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siempre contigo por yuki666

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Notas del capitulo:

gomene!! tarde un poquito mas en actualizar por que he estado doblando turnos, mi hijo, su escuela, mi vida mundana en general me roba mucho tiempecito..

pero aqui les dejo un capitulo mas... saquen pañuelos, yo llore como niña al escribir esto...

gracias por leer y muchas gracias a quienes me apoyan con sus rw!!

les encargo la notita final.... ***

Cuando Murasakibara abrió los  ojos lo primero que hizo fue quitarse la mascarilla que le aportaba oxigeno e intento sentarse en la cama, fue entonces que noto que su pierna estaba rota, envuelta por una bota de yeso y elevada en un soporte, un  brazo tenía una intravenosa, y había un extraño soporte que cubría toda su clavícula, hombro y escapula en el otro. Levantarse no era viable, le dolía todo, ni un solo musculo se libraba del dolor, asustado al notar que estaba en un hospital giro a todos lados que le fuera posible y entonces fue que lo vio.

Taiga…

El pelirrojo estaba sentado en un sillón con gesto totalmente derrotado, las horribles ojeras de sus ojos, lo hinchado de los mismos, la barba larga y espesa  y la ropa arrugada  que había usado la última vez que lo había visto le dijeron que   había pasado bastante tiempo ya en un hospital.

-¿Murochin?...- cuestiono confundido y temeroso.

Taiga salió de su estupor y se levantó con pesar para ponerse de pie a su lado.

-¿Cómo estás?- le susurro el pelirrojo con una triste sonrisa que le trataba de decir algo a Atsushi pero no sabía muy bien qué.

-me duele todo… ¿y Murochin?... ¿esta bien? Cuando estábamos en el auto vi que tenía mucha sangre… no me respondía… -

Taiga trago con dificultad la saliva y sus ojos se rozaron nuevamente. Negó con la mirada y Atsushi tuvo mucho miedo.

-¿no que?... ¿y Murochin?... ¿no que Bakagami?... ¿Dónde está Murochin?...-

El pelimorado quiso incorporarse y Taiga con sus 82 kilos de peso trato de retenerlo en la cama, Atsushi tenía 3 costillas rotas y cualquier movimiento brusco podía perforarle un pulmón. Pese a eso el ojimorado no dejaba de moverse y gritar desesperado preguntando por Tatsuya.

Las enfermeras entraron presurosas e inyectaron en la intravenosa un sedante.  

El efecto fue inmediato y el ojimorado dejo de pelar y comenzó a rendirse al sueño.

-¿Murochin esta… muerto?- cuestiono con un susurro lleno de dolor y aletargado por el medicamento, sus ojos anegados en lágrimas. Taiga asintió y las lágrimas rodaron gruesas por sus mejillas, Atsushi cayó en la somnolencia antes de poder decir algo más.

 

 Días después Taiga regresaba a la habitación, bañado, afeitado, horriblemente cansado, ojeroso e incluso más delgado, Atsushi yacía en su cama, no en mejores condiciones que Taiga, al menos ya no forcejeaba por ponerse de pie,  pero seguía sin comer y sin dejar que alguien del hospital se le acercara, se había arrancado la intravenosa con la intención de no dejarse aplicar analgésico o antibiótico alguno, parecía una enorme bestia lamiéndose las heridas.

Taiga dejo su mochila con mudas para él y algún que otro bocadillo para su amigote.

-me dijeron que otra vez no te quisiste bañar… amigo… apestas, tenemos que arreglarte, si no tu alta se va a aplazar más tiempo-

La mirada ausente de Atsushi hizo que el corazón de Taiga doliera, bien, al menos no era el único que sufría.

 

-toma, te traje uno de estos-

Atsushi ignoro por completo la barra de caramelo (sus favoritas) que Taiga le lanzo a su cama, el pelirrojo bufo exasperado.

Se acercó a la cama y sin pensarlo dos veces con el puño cerrado golpeo la mejilla del alto pelimorado.

-¡no me jodas! ¡No voy a estar de niñera de un estúpido que se quiere dejar morir! ¿Acaso crees que yo no la estoy pasando mal? ¡Era mi esposo el que se murió! ¡Yo debería ser al que consuelen! ¡Yo debería ser al que deberían de estar cuidando! ¡Yo soy el que tuvo que identificarte a ti y su cadáver y para colmo lidiar con la estúpida noticia de que era donador! Lo tuve que enterrar sin ti ¡sin ti! Se supone que eres también mi amigo y no estuviste ahí para mi… ya pasaron dos meses y no le he podido llorar como es debido por estar cuidándote, él se fue, nos dejó, y tenemos que vivir porque eso es lo que él hubiera  querido.-

Sin darse cuenta durante su arranque de furia Taiga se había subido a la cama y estaba zangoloteando al peli violeta, Atsushi no hacía nada para defenderse, para cuando el ojirojo se había detenido por si solo los dos estaban llorando, inconsolables.

-Murochin…. Se murió…- susurro Atsushi como un niño extraviado que había perdido su tesoro más preciado.

-se fue…- sentencio Taiga mientras se bajaba de la cama. Atsushi lo detuvo a medio camino y se apoyó en él, su rostro bien oculto en la clavícula del pelirrojo…

-se fue… Murochin se fue y nos dejó… ¡se fue! ¡Nos dejó!- los gritos eran mezcla de dolor y rabia, las lágrimas gruesas, incontenibles, desgarradoras, Taiga le abrazo y por fin, tras semanas de luto dejo que su propio dolor fluyera.

 

A la semana Atsushi fue dado de alta, sus hermanas y hermano le habían ofrecido irse con alguno de ellos a vivir pero había declinado la oferta, en cambio Taiga le había dicho que para sus terapias de rehabilitación le llevaría el personalmente quisiera o no, el día a día de ambos era difícil, el hecho de perder a su persona más amada y seguir existiendo era horrible, pero era lo que había, tenían que seguir, tenían que hacerlo por él.

 

A los 9 meses de aquel terrible sucedo Taiga recibió una carta… de solo ver el remitente sintió que el dolor que había estado manejando con mucho esfuerzo se multiplicaba, era de la asociación de donadores, ni la pudo abrir, tenía tanto miedo por saber algo –lo que fuera- de la persona que había recibido el corazón de su esposo que opto por meter la carta en el fondo del cajón de su ropa interior y dejarla en el olvido.

 

 

 

Cuando Atsushi entro a su oficina con carita de niño regañado supo que algo no estaba bien, tras el estaban Alex y Masaoki, las hermanas  mayores  de Tatsuya, se puso de pie y las saludo, no las había visto desde el funeral, hace un año, las mujeres se sentaron en cuanto Taiga las invito y Atsushi permaneció como niño regañado frente a la ventana.

 

-¿Cómo has estado? – indago la rubia con dolor aun en la mirada.

Taiga asintió. –estoy… creo que ya es ganancia.-

-venimos… porque… queríamos pedirte las cosas de mi hermano… todas…-

-¿perdón?- cuestiono Taiga incrédulo a lo que escuchaba.

-Atsushi nos dijo que ni siquiera has quitado sus cosas del closet, incluso su cepillo dental sigue en tu baño… no creemos que eso sea bueno para ti… somos incapaces de pedirte que las tires porque nos dolería tanto como a ti pero… no creo que sea buena idea que las sigas teniendo así… como si esperaras que algún día Tatsuya fuera a regresar, eso nunca pasara Taiga.-

El ojirojo fulmino con la mirada a su amigo, quien se hizo el sordo y miraba por la ventana los vehículos pasar como si fuera lo más interesante del mundo. Las hermanas le suplicaban con la mirada que lo hiciera, pero era…

-ahora no… se las daré… pero aun no… todavía no puedo darles sus cosas… no estoy listo… todavía no, en cuanto lo este les prometo enviarlas a su casa. Todo.- con esa promesa asegurada las mujeres se fueron dejando a unos amigos encerrados en un muy incómodo silencio.

 

 

Taiga sabía que desde la muerte de su esposo había caído en un horrible shock postraumático, ¿y quién no la verdad? Ese día… ese horrible día habían quedado de verse en la veterinaria y cuál fue su sorpresa de que a pesar de llegar 30 minutos tarde ni Tatsuya ni Atsushi estaban ahí, le dejo el perro a Riko, la otra veterinaria de la clínica y amiga y socia de su esposo y les llamo a cada uno a su celular, ninguno contesto.

A los 10 minutos de insistir a ambos teléfonos entro una llamada… no reconoció el numero pero el nudo en su estómago le indicaba que no era nada bueno.

-¿es usted el señor Kagami Taiga?- el suave susurro de un joven hizo que sintiera un terror indescriptible.

-si… ¿dígame?- tras dudarlo un par de segundos el joven continuo.

-está usted registrado como numero de contacto de emergencia para el señor Kagami Himuro… ¿podría venir al hospital Angels Healt por favor?- 

Las palabras hospital, Himuro y la ausencia de “su esposo está bien” hicieron que el pánico se apoderara de él, sabía que algo había pasado, sabía que no estaba bien, que no le habían llamado exactamente para darle las buenas nuevas de que Tatsuya había sufrido un accidente y que había salido ileso de él, pero algo en su interior se negaba a no creer en eso.

En cuanto entro al hospital y dirigirse al área de admisión la asistente hizo un par de llamadas, a los 5 minutos entro un moreno seguido de un peliverde.

-señor Taiga… soy el doctor Otsubo Taisuke, urgenciologo y él es mi colega Midorima Shintaro, cardiólogo… esta mañana su… esposo llego a nuestro hospital en compañía de su amigo, tuvieron un accidente automovilístico… su esposo… el… hicimos todo lo humanamente posible pero el golpe que sufrió en la cabeza  provoco un edema cerebral bastante severo, la hemorragia interna no nos ayudó en nada y el… tuvo muerte cerebral… -

Taiga estaba seguro que en ese mismo momento iba a vomitar.

 

El peliverde intervino antes de que pudiera siquiera digerir la noticia de que su esposo y su amigo habían sufrido un accidente y a causa de eso su esposo estaba muerto en vida.

-señor… entiendo que es mucho su dolor pero… su esposo  era donador… teóricamente no tendríamos que pedirle a usted ningún permiso para realizar el procedimiento pero por respeto a usted y su familia solo queremos corroborar… ¿se pueden tomar los órganos que su esposo estipulo en su permiso de donador?...-

Taiga vomito…

¡Donador! Himuro era donador y nunca le había dicho nada, seguramente a su familia sí, pero a él no… le iban… iban a abrir el cuerpo medio muerto de su esposo y le quitarían sus órganos,  como a un puerco, como a un vil puerco… se puso de pie agitado y con los ojos anegados en lágrimas, ¿Qué tenía que hacer? Si se oponía probablemente le entregarían su cuerpo así como estaba… probablemente no.

Pero eso definitivamente era ir en contra de los deseos de Tatsuya, después de todo él había elegido ser donador, era obvio que lo fuera, amaba la vida, las flores, los alimentos, el sexo, a Atsushi, amaba los animales…

-sobre todo a mi… - susurro Taiga un poco desorientado.

Los doctores le miraron con pesar, pero esperanzados a que diera la autorización.

-¿puedo… - se aclaró la garganta – verlo…?-

Los doctores le llevaron a lo que parecía una unidad de cuidados intensivos, sintió que le temblaban las piernas al verlo, era el… sin lugar a dudas era Tatsuya, un vendaje cubría su cráneo, de su boca salía un tubo que estaba conectado a una máquina, se veía blanco, como la sabana y respiraba al ritmo de la máquina. El monitor mostraba los signos vitales en mínimo y había un monitor más que mostraba una línea recta.

Taiga entendía de eso una reverenda mierda. El peliverde comenzó a explicar.

-Este… -señalo la máquina que conectaba al tubo que salía de la boca de Tatsuya -es un ventilador que oxigena su cuerpo… si lo desconectamos del su esposo de inmediato dejara de respirar y los órganos se dañarían, con esto los mantenemos oxigenados, este… -señalo otro monitor, el de los signos vitales –solo nos está mostrando que su cuerpo recibe el oxígeno necesario, el corazón sigue latiendo pero de manera débil, si esperamos más tiempo probablemente sufra un infarto y entonces su corazón ya no sería órgano donador… y este… muestra la actividad cerebral de su esposo… la cual es cero… su esposo ya no está aquí… su esposo falleció en el mismo lugar del accidente y se le mantiene con vida con los aparatos… -

 

El ojirojo paso de largo a ambos médicos y tomo un banco para sentarse lo más cerca de su esposo, le dejaron solo.

 

La mano de Tatsuya estaba fría, inerte, su piel era terriblemente blanca, había un par de marcas de pinchazos de aguja en el dorso, el pecho subía y bajaba aterradoramente lento.

-Tatsuya…-  gimió con dolor y resguardo su rostro entre las sabanas… apenas esa mañana estuvieron a punto de hacer el amor, Tatsuya le había cocinado por primera vez, tenían planeado ir al teatro esa noche… todo se había venido abajo… ahora esto… ¿Qué había pasado? ¿Qué tenía que hacer? ¿Y Atsushi? Por primera vez en su vida sintió verdadero terror… ¿Por qué nadie le decía lo que tenía que hacer?

 

 

 

-¿estás enojado conmigo?- le susurro quedito Atsushi mientras se sentaba enfrente de él. Extrañamente taiga no estaba molesto con él. Sabía que lo hacía por su bien, no era sano que las cosas siguieran igual pero siendo honesto consigo mismo… realmente todavía no podía dejar las cosas de Tatsuya.

-no… perdón por preocuparte… y cumpliré mi promesa… cuando esté listo… enserio…-

El peli violeta asintió con ese aire soñador que solia tener.

-hoy tenemos una cita… hay una escuela pequeña… un jardín de niños que necesita un salón nuevo y reconstruir unas áreas, se contactaron con nosotros hace unos días… el interesado es… - abrió una carpeta que llevaba siempre consigo, desde que Tatsuya muriera Riko se había hecho cargo de la veterinaria, había contratado a sus dos mejores amigos para que le ayudaran y por lo tanto Atsushi trabajaba junto a Taiga… valla par… a veces el ojirojo pensaba que era el papá adoptivo del grandote.

-Kuroko Tetsuya… es un pequeño kindergarden y quiere que le hagamos una cotización… al parecer quiere reabrir las instalaciones. Tenemos la cita en dos horas.-

Taiga miro detenidamente a su amigote… valla… ¿Quién iba a decir que el infantil e irresponsable Atsushi Murasakibara algún día se haría un asistente tan responsable y cuidadoso?-

Sonrió in mente, sin lugar a dudas en cuanto tuviera la oportunidad le compraría las barritas de caramelo que siempre solia comer.

 

Notas finales:

ok... las relaciones interpersonales que manejo en este fic son algo complicadas, amo ver a dos hombres sexys besandosse y peor aun teniendo sexo... pero no, nunca en mi vida he visto una relacion murataiga... la relacion que tienen ellos dos es como dos camaradas que se enamoraron de la misma persona y tuvieron el trauma de perderla, obviamente eso forja un vinculo que muy pocos podrian entender...

la verdad me dolio mucho matar a murochin por que me encanta el kagamuro y el muramuro pero :( era necesario para la historia,...

¿es mucho pedir un rw? 

¿alguien ya vio el capitulo de hoy? ¿acaso no aman un poquito mas a akashi? <3

¿han pasado a leer mis otros fics de este fandom? ahora que han salido los reyes sin corona y chihiro creo que son mas faciles de entender...

:v no me dejen comentando sobre mi propio fic sola...


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