad bucal. Era una sensación nueva para mí.(Sinbad tan solo me dio un pequeño pico.) Todo lo contrario para Alibaba, pues parecía que tuviera mucha experiencia. Entonces me di cuenta de que el ya había despertado y me estaba besando. Cerré mis ojos. Quería disfrutar el momento. Mi mente se encontraba en blanco totalmente. No podía pensar en nada, en nada que no fuera Alibaba. -Bruscamente Alibaba se separó.- Hiperventilaba. -Palpé su frente- Tenía mucha fiebre. Cogí su mochila. Le dí bastante agua, mientras que una poco la rociaba por su cara. Partí un trozo de su bocadillo y le dí para comer.


 


-No me des eso o lo vomitaré.- Intentó decir, a pesar de que no podía respirar bien.


 


-No hables Alibaba.-Volví a tocar su frente- Parece que la fiebre te esta bajando.


 


Dejo de hiperventilar.


 


-Me encuentro mejor también. Aunque estoy muy cansado.


 


-Duerme un poco.- Me senté extendiendo las piernas. Coloqué su cabeza en mis muslos.


 


-Esta bien.-Cerró sus ojos. Al paso de poco minutos se durmió.


 


-¿Lo necesitabas verdad?- Le sonreí.


 


Alibaba tenía un aspecto horrible. Pero se encontraba mejor, y eso me tranquilizaba.


 


Tomé su móvil. Debería llamar a alguien para que nos encontraran. Deberían estar sumamente preocupados. Miré sus lista de contactos:


 


Aladdin


Kouen


Morgiana


Olba


Padre


Toto


 


¿SOLO TIENES SEIS CONTACTOS ALIBABA? Cariño si que eres un pringado. ¿Y qué haces con Kouen en tú móvil? ¿Por qué sigues en tu móvil con gente con que no te hablas? No lo entiendo Alibaba. Si tuviera móvil te daría el mio.


Ahora la pregunta era: ¿A quién debía llamar? ¿Al profesor responsable? ¿A su padre? <<Rashid o Kouen>> Se repetía en mi cabeza una y otra vez. Si llamaba a su padre se preocuparía mucho ¿ O tal vez lo tranquilizaría? Kouen tiene una cabeza muy fría y ayudaría mejor. Cada minuto que me lo pensaba era un minuto perdido. Alibaba necesitaba ayuda urgente.-Marqué un número sin mirar.-


 


-Hola.-Dije para saber quien era.


 


-Cariño, ¿Qué pasa tu voz suena rara?¿Dónde estas? ¿Estas bien? Ahora mismo voy a por ti, mi amor. Me tenías muy preocupado. ¿Me oyes bien? Hay poca cobertura. Dime algo.


 


Supuse que finalmente se marcó el número de su padre. No se oía muy bien la voz, pero nadie lo trataría con tanto cariño.


 


-Señor Rashid:-Comencé


 


-Si....-Respondió en un tono inusual. Su voz parecía rara. Parecido a la forma de hablar de Kouen cuando estaba extrañado. Sería por la poca cobertura.


 


-Soy Judar he encontrado a Alibaba cerca de la fuente para pájaros. Al principio del sendero. Pero dentro del bosque.


 


-Ajam, Enseguida vamos para allá. Tan solo espera.-Colgó.


 


Acaricié la cara de Alibaba. Era tan lindo.-Respiraba naturalmente.-


 


-Alibaba Te quiero mucho-Susurré.


 


Naturalmente él no me escuchó. Dormía para reponer fuerzas. Mientras lo miraba mi conciencia no me dejaba tranquilo. Había besado a Alibaba el mismo día que le declaré mi amor a Sinbad, y en el que nuestros labios se rozaron. Estaba muy confundido. ¿Estaba traicionando a Sinbad? ¿Empezaba a sentir algo por Alibaba? Mis dudas aumentaban, pero no obtenía ninguna respuesta. Lo peor es que me encantó que Alibaba me besara.


 


 


 


UNAS HORAS ANTES:


 


 


-Alibaba creo que ya estas bien, ¿no?


 


-Si papá.


 


-Ve con los demás.-acarició su mejilla.


 


-Sí.


 


Alibaba salió. Estuvo buscando a Judar pero no lo vio. Estaba solo ante la multitud. Se fijó en como Olba, Toto, Morgiana, Aladdin disfrutaban y reían calmadamente. Hasta hace poco él era un más del grupo, pero las cosas cambiaron. Aún así no estaba completamente solo. Tenía a Judar a su lado, o eso le gustaría pensar. A pesar de que fuera raro y retorcido también había sufrido y era amable.


 


-Alibaba-dono.-Llamó alguien.


 


-Dime Hakuryuu-Dijo con pasividad.


 


-¿Podemos hablar a solas?


 


-Claro. Podemos.


 


Se separaron del camino. Hakuryuu lo llevó muy lejos dentro del extenso bosque.


 


-Aquí mismo.-le miró inescrutablemente


 


-Dime pues.


