Último año de instituto. 23 de marzo.
Edad: 18 años.
“Nos vemos en el parque. No te olvides de llevar ropa para cambiarte. ¡Disfrutaremos los últimos días de instituto! La pasaremos increíble, ya verás Baekhyun ;) Te espero, ¡no me falles!“
Había recibido ese mensaje hace apenas unos minutos atrás, hoy no irían a la escuela, se tomarían el día para ir juntos a la playa de Busan, habían mandado una nota falsa al instituto la cual justificaba la falta del día de hoy. Baekhyun leyó el mensaje y respondió con un simple: “No lo haré ;D“, terminó de alistar su mochila, revisó que llevaba su cartera y salió de su habitación; desayunó algo ligero y se despidió de sus padres diciendo que hoy llegaría hasta tarde porque debía hacer un proyecto en equipo, así salió de su casa camino a donde se encontraría con Chanyeol. En el camino varios compañeros de clase lo vieron, pero no los saludó, tampoco es como si fueran amigos, porque él tenía a Chanyeol.
Llegando al parque no dudó en buscar a su gigante amigo, esperaba no confundirlo con un árbol de aquellos, cuando lo vio recargado en un poste de alguna lámpara, apuró su paso. Chanyeol sonrió cuando su pequeño amigo estaba frente suyo.
—Nuestro inteligente Baekhyun se saltó las clases —burló, causando que Baekhyun riera.
—Siempre hay una primera vez —restó importancia mientras sonreía.
—Iremos a la estación de trenes, ¿traes suficiente dinero verdad? —Baekhyun asintió—. Entonces estamos listos. Nunca olvidaremos este día, Baek. Se lo contaremos a nuestro nietos, será genial.
Decir que no estaba nervioso era mentir para Baekhyun, era la primera vez que se escapaba de clase y temía el ser descubierto y que les mandaran algún reporte y sus padres se enteraran, pero quería pasar tiempo con Chanyeol, así que tomó el riesgo. El alto por su parte lucía despreocupado, los guio sin ningún problema hacia la estación de trenes, compraron sus pases hacia Busan y se dirigieron a los baños para poder cambiarse el uniforme escolar y portar ropa cómoda. Esperaron cerca de 20 minutos el tren que los llevaría a su destino. Este sentimiento de libertad no se los quitaba nadie una vez que abordaran el tren.
El viaje duró aproximadamente dos horas y media, durmieron la mayor parte del tiempo y cuando despertaron hicieron algunas bromas entre ellos y platicaron. El tren se detuvo llegando a la estación de Busan, Baekhyun miró sorprendido, puesto que nunca había ido a Busan y le emocionaba la idea de ir a la playa. Tomó su equipaje y salió rápido del tren, Chanyeol siguiéndolo por detrás. Notaron que Busan era más como una ciudad, una ciudad con playa, lo que parecía genial ante sus ojos. La ciudad era realmente bonita, tan metropolitana como Seúl pero estaba bien.
—Estamos aquí, Baek —anunció Chanyeol—. ¿Prefieres ir a la playa o comer algo primero? Tú decides.
—Podríamos pasear por la ciudad primero, ¿no te parece interesante? —Baekhyun sonrió.
—Lo que tú digas, Baek.
Caminaron por la ciudad, mirando a sus alrededores, dos adolescentes de dieciocho años alucinados miraban, eran todos unos turistas. Tenían por ventaja el que no eran vacaciones por lo que podían disfrutar de esa bonita ciudad sin exceso de gente. Entraron a un centro comercial y entraron a una de las tiendas de mascotas, Baekhyun enterneció al ver a un cachorrito de raza Labrador y Chanyeol no dudó en sacarle una foto a su mejor amigo con el perro, cuando Baekhyun estaba distraído, guardaría esa tierna imagen. Se tomaron muchas fotos juntos, haciendo muecas extrañas y poses extrañas en los lugares que les parecían interesantes; al cabo de un rato el hambre se hizo presente.
—Chanyeol —llamó cantarín Baekhyun—. Tengo hambre, aliméntame o moriré y será tu culpa.
—Venga, Baek. Deja de ser tan dramático —Baekhyun negó.
—No puedo, tengo hambre —frunció el ceño— ¡Yah! Chanyeol, hay un lugar donde venden fideos por allá. Vayamos..., ¿por favor? —sabía que Chanyeol jamás le negaba comida, así que se dirigieron a aquél lugar. Entraron y revisaron que traían lo suficiente para poder pagar, se sentaron en una mesa libre y el mesero se acercó y ellos ordenaron, el castaño sentado frente al alto le sonrió—. Chanyeol, sabes que...yo te quiero, ¿verdad? —admitió—. Gracias por ser mi amigo. Sé que suena cursi, pero no creo poder jamás encontrar un amigo igual a ti, es decir, hemos sido amigos siempre.
