07 de Diciembre.
Edad: 22 años.
De pie en la vereda frente al Times Square junto a unas muchas personas más, a punto de cruzar. Un mapa en manos debido a que la ciudad en la que está de visita es desconocida para él; el semáforo se pone en rojo y cruza junto a las personas que han esperado junto con él, mirada perdida y nervios de punta, Baekhyun está en busca del que sabe que es el departamento en el cual Chanyeol ha vivido estos últimos años que ha vivido en América.
Baekhyun al terminar sus estudios, indignado, decidió que era hora de ir a visitar a Chanyeol, ya que, el antes mencionado había ido dos años atrás a Corea y no se había tomado la molestia de ir a visitarle a la facultad —porque sí, Baekhyun se había mudado a los dormitorios de la universidad— y eso había molestado mucho al pequeño castaño, puesto que se ´´supone´´ Chanyeol es —o quizás era— su novio, y sí Baekhyun está muy molesto por la actitud que su mejor amigo-de-la-infinacia-y-novio ha tomado en los últimos años. Lo último que supo es que había cambiado su número telefónico por uno americano y el alto no le había avisado, por consecuencia, Baekhyun nunca obtuvo ese número.
Las cosas habían cambiado, Yura, que era la máxima confidente de Baekhyun —en lo que Chanyeol en américa se trataba— se había casado y por ende, esa confidente ya no estaba para él, además de que sus últimos años en la facultad lo habían tenido muy ocupado.
Ahora, regresando al tiempo actual, Baekhyun estaba perdido en la gran ciudad de Nueva York en busca del departamento donde habitaba Chanyeol ahora. Al encontrarse algunos meses atrás a Yura en el supermercado, la interrogó y ésta accedió a proporcionarle la dirección de su hermano menor, y así es como Baekhyun se encontraba en Nueva York. Momentos atrás cuando decidió visitar el Central Park, unos jóvenes de preparatoria —que al parecer eran gays también— habían estado acosando un poco a Baekhyun, diciéndole cumplidos, puesto que el castaño se les hizo tierno y hermoso. Baekhyun salió horrorizado de ahí.
—Es a dos cuadras a tu derecha y debes tomar el bus —un amable policía le había explicado cómo llegar—. Bajando, el edificio está al frente, de color blanco.
—Muchas gracias —haciendo una pequeña venía como de costumbre dijo. Baekhyun había aprobado con honores la materia de inglés.
Siguiendo las indicaciones que el amable policía le había dado y preguntando a una viejita en el bus, por fin llegó a su tan esperado destino. Aquél edificio de departamentos de color blanco estaba frente a sus ojos, Baekhyun comenzó a sudar de nervios, después de tantos años vería de nuevo a Chanyeol, su Chanyeol. Al menos para Baekhyun seguía siendo su Chanyeol, siempre lo fue.
—Chanyeol vive con unos compañeros universitarios —Yura sonrió—. Mi hermanito tiene suerte de tenerte.
—Gracias noona, siempre puedes ser mi confidente —Yura le sonrió de nuevo pero de pronto desapareció la sonrisa.
—La última vez que hablé con Chanyeol sonaba...uhm...un poco americano, tú sabes, no sonaba mi hermanito. ¿Me entiendes? —Baekhyun asintió algo confundido e incómodo—. Espero que al verte pueda volver a sus sentidos.
Rápido se encontró frente la puerta número 253, cuando escucho varios gritos amortiguados por la puerta y un leve olor a tabaco dudó en si tocar o no. Sus nervios estaban de punta y su corazón latiendo a mil por hora, adrenalina apoderándose de él. Mordió su labio inferior nervioso mientras levantaba su puño para tocar, probablemente Chanyeol se encontraba en el bullicio de allí dentro y tenía que verlo, necesitaba verlo. Al segundo en que su puño tocaría la puerta de madera, ésta se abrió dejando ver a un muchacho rubio de ojos claros, que al mirar el pequeño cuerpo de Baekhyun que parecía de chica junto con su cara un tanto nervioso sonrió del lado al momento que se recargaba de la puerta.
