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siempre contigo por yuki666

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Notas del capitulo:

aaa!! muero de felicidad,,, mas de 1000 lecturas! en comparacion a mis otros fics se que es poco pero enserio muchas gracias!!

les dejo un capitulo mas, espero seguir contando con su apoyo y sus lecturas.,

 

Taiga estaba que sacaba humo por las orejas, de no ser porque Murasakibara lo había sacado a rastras estaba seguro que hubiera hervido en combustión espontánea en el mismo lugar… ¿pero qué diablos le había pasado? ¿Cómo era posible que el… si EL quien era tan tremendamente estúpido para decir más de dos palabras románticas al mismo tiempo hubiera dicho eso?

-¡arrgg!- se golpeó la cabeza en el tablero del auto y se jalo los pelos en frustración.

-creo que aquel chibi-tan te gusto mucho… dale unos dulces mañana y llévalo a jugar al parque… eso es lindo… a mí me gustaría hacer eso…-

El pelirrojo  le miro como si le estuviera saliéndole una segunda cabeza…

-¿de qué diablos estás hablando? ¿Cómo se te ocurre que le invite a salir si estoy de luto y apenas hoy le vi?-

El altote bufo…

-creo que ya hemos tenido suficiente del luto por Murochin… y lo puedes invitar para eso… para conocerlo… es lindo… aunque no es de mi tipo.-

Ninguno dijo nada más el resto del camino, Taiga fue dejado en su departamento y Atsushi se fue con la promesa de recogerlo al día siguiente por la mañana para empezar a trabajar.

 

 

Cuando Taiga entro a su hogar lo primero que vio fue a Nigou con su misma carita melancólica que no cambiaba desde hacía un año, echado en el tapete del gekkan.

El cachorro simplemente todavía no asimilaba que Tatsuya nunca regresaría, antes de la muerte de este, el can tenía la costumbre de tirarse ahí mismo, en cuanto su anterior dueño entraba le seguía por todo el departamento y cuando tenía hambre cogía su charola con los dientes y pedía con carita lastimera su alimento.

Ahora siempre estaba ahí… incluso comía, dormía y muchas veces se orinaba.

Aquel día no fue la excepción.

-hola amigo… - como el perro ni se levantó taiga se inclinó para acariciarle la cabeza. Nigou era el único perro en el mundo que tenía ese privilegio. A Taiga le daban pánico los perros pero gracias a Tatsuya al adoptar a nigou ese miedo  se había ido un poco.

El perro pareció percibir un olor delicioso en el puesto que levanto un poco la cara para olfatearle y movió la cola otro poco.

-¿adivina que?- comento con entusiasmo, el vivir solo con el can había hecho que esas platicas se volvieran parte de su día a día.

-hoy conocí a alguien monísimo que se parece a ti… no es que tenga cara de perro o algo así… pero… es pequeño, bonito… y sus ojos son idénticos.-

El perro le ponía atención especial, permanecía sentado,  y taiga le dio una charola llena de croquetas.

Mientras el perro comía Taiga subió a su habitación y comenzó a cambiarse. Su corazón latía desenfrenadamente y sintió sus mejillas arder.

¿Era malo que sintiera esto por una persona cuando apenas tenía poco más de un año de viudo?

Miro una de las tantas fotos de su Tatsuya. ¿Se enojaría si se volvía a enamorar?

Se puso de pie, fue al baño y tomo los pocos objetos personales que tenia de su querido esposo, su cepillo dental, sus cremas, sus lociones.

 

Las deposito en una bolsa y lo puso en su closet, no tenía el valor para tirarlas a la basura, además no podía hacerlo solo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tetsuya se miró al espejo con carita de sueño, sus pelos parados como si fuera un nido de pájaros le daba una apariencia más rebelde que cualquier otro gesto que pudiera hacer.

Se cepilló los dientes, se lavó la cara y se peinó. Aun pensaba en el sueño que había tendió durante la noche…. Había sido exactamente igual que lo que había visto al darle la mano a su nuevo trabajador… el jardín, la casa, el niño… el mismo embarazado…

Un sonrojo prendió su pálida piel, tenía que despabilar. Se quitó el pijama, tratando de ignorar la fea cicatriz que tenía en su pecho. Aunque era la marca irrefutable de que era un sobreviviente más a una enfermedad terminal le avergonzaba un poco, tenía unos bordes irregulares y sobresalía de manera extraña en todo su pecho.

Se puso una playera de cuello alto, termino de vestirse y salió a tomar el desayuno.

Si no fuera porque Tetsu no era muy expresivo, pero sí muy tolerante hubiera golpeado a su mami/ amigo… cuando llegaron juntos al jardín de niños la carita de gato con ratón en pata del rubio le decía fuerte y claro “el sexi pelirrojo se muere de nervios”.