 


Alibaba miró al cielo. Estaba harto de tanto secretismo. Solo necesitaba relajarse y disfrutar.Y desde luego la mejor forma no era con Hakuryuu, una parte de él no quería ni verle. Súbitamente un puñetazo impactó contra su cara.


 


-Hakuryuu, ¿qué te crees que haces?


 


Hakuryuu articuló otros tres puñetazos, Alibaba pudo esquivar dos de ellos. Por desgracia uno tercero fue a parar en su estomago.


 


-¡Hakuryuu!-Gritó mientras se autoabrazaba el estomago por el dolor.-¡PARA! ¿A qué se debe todo esto?


 


-¡Cállate de una vez!-Gritó mientras corría de forma sinuosa-. Estoy harto de personas como tú.- continuaba corriendo.


 


Alibaba no había terminado de recuperarse de las nauseas del autocar. Además el puñetazo en el estomago lo había mareado aún más.


Hakuryuu se acercó corriendo velozmente. Alibaba lo agarró de los hombros con fuerza. Pegó un rodillazo. Hakuryuu se dio cuenta y echó marcha atrás, lo que le permitió al rubio espacio para pegar puñetazos. En concreto le pegó cinco puñetazos seguidos. El golpeado calló al suelo inmediatamente.


 


-¿Se puede saber por qué has hecho esto?-Preguntó algo alterado.


 


No obtuvo respuesta.


 


Alibaba no quería perder más el tiempo. Se dio media vuelta y se dispuso a caminar. Quería pasarlo bien y disfrutar.


 


De sorpresa una piedra impactó contra su cabeza. -Posó su mano en el lugar del impacto.-Tenía sangre en su cabeza. Ahora estaba asustado. No sabía hasta donde llegaría Hakuryuu, tampoco sabía los motivos. Solo sabía que debía escapar si no quería ser dañado.


Alibaba corrió y corrió. Las ganas de vomitar aumentaban. Las nauseas no le habían abandonado aún. Cada vez sangraba más. Se tropezó con un arbusto. Sin pretenderlo vomitó.


 


-Te pillé-Le dijo Hakuryuu mirándolo con unos ojos perturbados, mientras que lo aporreaba con un palo.


 


-¡¿No tenías bastante con separarme de mis amigos?!-Reprochó Alibaba con un grito de angustia.


 


Las palabras de Alibaba enfurecieron aún más a Hakuryuu. Este le le pego más fuerte con su grueso y largo palo en toda la boca del estomago. Por la boca de Alibaba salía sangre. El último impacto había sido demasiado. <<¿Y si tengo una hemorragia interna?>>- Se preguntaba Alibaba mientras era nuevamente apaleado.


 


-¿Por que eres feliz a pesar de que tus amigos te dieron de lado?-Volvió a golpearle tres veces más. Una en la cara, otra en las piernas y otra en el estomago.


 


Alibaba sangraba más por la boca.


 


-¿Por que eres feliz a pesar de que tu madre murió?- Volvió a arrearle, con aún más fuerza, sin parar.


 


De la barriga de Alibaba comenzó a salir sangre. Su parte izquierda de la cara tenía profundos arañazos.


 


-¿Por qué eres tan feliz a pesar de que tu padre pasa de ti?


 


Alibaba intentó para el palo con las manos, pero todos sus esfuerzos fueron en vano. Su manos fueron heridas, apenas las sentía.


 


-¿Por que eres tan feliz a pesar de que el único en el que confiabas te traicionó?


 


Le golpeó con todas sus fuerzas, el rencor era lo que le movía. Lo odiaba con toda su alma. Alibaba finalmente perdió el conocimiento.


 


-¿Por qué sigues sonriendo a pesar de todo? Nadie te necesita en este mundo.


Hakuryuu, aún no contento, le tiró arena en la cara.


 


-¿Sabes Alibaba?, no voy a matarte. -Sonrió-Te despertarás desubicado, con graves heridas, perdido en el bosque, sin nadie que te ayude. Morirás lentamente por el hambre, por el frío, por la soledad, será una verdadera tortura. Además no podrás ser feliz en tus últimos momentos.¿La pena? No estaré aquí para verlo.-rió-.Púdrete en el infierno-. Le escupió en la cara.


Empezó a arrancar arbustos venenosos y a colocarlos encima del cuerpo de Alibaba. Por si pasaba alguien para que no pudiera ayudarlo. Encima el veneno lo haría sufrir más. Todo era perfecto.


 


Hakuryuu se dió cuenta de que tenía las botas un poco manchadas de sangre.<<¡Ohh! Un charco de barro>> Pasó sus pies por el. Hundió el palo en el fango. <<Ninguna prueba de lo ocurrido.-Sonrió triunfante-¿Coartada? Me perdí haciendo pis.>> Acto seguido salió del bosque. <<He triunfado>>


 


 


 


 


 

Notas finales:

Espero que le hayan disfrutado leyendo tanto como yo escribiendo! Les invito a dejar su opinión. Nos vemos es la próxima!


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