—Un pequeño y lindo chico, ¿qué es lo que necesitas? —Baekhyun frunció la nariz al sentir el antes leve olor a tabaco.
—Chanyeol —respondió apresuradamente—. Y-yo...necesito ver a Chanyeol. ¿Él vive aquí?
El chico rió y Baekhyun no entendió por qué, sin embargo, se quedó en su lugar mirando.
—Necesito que me digas tu nombre —el rubio esperó con una ceja levantada juguetona a que respondiera.
—Baekhyun —al escuchar el rubio levantó ambas cejas. Un segundo después abrió más la puerta y extendió su brazo dándole a entender a Baekhyun que podía entrar, al pasar al lado del rubio, éste le rodeó los hombros con un brazo.
—Baekhyun, pareces una persona decente, y eso me agrada —conforme el chico lo guiaba por el pasillo que al parecer los dirigía a la sala de estar, Baekhyun sintió aún más el olor a tabaco, alcohol y posiblemente de otras sustancias. Tratando de ignorarlo fijó su mirada a los chicos y chica que se encontraban en la sala de estar comiendo frituras mientras miraban la T.V— Chicos, este es Baekhyun —de los tres chicos sólo uno le sonrió y saludó educadamente, la chica sólo se fue a la cocina—. Puedes tomar asiento donde tú quieras —le dijo y se fue a algún lado.
El castaño miró atentamente el departamento y notó que era bastante grande para cinco personas, que son las que había calculado, sin contar a la chica. El chico de cabello rubio regresó, no sin antes tocar la puerta de una de las habitaciones, el chico le sonrió y se sentó a su lado, Baekhyun le siguió con la mirada.
—Tu príncipe vendrá pronto —le dijo pero no entendió a lo que se refería.
Siguió mirando el departamento y afirmó que todo era un desastre, basura por todos lados y el horrible olor que describía aquel recinto.
—¿Conoces a Chanyeol? —preguntó, ya que era el único que le dirigía la palabra en ese lugar.
—Más de lo que crees.
—¿Podrías llevarme con él? Es urgente que lo vea y... —lo que decía se quedó al aire cuando el rubio dejó de prestarle atención y dirigió su mirada hacia donde la puerta de una habitación se abría, Baekhyun también dirigió su mirada allí notando como una chica morena salía de él y después de ella alguien alto, similar a la de Chanyeol, pero con cabello verdoso agrisado. El castaño no lograba mirar el rostro de la persona que acababa de salir desde su lugar, la chica morena le susurró algo al oído para después besarle en la mejilla; no fue hasta que la chica salió que Baekhyun notó que la persona era Chanyeol, Chanyeol con cabello verde. Sus ojos se abrieron exageradamente.
—¡Hey! Yeol, tienes visita —el rubio le gritó.
—No quiero ninguna estúpida visita hoy —gruñó. Baekhyun le daba la espalda, estaba molesto y sorprendido, ese no era su Chanyeol, y si lo era, ¿qué hacía con una chica en su habitación? ¿No se supone que ellos tienen una relación? ¿Y por qué le besó en la mejilla? Decepción es lo que sentía Baekhyun.
—Vamos amigo, échale un vistazo.
—He dicho que no —habló calmadamente—. Estoy cansado de que sólo quieran sexo.
—Yo no quiero sexo —habló furiosamente Baekhyun con un tono adolorido.
Chanyeol al pensar que fue su imaginación decidió ignorar las palabras dichas. Tontos alucinógenos, otra vez le hacen creer que Baekhyun está ahí. ¿Desde cuándo volvió su vida tan miserable?
—Entonces vete, para lo que sea que vengas, no te quiero aquí —y sin más volvió a su habitación, Baekhyun no pudo evitar sentirse muy adolorido, incluso más de lo que ya estaba, pero no iba a llorar, no enfrente de desconocidos americanos. El rubio le sonrió mientras le palmeaba el hombro.
