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EMBARAZADO por Dandere

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Notas del fanfic:

Hola chic@, tiempo sin compartir algo... bueno, este fue un regalo en un grupo de KakaIru para alguien... ya tiene tiempo y me decidi subirlo. Oigan es mi primer Mpreg y realmente no quedo tan mal... 

Espero les guste!! Pudines :3 

Esta mas que decir que ustedes son parte de mi inspiracion en estos fics

Notas del capitulo:

Disculpenme si hay problemas con la ortografia, me avisan cualquier cosa! 

Capitulo único-Lo que uno nunca se llega a imaginar.-


  Amantes, una palabra esplendida hasta que te das cuentas de las consecuencias y causas que atraen. “¿Cuando llegue a una situación como esa?”… me preguntaba regularmente. Mientras le miraba de lejos, observaba sus diferentes comportamientos.


  Hace unas semanas atrás tuvimos una discusión por aquella palabra. Kakashi me grito delante plena aldea “¿Acaso no es lo que hacen los amantes?” descontrolado, no soporte las miradas. Salí corriendo de aquel lugar, dejándolo solo. En lo que se suponía que era nuestra cita. Pero todavía no estaba preparado para besarme delante de todas aquellas personas.


  Después de aquello Kurenai, que era una de las mejores amigas que sabía nuestra secreta relación me aconsejo con algo que no sería mi primera opción por recurrir.


-          Iruka, sé que para ti esto es vergonzoso. Pero necesito saberlo antes de darte esto. No quiero que ocurran riesgos.-me decía con un tono muy serio. Yo asentí a su pregunta y ella sonrió.- ¿Quién de los dos en el sexo es el sumiso?-mis ojos se abrieron rápidamente y le mire con miedo, sorpresa, intriga y vergüenza a la vez.


-          ¿Cómo se te ocurre preguntarme eso?-replique.-¿Acaso yo te lo pregunto? Yo no te digo, “Hey Kurenai quien es el sumiso de los dos mientras hacen relaciones sexuales”- esta me miro algo intrigada.


-          Creo que lo mío es más obvio. Sera por eso.-Kurenai se acercó a un estante y tomo una frasco lleno de pastillas color amarillo.-Necesito saberlo para darte esto...-menciono señalándolo.


-          ¿Qué es?


-          Dime quien es el sumiso.-volvió a sentarse a la espera de la respuesta.


-          Es muy necesario.


-          Si


-          ¿Sí?


-          Si


-          Soy yo.-respondí acalorado y las manos frías después de pensarlo mejor.


  Ella sonrió, como si sus pensamientos fueran “lo suponía”. Pero es que él nunca me dejo hacerle algo y yo como un juguete me dejaba tocar con sus manos experimentadas.


-          Ahora dime, ¿para qué es eso?-señale el frasco.


-          Bueno, estas pastillas fue una medicina que la Hokage me suministro. Es para que Asuna y yo pudiéramos tener relaciones sin que me doliera. No solo eso, también ayuda a mi organismo para que pueda tener más posibilidades de tener hijos.-explico.- Te lo daré porque es un buen sedante, pero realmente lo de tener bebes no pasara contigo ya que los dos son hombres.


-          Ah claro, me lo imagino. Pero gracias por tu esfuerzo y colaboración. Ya lo pensé demasiado, no creo volver a tener sexo con Kakashi.-asegure.


-          Llévatelo por si te arrepientes.-me guiño el ojo.


  Me fui a mi departamento llevándome las pastillas obligadamente y una bolsa que contenía comida casera por Kurenai. En el camino me acorde lo desesperada que estaba Kurenai por tener un hijo, pero ella es algo estéril y le era difícil procrear, desde que empezó con Asuna llevan un año intentándolo y no lo han logrado. A veces la Hokage le ayuda en su desesperada misión pero todavía no encuentran algo para lograrlo. Esas pastillas eran una prueba.


  Cuando llegue me senté directamente a comerme la comida casera y después me acosté en la cama pensando. Me puse a leer las indicaciones y precauciones de la pastilla. Que escritas en una letra muy pequeña decía:


Precauciones:


ñ  Mantener alejado del uso de los niños.


