Jongdae no conoce el rostro de Junmyeon, jamás le ha visto. A decir verdad, él jamás ha visto algo.
Sin embargo, Jongdae piensa que Junmyeon es la persona más hermosa que él ha conocido.
Él supo que Junmyeon era hermoso desde el primer momento en el que se conocieron; cuando un día Jongdae viajaba en el subterráneo de regreso a casa y Junmyeon tomó asiento junto a él, comenzando a hablar -sin parar- del libro que Jongdae sostenía entre sus manos, "No puedo creerlo, ha estado agotado durante meses. Si las cosas siguen así, supongo que tendré que aprender a leer en braille". Bromeó.
Y de no haber sido por aquella broma, Jongdae podría haber creído que el chico no estaba consciente de su ceguera; apareciendo de la nada y sentándose a su lado, iniciando una conversación como si él fuera normal. Como si no fuera ciego. Jongdae solía ser tímido y reservado pero, escuchando a su entusiasta compañero, no pudo reprimir las ganas de seguirle la conversación.
“Uh, si quieres yo... Podría leer para tí.” Jongdae no podía verle pero él sabía que Junmyeon estaba sonriendo. Simplemente lo sabía, lo podía sentir.
A Junmyeon ni siquiera le interesa el que Jongdae sea ciego. Él siempre dice que "nada de eso interesa mientras nos amemos el uno al otro'" y, "¿Qué a la gente no les gusta decir que el amor es ciego?"
Junmyeon utilizó las mismas frases -cursis- cuando se le confesó a Jongdae en un día de invierno. Susurró en su oído promesas de amor y le estrujó entre sus brazos hasta que ambos quedaron sin aliento.
Jongdae solía temer que Junmyeon le dejará. Que se cansara de él y lo callado y calmado que solía ser. Pero, ellos han estado juntos por alrededor de un año y cada vez que Junmyeon susurra en su oído "te amo", con la voz ronca por que recién despertaba y la noche anterior habían dormido abrazados, él podía sentir el afecto en su voz. Junmyeon realmente le amaba y esa era la única cosa que Jongdae podía realmente "ver".
Además, él también amaba a Junmyeon, muchísimo, su amable y dulce tono de voz, su piel suave, su cabello sedoso, su risa ruidosa, su ridículo -y en ocasiones exagerado- optimismo, sus bromas tontas y simples; él amaba todo de Junmyeon, hasta lo que al mismo no le agradara, como la manera en la que sus ojos se achicaban cuando sonreía y pequeñas arrugas aparecían a los lados de éstos.
Había escuchado a algunas personas decir que su novio se veía feo cuando reía, lo cual le entristecía porque, ¿Cómo era posible que ellos no pudieron ver lo hermoso que Junmyeon era mientras él, siendo ciego, sí podía?
“Acércate un poco, quiero sentir como luces mientras ríes.” Le pidió.
Era uno de esos domingos en los cuales ambos habían decidido dormir hasta tarde, desayunar sobre la cama y pasar el resto del día “viendo” algún drama aburrido en la televisión –Jongdae solo escuchaba las voces de los actores pero bueno, a su novio realmente le gustaban-.
Junmyeon rió y Jongdae inmediatamente elevó sus manos, tratando de alcanzar el rostro de su novio, él, corrió su rostro.
Esta no era la primera vez que algo así sucedía.
Junmyeon detestaba que Jongdae sintiera su expresión mientras reía.
“Jongdae, mi amor.” Junmyeon le susurró a su novio mientras dejaba un dulce beso sobre su frente y sujetaba sus muñecas de manera suave. “No me veo bien al sonreír. Peor que eso, me veo feo. Lo sabes.”
El ceño de Jongdae se frunció, causando que Junmyeon le besara de nuevo. “No, no lo sé. Eres hermoso.” Le dijo, como si fuera lo más obvio en el mundo. Junmyeon abrió su boca para refutarle pero no tuvo suficiente tiempo cuando Jongdae continuó hablando. “Tienes una sonrisa hermosa, cuando ríes muestras todos tus dientes, lo cual es realmente adorable, tu risa es profunda y linda y tus ojos, tus ojos se vuelven dos pequeñas rayitas sobre tu rostro, además, siempre que escucho tu risa, me haces sentir contento, puedo saber que realmente eres feliz con sólo escuchar tu risa. Quizás no conozca tu rostro al reír pero, conozco tus sentimientos, Junmyeon.”