—Lo sé —un sonriente Chanyeol respondió—. Yo tampoco jamás podré encontrar a un amigo que duerme como cachorrito jamás —revolvió el cabello del más bajo mientras éste se encogía a su toque.
—Eres tan molesto cuando arruinas mi peinado —se quejó.
—A todo esto —Chanyeol intentó cambiar el tema—. ¿Qué ha pasado con tu amado delineador? Antes lo traías puesto a todas horas. ¿Acaso ya pasó tu euforia por él?
—No lo sé —se encogió de hombros—. Después de esto vayamos a la playa, Chanyeol, tengo tantas ganas de ir y será más divertido porque estaremos juntos —sonrió— ¿qué opinas?
—¿Me puedo negar a algo que diga Byun Baekhyun? —bromeó—. También quiero ir, a eso venimos y perdimos clase.
El mesero llegó con su ración de comida y comieron hasta que el castaño dijo que rodaría hasta Seúl si seguía comiendo, y como Chanyeol le había prometido fueron a la playa. Baekhun quiso entrar al acuario pero su presupuesto no alcanzaba y tuvieron que desechar la idea, El más alto mientras caminaban rodeo al castaño por los hombros en un abrazo, no puedo evitar que su piel se pusiera de gallina. Al llegar a la playa Baekhyun no dudó en soltarse del agarre de su amigo e ir corriendo hacia la orilla, quitando su playera en el trayecto, llevaba el traje de baño debajo de su bermuda y aventándole la ropa a Chanyeol se metió de una vez al mar. Chanyeol acomodó sus cosas en la arena y quedando también sólo en traje de baño se adentró con Baekhyun.
Pasaron la tarde relativamente bien, la playa estaba algo vacía y podían disfrutarla bien. Chanyeol hace apenas unos minutos había salido del agua, dejando solo a Baekhyun quien ahora salía de ella, no pudo evitar las galopadas en su pecho cuando vio a un Baekhyun mojado y sonriente yendo hacia él, cada día se ponía más hermoso y ya no sabía qué hacer con sus sentimientos. A veces quería arriesgar todo y recordarle a Baekhyun lo sucedido en la fiesta de Sehun, cuando se besaron; pero, otra veces no quería alejarse de Baekhyun, porque, ¿qué pasaría si Baekhyun no aceptaba aquello y se alejaba de él?, prefería quedarse en silencio. El más bajo en cuanto vio a su amigo tirando en la arena no lo pensó dos veces y se abalanzó a su amigo, aplastándolo en el proceso. Baekhyun a veces podía ser muy juguetón.
—Baekhyun, aléjate de mi —quejándose Chanyeol habló, no era bueno tener a un Baekhyun mojado encima suyo, no con lo confundido que estaba.
—No quiero, me gusta estar así —mirándolo hizo un puchero y se aferró al cuerpo de su amigo.
Hacía meses que Baekhyun se había dado cuenta de su gusto por su mejor amigo, pero era demasiado tímido para decírselo —lo cual era raro, ya que Baekhyun siempre era muy directo—, y estar de esta forma con Chanyeol sentía que era lo más cercano que lo podía tener, así que no se movería. Cuando Chanyeol dejó de pelear empezó a picar el abdomen de su amigo sacándole un risa, no había casi nadie en la playa, sólo unas cuantas personas más. Ambos reían y en un descuido, Chanyeol tomó a Baekhyun en brazos, como si estuviera cargando un costal de papás, ignoró las amenazas de muerte del castaño y se adentro caminando hacia el agua, una vez que estuvo en una zona un tanto profunda aventó al castaño y empezó reír por su reacción. Baekhyun jaló a Chanyeol por el brazo y también cayó, junto con él.
La zona donde estaban no era profunda, si estaban sentados el agua le llegaba a los hombros a Baekhyun y a Chanyeol por el pecho, empezaron a mojarse y tirarse agua, parándose de nuevo, Baekhyun tropezó con sus pies y volvió a caer al agua de sentón. El más alto rio de manera que uno de sus ojos se cerraba más, una manera un poco deforme pero muy tierna, pensó Baekhyun. Ya habían dejado de reír, pero las sonrisas seguían en sus rostros, Chanyeol desvió la mirada al azul cielo contemplándolo, Baekhyun aprovechó para mirar su perfil y la extraña idea de pensar que quería a Chanyeol no se iba de su cabeza; probó su valentía y se acercó sólo un poco juntó sus labios con los de su amigo en un pequeño beso, un pico en los labios y se volteó a seguir mirando la orilla de la playa. Estaba esperando cualquier cosa que Chanyeol diría, pero jamás dijo nada, sólo se acercó a él y lo rodeó en un abrazo, uno de los muchos abrazos a los que estaba acostumbrado.
