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Sabor a mí. por Green Bubble

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Notas del fanfic:

Disclaimer: Los personajes públicos se pertenecen a sí mismos. La trama e historia es de mi absoluta propiedad. Sin fines de lucro, me complazco con el disfrute de los lectores.

 

Banner del oneshot o/

Notas del capitulo:

¡Criaturitas del señor!

 

Antes que nada; si hay una alguna lectora de Two to Nine (TTN) les informo que ya para ésta semana tengo el nuevo capítulo. Sin hacer mucho spam sobre eso(?) les explico en las notas finales.

Sí, bueno, creo que soy de las contadas personas que shippean a Zelo con nuestro Hun(?). Comezando porque Jun Hong es mi ultimate bias, yup. Y hay que agradeces(?) que el mundo del rol te hace juntar couples que no creías posibles como a mí me pasó con el SeZe hace mil, bléh. Sin irme más por la tangente, es lindo poder escribir algo de mis dos maknaes ; ; eso que lo escribí  hace mil (como todo lol) pero por a y b motivos no pude publicarlo.

 

Equis. Me inspiré en el music bank como pueden notar. Si quieren poner música de fondo Punchi punchi(?). En lo personal a mí me gustó mucho escribirlo así que espero que le deís una oportunidad<3.

***

 

Ahí estaban, lo que nadie se creía, ¿qué era eso? Bueno, el gran y espectacular Music Bank en América Latina. Muchos podrían creer que era un sueño de las fans de México, o un delirio, cosa que no sería novedad en ellas después de todo tenían una amplia imaginación muy subjetiva. Cuando los idols habían ido llegando, pisando — ¡al fin! — tierras mexicanas  pocos se lo creían pero ahí estaban. Pero vamos a prestarles atención a dos grupos en especial; B.A.P y EXO.

 

El cambio de horarios de Corea del Sur a México era un cambio drástico, sí, pero no era nada a lo que no estuvieran acostumbrados porque al final su trabajo consistía en ello; hacer conciertos y transmitir su música por todo rincón que se pudiera. Eran felices, en especial un conejo que estaba haciéndole, ligeramente, la vida imposible a Himchan para que lo dejara comer todo lo que quisiera.

—Te digo que no, Jun Hong-ah —chistó el mayor de ambos mientras le pegaba en la mano al maknae de su grupo, que estaba más ocupado en robar uno que otro pedazo de carne cuando éste no se daba cuenta—. Luego te va a dar indigestión, tu estómago no está acostumbrado a la sazón de aquí —siguió regañando, dándole una mala mirada al notar como masticaba lo que le había dicho que no.

El menor de ambos estaba echado, prácticamente, sobre el asiento en medio del comedor. Ni bien habían dejado sus maletas había cazado a Himchan para que lo acompañará a comer, sin embargo, a pesar de estar fijo en su comida sabía que esa persona lo estaba mirando. Se removió incómodo por unos segundos intentando que no se le notará en la cara su gesto de “estoy-siendo-acosado-por-un-lobo”. ¿Cómo había comenzado ello? No había que retroceder mucho en ello. Lo podía recordar bien, ese día había sido sorprendido por su Himchan, quién le pidió que lo acompañará, para ver al líder de sus ‘enemigos’; EXO; SuHo. Zelo se había asegurado de llevar el celular cargado con música, no es que no le gustara ir sino que Himchan y SuHo a veces solían hablar hasta porqué no, pero esa vez el líder de los lobos no había ido solo. SuHo había estado acompañado de su propio maknae.

 

»La primera vez que Zelo había visto a SeHun fue cuando recién habían debutado, casi al mismo tiempo, su empresa se aseguraba de siempre dar una buena competencia a la SM. Eran los rookies maknaes del dos mil doce más importantes. Y no sólo era el conejo menor que sentía curiosidad por el otro, en una de esas habían tenido un intercambio de palabras, juegos, salidas como cualquier chico, además, ¿por qué no? Estaban en el mismo colegio, ser amigos no venía de malas. Sin embargo seguían siendo chicos curiosos de dieciocho y dieciséis respectivamente cuando se pusieron leer un par de fanfictions: «morbo de sus fans», así era como lo habían clasificado hasta que en una de esas se habían topado con un escrito sobre ellos dos no como amigos… sino como pareja.