—Te invito una taza de café en mi humilde cocina —se levantó mientras le invitaba a seguirlo, al llegar a la cocina notó que la chica de antes no estaba ahí, tal vez se fue y nunca se dio cuenta. El chico suspiró mientras Baekhyun tomaba asiento—. ¿Con leche o sin leche?
—Sin leche —murmuró, el nudo en su garganta aún estaba ahí—. Por favor
Mientras la cafetera preparaba el café el chico le dirigía miradas a Baekhyun que éste no notaba, demasiado absorto en sus pensamientos. Ninguno dijo nada, al estar listo el café tomó las dos tazas y le puso enfrente el suyo a Baekhyun. Antes de hablar el rubio tomó un sorbo de café.
—Vienes de Corea del Sur —afirmó, no preguntó—, a ver a Chanyeol —el castaño volvió a asentir y bebió un sorbo de su café—. Sé quién eres.
—¿Desde cuándo es así? —pasando de la afirmación del otro, preguntó—. Es decir, él no era así —su voz sonó decepcionada y el chico sintió lastima—. Estoy tan molesto.
—¿Por qué te preocupas tanto por él?
—Es mi amigo, mi mejor amigo. O solíamos ser mejores amigos. ¿Qué fue eso que ya no quiere sexo? ¿Lo hace con cualquiera?
—Nadie lo sabe con exactitud, pero tenemos suposiciones.
—¿Desde cuando su cabello es verde?
—Era azul pero se volvió verde. Hace como dos meses.
—¿Qué pasó con mi Chanyeol? —susurró para sí mismo fallando, el rubio le escuchó.
—¿Por qué viniste a verlo? Quiero decir, vienes de un país muy lejano sólo a verlo. Nadie había venido a verlo, mucho menos un amigo.
—Es mi mejor amigo —susurró—, y yo soy su mejor amigo. Tengo que estar con él.
—¿No eras su novio? —el castaño le miró sorprendido—. Chanyeol a veces nos cuenta sobre un chico de baja estatura, castaño y de nombre Baekhyun, y nos dice que es la persona mas hermosa que ha conocido en su vida, que es una bendición el haberte conocido. Claro que eso lo dice borracho. Y tú eres ese Baekhyun, ¿por qué nunca habías venido? Chanyeol te estaba esperando, siempre lo hizo.
—Chanyeol es mi amigo de infancia, cursamos juntos la escuela hasta la preparatoria. Chanyeol siempre me ha protegido, pero ese Chanyeol ya no existe, ¿cierto? —escupió lo último—. Este Chanyeol yo no le conozco. Tal vez...creo que fue mala idea venir.
—¡Espera! ¿Estás seguro?, ¿no te quieres quedar otro rato? Estoy seguro que--
—No —le cortó—. Me tengo que ir, no quiero estar más aquí, lo siento y gracias por el café.
El chico quiso detenerle, pero Baekhyun lucía tan desesperado por irse que se contuvo de hacerlo. Cuando el castaño estaba a punto de salir por la puerta de la cocina chocó con alguien, grandioso con uno de los chicos que le miraban feo en la sala de estar, pensó. Sin pensarlo mucho, creyó que ese chico tenía el cuerpo bien trabajado puesto que esta firme, levanto el rostro enfadado con cuidado, aquella persona era bastante alta y se estaba tallando la cara con las manos.
—Permiso —dijo tratando de ser cortés sin mirar su rostro y pasando a un lado, la persona le tomó por el antebrazo haciéndole parar en seco.
—Baek —había reconocido la voz de Chanyeol que sonaba... ¿impresionada? Ya no quería creer nada—. ¿Cuándo llegaste?
—Tengo que salir, Yeol, nos vemos luego —sintiendo la atmósfera del lugar pesada el chico rubio salió de ahí dejando a la pareja sola.