ñ  No suministras demasiado contenido del medicamento.


ñ  No suministre si no tienes ganas del proceso sexual.


Indicaciones:


ñ  Disuelva la pastilla en agua y déjela reposar durante cinco minutos antes de ingerir.


ñ  Ingiera el medicamento veinte minutos antes de empezar el proceso sexual para que este pueda adquirir su efecto.


ñ  Proceder con una leve excitación antes de empezar.


  Me deje guiar por las ganas de curiosidad y tome una de las pastillas sin agua ni nada. Me la trague y deje que pasara unos cuantos minutos. No sentí ningún cambio así que me adelante y fui al baño.


  Me di una ducha, escuche como las puertas del departamento se abrieron y supe de primera que era Kakashi, era el único que tenía las llaves aparte de mí del departamento.-Ya llegue.-se escuchó un grito y después todo estuvo en silencio.


  Continué bañándome y antes de poder salir mi cuerpo había hecho una de las suyas. Tenía una leve excitación y procedí a quitarla. Masturbándome en la ducha restringiendo cualquier tipo de sonido para que Kakashi no se diera cuenta.-Amor, estas ahí... ¿Puedo pasar?-escuche su voz del otro lado, ronca. Mi cuerpo tembló y mi erección subió un poco. Estaba algo consumido por el momento me dio miedo responder, ya que no sabía cómo alcanzaría a salir mi voz. Tenía que responder antes de que el entrara por su cuenta y me consiguiera en ese estado.


-          No...-soné más ronco de lo normal.


-          ¿Te encuentras bien?-sonó preocupado.


-          Sí.


-          Entonces por qué no me dejas pasar.


-          Estoy ocupado.


-          ¿En serio?


-          Déjame solo.


  Me sentí nervioso y como si estuviera traicionándolo. Un suspiro profundo salió al haber terminado mi masturbación y cuando abrí las persianas de la ducha lo vi. Mirándome fijamente y nuevamente con aquella mascara. Sus ojos mostraban decepción y enojo. Estaba parado firme delante de mí, con su uniforme de trabajo.- Ahora prefieres hacerlo solo, ya no me pides que te ayude.


-          Déjame en paz Kakashi.-respondí algo seco. Tome el paño he intente salir rápido pero él me tomo del brazo y me pego a su cuerpo.


-          Ya no te gusto.-su mirada me saco el corazón. - Tienes a otro... es porque ya no me quieres. Ya no te sirvo.


-          Cállate, deja de decir idioteces. Claro que te amo.-respondí por impulso.


-          Ahora me amas...-sonrió. Obteniendo lo que quería.- Entonces me dejaras continuar tu trabajo.-mi rostro se puso caliente y me enoje porque eso era lo único que él deseaba. Sus manos tomaron mis mejillas.-Estas muy rojo.


-          Mejor báñate para que se te bajen esos humos.-hice una jugada de manos y me aparte de él rápidamente.-Kurenai me ofreció algo de comida casera te guarde un poco.-Kakashi puso un puchero al darse cuenta que no obtuvo lo que quería. Pero sabía que no se daría por vencido tan rápido.


  Al rato cuando Kakashi ya se había bañado y había comido, nos acostamos en la cama. Parecíamos un matrimonio, El leía uno de esos libros porno como siempre delante de mí sin importarle. Yo miraba la televisión he ignoraba sus miradas de cada cinco minutos.


  Cuando apague el televisor Kakashi puso una de sus manos en mis caderas esperando una acción de mi parte. Me erice en realidad.


-          Kakashi, hoy no.-susurre.


-          ¿Entonces cuando?


-          ¿Eso es lo único que te importa?.


-          No.-respondió con una voz gruesa y alta.-Pero me vas a decir que en una relación el sexo no cuenta. ¿Qué tienes? ¿Por qué actúas así? Llevamos más de dos meses en esto. Estoy pensando que ya no me quieres realmente.-afirmo, con su rostro serio.


-          Es que...tengo miedo.-confesé avergonzado. Kakashi se sentó en mis caderas y me miró fijamente.


-          Miedo en que... ya no es tu primera vez.-se extrañó.