Y era cierto, sus dos nuevos trabajadores les estaban dando indicaciones a sus subordinados, el pelirrojo se veía un poco tenso y de tanto en tanto les miraba de reojo.

-voy a ir a la oficina, si necesitan algo avísame…-

El ojiazul estuvo a punto de irse a terminar un poco de papeleo que tenía pendiente pero fue detenido de la gamarra, como los perros.

-shu shu shu… hoy es jueves… y hoy es mi día de descanso y el de Daichan, pensábamos ir rápido a hacer unas compras, así que te encargo cariño mío que a medio día invites a nuestros trabajadores algo de beber y unos bocadillos, ya está todo preparado en tu cocina.-

A Tetsuya le entraron ganas de patear a Kise en las espinillas. Si era bien cierto que era el día de descanso de sus amigos, normalmente se la pasaban merodeando cerca de el como si de un momento a otro se fuera a desplomar, esa en sí, sería la primera vez que la pareja saldría como lo que eran.

-ok… tengan buen viaje…-

 

 

Pese a que lo había tratado de tomar con calma cuando era medio día y se vio a si mismo frente a la charola de bocadillos y bebidas Tetsuya sintió un terror y ansiedad parecida a cuando estas por lanzarte del paracaídas. Respiro profundamente y salió de su departamento, mismo que estaba en la parte posterior de la pequeña escuela y fue al salón que estaba en remodelación.

Había 5 hombres en total, Taiga miraba unos planos, Atsushi daba algunas indicaciones y los otros 3 realizaban lo ordenado. El primero en darse cuenta que había entrado fue Atsushi, que tan pronto lo visualizo corrió hacia él, Tetsuya pensó que era un gigante a punto de atacarlo y estuvo muy tentado a lanzar la charola para huir de ahí corriendo.

 

El altote se paró frente a él con ojitos brillosos y un hilo de baba en la comisura de los labios.

-¿son dulces? ¿Nos trajo dulces? También me gusta el jugo de manzana… ¿puedo tomar? ¿Verdad que puedo?-

Tetsuya no sabía si reír o sorprenderse más… ¿acaso había un niño pequeño en los más de dos metros de altura de ese hombretón?

-lo siento… son emparedados de jamón y un poco de limonada… - la cara de fuchi del peli violeta ocasiono que se estrujara su corazón…

-pero tengo un poco de dulces en mi cocina… creo que también un poco de zumo de naranja…-

Puso la charola en la mesa y se dispuso a salir.

-no es necesario…- la fuerte voz provoco un escalofrío en todo su cuerpo. Taiga los había visto y se estaba acercando a ellos… la idea de echar a correr estaba merodeando nuevamente la mente del pequeño ojiazul.

 

-Atsushi… no molestes a nuestro empleador… sabes que en el maletero del carro tenemos dulces y jugos… -

El alto pelimorado se escondió como si fuera niño pequeño atrás de Tetsuya, la escena era por demás bizarra… era como esconder un elefante tras un pequeño perchero.

-pero… él me dijo que tenía en su departamento… Kagamichin… tomemos un descanso y comamos con Kurochin… ¿no lo ibas a invitar al parque?... esta es una estupenda oportunidad para que lo hagas y…- el pelirrojo estiro su mano para taparle la boca a su amigote… sus orejas sonrojadas y sus ojos llenos de vergonzosa sorpresa enternecieron a Tetsuya.

 

-¡baka! ¡No digas cosas inescerias! … -

El peli violeta hizo un puchero que le hizo ver como un niño gigante, tomo el brazo del ojiazul y le halo hacia la salida.

-Bakagami siempre siempre me regaña… cuando estábamos con Murochin hacías lo mismo… el que le dice Baka a los demás… es más BAKA… -

Tetsuya tuvo que prácticamente correr mientras Murasakibara le jalaba y Kagami les perseguía. Al llegar al patio el altote finalmente se dio cuenta que no sabía qué camino seguir tomando y aflojo su presa con carita de niño regañado.

-Kurochin… ¿Dónde vives?-

El ojiazul sonrió totalmente enternecido ¿acaso estaba soñando? ¿Era realmente posible que dos hombretones de más de 1.80 se comportaran de esa manera? ¿Se podía encariñar tan rápidamente con dos personas que apenas y había conocido?

Sonrió como niño. Tenía mucho tiempo que no lo hacía.

Los dos muchachotes se enamoraron de su bonita sonrisa.

-por aquí… mi casa esta atrás de la escuela… tomaremos ahí los  bocadillos y jugo…-

Atsushi le siguió como pequeño cachorro, pegadito a él.

Taiga se debatió en si ir o no…

-¿no vienes?- le cuestiono Tetsuya con un ligero rubor en sus mejillas.

Le evitaba la mirada pero había una cierta ansia que desprendía su cuerpo que hizo que a Taiga le entrara valor para aceptar.