Sin poner fuerza alguna Baekhyun se mantuvo en su lugar con Chanyeol aún tomándole del antebrazo. —No te vayas todavía —parecía que el más bajo había quedado estático. El peli-verde le jaló y aprovechando que el otro no ponía fuerza le abrazó fuertemente—. Sigues igual después de todos estos años —Baekhyun pensaba todo y quería entender el por qué Chanyeol le había hablado tan despectivamente antes pero ahora estaba ahí abrazándole—. Te extrañé horrores —se había separado considerablemente pero sin soltar ni un poco el abrazo, bajando su rostro hasta donde el del castaño estaba que aún no ponía fuerza. Labios a centímetros de tocarse y Baekhyun repentinamente se soltó de los brazos de Chanyeol, alejándose dos pasos.
No dijo nada, nadie dijo nada, simplemente Baekhyun pasó de largo con éxito a Chanyeol, saliendo de la cocina a la sala de estar, el chico de antes no estaba ahí y los tres chicos sobrantes que seguían viendo T.V ignoraron al castaño que se iba.
Viendo cómo Baekhyun se le escapaba de sus brazos, Chanyeol no tardó en seguirle segundos después, alcanzándole en el pasillo a la salida del departamento, tomó su mano tratando de detenerle, pero Baekhyun sin pensarlo dos veces la apartó y caminó más rápido hacia la puerta; este no es el lugar indicado, pensó Chanyeol y le siguió aún fuera del edificio departamental.
—¡Baekhyun! —gritó cuando se había alejado lo suficiente para detenerlo. El castaño le miró y paró su andar, ahora estaban en el pequeño jardín que estaba frente al edificio. Con zancadas, Baekhyun llegó hasta donde Chanyeol estaba parado.
—¡¿Eres estúpido?! —su voz sonaba con rabia pero aún así supo moderar el tono—. No quiero nada de ti, ¡aléjate!
—Baek, yo no te entiendo.
—¡Yo tampoco te entiendo a ti! —alzó la voz—. Tú ya no eres el Chanyeol al que conocí, ¡del que me enamoré! ¿Dónde rayos has estado todos estos años?, ¿por qué no te contactaste conmigo? Se suponía que tú me eras fiel. Chanyeol, y hoy llego y me entero que con cuanta persona se te acerque te acuestas. Y el color de tu cabello, tú jamás lo habrías querido así antes, lo habrías detestado. Ya no te conozco, Chanyeol.
—Traté de hacerlo, juro que traté de contactarme contigo.
—No digas mentiras, fuiste a Corea y no fuiste a verme, te mandé un mensaje diciéndote que me mudé a los dormitorios de la universidad y no lo hiciste. Después Yura me dijo que no habías hecho el intento —su respiración estaba irregular, sentía que podía enloquecer en cualquier momento.
—¡Mi teléfono fue robado justo antes de ir a Corea! No fue mi culpa, Baek.
—Ahora resulta que fue la mía —escupió sus palabras.
—No estoy diciendo eso —se defendió—. Baek —hablo suave—, yo sigo queriéndote, de verdad que lo sigo haciendo —se acercó y acarició su barbilla, Baekhyun le miró a los ojos—. Te quiero mi Baekhyunnie.
Hipnotizado con las palabras y la delicadeza en cómo lo dijo, Baekhyun se dejó besar, correspondiendo al tacto de los labios ajenos. Al principio sintió que conforme correspondía su corazón se sentía cálido y todo estaba bien, pero cuando la imagen de una mujer saliendo de la habitación de Chanyeol atacó su cabeza, lo empujó del pecho y seguido le dio un puñetazo en el pómulo derecho.
—¡Maldición, Baekhyun! Eso dolió.
—¡Deja de mentir! ¿Acaso también ya te volviste un mentiroso de primera? Te mereces ese y otros golpes más. Yo no estoy para jugar contigo, ¡No soy un juguete, Chanyeol!
—¿De qué estás hablando? Deja de golpearme, maldita sea.