—Deberíamos salir si no nos queremos poner arrugados —comentó Baekhyun soltándose del abrazo.
Asintiendo siguió a su amigo, para después recoger sus cosas y dirigirse a los vestidores gratuitos del lugar, así se enjuagaron del agua de mar y se vistieron de nuevo. Estaban por dar las 5:00 pm ya pero aún no querían marcharse y no lo harían todavía. Caminaron por los puestos ambulantes sobre la avenida principal, la tarde se hacía fría y Baekhyun notó a Chanyeol sobar sus brazos por lo mismo, por lo que se quitó su chamarra y se la entregó para que se la pusiera, sabía que sería chica para él, pero quería hacerlo, con dificultad Chanyeol la aceptó, porque no quería que el castaño tuviera frío también. Así que abrazó a Baekhyun para transmitirle calor.
—Yeol —llamó —cómprame kimbap, el mini Baekhyun tiene hambre —hizo puchero para convencerlo.
—¿Mini Baekhyun? —rio Chanyeol—. ¿Desde cuando hay un mini Baekhyun? —siguió riendo y se agachó, su cabeza quedando a la altura del estómago del castaño—. Hola mini baekhyun, no sabía que existías —su amigo yacía con el ceño fruncido.
—No es gracioso, Yeol. Devuélveme mi chamarra, ya no quiero dártela.
—Yah, Baek, siempre tan infantil. Te compraré kimbap, sólo porque mini Baekhyun tiene hambre —rio un poco más y caminó a donde el puesto vendía kimbap, la señora que vendía se lo entregó, en unos minutos el kimbap yacía en el estómago del castaño, y siguieron s camino—Hey, Baek, ¿qué opinas si compramos un poco de soju y regresamos a la playa? Sólo nos sentamos en la arena —preguntó tratando de persuadirlo.
—Uhm, no lo sé. Te burlaste de mi y mi hambre. Lo pensaré.
—Vamos, Baek, no será mucho. No vuelvo a reírme de mini Baek.
—Si ese es el caso entonces sí —Chanyeol celebró internamente, no sabía cuando se iba a repetir la ocasión.
—Bien —tomó su mano y compraron soju. Apenas unas tres botellas y regresaron a la playa, sentándose en la arena como había dicho, abrieron la primera botella y bebieron. No planeaban emborracharse, ya que tenían que regresar esa misma noche a Seúl y debían verse como si una larga jornada de estudio los tuviera cansados, no como si se hubieran ido a la playa. Pero cuando menos se dio cuenta la tercera botella ya estaba siendo abierta sin que él haya tomado más que algunos sorbos de las dos anteriores, lo que significaba que Baekhyun había bebido de más. Para asegurarse miró a su mejor amigo quien no se veía muy bien— ¿Baek?
—Chanyeol —dijo en un susurro soplado—. Channie —sonrió infantilmente. Su mejor amigo ya estaba un poco ebrio—. ¡Estamos en la playa! —rio histéricamente, Chanyeol rio también porque su amigo se veía muy gracioso.
—Baek, deja de tomar que hoy regresamos a Seúl —dijo en un tono regañón pero al final terminó riendo.
—No. Me quiero quedar aquí porque es más lindo, ¿no crees? —Chanyeol asintió de acuerdo—. Bien, entonces quedémonos. Quédate conmigo Channie —hizo un mohín y Chanyeol sólo suspiró pesado.
—Baek, sabes que no puedo quedarme.
—¡Pero Chanyeol! Prometiste nunca abandonarme. Ahora te quedarás conmigo en Busan, es realmente lindo aquí y viviremos lindo aquí también —Chanyeol lo miró con tristeza.
—Baekhyun, sabes que yo no...
—Lo sé. Es sólo que me gustaría imaginar que te quedarás conmigo siempre —sonrió débil—. ¿P-podrías abrazarme? —sin esperar respuesta se acurrucó en Chanyeol—. No quiero que te vayas. Puedes quedarte en casa de mis padres, ellos no se molestarán.
—Me gustaría pero no puedo —abrazó más al pequeño cuerpo y se acurrucó junto, los dos acostados en la arena—. Baek, promete que no me olvidarás.
