Violeta
Era una fecha tan importantes para las parejas, era catorce de febrero, aunque Kotoko la consideraba una festividad absurda para aumentar las ventas del mercado comercial, además afirmaba que era el dia mas empalagoso.
-Kotoko, por favor celebremos san Valentín-dije con una mirada tierna
-está bien, todo sea por ti mi bella flor-dijo resignada
Caminábamos hacia el salón de clases disfrutando de un peluche en forma de corazón color rosa, cuando me caigo, dando como consecuencia que mi pie se lastimara un poco.
-¿estás bien Violeta?-dijo preocupada
-no, creo que me lastime un poco-dije levantándome
Me levante lo más rápido posible para ir directo al salón con el propósito de que nadie me hubiera visto hacer el ridículo, me dolía demasiado el pie, decidí marcar a mi madre para que me llevara al doctor, cuando colgó le marque enseguida a la sirvienta para que viniera por mí, ya que mi madre me dijo que fuera a descansar mi pie y que el sábado por la tarde fuéramos con el doctor. Tome mis cosas y me marche cuando llego la sirvienta, me despedí de Kotoko y los demás.
Como pude haberme accidentado un dia antes de san Valentín, ya teníamos todo planeado, iríamos al cine a ver una película romántica, después de compras y por ultimo por un helado, durante toda la mañana, había planeado la cita perfecta con Kotoko y ella había aceptado aunque odiaba ver una película romántica y prefería Kotoko ver cincuenta sombras de Grey y tampoco le agradaba ir de compras, pero lo aria por mí, pero ya todo estaba arruinado. Lloraba mentalmente porque mi plan se había ido por el desagüe. Ahora tenía un pie lastimado.
-Violeta, mañana por la tarde llegan tus primos-dijo mi madre
-si madre-dije
-también en la tarde te llevare con uno de mis colegas-dijo seriamente
-sí, pero poder levantarme en la mañana-dije
-no, solo podrás caminar una distancia de veinte metros no más-dijo
-pero quería salir con mis amigas-dije
-tendrás que cancelar-dijo fríamente
No, porque el destino me arruino mi cita con Kotoko, lloraba por dos razones, la primera mi cita que jamás llegaría con Kotoko y la segunda por mi pie. Seguía lamentándome mi vida como decía Kotoko, cuando me llega un mensaje de Kotoko.
Kotoko no te preocupes por lo de mañana, mejor vemos películas en tu casa, voy a las ocho, pero si no puedes luego nos vemos, te amo.
Comencé a llorar más, estas lagrimas no eran de coraje sino de felicidad, le conteste lo más rápido posible para quedar de acuerdo con lo que haríamos mañana.
Claro te espero a las ocho de la mañana, yo igual te amo
Esperaba que el destino ya no arruinara este plan de último momento, porque Kotoko se sacrificaría literalmente por mí, Kotoko no solía levantarse temprano por ningún motivo, así que mañana aria la acepción solo por mí. Esperaba con ansias que ya fuera san Valentín, y así poderlo festejar con mi niña.
Ya era de mañana, mi madre salió desde las siete de la mañana rumbo al hospital, la sirvienta había dejado todo para mí y Kotoko para disfrutar de nuestra película, cuando me manda un mensaje.
Buenos días mi bella flor. Violeta yo también quiero mi regalo sino no voy.
Le conteste lo más rápido posible con un poco de curiosidad
Eta bien te daré mi regalo mi niña
¿Cuál regalo quiere?, me pregunte para mí misma, me aliste lo más rápido posible, me vestí con un pantalón blanco ajustado una blusa de manga larga color rosa y un suéter color blanco. En eso tocan a la puerta y voy a abrir lo más rápido posible. Abro y era Kotoko, vestía una blusa azul, un pantalón negro entubado y una chamarra de piel, Kotoko se veía hermosa con su cabello suelto el cual le llegaba hasta los hombros.
-hola, te ves linda-dije sonrojada
-y tu igual, te ves hermosa-dijo
Entramos a la sala y ella comenzó a besarme, comenzamos a besarnos con salvajismo hasta que siento su mano en la parte trasera de mi pantalón, me sonrojo y ella me mira con una mirada pervertida.
-te pusiste ese pantalón para darme mi regalo, ¿verdad?-dijo
-pero no te compre nada-dije tímidamente
-tu eres mi regalo, mi bella flor-dijo cerca de mis oídos
Sus palabras hicieron que mi corazón latiera demasiado, comenzó a besarme el cuello, gemía del placer, esos gemidos que salían de mi boca me asían avergonzarme de mi misma.
-como hace calor-dijo Kotoko mientras me quitaba el suéter
Comenzó a quitarme toda la ropa hasta dejarme en ropa interior, después me cargo como una princesa para llevarme a mi habitación, me puse en la cama con delicadeza y comenzó a lamer mis pechos encima de mi sostén. Gemía con cada beso que daba mis pechos. Comenzó a quitarse la ropa y después me quito mi ropa interior, comenzó a darle placer a mi entrada con embestidas salvajes, nuestros gemidos sonaban por toda la habitación. Kotoko comenzó a embestirme en mi clítoris dando como consecuencia que de mi emitiera un grito de placer, ella esta complacida, gritaba su nombre pidiéndole más, que siguiera esas envestidas en mi sexo, después hizo lo mismo con Kotoko por un buen rato hasta que nos dimos cuente que eran las once, fuimos directo a la ducha para seguir besándonos en la ducha y darnos placer una a la otra. Salimos de la ducha y nos vestimos era medio dia así que desayunamos y vimos una película de nombre te regalo mi amor, ella se fue cuando termino la película, al despedirme de ella tocan la puerta abro y era Nathan, Kotoko se despide de mí y se va lo más rápido posible. En eso Nathan me dice algo que mi hizo preocupar.
-en la ventana que esta alado de tu zaguán te vi a ti y a ella besándose-dijo molesto
No lo podía creer nos habían descubierto, que aria que escusa le diría a Nathan, todo había sido descubierto, quería llorar, pero lo único que hice fue quedarme sin palabra alguna para responderle a Nathan.