—Por favor, Chanyeol —el castaño estaba a punto de perder los estribos—. Apuesto que la chica de antes, la que salió de tu habitación, apuesto que dormiste con ella —su voz ya no poseía el tono rabioso de antes, ahora su voz sonaba rota y sentía que en cualquier momento iba a llorar, pero no iba a mostrarse débil ante dicho chico, así que mantuvo su mirada fija.
—Baek... —no sabía qué más decir, era un imbécil por haberle hecho eso a Baekhyun, por haber roto su promesa.
—¿Desde cuándo dejaste de quererme? ¿Desde cuando dejo de importarte lo que teníamos?, ¿dos años, tres años? —el alto guardó silencio—. ¡Contéstame, Chanyeol!
—Sé que una disculpa no es suficiente, Baek. Pero tienes que perdonarme, fui un estúpido lo sé, al haberte engañado y olvidado de esa manera. Por favor, perdóname, ¿sí? Prometo nunca hacerlo de nuevo, te llamaré todos los días, me desharé de este color de cabello, me mudaré a los dormitorios de la universidad, lo prometo. Tienes que perdonarme, por favor Baekkie.
—Olvídalo, Chanyeol —si antes sentía que iba a llorar de tristeza, ahora sentía que lloraría de frustración y enojo, se dio la vuelta y ante la atenta mirada de Chanyeol caminó lejos de él, Chanyeol por su parte no se iba a dar por vencido y trató de alcanzarlo tomándole de la muñeca izquierda— ¡Suéltame, Chanyeol! ¡Olvídalo! —jamás había escuchado hablar a Baekhyun con tanta rabia y sintió impotencia, impotencia porque era su culpa que Baekhyun se esté yendo justo ahora, lejos de él como Chanyeol lo hizo algunos años atrás. Y no hizo nada por detenerlo, porque, sentía que no merecía a una persona como Baekhyun.
***
Dos años después...
—Tú puedes hacerlo, Baekhyun, ganarás —sus manos sudaban de nervios mientras Kyungsoo le daba ánimos, después de todo se habían vuelto cercanos después de terminar la escuela preparatoria—. No por nada eres de los mejores diseñadores jóvenes de todo Corea del Sur.
—Eso no es lo importante ahora, Kyung —claro que lo era, pero no iba a hacer cómo si no supiera—. ¿Qué es lo tan importante que tenía que decir ayer Jongin como para que te citara en tan caro restaurante? —Kyungsoo extendió una brillante sonrisa en su rostro, por un momento lo había olvidado. Tocó el anillo en su dedo anular izquierdo—. No creas que no había notado ese pequeño detalle en tu dedo.
—Tengo el anillo, Baek —sin poder controlarse, el mismo Kyungsoo abrazó fuertemente a Baekhyun—. Jongin me propuso matrimonio, todo fue tan rápido que no sé cómo contarte.
—Te pido de favor que dejes de abrazar tan íntimamente a mi adorable prometido —Jongin quien había entrado al camerino personal que el evento le ofrecía a Baekhyun, le dijo. Kyungsoo se soltó de Baekhyun y corrió a besar a Jongin al instante.
—Ugh, consíganse una habitación —chilló Baekhyun mientras los miraba con una mueca de asco.
—Éxito, Baekhyun, lo lograrás —animó Jongin mientras acercaba a Kyungsoo por la cintura.
—Gracias —miró su reloj de mano—. Es el momento, tengo que ir a los asientos de invitados.
Baekhyun vestía un formal y pulcro smoking color gris que hacía juego con su nueva rubia cabellera, además de que lo había cortado. Luhan, un chico que conoció en la universidad, le había propuesto un cambio de look y vaya que tenía razón, hace mucho que Baekhyun no recibía atención de las demás personas; Kyungsoo meses atrás le había propuesto volver a utilizar su tan olvidado delineador y le pareció que hoy era un buen día para regresar a su uso.