—¿Qué tontería es esa? Yo jamás te olvidaré —una pequeña parte de su corazón se rompió, giró su rostro y miró el de su amigo—. Chanyeol, te quiero.
—Lo sé.
—No, en serio te quiero —Chanyeol abrió sus ojos sorprendido y frunció el ceño después de darse cuenta que siempre lo decía cuando estaba pasado de copas—. No te vayas —se abrazó más fuerte y le dio un pequeño beso en la mejilla. Algo dentro del alto se removió.
—Baek —susurró y acarició su mejilla, que al tacto cerró los ojos. Con cuidado se acercó y besó los delgados y suaves labios. Sabía que estaba arriesgándose, porque Baekhyun era de las personas que no se acordaba de nada cuando se emborrachaba.
El castaño abrió los ojos con cuidado cuando se separaron sonrió ampliamente y se acomodó para besar de nuevo a Chanyeol, cosquillas invadiéndolo por todo su cuerpo, eso sentía cuando besaba a su mejor amigo. No quería dejarlo ir, aunque ahora inconscientemente lo besaba, se había dado cuenta en su estado sobrio que tal vez estaba enamorado de Chanyeol, sólo que el alto nunca se ha dado cuenta. Se mantuvieron dándose pequeños besos por un rato, el castaño en su mayoría los empezaba, hasta que Baekhyun se abrazó y no quiso moverse y Chanyeol tampoco. Tenía que aprovechar el poco tiempo que quedaba, aunque eso significara que sólo ocurriera cuando el castaño tomaba. Pero no le importaba.
Cuando estaban por dar las 8:00 pm, con el dolor del alma, Chanyeol se levantó poniéndose de pie junto a Baekhun, a quien tomó por la cintura para que no cayera mientras caminaba. Compraron los tickets de vuelta y abordaron el tren. El camino fue silencioso, pero en algún momento dado Baekhyun se acurrucó en él y se abrazó fuerte a su torso, Chanyeol sólo se limitó a rodearlo con un brazo. Cuando llegaron estaba cerca de dar las 10:00 pm, no es como si fuera muy tarde, no si habían dicho que trabajarían en un proyecto de clase, siempre era así con los proyectos, así que estaba bien si llegaban a esa hora. Tomaron un taxi a casa y en el trayecto Baekhyun cayó dormido sobre el hombro izquiero de Chanyeol, al llegar a sus casas pagó el taxi y como pudo bajó con Baekhyun en brazos y sus cosas. Tocó levemente la puerta de la casa de los Byun.
—Oh. Hola, Chanyeol —saludó alegre la señora Byun.
—Buenas noches —saludó con sonrisa nerviosa—. Baekhyun estaba muy cansado y se quedó dormido así que lo traje a casa.
—Mi Baekhyunnie debió haber trabajo muy duro, los dos debieron hacerlo —sonrió amable—. Puedes pasar a dejarlo en su habitación —el alto volvió a sonreír nervioso y se adentró hasta la habitación del castaño. Al llegar cerró la puerta y dejó delicadamente a Baekhyun sobre su cama, quitó sus zapatos; después puso en el piso sus cosas y regresó a sentarse a la cama del castaño. Baekhyun ya se había acurrucado en las sábanas.
—Te quiero, Baekhyun —susurró y besó su frente. Con cuidado se levantó y cerró la puerta sin intenciones de querer despertarlo. Baekhyun al no sentir la presencia de Chanyeol abrió lentamente los ojos y abrazó una de sus almohadas, quería empezar a llorar, pero se abstuvo y simplemente trató de dormir de nuevo.
Chanyeol bajó las escaleras y cuando se iba a despedir de la señora Byun, ésta habló primero.
—Gracias por cuidar de Baekhyun —dijo amablemente—. Él te quiere tanto que no sé qué pasará después.
—No es nada. Yo también quiero mucho a su hijo, es mi mejor amigo —sonrió—. Así que lo cuido por mi cuenta.
—Gracias, Chanyeol. Pero, ¿por qué Baekhyun olía a alcohol? —preguntó muy dudosa, ya que había sentido el olor en el primer instante. Chanyeol se tensó.
—Es sólo que...cuando estábamos en el laboratorio se derramó un poco de alcohol en el uniforme. Nada grave —sonrió nervioso.
—Está bien. Nos vemos mañana entonces, Chanyeol —se despidió y fue directo a su casa.
Al entrar saludó a su familia y subió a su habitación, este día había sido de muchas emociones para él. Ya no sabía qué hacer, pero tenía por seguro que cuidaría a Baekhyun hasta que sea el momento de irse, y eso significaba no arruinar su amistad por un simple enamoramiento adolescente.