 

»JunHong aún se sonrojaba cuando recordaba ese pequeño asunto mientras que SeHun solía tomárselo más a la ligera; bromeando sobre eso hasta coqueteándole en juegos. La confianza no era algo que faltara entre ellos, al ser ambos bastantes reservados pero juguetones habían logrado acoplarse sin mucho esfuerzo ni prisas, de repente Zelo se encontraba devolviéndole las jugarretas a veces siendo una que otra más atrevido, pero siempre respetando las líneas pues él era heterosexual o eso creyó:

 

—Tú serías la ‘niña de la relación’ —Había dicho el más pequeño de los lobos.

 

—Pruébalo —dijo Zelo, sin mirarlo, pues tenía miedo que realmente el otro chico hiciera algo al respecto.

 

Y lo hizo.

 

»Así fue como el primer beso del conejo fue robado por un lobo. Debido a sus propias agendas se habían mantenido lejos, además de que ciertamente ambos tenían la cabeza confundida pero eso no evito que JunHong fuera, por iniciativa propia, a los camerinos de EXO-K, donde un SeHun que parecía haber visto un fantasma lo recibía, y también recibió gustosamente los dulces y tímidos labios del conejo; probó y saboreó con parsimonia, conociéndose en un nuevo campo inexplorado por ambos. Eso no los detuvo, estaban entusiasmados en probar cosas nuevas y que fuera un tabú lo hacía mucho más interesante, más emocionante hasta rozar lo excitante. 

 

»Encuentro fortuitos en cada evento que se topaban hasta que fueron vistos por un manager, para ser más exactos, el manager de Jun Hong, quién le prohibió volver a toparse o acercarse a SeHun. Y todos los miedos de Zelo se agolparon de una sola contra él; cortó comunicación con SeHun, casi siendo obligado, qué importaba, él no era homosexual, él no podía estar gustando de un hombre, él no podía saber que había gustado de SeHun; no de sus labios, no de las nuevas experiencias que éste le ofrecía, si no fijándose en él, en su forma de ser, de su personalidad, simplemente eso no podía ser.

 

Todo eso había pasado hace seis meses, donde ellos por ambas giras de sus propios grupos (ni por iniciativa propia) se habían vuelto a hablar. Y se podría decir que con ayuda de ambos se habían vuelto chicos más habladores y cogido confianza, pero como desventaja tenían que lidiar con esa duda que se habían acarreado en juegos sin intenciones alargadas, sin embargo tenían a Jun Hong mucho más vigilado, para aclarar dudas; SeHun había oído que el conejo estaba saliendo con una de las rookies de su empresa. Y eso no podía ser, no mientras él no se aclarará, el sólo pensar que su conejo pudiera ser tocado por alguien que no fuera él le hervía la sangre.

 

Y es por eso que en esos momentos se encontraba escudriñando con la mirada al pequeño conejo. Lo había visto bajando con uno de su grupo —Himchan— y con la vaga excusa de también querer buscarse un aperitivo, aunque ChanYeol estaba al tanto de las intenciones de SeHun, ahora ambos lobos se encontraban cerca de los conejos.

 

No iba a mentir, a JunHong le iba al cien por ciento ese castaño en el cabello, de hecho cuando lo había visto así su… —lo que sea que sintiera por el conejo azul—  había crecido mucho más en él; inflándose dentro de su pecho hasta el punto de ahogarlo. Y, sí, quizá SeHun había bajado con cierto tinte de hambre… en esos momentos tenía hambre pero no de comida, o bueno, no de cualquier comida, quería a ese conejo que se encontraba siendo regañado por su mayor, logrando que de paso él riera porque sí, el maknae de B.A.P era adorable y lograba que la pokerface de SeHun no fuera tan 'pokerface'.

 

No espero mucho tiempo cuando el conejo salió de su madriguera —es decir del cuidado de Himchan—, lo siguió con la mirada, y lo vio entrar a la zona donde se ubicaba los jardines del hotel. No estuvo caminando apurado ni calmado, sólo dejándose por el suave viento que corría en la zona. Su reloj le indicaba el tiempo hasta llegar a la zona cero —donde se encontraba su conejo— y también le hacía saber que ya era algo pasado de las nueve de la noche. Pero no le interesaba el tiempo, al fin estaba en un lugar donde sólo pocas personas los conocían, no habían sasaengs ni paparazzis que los estuvieran siguiendo a todas horas; estaban solos en un hotel de México. «Ellos dos», pareció retumbar en el cerebro de SeHun.