Kyungsoo junto a Jongin y las demás personas que Baekhyun había decidido invitar a la entrega de premios de diseñadores en Corea se dirigieron a los asientos del público, entre sus invitados estaban sus padres, su hermano Baekbeom y su esposa, Yura y la madre de ésta. Si bien no había vuelto a saber de Chanyeol después de su pelea frente al edificio donde el alto habitaba en ese entonces, Baekhyun le había dicho a Yura lo ocurrido, así que desde ese entonces ya no supo nada sobre su ex-mejor amigo y ex-novio.
En toda la entrega de premios se sintió algo ansioso, era su primera nominación y apenas llevaba un año y medio trabajando en el mercado, en la empresa en la cual trabaja pronto había sido ascendido al diseñador en jefe, la gran empresa de diseños de moda de Seúl, los ejecutivos habían visto sus trabajos de cuando estudiaba y pensaron en lanzarlo y así es cómo ahora estaba siendo nominado a ''Mejor Nueva Revelación a Diseñador de Moda'' en la premiación a los mejores diseñadores de todo Corea del Sur. Uno de sus muy vagos sueños ahora se estaba volviendo realidad.
—El premio para ''Mejor Nueva Revelación a Diseñador de Moda'' es para —el MC Kim Heechul abrió despacio el sobre que contenía al ganador, además, se tardó unos segundos que tardaron horas para Baekhyun en decirlo mientras una sonrisa se dibujaba en el rostro del MC—. Mi por supuesto querido y amadísimo colega...¡Byun Baekhyun!
Al escuchar su nombre el rubio se tapó la boca con las manos aguantando su emoción mientras se levantaba de su lugar para empezar a subir las escaleras que lo dirigían al escenario principal. Heechul le entregó la figura de cristal que tenía su nombre grabado junto a la categoría y el nombre de los premios.
—Esa es mi diva —le susurró de forma juguetona Heechul mientras le abrazaba, el rubio sólo le sonrió agradecido.
Dio sus agradecimientos y se dirigió de nuevo a su asiento. El resto de la premiación pasó rápido, y así como él varios de sus compañeros de trabajo ganaron algún premio, pero el premio mayor de la ''Mejor empresa de diseño'' la ganó la empresa enemiga el cual el CEO actual es Kim Kibum, uno de los diseñadores que más admira. Cuando la ceremonia hubo terminado y el grupo idol más famoso de esa época se presentó, Baekhyun y los demás invitados pudieron retirarse, encontrándose con todos sus conocidos en el pasillo principal del teatro donde se efectuó dicho evento.
Yura y su madre se despidieron rápido, puesto que tenían otro compromiso al que debían asistir, sus padres le felicitaron y Baekbeom con su esposa también, éstos se despidieron igual, ya que iba a salir a festejar con Kyungsoo y Jongin la noticia de la propuesta y el premio recibido el día de hoy, al casi momento de irse sus compañeros lo atraparon en una ronda de felicitaciones que no se espereba y cuando por fin lo dejaron ir se encaminó a ir de fiesta con la pareja antes dicha.
—Tus compañeros de trabajo parecían que iban a construirte un altar en cualquier momento —burló un poco Kyungsoo—. Se nota que son agradables.
—Lo son, creo que conociendo la situación de otros me han tocado buenos compañeros de trabajo.
—¿A dónde te gustaría ir a festejar, Baekhyun? —Jongin preguntó.
—¿Dónde les parece bueno? Después de todo estamos festejando su compromiso también.
—Un amigo me ha comentado de un bar muy bueno en donde tocan música en vivo, ¿que les parece? No está muy lejos de aquí.
—Baekhyun, creo que nosotros nos adelantamos —dijo Kyungsoo cuando notó la figura alta de una persona conocida al final del pasillo. Le hizo una seña al rubio con la cabeza, tomó el brazo de su prometido para irse lejos—. Mucha suerte —le susurró cuando pasó a su lado.
