El gemido ronco que salió de su garganta y los gritos del joven que le cabalgaba eran clara señal que estaban a punto de llegar al orgasmo, movió su cadera para clavarse con mayor fuerza en la carne caliente que había acogido su hombría y su pareja chillo totalmente descontrolado, clavándole las uñas en el abdomen y tratando de aguantarle el ritmo.
-ya… ya no puedo más… me voy a…- jadeo, grito, se arqueo hacia atrás y eyaculo fuertemente en el abdomen del altote antes de dejarse caer como muñeca de trapo encima suyo.
-insisto en que no me gusta usar condón… - se quejó Atsushi mientras su miembro ahora flácido salía del estrecho canal que aún le mantenía preso, se quitaba el preservativo y lo tiraba en el contenedor de basura.
Su amante giro para caer con pesadez en la cama y simplemente se acomodó con pereza ahí, totalmente desnudo, destapado, con el cuerpo perlado y una mata de cabello rojo pegada al cráneo por el sudor.
-y yo ya te dije que no me pienso embarazar de alguien que no quiere un compromiso serio.
Atsushi pucheo, miro al pequeño doncel que le daba la espalda, su blanca y perlada piel, su culo desnudo, el cabello revuelto… era una lástima que Akashi le estuviera dando la espalda, le gustaba mucho el color heterocromatico de sus ojos.
-y yo no entiendo para que quieres que formalicemos nuestra relación si así estamos bien… -
El pelirrojo bufo sarcástico, se sentó en la cama con mucho cuidado de no recargarse en el trasero con tanta fuerza y miro al altote verdaderamente molesto.
-si realmente estuviéramos en una “relación libre” no te hubieras puesto celoso del mensajero de la oficina… Furihata y yo solo estábamos platicando y prácticamente te volviste loco… -
Atsushi se hizo el de oídos sordos, tomo el cobertor y se cubrió todo el cuerpo.
-¿te vas a quedar?-
Cuestiono el pelirrojo mientras se acomodaba nuevamente en su cama, boca abajo y dándole la espalda a su acompañante.
-si…-
Se limitó a contestar el pelimorado un poco irritado… aquello había sido un simple arrebato, ¿Quién no se enojaría de ver a su sexfriend conversando tan sensualmente (como solo Akachin lo hacía) con alguien que obviamente te estaba aventando el calzón?
-puedes hacerlo… - comento el ojirojo con cierta frustración en la voz… -sin condón… podemos hacerlo… estoy usando un anticonceptivo.-
Atsushi tardo un par de segundos en descubrirse el rostro, lo único que podía ver era el cuerpo de su amante totalmente sometido a él, esperando que fuera el quien diera el primer paso.
Se descubrió en su totalidad y se inclinó hacia enfrente para comenzar a besar el cuello, la nuca, toda la columna y finalmente sumergir su lengua en la pequeña intimidad que minutos antes le había acogido.
Akashi apretó la colcha con todas sus fuerzas. ¿A que estaban jugando? ¿Acaso en serio disfrutaba estar en una relación así?
Había conocido a Atsushi hacía pocos meses, casi un año, cuando el altote había tenido un accidente automovilístico en el que él iba de copiloto, el chofer del otro carro había sufrido también graves lesiones y había demandado al conductor del vehículo donde iba Murasakibara, pero este desafortunadamente había muerto. Así que se había dado a la tarea de deslindar de responsabilidades al altote y a Taiga Kagami…
Por supuesto había ganado el caso. Siempre lo hacía.
Pero el bien sabía que había mentido en el litigio, Atsushi ocultaba aun hoy un dato importante que sabía perfectamente era la razón que había ocasionado el accidente.
Tras terminar el juicio y ver que el ojivioleta hacia cosas por el mero hecho de satisfacerse había dado el primer paso, iniciaron una relación libre, ninguno se enamoraría del otro, ninguno preguntaría nada del pasado del otro, ninguno se interpondría en los proyectos o el futuro del otro.
Akashi era probablemente el único ser en la tierra que conocía la verdadera personalidad de Murasakibara… detrás de ese pueril e inocente carácter se escondía su verdadero yo… uno que definitivamente le había enamorado… ambos eran tan similares, daban una cara a la sociedad y una vez en la intimidad de su departamento se mostraban tal cual eran.
Había sido tan tonto… al inicio había sido fácil, solo eran encuentros carnales en donde el placer lo era todo. Se complementaban tan bien, Atsushi era rudo, fuerte, caliente… él le aguantaba todo lo que le hiciera… y estúpidamente se había enamorado.
Y cuando Atsushi le había celado había comenzado a sentirse incluso ilusionado de poder formalizar una relación.
Pero Murasakibara seguía huyendo de cualquier indicio de romanticismo.
El peli violeta lo tomo con suma facilidad con sus enormes manos de la cadera y le levanto hasta ponerlo en 4 para poder penetrarlo con un poco de ansias…
Siempre eran así, tras humedecerle lo suficiente con su lengua lo penetraba hasta hacerle sentir que le partiría en dos y le robaba todo el aliento.
Jalo tanto aire como pudo y permanecieron quietos un par de segundos, Atsushi le daba siempre un tiempo para permitirle adaptarse a su enorme tamaño.
-Akachin es tan chiquito…- le susurro al inclinarse hacia en frente, acariciando con su aliento el oído del pelirrojo, besando su espalda, su cuello, acariciando sus pezones, su sexo medio despierto.