 

No sólo el lobo estaba consciente de ello sino también Zelo, él estaba consiente de todo lo que estaba pasando alrededor y de la presencia que lo iba siguiendo pero no le aterraba, por mucho que su naturaleza (que había sido inculcada en él) le ordenará retirarse de esa zona e ir con sus demás compañeros, como —ya— muchas veces decidió quedarse a jugar con el peligro; con Oh Se Hun.

 

Ambos corazones comenzaron a latir en casi la misma sintonía, de manera veloz, chocando estrepitosamente contra sus pechos. Estaban nerviosos pero al mismo tiempo la ansiedad de tenerse cerca los estaba consumiendo. Tensión pura. Su sangre corría con fuerza junto con algo que parecía ser adrenalina. La boca de SeHun pareció secarse como si nunca hubiera probado agua alguna vez. Las piernas de JunHong amenazaban con empezar a temblar cual gelatina. SeHun caminó un par de pasos más y estuvo detrás de, lo que podíamos denominar; su presa. Jun Hong tragó saliva lo más disimuladamente y se volteó para enfrentarlo.

 

Fue una explosión de sentimientos y confusión. No importaba los días que hubieran pasado, las semanas ni muchos menos los meses lejos, todo seguían latiente en ellos. Y sin darse cuenta el tic de ambos ya estaba en ellos; el menor parpadeaba y el mayor se relamió los labios. Zelo podía notar todas las preguntas que SeHun tenía pintadas en sus ojos comenzando por esos rumores de salida que tenía con esa chica.

 

Es sólo un rumor… —murmuró con un tono rozando lo inaudible.

 

Y fue como si un bálsamo cayera en el cuerpo de SeHun. Las ideas de querer asesinar a una inocente chica sin que hubiera debutado no era algo que le hiciera mucha gracia, pero esa idea de creer que ella lo había tocado o besado por donde él lo había hecho; era asquerosamente enfermizo. Él necesitaba saber que nadie más había tocado los labios de Zelo, que seguían siendo sólo suyos. Porque JunHong era suyo. Así que sin muchos rodeos se lanzó hacia su conejo cual lobo hambriento.

 

Era cálido, reconfortante y explosivo; todo lo que albergaba ese suave contacto entre los labios de ambos. Fueron moviéndose con lentitud, sin prisas, tenían toda la noche después de todo, qué importaba, no había tiempo parar pensar en ello. Los manos de SeHun fueron rápidas y se cernieron en la cintura del menor, quién se estremeció en sus brazos —Oh, Buda, sabía cuánto había extrañado ello, le encantaba saber que lograba derretirlo—, lo apegó con delicadeza hacía su cuerpo y mordió el labio inferior de JunHong. El beso comenzó a ser algo más que tranquilo, apasionado hasta se podían escuchar los chasquidos que producían cada vez que sus labios se encontraban. El conejo se aferraba ávidamente a sus hombros, empujándose más y más al lobo. SeHun aún podía notar lo impulsivo y torpe que aún era el maknae de B.A.P, eso no le molestaba en lo absoluto, le causaba muchísima ternura y no es que él fuera un experto pero sí había tenido uno que otro beso con otras personas —igual no era nada relevante para él—, los labios de Zelo superaban a todas.

 

Se aferró de la cintura del menor, tenía miedo a perderlo y también a que el otro tonto se dejará caer, pues podía notar como siempre se dejaba dominar por los nervios, era divertido como en el escenario rapeaba con una seguridad completa y como en sus brazos se volvía tan torpe. Era hermoso. Justo en ese momento nada importaba ni su país ni sus prejuicios, por todo el bubble tea del mundo; a él sólo le importaba seguir besando a ese bonito conejo que de rato en rato soltaba en respingos cuando sus lenguas se encontraban causando estragos en el cuerpo del mayor. SeHun pudo jurar que los labios de JunHong sabían a cherry tomatoes.

 

—JunHong… —llamó con suavidad—. No vuelvas a dejar de hablarme o juro que te mataré, ¿estamos de acuerdo? —Advirtió en una casi amenaza SeHun, sin separarse de la boca ajena, hablando contra boca ajena, intoxicándose del dulce aliento del menor—. No puedes hacer eso, no puedes dejar que la gente crea que sales con esa chica. —Y las últimas palabras fueron pronunciadas como si tuvieran ácido. Los brazos de SeHun se cerraron con más firmeza en el cuerpo del conejo que lo miraba sonrojado y con cierto aire de culpa—. No digas nada, ¿vale? Sé que es tu empresa.