Kyungsoo y Jongin se habían ido, y parecía que nadie más estaba en ese gran pasillo. La alta figura de Chanyeol vestía un traje negro muy pulcro, su camisa bien planchada mientras sostenía un ramo de rosas inglesas, su cabello castaño oscuro bien peinado y elegante; zapatos negros limpios y pulcros. Baekhyun se quedó estático, hacía mucho que no sabía nada de Chanyeol y ahora estaba tan cambiado, pero siempre tan guapo, su rostro mostraba una pequeña sonrisa, que esa pequeña sonrisa aún lograba que su ojo derecho se entrecerrara un poco. Poco a poco se fue acercando al rubio sin decir nada, su corazón latía a mil por hora, su respiración se entrecortó. Ciertamente antes había dicho que no quería nada con el alto, pero ahora seguía sintiendo lo mismo que años atrás.
—Felicidades —le dijo una vez que estuvo frente suyo y le extendió el ramo de flores, el rubio lo tomó con cuidado.
—Chanyeol... —dejó al aire lo que iba a decir cuando Chanyeol le interrumpió.
—Te extrañé —dijo—, perdón, Baekhyun...¿podrías perdonarme? —Baekhyun le miraba atento—. Te ves muy bien de rubio —se atrevió a acariciar la mejilla ajena.
—¿Qué haces aquí? —le preguntó con cautela sin soltarse de la caricia que el otro le proporcionaba.
—Vine por ti —el rubio sintió que le faltó el aire—. Sé que soy un idiota, pero un idiota que no puede vivir sin ti. ¿Me perdonas? —Chanyeol apartó su mano de la mejilla de Baekhyun y de su saco extrajo un pequeño peluche alargado. Era Kiri, reconoció Baekhyun, el viejo peluche de hurón de Chanyeol—. Chanyeol quiere decir que lo siente —habló Chanyeol con voz fingida como si el peluche estuviese hablando—. Dice que es muy tonto y que no lo volverá a hacer. Chanyeol ama a Baekhyun y quiere que Baekhyun también lo ame —terminó con una sonrisa y dirigió al peluche otra vez hacia el rubio—. ¿Por favor?
Quería llorar y reír a la vez, Chanyeol siempre había sido tan ocurrente y lo había extrañado, lo había extrañado demasiado. Le arrebató el peluche a Chanyeol e hizo una mueca divertida para disimular sus ganas de llorar para después reír. Se quedaron un momento en silencio cuando Baekhyun asintió y miró a Chanyeol como siempre lo ha mirado, pronto se acercó más al alto y se puso de puntillas para alcanzar a besar sus labios, poco importase que alguien más los viera, quería disfrutar el momento.
Chanyeol envolvió sus brazos en la cintura del bajo y se dejó llevar por la situación, y cuando se separaron ambos sonrieron. Baekhyun mordió su labio inferior antes de decir:
—Yo también te amo.
***
—Baek, deja de moverte tanto y no te tenses —se quejó Chanyeol—. Pareciera que nunca lo has hecho.
—Idiota, has sido el único —su cuerpo acomodándose mejor sobre el del mas alto—. Sehun no cuenta.
—Espera —pensó Chanyeol—. ¿No has tenido sexo desde hace más de tres años? —Chanyeol quería reír burlándose, pero se contuvo.
—¿Importa eso ahora? —preguntó levemente molesto—. No le veo lo divertido.
—Lo es —admitió, la mirada inquisidora del rubio se posó en él—. Un poco nada más.
Aprovechando que estaba despistado y queriéndose vengar, Baekhyun llevó su mano juguetona hacia la entrepierna de Chanyeol, sacándole un gemido, pues éste ya tenía una erección. Acariciando y apretando.
—¿Qué era tan divertido? —preguntó fingiendo inocencia y haciendo un puchero—. No te escucho, Yeollie.
—Agh, no h-hagas e-eso —pidió poniendo su mano sobre la ajena que lo tocaba.
—No puedo —se inclinó hasta llegar a la oreja del más alto—. Quiero que me toques —aliento caliente y húmedo acariciándole la oreja, y sus sentidos excitándose.
