El desayuno transcurría con tranquilidad, ninguna articulaba palabra alguna, se escuchaba a lo lejos el canto de un par de pájaros, el pequeño televisor que se encontraba sobre la nevera estaba encendió pero no tenía volumen ya que era costumbre de la chica dejarlo así hasta que aparecía el hombre que anunciaba el pronóstico del clima para la tarde.
Todo pasaba aparente normalidad ya que ella estaba acostumbrada a que sus desayunos fueran silenciosos y mientras bebía leche en una taza su vista, como era de costumbre, prestó atención al pequeño aparato para su leve sorpresa apareció la noticia que había esperado desde la madrugada de ese día, esperaba que se diera en la noche pero al parecer nada se les escapa a los medios hoy en día, se puso de pie y dio volumen al televisor
" y en últimas noticias un cadáver fue encontrado a las 7 am en uno de los callejones del Puerto Rían en la ciudad de Helestra, el cuerpo fue mutilado y luego incinerado algunos de los órganos regados en la escena han ayudado a reconocer a la víctima quien fue reconocido como Erick Monterrosa de 42 años de edad, un prófugo perseguido por los crímenes de violación a 12 chicas entre las edades de 14 y 19 años de edad, al no haber suficiente y evidencia del asesino las autoridades dudan de una pronta captura al asesino que......"
Al apagar el televisor volvió a su asiento y observó su plato en silencio, tenía tantas dudas pero no encontraba la forma de hacer las preguntas.
"Solo pregunta" - dijo la más pelirroja que hasta entonces no había hecho más que beber su café.
"¿que....?"
" sé que tienes muchas preguntas sólo hazlas"
"N...no sé cómo"
"No me temas"
"No te temo"
"Entonces, hazlas"
"¿Cómo te llamas?"- su vista seguía fija en el plato.
"Leira"
"¿De dónde vienes?"
"De las afueras de la ciudad, cerca del lago Emerald"
"¿Es bonito ese lugar?"
"Si, lo es"
"¿Cómo es?"
" Hay muchos árboles, aire fresco que alivia a tus pulmones de cualquier contaminación, sonidos de muchas clases de aves que relajan a tu ser, olor a rosas cuando te adentras en el bosque...un olor único.....un paisaje hermoso que en las tardes mezcla tonos anaranjados con rosados al llegar el ocaso y al amanecer otros tonos hermoso se mezclan, un lago que te llena de frescura, y paz mucha paz"
"Suena hermoso, ¿porque dejar un lugar así por la ciudad?"
"Él se encontraba aquí"
"¿Porque matarlo?"
"Placer, venganza, pero sobre todo por locura"
"¿Cuál de esas tres razones te hizo darle una muerte tan cruel?"
"Sin las tres razones no lo habría hecho"
"¿Me matarás a mi en algún momento?"
"No podría hacerte daño"
"¿Porque?" - levanto la vista.
Así como Angeline había detallado los ojos de Leira en busca de algo así mismo la más alta detallo sus ojos antes de responder.
“No lo sé con exactitud aún"
No hubo más preguntas, el desayuno terminó, los trastos fueron lavados, se escuchó el agua que empezó a correr por la regadera ayudando a desaparecer la sangre que había quedado en el cuerpo de Leira.
Pasó un largo rato y sólo se escuchaba el agua cayendo, de esto se percató Angeline quien comenzó a preocuparse.
"Leira" - toco la puerta pero no recibió respuesta - "¿Estas bien? - repitió la acción y no hubo diferencia. Decidió girar la manija y asomarse para cerciorarse que todo estuviera bien.
Y ahí estaba ella, el agua recorría desde su cuello y bajada por toda su espina dorsal hasta llegar a sus piernas, su cuerpo proporcionado con unos hermosos pechos un abdomen plano pero con cintura definida, piernas bien torneadas y una piel blanca que para cualquiera resultaba apetecible sólo con verla.
Sí... Ese cuerpo que temblaba no a causa de frío sino por haber visto la herida de su pecho, esa herida que fue descubierta por ella al momento de tomar el baño y retirar la gasa, su dedo contorneada alrededor de esta y sus ojos no dejaban de ver al vacío recordando la noche anterior.
Angeline bajo la mirada con nerviosismo y sus mejillas se tiñeron por el sonrojo, sus ojos nunca había presenciado la desnudez de otra mujer, no sabía qué hacer, más bien no podía hacer nada, se había paralizado.
Al sentir que no estaba sola Leira reaccionó y vio a la chica que estaba sin moverse cerca de la puerta.
"¿sí?" - dijo de forma tranquila y seca.
"Yo...yo solo..." –no podía completar la oración ya que su voz temblaba demasiado.
"Ven" - extendió la mano invitando a la chica ha acercarse.
Dudó un poco pero luego de unos segundos hizo caso, con paso lento se acercó y tomó la mano de Leira, el agua aún estaba cayendo pero esto no detuvo a la más alta ha acercar a Angeline hasta tenerla a centímetros frente a ella.
"Lo siento...yo solo quería saber si....tu...." - los nervios la seguían traicionando.
"Sshhh" - puso un dedo en los labios de ella para evitar que siguiera hablando.
Las dos se miraban a los ojos y la mano de Leira comenzó a acariciar la mejilla de Angeline la cual hipnotizada y sonrojada no hacían movimiento alguno. Transcurrieron algunos minutos y por la mente de Leira sólo pasaba una cosa, apreciar tal belleza de tal ser inocente, tal chicas sin rastro de maldad, ojos que tranquilizan, piel blanca, nariz linda, labios deseables y rosados, no sabía el porqué de su acción pero ahí estaba sin hacer más que mirarla, tal vez era la paz que está le proporcionaba esa paz que le impidió momentos atrás asesinarla o el hecho de que aún no entendía porque esa chica le había ayudado, no sabía sólo lo hacía.
"No te vayas aun" - dijo en voz suave la de menor estatura - "tienes que sanar de tantas maneras aun".
"Estoy bien"
"No, no lo estás" - su mirada de seguridad dejó sin más que decir a Leira- " déjame cuidarte y después puedes irte si quieres"
Ya no hubo más "peros", la pelirroja solo asintió aunque seguía sin entender la insistencia de la otra chica.