-          No. En que me duela vale, las últimas veces estabas tan concentrado en ti que te olvidaste de mi.- Kakashi me miro por un momento confundido y después de aquello me abrazo tan fuerte que casi impedía que respirara.


-          Acaso intentas matarme.-grite del susto.


-          Entonces, podemos si soy más cuidadoso. Me perdonas...-rogo con un puchero, como si fuera un niño.


-          Eres un niño, que tan urgido estas...-replique.


-          Dos meses...-


-          No me jodas, seguro fuiste a engañarme con ese Yamato. Están mucho tiempo juntos últimamente.-dije esta vez yo con puchero.


-          ¿Celoso?


-          ¿Yo? ¡JÁ!


-          Te amo.-me beso.


-          No negaras lo de Yamato- insistí.


-          ¿Yamato? Como te atreves ni que fuera gay...-dijo bromeando.


-          Yo también soy hombre imbécil.


-          ¿Sí?... El único que me gusta.-volvió abrazarme yo lo separe un poco para tomar sus mejillas y hacer que su rostro quedara cerca del mío. Le bese con todo el amor que tenía y casi sin respirar nos separamos lentamente para acabar aquel beso.-Puedo...-Kakashi respiraba muy rápido por la falta de oxígeno entre nosotros. Volví a besarle.-Iruka, puedo...hacerte el amor.-asentí volviéndolo a besar.


  Se separó un poco, sus manos acariciaban mi cuerpo con lujuria y sus labios besaban parte del. Yo acariciaba su espalda, enredaba mis dedos en sus cabellos grises, mientras miraba cada movimiento que hacíamos.


-          No tan rápido.- dije antes de que separara mis piernas. Kakashi me miro irónico y casi que no sangraba por lo rojo que estaba.-Hay algo que tengo que decirte antes...


-          Lo sabía.-afirmo para sí mismo.-Ya no le gusto... ¿Quién es?


-          ¡Kakashi! No, sabes que...olvídalo.-suspire.-contigo no se puede.-intente zafarme de la posición.


-          Dímelo, era solo una broma.-su tono de voz fue seria, creo que ahora si me estaba prestando atención.


-          Kurenai me dio este frasco.- se lo di. Él lo miro, reviso varias veces y leyó la etiqueta del frasco.


-          Es un suplemento para quedar embarazado... -me miro aguantando la risa.-No te preocupes no quedaras embarazado, digo, eres un hombre.


-          No lo digo por eso idiota.-me sonroje, lo supuse al verle prácticamente estallar de la risa.- Lo use porque me duele cada vez que...-no podía continuar esa oración por la vergüenza o el pudor.


-          Lo siento... -


  Duramos más de diez minutos en silencio. Kakashi solo me observaba y como desearía poder leerle los pensamientos. Saber qué opinaba, si nos quedaríamos en silencio solamente. Si nos miraríamos toda la noche. Hasta que el poso su cuerpo encima del mío. Su mirada se profundizo y sentí todo mi cuerpo electrizarse ante su hipnótica mirada.


  Facilite el alcance de sus manos en mis mejilla y las acaricio tiernamente. Yo me posicione entre su cuerpo quedando el arriba y me acerque a su rostro, dejando que fuera el primero en actuar y bese levemente sus labios que temblaron, no entendí aquella reacción. Pero continué, me aproxime a pegar más nuestros pechos. Empecé a cambiar el sentido de aquel beso tierno, lento, suave y sutil a un momento más apasionado.


  Como si fuera impulsivo su cuerpo se apegaba y despegaba al compás del movimiento de nuestros labios. Cada una de nuestras mejillas estaba cubierta por las manos del otro.


-          Tengo miedo.-susurre entre sus labios. Él sonrió y me miro de aquella forma que me hacía suspirar, idolatrar,  temblar y sonrojarme cuando estaba tan cerca.


-          Yo más.-respondió algo agitado. Ya con tan poco actos estábamos excitados ambos.


  Fue para mi sorpresa cuando ya no había ropas tapando nuestros cuerpos y no sentía dolor al momento de penetración. Por qué no fui yo el que estaba siendo el sumiso aquella vez. Por primera vez el ahora doblegado Kakashi, el chico rayo, el hombre copia era el que montado en mis caderas me hacía sentir como un rey. Como su dueño, como su amante, su mundo, su todo.


  Sus gemidos eran míos, totalmente míos.


  Era la primera vez que sentía que al estar yo abajo él era mío por completo. Es tan extraño de explicar. Tan diferente de sentir, todo era extraño. La excitación, sus besos, y aquella pequeña lágrima que salió de sus ojos. Eso fue lo que faltaba para sentirme la persona más feliz pero miserable de este patético mundo.


-          Kakashi, no llores.


-          Estoy bien, solo duele un poco.


-          Quieres estar abajo, así te dolerá menos.-vi su pequeña sonrisa algo forzada.


-          No, arriba me siento mejor.- dijo como si su orgullo se esfumara solo con pensar estar abajo y le jale un mechón de pelo algo molesto.


-          Te amo Kakashi, te amo demasiado.


-          Eso espero, porque ahora tienes que lidiar con alguien como yo. Eres responsable de mis sentimientos.-aquello fue lo último, nos callamos y nos besamos.


  Cuando terminamos Kakashi dejo descansar su cuerpo en mi pecho de lo cansado que estaba. Nos dormimos ambos y esperamos a que llegara el día siguiente.


-          No puedo caminar.-grito el peligris.-Es tu culpa, si no fuera porque hubieras tomado aquellas pastillas...-volvió a gritarme.


-        Fue tu decisión.


-        Pero dijiste que quedarías embarazado.


-        Los hombres no pueden tener bebes. Como se te ocurre, yo no diría tal mentira.


  Un golpe sordo se escuchó al trancar la puerta después salió un grito de resignación, ira y frustración combinados.


  Primer mes


  Kakashi había enfermado, suponemos que es el nuevo virus que estaba dando. Vómitos, mareos, ambos estábamos prácticamente igual.


  Segundo mes


-          ¿Cuánto tiempo esperabas para decírmelo?-le reclame a Kakashi por décima vez. Como una pelea normal para nosotros.


-          Iruka, el que vomite no quiere decir que me muera.-suspiro.- De paso, ya fui al hospital, no vieron nada del otro mundo.


-          Duermes menos que antes.-replique


-          Me levando con dolor por las misiones.


-          No me mientas.- me miro y no dijo nada.-Kakashi, solo no me ocultes nada.- nos besamos y fui directo a encontrarme con Kurenai.


  Cuando llegue a la casa de Kurenai la encontré haciendo el almuerzo, había terminado la última misión que tenía y quería hablar conmigo.


-          ¡Iruka!-sonrió al verme.-Al fin llegas. Tengo que confesarte algo.


-          ¿Qué paso? Me llamaste con urgencia.


-          Estoy embarazada.


-          ¿Qué?


-          Y necesito saber que paso con las pastillas que te di.


  Antes de que continuara hablando me abrace a ella felicitándola, por aquella noticia tan importante para ella. Para todos, lo que tanto había deseado se le había cumplido.-Iruka, eso no es lo importante ahora, necesito saber que paso con ustedes en estos meses. Si quede embarazada es porque la pastilla activo mis órganos reproductivos volviéndolos a colocar en orden. Eso puede decir…-callo por un momento.- ¿Qué paso con ustedes? Lo lograron.


-          Kurenai, si… no te preocupes.-respondí para evitar la conversación.


  Tercer mes


-          Cada día me veos más relleno.- hablaba Kakashi desde el baño.


-          Si, ¿te la has pasado mucho en el puesto de ramen con Naruto?- veía distraído la televisión sin tomar mucha importancia al tema.


-          Ya no vomito como antes.


-          Eso está bien. Lo raro es que hayas engordado.


  Kakashi imito un sonido de afirmación y no continuamos la conversación.


  Cuarto mes


-          Iruka, Kakashi esta gordo.- decía Kurenai en susurros.


-          Cierto.


-          Parece que esta embarazado.-volvía a susurra y sentí cosquillas en mi oído.


-          Si claro, de un tazón de ramen.-ironice.-Por lo menos lo del virus se le ha quitado. Se ve más…


-          ¿Hermoso?


-          No.-sonroje.


-          ¿No?


-          Bueno si.-desde lejos Kakashi sonrío mientras nos miraba y aún más sonrojado volteé mi rostro dirigiéndome a continuar la conversación con Kurenai.


  Quinto mes


  Algo andaba mal con Kakashi, llevábamos más de cuatro meses sin tener relaciones. Él estaba engordando y sentía molestias en el estómago. Se la pasaba en el baño y ya no tomaba misiones difíciles para el equipo siete.


-          ¿Has vuelto al médico?-le miraba desde el asiento, estaba preparando unos pergaminos y se veía cansado.


-          No.-respondió concentrado.


-          Kakashi, mañana vayamos con la Hokage… le he pedido que te haga unos exámenes generales.


-          ¿Por qué me lo dices ahora?


-          Estoy preocupado.


-          No era necesario.


  Al día siguiente nos levantamos ambos temprano y con un semblante de preocupación. Shizune llevo a Kakashi para algunas salas y después de sacarle la sangre y dar algunos exámenes nos dejó juntos esperando las respuestas.


  Tsunade salió por la puerta con un rostro pálido, algo extrañada y volvió a pedir a Kakashi para hacerle de nuevo los exámenes por que parecía que había sucedido un error. Aquello me asusto, me puso nervioso, cada vez que se abría aquella puerta, pensaba que era Kakashi saliendo con una cara de alivio.


-          Kakashi ¿Qué te dijeron?- pregunte apenas le vi salir.


-          Iruka siéntate.-pidió Tsunade saliendo igualmente de aquella puerta. Su rostro era serio y los ojos de Kakashi me dieron a entender que tenía miedo. Shizune tenía unos papeles en manos. Con un frasco muy parecido al de Kurenai.


-          ¿Qué paso?-pregunte nervioso agarrando del pomo del asiento.


-          Le hemos hecho una ecografía a Kakashi.- respondió fríamente Shizune.


-          ¿Cuánto tiempo llevan teniendo relaciones y cuando fue la última vez?-pregunto Tsunade y mis manos se helaron.


-          ¿Por qué?


-          Estas pastillas nos ayudan a rehabilitar o procrear órganos reproductores.-dijo Tsunade tomando las pastillas mientras me miraba.- Según Kakashi nunca llego a tomarlas. Lo cual es extraño para lo que  ha sucedido.-continuo explicando.-Por lo tanto hemos encontrado que fue ingerido a través de algún acercamiento o acto sexual.- no entendía bien lo que quería decirme o n quería entender. Kakashi interrumpió a la mujer y con su semblante serio continuo brevemente.


-          Estoy embarazado.-dijo finalmente Kakashi y…y… y se me nublo la mente, la vista, mis sentidos fallaban, mi yo no sabía cómo expresarse.


-          ¿Cuál es la razón?


-          Parece que soy uno de esos casos raros, en que un hombre logra tener… ¿bebes?


-          La pastilla…-


-          Si, fue causado por la pastilla. Y tu semen fue el que pasó aquellos químicos que contenía aquella pastilla. –termino de explicar Shizune.


Aquella mañana no logre ordenar mis pensamientos. Tsunade solo dijo que volviéramos a casa y no dijéramos nada. Pero era inevitable aunque nosotros lo calláramos, tarde o temprano la gente lo sabrá, y nunca se sabe la reacción de las personas.


  Sexto mes


  Este ha sido uno de los meses más frustrados, Kakashi no controla sus cambios de humor. Jiraiya se enteró del embarazo y lo tomo como algo normal, ahora le mandaba más libros a Kakashi. Kurenai me apoyaba en todo y su bebe también estaba creciendo. Aunque su barriga era más grande que la de Kakashi. Asuna al principio nos miraba feo, pero después se acostumbró. Tsunade decidió hacerse cargo del transcurso del embarazo de Kakashi y Shizune parecía no estar de acuerdo del todo.


-          Iruka.-grito Kakashi llamándome.


-          ¿Qué paso?-corrí hacia él con preocupación.