-me aprietas muy rico… me gusta hacerte gemir… me gusta cuando tu solito te mueves… Akachin es tan hermoso y pequeño-
Sei se sintió estúpido por sentir mariposas en el estómago por esas sencillas palabra… jadeo y gimió cuando unos suaves envites comenzaron a taladrarle hasta el alma…
Amaba a este hombre… no lo podía evitar… y sabía que era correspondido… lo sentía, pero había una barrera inquebrantable entre ellos dos.
Tenía que romperla… seria cansado, difícil, pero quería romperla… quería amar con locura a este hombretón que le hacía temblar con un simple roce.
Taiga estaciono su vehículo frente al pequeño jardín de niños y apago el motor, Tetsuya miro como bajaba del auto, lo rodeaba y le abría la puerta en un gesto caballeroso.
-hemos llegado a su castillo mi bello joven…-
Tetsuya cogió la mano que le brindaban y salió del automóvil un poco triste porque la cita había llegado casi a su final.
-muchas gracias… me gustó mucho… tenía bastante tiempo que no me divertía tanto…-
Los ojos de Tetsuya brillaban con total emoción, Taiga lo llevo hasta la puerta de su hogar y se inclinó para darle un último beso de buenas noches.
Suave, tierno, ansioso, definitivamente Tetsuya se podía acostumbrar a eso.
-el lunes nos vemos…- se despidió el ojirojo puesto que el día siguiente era sábado y no irían a trabajar-
Tetsuya asintió y abrió la puerta de su hogar esperando a que el otro subiera a su auto y se marchara. Taiga no lo hizo, permaneció recargado en el cofre esperando que Tetsuya se fuera y cerrara la puerta.
-adiós…- se despidió Tetsu pero continuo sin cerrar.
-adiós…- le respondió Taiga pero seguía ahí, sentado, como si no quisiera irse del lugar.
-¿no entras?..- le indico Taiga como diciéndole “si no entras no me voy”
-¿tú no te marchas?- le sonrió Tetsuya con la misma intención. “si no te vas no entro”
Los dos permanecieron ahí de pie, observándose detenidamente, sonriendo nerviosamente.
Taiga camino hacia el ojiazul, se inclinó y volvió a besarlo.
-no voy a aguantar no verte hasta el lunes en el trabajo… ¿te puedo ver mañana?-
Tetsuya paladeo el sabor de los labios del pelirrojo y sonrió avergonzado.
-¿a las 5?... –
-paso por ti a las 5… buenas noches…-
Le dio un leve empujoncito al interior del colegio y cerró la puerta.
-ya te extraño…- susurro Taiga y supo que Tetsuya le había escuchado cuando escucho un suave “yo también” atravesó del metal que los separaba.
Finalmente Tetsuya escucho los pasos alejándose, la puerta del auto abriéndose y el auto arrancar…
¿Acaso estaba soñando?
¿Podía sentir algo tan fuerte por alguien a quien había conocido hacia tan solo dos días?
Un calor envolvió sus hombros.
Al girar Ryota estaba envuelto en una bata de baño y le había colocado una frazada encima para cubrirle.
-hola cariño… está haciendo frio… vamos a entrar…-
¿Frio? ¿En serio? Tetsuya sentía que sus mejillas ardían… y no solo sus mejillas…
-¿tan bien te fue?- le comento comprensivo el rubio con una sonrisa cómplice al menor.
Tetsuya asintió y se dejó guiar hasta su habitación, de no ser así estaba seguro que hubiera chocado con un buen de paredes y probablemente se hubiera dormido en la mesa de la cocina y tapado con el mantel. Se sentía como en las nubes.
-es perfecto… -
-mmm… que tú digas eso es realmente serio.-
-es que… es verdad… ¿sabes que las personas actúan de otra manera para dar una buena impresión en sus primeras citas?... hacen cosas como… comer poco, sonreír mucho, coquetear, decir frases cliché de novelas románticas, dicen ser vegetarianos, religiosos y vírgenes…-
Ryota rio por el extraño comentario de su amigo. Si, aquello solia pasar en muchas citas en donde las personas eran “príncipe” y “princesa”, se colocaban una máscara para esconder su verdadero “sapo”…
-¿te dijo que era virgen?- cuestiono curioso y divertido mientras le ayudaba a cambiarse y le daba un vaso con agua y su medicina.
-todo lo contrario… se abrió a mí en su totalidad… me conto todo… y no me mintió… no sé cómo asegurarlo pero sé que no me mintió…-
El rubio sonrió satisfecho. Si Taiga era el tipo de hombre que creía que era (tenía cierta similitud a Aomine) estaba garantizada la felicidad de su amigo.
-se comió una pizza familiar y 5 hamburguesas el solo… - comento Tetsuya con carita de felicidad.
Ryota creía que su amigo estaba teniendo una alucinación…
-y me compro una malteada extra grande de vainilla y al no poder acabármela el tomo la mitad… cuando caminábamos por el parque paso un perro chihuahua junto a nosotros y chillo como niña… también saco un balón de básquet… juega como el demonio, suele decir muchas groserías en ingles… y se sonroja con facilidad.-
Ok… definitivamente la burbuja de felicidad de su amigo no iba a romperse tan fácilmente, Ryota opto por poner un poco de dosis extra del somnífero. Le dio el último medicamento del día y lo acostó y lo arropo con ternura.
-me divertí mucho… y mañana…- bostezo con fuerza y sonrió con ternura… -mañana vamos a vernos otra vez.