 

Zelo alzó la mirada, conectando sus miradas, y aunque uno de los dos no quisiera aceptarlo, ellos dos tenían miedo de lo que estaban sintiendo. Era extraño, no era lo convencional, no era algo bueno en su país, pero los sentimientos no se controlaban. JunHong había tratado de hacerlo, la reprimenda que había recibido por parte de su superior había sido fuerte, su carrera se podía ir al retrete “si seguía jugando” porque así lo había llamado su manager; un juego de niños que sólo querían probar, no era algo que valía la pena arriesgar. ¡Y no sólo era él! Sino también sus cinco hyungs estaban incluidos en el paquete, no era sólo él, no podía ser tan egoísta, no podía mandar el esfuerzo de sus hyungs por algo así... Sin embargo no tenía la fuerza de voluntad de rechazar a SeHun por muy correcto que fuera.

 

—No fue sólo mi empresa, yo les pedí… bueno, manager hyung dio la idea, de que quizá… Hyung deja de mirarme así —pidió el menor al notar la azorada mirada del otro en él y como éste soltaba una siseante carcajada. Sí, SeHun lo volvía débil—. No sé si está bien, hyung, tú sabes…

 

—¿Qué sé?

 

—Que ésto no está bien…

 

—JunHong-ah… ¿Cómo se siente cuándo te beso?

 

—Hyung, no me puedes preguntar eso.

 

—Lo estoy haciendo ahora. Responde, niño.

 

—Bien…

 

—Entonces, ¿puedo seguir besándote?

 

No dejó que el conejo respondiera ello, él ya sabía por demás esa respuesta, las acciones valen más que palabras. ¿Verdad? Y el conejo no se apartó ni nada, correspondió cada succión y mordisco que el otro le entregaba, deleitándose de las explosiones que conseguían crear en su estómago. No importaba las muchas veces que se besaran, SeHun siempre era sutil pero directo con sus movimientos pero por muy confiado que se quisiera mostrar, JunHong había notado la calidez que su rostro desprendía contra el suyo que también se calentaba conforme el beso iba aumentando.

 

Y no, ellos no habían pasado a segunda fase pero sí había habido muchas insinuaciones de ello entre ellos dos, desde toques hasta fricciones pero ninguna de los dos por muy hormonados que estuvieran siempre se detenían, además de que los lugares donde se encontraban había mucha gente y en el colegio los paraban siguiendo, tampoco era el plan tener su primera vez en la oscuridad de un jardín, ¿o sí?

 

Con cuidado de no asustar al conejo bebé, SeHun fue deslizando sus labios hasta llegar al mentón ajeno dejando un recorrido de suspiros mezclado con besos mariposas, rozando con su nariz la piel del menor, absorbiendo su olor, impregnándose del pequeño —no tan pequeño pues era más alto que él a decir verdad pero detalles—. Por su lado Zelo sólo ladeó el rostro dejándose llevar por las abrasadoras sensaciones, liberando uno que otro suspiro. Tan concentrado estaba en disfrutar como los labios del mayor se abrían y cerraban húmedamente en su piel no se dio cuenta que fue empujado a una sala que solía ser usada para ver películas.

 

SeHun retiró su prenda superior, y JunHong gimió gravemente cuando ésta vez la boca del mayor se ocupó de llenar de succiones que no eran suaves ni delicadas; eran succiones que buscaban marcar cada zona de su cuerpo como lo que era; su propiedad, sólo de él, que ningún otra persona se atreviera a hacer lo mismo que él, dejando claramente su huella en su menor. Por si el pendiente, Zelo se encargó de echar seguro a la puerta, sin abandonar la calidez del cuerpo adverso, es más, pegándose a éste, rozándose con intención, podía percibir los calientes y duros bultos que tenían formados bajo sus pantalones.

 

El maknae de los conejos cerró sus dedos en los cabellos adversos, siseando a cada mordida que obtenía por parte de SeHun. SeHun había encontrado un delicioso gusto a morder sus —casi— inexistentes pectorales, cerrando sus labios con cierta fuerza alrededor de esos rosados y tiernos botones. Se maravillaba con la tersa y nívea piel que tenía Jun Hong, que por lo tanto, podía ser marcada mucho más rápida, no sólo se contentó con firmarlo con sus dientes si no también con sus uñas; pellizcando y dejando suaves rasguños, tampoco es que saliera ileso; Zelo estaba ocupado en pasear sus manos por toda la extensión de sus hombros plantando sus uñas para rasgar su piel, y si los dientes de SeHun se hundían con mucha fuerza recibía un castigo… un delicioso castigo de notar como JunHong se empujaba contra su pelvis, mordiéndose los labios para no dejar salir más ruidos de los necesarios logrando que éstos se hicieran brillantes por el esfuerzo.