-muchas gracias.

 

Una vez que ambos hombretones habían casi literalmente acabado con la comida que mamá Kise había preparado para más tarde los tres se sentaron en su sala y comenzaron a tomar Taiga un poco de soda, Atsushi jugo de manzana y Tetsuya té verde.

-me dijeron mis subordinados que en un mes a lo mucho estaría el trabajo finalizado… -

Tetsuya asintió contento. Eso quería decir que la escuela abriría para el nuevo ciclo escolar sin problema alguno.

-¿no eres muy joven para ser director de una escuela?-

Tetsuya se sonrojo un poco, dio un sorbo de su bebida y miro directamente a su interlocutor.

-mi abuela era la antigua directora del colegio, tras la universidad tuvimos que cerrar un tiempo puesto que mi abuela falleció y tuve ciertos problemas personales. He estudiado todo lo necesario para administrar el lugar… no soy tan joven.

Ambos amigos se vieron con cierta confusión en la mirada… ¿en serio?

-Kurochin se ve chiquito chiquito… ¿Cuántos años tienes?-

El ojiazul se sonrojo un poco.

-28… acabo de cumplirlos…-

-¿¡que!?- exclamaron al unísono.

Aquello definitivamente tenía que ser una broma. ¡Incluso era mayor que ellos!

-pues… te ves muy… joven… pensé que tenías unos 23…- confeso Taiga abochornado por saber que la persona que le gustaba en este momento también era un año mayor que él.

-yo pensé que tenías 20…- pucheo Atsushi como niño pequeño.

Tetsuya solo se limitó a dar otro sorbo de su bebida. Estaba acostumbrado a que por su complexión la gente asumiera que era mucho más joven de lo que realmente era.

-entonces Taiga no te puede invitar a un parque… o a comer dulces… o a un centro de entretenimiento… tienen que ir a lugares de “adultos”- dramatizo con tono un poco molesto.

Al ojirojo le salió humo por las orejas… definitivamente tenía que darle un buen capo en la colleja a ese mal amigo lengua larga… se lanzó contra el con la verdadera intención de darle un buen apretón en ese cuello tan tentador a ser ahorcado.

-eso suena divertido…-

Le interrumpió Tetsuya con ilusión en la voz…  -me gustan mucho las malteadas de vainilla… y bailar en el pump it dance… aun que tiene mucho que no lo hago…-

Los ojos de Murasakibara brillaron de forma siniestra. A veces el comportarse como un niño pequeño con su tamañote servía y solia ganarse el corazón de las personas. Lo mismo había pasado con Murochin… todos amaban esa parte de el… todos excepto EL… la única persona que había visto su verdadera forma de ser y amaba realmente esa parte.

-¿entonces tienen una cita?...- canturreo  Atsushi  mientras su amigo estaba que se hacía pis encima de el… como cachorrito emocionado.

-¿es en serio?- pregunto estúpidamente Taiga como si no se lo pudiera creer.

-¿no?- dudo el ojiazul sintiéndose avergonzado por aceptar una extraña  invitación por medio de un intermediario.

-no… si… digo… no se…-

Tetsuya sonrió enternecido por la poca elocuencia del pelirrojo… de nada le servía el tamaño y la mirada tan salvaje que tenía como de un tigre si apenas y era un cachorrillo.

-voy a hacer pissssss- canturreo el ojivioleta. Ya les había dado un gran empujón a esos dos… ahora todo dependía de ellos.

Una vez solos Taiga supo que tenía que hacer las cosas si o sí.

-¿te… te gustaría salir en una cita con…? –

Tetsuya se puso de pie, tomo los vasos que habían estado usando antes y los puso en una charola, se dispuso a ir a la cocina, le temblaban las piernas y definitivamente su corazón estaba a punto de reventar de tanta emoción.

-mañana… a las 6… -

Le susurro con la cabeza gacha, evitando totalmente esa mirada de fuego.

-si le surge algún compromiso y no puede simplemente puede avisarme… Atsushi-kun ya tiene mi número telefónico…-

-vendré… - prometió Taiga con emoción contenida en la voz.

-mañana pasare por ti… a las 6… iremos por tu malteada de vainilla y a un lugar que te encantara…-

Con aquella promesa Taiga se puso de pie, tomo su saco que había sido dejado en el perchero, cerca del sillón y salió del lugar sonriéndole con emoción. Extrañamente su amigo salía “del baño” en ese momento y le seguía con una sonrisa bailándole en los labios…

-Bye bye Kurochin…-

-adios Atsushi –Kun-

Notas finales:

y bien?? que les parecio?? que opinan!!?? ayudenme a mejorar, escribo por mera diversion pero sus rw alientan el animo para ser mejor cada vez mas

gracias por leer! besitos

ya conteste sus rw

mil gracias!!!


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