He estado corriendo toda mi vida... Necesito que te quedes... -Angels & Airwaves.
Mordió su labio inferior y golpeaba los dedos contra el vaso de cristal que tenía entre manos. Sintió un brazo posarse sobre su hombro y por reflejo reaccionó algo agitado.
-Ah... Sólo eres tú. ¿Cuando has vuelto?
-¿Así me das la bienvenida, hermanito?
Namjoon sonrió y unos pequeños hoyuelos adoron sus cachetes. Se levantó de la silla y se inclinó hacia su hermana para dar un cálido abrazo. La jóven se separó después de unos segundos e hizo señas a HoSeok para que también le sirviera una taza con café, quién le dio un saludo con la mano y acto seguido fue hasta la cocina.
-¿Qué tal te fue? Será mejor que hayas hecho algo productivo.
Yena bufó y cruzó los brazos. Namjoon parecía algo tenso después de aquella reacción.
-No querían hacerme caso, así que... Digamos que no mucho. P-pero ¿Qué hice? ¡No he hecho nada malo!
Namjoon estaba agotado-.¿¡Yena!? ¡Has arruinado todo! ¿Sabías quién vino a verme hoy?...
Yena negó con la cabeza sin ver a la cara a su hermano.
-Hmmn... -sobó la sien, manteniendo la calma-. Lo siento, no quise gritar.
-¿Qué sucede? -observó con cuidado las facciones del chico.
-Tienes que volver a la cuidad... -sostuvo los hombros de la chica-. Es peligroso que sigas aquí. Vamos, le pediré a HoSeok que te acompañe hasta la estación...
Yena no tuvo más opción que hacer caso a las órdenes de su hermano mayor. Namjoon lucía distinto cuando algo malo sucedía, ella lo notaba con facilidad sin la necesidad de que le dieran explicaciones.
HoSeok la acompañó hasta su casa y al asegurarse de que ya había entrado, giró sobre sus talones para volver por el mismo camino que había recorrido con Yena.
Miro hacia el firmamento con las manos en los bolsillos, entonces alza el brazo izquierdo hacia el cielo y hace la mano un puño, que después abre con lentitud; deseando poder atrapar alguna estrella.
Es cuando un joven de cabello revoltoso y escasos centímetros más bajo que él, se detiene a observar el cielo con curiosidad, buscando lo que aquella persona observa más no lo encuentra y entonces posa la mirada sobre HoSeok quien no se ha percatado de aquello.
-¿Qué? -pregunta el joven de cabello revoltoso cuando por inercia el desconocido se voltea y sus miradas se encuentran. Sintiéndose un poco intimidado por la mirada de aquel muchacho, relame sus labios y traga saliva.
HoSeok ignora aquello y como si hubiese sucedido nada, vuelve a meter la mano en el bolsillo del pantalón y acto seguido se da la vuelta y retoma el camino para regresar a casa.
Cada paso que daba, unas palabras rondaban en su mente. Se sentía confundido, más con intentarlo no perdía nada. Llevaba consigo aquel pequeño envase de plástico ovalado que Suga le había dado hace unos días. Lo sacó del bolsillo del pantalón y lo miró por unos segundos, moviendolo mientras se distraía con el sonido de las pastillas que aquello contenía.
Tomar o no tomar...
Tenía una etiqueta blanca con un número escrita en ella y HoSeok formulaba muchas preguntas en su mente.
¿Como se sentiría después de probarlo?
¿Se volvería tan loco cómo Suga?
Recuerdos vinieron a su mente, horribles, la mayoría de ellos...
Suga chorreaba sangre del cabello, mientras HoSeok miraba horrorizado aquella escena con Namjoon a su lado, quien reaccionó primero que el mayor de ambos y corrió rápidamente hacia Suga, dándole un fuerte golpe lateral con su Rinkaku que hizo que Suga se estrellara contra la pared; hundiendola levemente. Pero eso habían sido cosquillas para él, con facilidad se levantó del suelo y tronó su cuello,curvando los labios con aquella sonrisa cínica que le caracterizaba. A Namjoon se le erizó la piel y HoSeok seguía estático en su lugar. No tuvo el suficiente valor como para ayudar a Suga en aquel momento...
Todavía sentía que había sido su culpa aquel incidente...
Negó con la cabeza mientras trataba de sacar aquellos recuerdos que comenzaban a atormentarle y después de pensarlo muy bien, volvió a meter aquel envase en donde estaba.
En realidad le daba miedo pensar en las concecuencias...