 

En pocos movimientos y con cierta agilidad; SeHun fue desprendido de su camiseta, no es como si quejará, un jadeo ahogado por parte de ambos se oyó en toda la pequeña habitación cuando sus desnudas y calientes pieles hicieron directo contacto, podían percibir como una pequeña humedad —más conocida como sudor— se formaba entre ellos dando más posibilidad de moverse contra sí mismos. JunHong no se aguarda mucho y aferrándose de los hombros del mayor se frotaba buscando el alivio para ambos. Sin embargo, SeHun no se distraía de su tarea de dejar muchas marcas en el torso del conejo, teniendo cuidado de no dejar cosas visibles al ojo público, con mucho autocontrol había evitado el cuello pero nadie le dijo nada de la cintura «pero sí, con las caderas», se recordó mentalmente a sí mismo.

 

—Eres mío —gruñó cuando volvió a subir el rostro encontrándose con dos orbes brillantes llenos de excitación y lujuria, todo a causa de él—. Tan mío, Jun Hong —volvió a repetir esperando ser lo más claro y posible para el más pequeño—. Choi Jun Hong eres mío.

 

—Oh Se Hun, ha…haces tanto ruido —farfulló Zelo, atrapando con una de sus manos la nuca del lobo—. Mi primer beso fue tuyo… la primera persona que me tocó de esas maneras —y conforme iba hablando el sonrojo y esas evadidas de mirada sólo lograban satisfacer más al lobo—, con quién estoy haciendo esto por primera vez… eres tú.

 

—Eres lindo, JunHong —bromeó y rozó sus narices con ternura haciendo que JunHong soltara una carcajada algo avergonzado—. Y también muy provocador —completó con voz ronca antes de volver a empujarse sin piedad alguna, como si quisiera enterrarse en el cuerpo del menor —y ganas no le faltaban— simulando embestidas—. Eres mío donde sea, aquí, allá, eres mío —resaltó las últimas letras antes de volver con un potente choque entre las piernas del conejo, que gimió impetuosamente, sin poder contenerse.

 

JunHong buscó torpemente los labios del mayor, quién al darse cuenta también fue en busca de esos suaves labios, aquellos labios que lo recibieron gustosos, sin dejar de moverse el uno contra el otro aumentando en la velocidad y potencia. Sus labios se abrieron y cerraron hambrientamente contra los impropios, recorriendo con sus lenguas las cavidades bucales, llenando de su esencia todas esas zonas. Rozando por completo sus cuerpos, siendo conscientes de cómo sus ropas interiores se iban haciendo más pequeñas hasta que un alto gemido de ambos los liberó. Amortiguándose en un nuevo beso, respirando el mismo aire. Siendo sólo ellos dos, sin importar el lugar donde se encontraban porque fueran a donde fueran sus sentimientos seguirían sin cambiar. Y JunHong seguía siendo de Oh Se Hun y al revés.

Notas finales:

*La rookie de la TS es New Sun de SonAmoo, en ese tiempo aún no habían debutado. Shippen el Zelo x New Sun(??) Es boni boni.

*Trate de averiguar si B.A.P y EXO se habían hospedado en distintos lugares pero no logré encontrar información concreta so... el hecho que estuvieran en el mismo lugar ya es para que el oneshot se puede realizar.

*Éste oneshot fue inspirado en ésta fotografía.

¡Y pues nada! Hasta ahí. Estoy bastante liada con mi vida personal; tengo un viaje de intercambio internacional, exámenes de admisión, lidiar con ser asocial y no me dejen ser(?). Todo eso me ha cortado la inspiración;;. Mi fanfic HunHan (TTN) lo voy a seguir sí o sí. Y pronto publicaré ese KaiSoo que siempre paro mencionando(?).

Les he dejado mi fb en mi perfil. ¿Ustedes rolean? ¿Han hecho parejas raras? (?) 

¡GRACIAS POR LEER!

 

 


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