-          Mira se está moviendo.-dijo en susurro Kurenai tocándole la barriga a Kakashi. Ambos bebes parecían estar hablando con lo inquietos que estaban dentro de la barriga de cada uno. Sonreí al solo sentir como aquel niño se movía dentro de la barriga de mi amante, de mi pareja. Y como el hijo de mi mejor amiga también.


  Aunque fueron los meses más frustrantes por los cambios de humor de ambos, Kakashi se veía feliz, hermoso. Había intentado tomar todo con calma.


  Séptimo mes


  Me había quedado en casa con Kakashi durante lo poco que quedaba de su periodo de embarazo. Cuando salíamos algunos nos veían feo otros solo ignoraban y nuestros conocidos fueron acostumbrándose.


  No me había puesto a pensar mucho gracias a la preocupación que llevaba siempre, de solo la emoción de ser padre, ¡padres!, no podía dormir casi. Aunque Kakashi tenía que dormir más, ahora salíamos menos por el peso de su barriga y yo era quien le tocaba hacer los mandados de sus antojos mientras acompañaba a Kurenai, hasta que surgió una conversación.


-          Eso Iruka te lo tenías escondido, como osas mentirle a tu mejor amiga.-hablaba con Kurenai mientras ambos regresábamos a casa terminando las compras.-


-          ¿De qué hablas Kurenai?


-          Y tan sumiso que te vez.-continuaba diciendo mientras que yo iba captando el tema.


-          Kurenai.-reclame.-Deja de sacar esos temas y yo no te he mentido.


-          Como que no, si es Kakashi el que tiene él bebe. Me has mentido porque te ha pedido que no se lo cuentes a nadie ¿verdad?


-          Yo no te he mentido. ¡Fue solo una vez!-sonroje al darme cuenta hasta donde había llegado aquella conversación. Mientras Kurenai sonreía de satisfacción.


  Octavo mes


-          Kakashi, ¿Qué se te antoja comer? Iré de compras.-le pregunte de otro lado de la puerta del baño.


-          Iremos al hospital.-dijo saliendo tranquilamente.


-          Pero tu cita es dentro de una semana.


-          Tendré un bebe no creo que dure una semana...


-          Pero apenas son ocho meses.-le seguí mientras naturalmente tomaba el bolso y me lo lanzaba, aquello me angustio y se paró delante de mí mirándome firmemente.


-          Tendré un bebe.-grito.-Ahora.-afirmo al ver mi rostro confundido.


  Cuando llegamos al hospital, a Kakashi lo habían sentado en una silla de ruedas y nos llevaban juntos a la sala de parto. A su lado en otra habitación una mujer gritaba. Estaba nervioso y él estaba como si eso fuera una rutina.


  Kurenai y Asuna estaban ahí, dándonos apoyo. Pero no lo percate hasta que se acercaron para tranquilizarme.


  A Kakashi lo acostaron en una camilla y ya con todos los instrumentos apareció Tsunade y Shizune.


-          ¿Cómo te sientes Kakashi?-pregunto felizmente Tsunade.-No podía perderme tu parto, será delicado ya que no eres mujer. ¿Entiendes eso?-la rubia sonrío dulcemente para calmar el ambiente.


-          Estoy bien.-respondió mirándome a mí, eso me calmo un poco y me posicione a su lado. Tomando su mano.-Te amo.-dijo solo para mí y yo respondí de igual manera.


  Fue tan rápido que describirlo era impresionante, me desmaye, cuando desperté ya mi hijo había nacido. Kakashi dormía del cansancio y Kurenai estaba cuidando a mi hijo desde lejos.


  Noveno mes


  Sonó el chillido de un niño a las tres de la madrugada ambos hombres en su cama abrieron los ojos y se miraron.


-          Es tu turno.-dijo el peligris.


-          He sido yo durante una semana.-reclamo el moreno.


-          Yo lo tuve durante ocho meses en mi barriga, es tu turno.-finalizo para volverse a dormir.


El moreno se levantó dándole un beso a su esposo y fue directo donde el niño. Tomándolo en brazos y dándole un beso mientras lo acunaba.


***


FIN

Notas finales:

Gracias por su apoyo :3 

Besitos y buenos dias, tardes o noches xD 


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