Please dont por kaoryciel147

Please dont… call me

Finalmente el encuentro entre sus bocas se dio lento, pero cada contacto guardaba un deseo expectante, latente, como si hubiera estado predicho desde siempre.

Naruto no esperó que el tocar con sus labios, los de su amigo se sintiera tan natural. Esperaba no sentirlo, pero los labios del azabache eran suaves, húmedos y al rubio le robaba el aliento solo tocarlos superficialmente.

Ambos tenían los ojos entreabiertos, no se miraban pero tampoco se apartaban. Estaban en esa posición: con Naruto sobre su mejor amigo, sobre el amigo que había despreciado. Sasuke sabía ello y lloraba silencioso mientras el otro continuaba enfrentando estas nuevas sensaciones.

¿Por qué siempre pensó que sentiría asco? Se preguntó Naruto.

No pensó más así que simplemente entreabrió los labios. Era como si nunca hubiese besado antes, como si fuera el primer intento, el primer juego, ese entreabrir y cerrar labios con los del otro para saber si era igual que en las películas. Sasuke absorbió ligeramente el labio de su amigo; este quedó maravillado como si fuese algo que nunca hubiese hecho. Sin darse cuenta, aplastó con todo su peso a Sasuke contra la cama. Su cuerpo comenzó a menearse de arriba a  abajo. Cuando menos lo pensó, el ligero contacto de labios se vio interrumpido por un sonido agudo que salió de la boca del pelinegro.

El blondo abrió los ojos como si lo escuchado fuera de otro mundo. Nunca habría pensado escuchar algo tan íntimo provenir de los labios contrarios, menos que él fuera el causante. Se miraron a los ojos fijamente como esperando la reacción del otro. Pero no se dio ninguna de la esperada. El rubio parecía más agitado de lo normal, más necesitado de algo que Sasuke supo que era, pero que nunca pensó ver en los ojos del otro por él.

Había estado a su lado toda la vida, casi toda, pero aquellos ojos azules nunca le habían mirado con deseo, como algo más que la amistad hermana que tuvieron, esa mirada solo la había visto destina para innumerables mujeres.

¿Naruto le desea ahora? Sasuke quiere despertar de este sueño, anhela que su subconsciente deje de torturarle. Había tomado la decisión de  ser un amigo para Naruto, de darle una oportunidad a una vida con Suigetsu y su banda.

Pero cuando trato de ponerse en pie, el Naruto que tenía encima, le retuvo con una mano, afianzó más el contacto de sus piernas y le aplastó con fuerza contra la cama.

—No sé qué me pasa…

Sasuke quiso hablar, pero Naruto tomo su boca con la suya, pronto la sintió invadiendo el interior de su boca, succionándole por completo. Cuando alzó sus manos para apartarlo, este se las sujeto por su cabeza. El contacto entonces se hizo más íntimo.

Cuando Naruto supo que el otro no lo apartaría lo soltó y bajo por su cintura.

El cuerpo de su amigo le deleitaba de una manera inesperada. Sus curvas andróginas eran algo tan sorpresivo como perfectas a su percepción

No era el cuerpo voluptuoso de una mujer, nada presionaba insistente contra su pecho pero era singular y complaciente sentir a un igual y a la vez no contra su cuerpo. Las manos de Sasuke firmes y suaves le acariciaron sus mechones rubios de su nuca con un amor que nunca sintió en manos de ninguna mujer. Sus ojos se llenaron de lágrimas solo por ello. Y comprendió que nadie lo amaría como Sasuke lo hacía, pero esa fuerza de sentimientos le abrumó y asusto. Se alejó suavemente y ambos con los ojos llorosos se quedaron mirándose por largos segundos.

¿Que seguía? ¿Besarse? ