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siempre contigo por yuki666

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Notas del capitulo:

regrese!!!! aa!! acabo de sufrir un mini infarto que me quito como diez años de vida! mi hermano prendio la compu y no salia naaaada en la pantalla, solo que no habia sistema operativo y pues a arreglar compu!!

no se si sepan pero en slasheaven tengo un fic del fandom de harry potter que se llama desert, ya lo tenia finalizado y por mero ego publicaba una vez a la semana pues que se me descompone mi pc y se borro todo,.. entonces! entre en una depresion medio fea y no he podido terminarlo por que no logro recrear lo que ya habia hecho,.. pense que me pasaria lo mismo con este fic, asi que ya hice respalditos por todos lados...

les dejo aqui el capi de la semana, muchas gracias por su apoyo y por sus rw que creo ya conteste o.o 

ame este capitulo!!

Kise ayudo a Tetsuya con un par de cajas que tenían material didáctico. Las puso en el escritorio de la oficina y después camino hacia el pequeño ojiazul para ayudarle a que tomara asiento.

 

-kise-kun… ya te dije que estoy bien… no es necesario que me ayudes tanto… en serio ya no me canso…-

 

 

El rubio hizo un puchero de inconformidad ¿Quién en su sano juicio podría no ayudar a ese pequeño peli celeste? Pese a que las pruebas de laboratorio que se realizaba periódicamente seguían arrojando solo buenos resultados Kise había creado un instinto sobreprotector hacia su amiguito que era igual de comparable a una mama con cria, incluso su esposo Aominecchi le hacía segunda, no tan obvio como el pero la pareja era los padres putativos del menor.

 

-moo… Kurokocchi… déjate querer… no pasa nada si te consentimos un poco.

 

¿Un poco? Tetsuya estuvo a punto de recriminar su “un poco” al rubio pero prefirió guardar silencio… así había sido siempre, desde niños. Tal vez porque Tetsuya tenía ese tipo de cuerpo pequeño y delicado que le hacían verse vulnerable… además… un poco de amor no le haría daño a nadie… ¿o sí?

 

Kise fingió llorar con tono lastimero –además… no dudo de que en poco tiempo vas a abandonar el nido definitivamente, primero tus viajes que has hecho, ahora  el trabajo, después un apuesto novio y después una gran boda… y después los bebes… ¡mi Kurokocchi crece tan rápido!

 

El peli azul negó divertido, definitivamente había días en que Mama Kise no podía ni consigo mismo… ¿casarse? Puf!

 

Si su último novio había huido cruelmente en cuanto había visto la horrible cicatriz que marcaba su pecho… para ser honesto consigo mismo veía muy pero muy lejos una boda.

 

-tocaron el timbre…- susurro el rubio cortando el hilo de sus pensamientos. Tetsuya corroboro que era verdad cuando escucho el segundo timbrazo.

 

-deben ser de la agencia de remodelación… ¿les puedes abrir por favor? Es hora de mi medicamento.

 

El rubio velozmente se acercó a la cajonera donde su amiguito guardaba su medicina, cogió la indicada y sirvió un vaso de agua para brindarle todo al menor.

 

Tetsuya le miro ceñudo. –yo la puedo tomar solo…-

 

El rubio le pellizco con amor un moflete y le guiño un ojo. –ya te dije que te dejes querer… -

 

Resignado el ojiazul ingirió su medicamento y tomo asiento, aun se mareaba un poco cuando los inmunosupresores entraban en su cuerpo y tenía que descansar un par de minutos.

 

Ryota salió de la oficina y cantarín como siempre fue a atender a sus invitados.

 

La escuela era un lugar pequeño, constaba de 5 aulas, un arenero, una pequeña piscina y un gran patio que al fondo tenia los bañitos y lavabos adaptados para los infantes. Nada más entrar Taiga supo que el salón que era adaptado como taller de arte necesitaba una casi reconstrucción, unos cuantos juegos no le vendrían mal al lugar y un poco más de color serian geniales. Analizaba el lugar detalladamente mientras escuchaba al sexy rubio que les explicaba ser profesor de la escuela y que deseaban agregar un salón extra y remodelar aquel en el que Taiga  ya había hecho como 20 planos mentales.

 

-el director desea poner un par de juegos en esa área del patio… dice que agregar más color en los salones seria genial y le urge la remodelación de este salón.-

 

Bien… Taiga ni conocía al director de aquel pequeño lugar pero sin duda ya le caía bien, era como si hubieran deseado lo mismo y solo uno tuviera que hacer lo que el otro pensaba. Atsushi miraba con total indiferencia el lugar… los niños nunca habían sido de su agrado, para él los niños eran como pequeños rivales que siempre le querían quitar sus golosinas.

 

Caminaron los tres hasta la oficina del director, cuando entraron, por invitación del rubio Taiga lo hizo primero, la oficina era decorada de manera muy sencilla, con materiales didácticos por aquí y por allá, era alumbrada por un gran ventanal que tenía vista al pequeño jardín escolar.

 

Al pelirrojo no le sorprendía ni la oficina tan sencilla, los juguetes tirados o la hermosa ventana con jardín… lo que le sorprendió y le dejo congelado ahí, cual estúpido en su lugar fue la delicada figura del peli azul que miraba con gesto sereno las flores del exterior.

 

El pequeño ojiazul se giró sobre su propio eje al escuchar que sus invitados entraban a la oficina y lo primero que hizo fue ver al alto pelirrojo que le devolvía la mirada con total enajenación.

 

 

Sus miradas se cruzaron por eternos segundos…

 

Rojo fuego y azul celeste… eran magnéticamente atraídas la una por la otra.

Una gruesa lagrima rodo por la mejilla del ojiazul y Kise, como toda mama cuervo corrió hacia su cria y le ayudo a sentarse limpiando su rostro con infinita ternura.

 

A Taiga le entraron tremendas ganas de hacer lo mismo.

 

-¿te sientes mal cariño? ¿Te duele algo? ¿Llamamos al doctor? – tras un par de profundas respiraciones Tetsuya se calmó y fue capaz de ver a sus nuevos invitados.

 

Y otra vez ahí estaba… esa sensación que le estrujaba el corazón con dolor y ansiedad, felicidad y tristeza, amor y miedo. Todo al mismo tiempo.

 

-si… yo… solo me maree un poco. Pero ya estoy bien, siento haberlos preocupado pasen por favor, tomen asiento.

 

El primero en sentarse fue Atsushi quien seguía en un mundo paralelo y cogía un Pocky de su cajita. Taiga lo dudo un segundo pero finalmente obedecido… ¿Qué era lo que sentía? ¿Por qué tenía tantas emociones encontradas y casi olvidadas en ese preciso momento con aquella persona que sin lugar a dudas era la primera vez que conocía?

 

El rubio se quedó de pie, alado de su amiguito para estar presto a lo que fuera a ofrecérsele a él.

 

-soy Kuroko Tetsuya, director de este lugar, mi amigo Kise es mi asistente, supongo que ya vieron las instalaciones… ¿Qué piensan? ¿Puedo contar con ustedes?-

 

Taiga asintió mientras se ponía de pie y hacia una reverencia notoriamente nervioso, como un robot.

 

-cuente con nosotros por favor… yo… nosotros… él es mi asistente Murasakibara, yo soy Taiga… en cuanto usted lo autorice empezaremos a trabajar.

 

Como todo hombre Taiga extendió su mano para cerrar un trato, Tetsuya de igual manera se puso de pie y cerró el trato con un firme apretón de manos.

 

Ambos tuvieron una sensación extraña, abrumadora, nostálgica. Como si una descarga de electricidad corriera por sus cuerpos y se concentrara en sus manos, cuando sus ojos volvieron a encontrarse ninguno dijo nada, pero estaban seguros que sentían lo mismo, que estaban incluso viendo lo mismo, una casa con gran jardín, un enorme cerezo en flor en medio de este y colgado al árbol un columpio casero con asiento de madera en el que estaba sentado Tetsuya mientras Taiga le empujaba traviesamente.

 

Las risas de ellos dos era contagiosa, un niño salía corriendo con una pelota del interior de la casa y Taiga lo cogía en brazos para darle un par de vueltas en el aire, Tetsuya se detenía en el columpio y  se ponía de pie agarrándose el abultado vientre gestante.

 

-Kurokocchi… -

-Kagamichin-

 

Murmuraron al mismo tiempo el rubio y el peli violeta mientras trataban de separar las manos de sus amigos que continuaban férreamente cogidas.

 

El primero en dar un atisbo de alarma y retraerse totalmente extrañado fue Tetsuya, que simplemente no podía explicar que había pasado.

 

Taiga tardo un poco más en recuperar la cordura y tan pronto lo hizo se inclinó hacia enfrente disculpándose torpemente.

 

-lo… lo siento mucho creo que… me impresiono tu belleza-

 

Los ojos de Tetsuya se abrieron grandotes, como platos, Kise miro al pelirrojo, a su hijo/ amigo y al peli violeta buscando respuesta a semejante declaración de 1910 y Atsushi fue traído  a la tierra desde su mundo paralelo por primera vez en un año… torpemente dejo la mano abierta provocando que sus Pocky cayeran con un suave “plop” al suelo.

 

Taiga entendió lo que había dicho y deseo como nunca antes que la tierra se lo tragara… ¡santa mierda! Había dicho algo tan estúpido, vergonzoso (y no un vergonzoso normal… sino un súper vergonzoso nivel Dios) que quería echarse  a reír y llorar ahí. ¿Qué le estaba pasando?

Atsushi le toco la frente.

-¿tienes fiebre?... sóplame… a lo mejor estas ebrio…-

Aquello sin lugar a dudas le avergonzó más.

-señor Tetsuya… mi amigo borracho y yo iniciaremos mañana a trabajar en lo que usted nos diga… si me permite me iré con este Bakagami y regresaremos mañana con trabajadores y todo…-

 

El pelirrojo fue arrastrado por su amigote y ni rechisto como hubiera hecho en otras ocasiones, sus mejillas sonrojadas le hacían ver tierno pese a su apariencia salvaje.

 

En cuanto la puerta se cerró los dos amigos se quedaron en silencio un par de segundos.

-¡ppfftt! ¿Le cautivo tu belleza? ¿Pero qué mierda fue eso? ¿aces se Cree William Shakespeare? ¡Hasta hiciste que se sonrojara! Kurokocchi… ¡callo ante ti con tan solo una mirada!... –

El ojiazul sintió sus mejillas arder, ¿Qué había sido todo eso? ¿Por qué su corazón no dejaba de latir?

Tomo asiento mientras era verdaderamente observado por la mirada gatuna de su madre putativa.

-¿y bien…?- las pupilas doradas brillaban de manera antinatural.

-¿bien qué?- se limitó a contestar con tanta indiferencia como podía tener.

-¿vas a salir con el romeo pelirrojo que quedo cautivado con tu belleza?-

El peli azul sintió miles de mariposas en su estómago.

-no puedo salir con la única persona que me da un halago nada más porque si… además solo es el trabajador que remodelara la escuela… mañana esto será agua pasada.-

De eso definitivamente el rubio se encargaría de que no fuera así… lo había visto… esa misma chispa que había visto en Aomine la primera vez que se habían conocido estaba ahí mismo, en los ojos de aquel guapo arquitecto… 

Notas finales:

xD hay un capitulo del anime en el que Taiga se sonroja tanto que le salen hasta humo de las orejas y crei que seria bonito recrear una escena que le provocara lo mismo... esto sin lugar a dudas lo haria...

¿algun review para este capi? ¿les gusto? ¿si, no? apoyemonos con  comentarios que nos suban la inspiracion y nos animen!!

no nos cuesta ni un minutin!!

 

a alguien le gusta el snarry??


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