Jongdae tuvo que suprimir sus ganas de terminar su pequeño monologo con un gruñido infantil, en lugar de eso, dirigió sus ojos hacia donde sabía estaba el rostro de Junmyeon. Su corazón se oprimía de tristeza al saber que Junmyeon no era capaz de ver lo que él sí podía aunque, también se sentía molesto, ¿Cómo era posible que unos comentarios estúpidos lastimaran a su precioso novio?
Comentarios estúpidos de personas cuyos ojos no eran capaces de reconocer la perfección, aún teniéndola frente a sus ojos.
Un sentimiento extraño comenzó a retumbar en su caja torácica; nervios. Junmyeon había estado callado durante mucho tiempo, Jongdae solo podía escuchar el sonido de su respiración, como si estuviera dormido pero, él sabía que Junmyeon no lo estaba.
Fue una completa sorpresa el sentir los cálidos brazos de su novio envolviéndole en un apretado abrazo, repitiendo una y otra vez “te amo” en su oído.
Él sabía cómo Junmyeon era constantemente el centro de las burlas por parte de sus amigos, que si era muy bajo, o sus músculos no estaban lo suficientemente marcados, a veces era su forma de vestir, otras simplemente su forma de hablar; Jongdae sabía que no eran comentarios malintencionados, al fin y al cabo, todos eran amigos, eran esa clase de círculo en el que Kris y Chanyeol solían molestar a Junmyeon con su estatura casi todos los días, Tao hablaba de lo debilucho que era y lo poco que podría proteger a Jongdae en caso de “ser necesario”, Baekhyun le molestaba con su falta de estilo y Kyungsoo con su forma torpe e informal de hablar. A pesar de ello, siempre que Junmyeon les ha necesitado, ellos han estado para él, sin reclamos, sin quejas, sin importar si eran las 3 de la tarde o las 3 de la madrugada. Sin embargo, todas aquellas bromas y comentarios se habían quedado guardados en lo más profundo del corazón de su novio.
Y, aunque Junmyeon lo negará hasta la muerta por qué vamos, él es “un hombre rudo y maduro”, Jongdae sabía que su corazón era sumamente frágil, lleno de miedos e inseguridades, y él sólo quería que Junmyeon pudiera verse a sí mismo de la misma manera en la que él lo veía y que pudiera amarse tanto como él le amaba.
Junmyeon sostuvo las manos de Jongdae y las guió hasta su rostro, dejándolas descansar sobre sus mejillas, Jongdae pudo sentir como éstas estaban sumamente calientes y tan suaves.
Junmyeon rió, soltó una leve carcajada y después mantuvo la sonrisa.
Jongdae sintió cosquillas en todo su cuerpo. Junmyeon le estaba dejando sentirle. Dejó que sus manos viajaran nerviosas por todo el rostro de su novio, se sentía casi, casi como la primera vez que le había tocado. Podía sentir las arruguitas a los lados de sus ojos deslizarse debajo de sus dedos, sus comisuras elevadas, el pulso acelerado viajar por sus venas y el sudor corriendo por su frente.
Jongdae le besó, de manera lenta y cuidadosa. “No estés tan nervioso, tonto.”
“Temo que te des cuenta de lo feo que realmente soy y quieras alejarme de tu lado.”
Jongdae sonrió de manera dulce mientras negaba suavemente con su cabeza. “Eres hermoso, y si es que sigues sin creerme tendré que llenar toda la casa con espejos, no es posible que yo pueda verlo y tú no.”
“No creo que sea necesario.”
Ésta vez fue Junmyeon quien le besó, Jongdae sonrió a mitad del beso; Junmyeon estaba comenzando a ver de verdad.