***
Hacía bastante tiempo que ambas familias no se reunían de esa manera cómo lo hacían cuando sus hijos menores eran pequeños, la familia de los Park y la de los Byun estaba reunida en el jardín trasero de la casa de los Park. Baekbeom había sido llamado de urgencia de la compañía en la que trabajaba como gerente en Busan y tuvo que irse antes junto a su esposa. Los padres platicaban muy animadamente sobre lo que sus hijos habían logrado y sobre qué tan rápido pasó el tiempo, la madre de ambos aun recordaban cuando iban juntos al kinder y jugaban juntos en la calle como cualquier niño.Yura parecía estar hablando con su esposo que se encontraba fuera del país o algo por el estilo, puesto que no se despegaba del teléfono soltando risas nerviosas y algunas coquetas a quien sea con quien estuviese hablando. Aburridos de escuchar a sus padres sólo hablar, Chanyeol le susurró al oído que subiesen a su habitación, y así lo hicieron, se levantaron de la mesa con cuidado de que no les llamasen la atención, pues sus padres los seguían tratando como niños.
Logrando su escape se adentraron en la casa, subiendo escaleras directo a la habitación del alto, la puerta aún conservaba las diversas estampas que ambos habían pegado cuando eran niños, entre ellas sus favoritas del álbum de estampas de pororo que estaba de moda en aquella época. Abriendo la puerta, Chanyeol dejó ver el interior de ella, hace mucho que Baekhyun no entraba y seguía como la recordaba.
—Realmente no haces muchos cambios, Park —Baekhyun se sentaba sobre la cama del alto. Chanyeol frunció el ceño.
—¿Park? —preguntó medio-ofendido—. ¿Desde cuándo soy sólo"Park"?
—Desde que te conocí te apellidas Park —encogiéndose de hombros se levantó de la cama y camino a donde un pequeño gancho de ropa con un pequeño suéter sobre él yacía—. ¡Oh! Nunca vi que le pusieras esto a Kiri —señaló emocionado el pequeño suéter que le había regalado en su cumpleaños número diez para su hurón de peluche—. No sabes lo complicado que fue hacerlo y no lo usaste.
—Claro que sé lo complicado que te fue hacerlo —defendió—. Por eso mismo no lo usé, para que no se maltratara. Lo dijiste en la carta, ¿recuerdas?
—Me alegra que aprecies mi trabajo, Park —golpeó delicadamente la mejilla del otro repetidas veces—. Desde pequeño tengo buen gusto por la moda en ropa, no puedo creerlo.
Mirando cómo su novio estaba inmerso en su gran descubrimiento de moda en suéteres para hurones de peluche, Chanyeol sonrió con ternura, pero no llevo hasta su habitación a su pequeño novio para que sólo le hablara sobre lo buen sentido de moda que siempre ha tenido, no señores, no, Chanyeol quiere algo de acción. Aprovechando la situación tomó la muñeca del rubio y tiró de él hacia la cama cerniendo su cuerpo sobre el del bajo.
—Sé que eres el mejor diseñador joven de moda, pero no te traje a mi habitación para eso, bebé —susurró cerca de sus labios. El rubio soltó un pequeño bufido y volteó su cabeza a un lado para segundos después mirar a Chanyeol a los ojos.
—No podemos, Chanyeol —regañándole le recordó—. Nuestros padres están abajo, no podemos... —demasiado tarde, Chanyeol había empezado a dejar pequeños besos en su cuello.
—Yo creo que sí —dijo sobre su cuello.
—¡¿Estás loco?! —el alto pasó su lengua por el cuello ajeno hasta llegar a su oreja, sacándole un suspiro.
—Me vuelves loco, Baekkie —una sonrisa lasciva le dedicó.
—Tú ganas —se rindió—. Cierra la puerta con seguro y no hagas ruido. Pon algo de música para que no sospechen.
—Por eso me gustas —frunció el ceño de forma adorable y le besó la nariz.
—¿Tienes algo de lubricante?
—Siempre estoy preparado mi pequeño diseñador de moda.
—Te amo.
—Yo también te amo aunque hayas vuelto a usar delineador en los ojos y seas un loco por la moda.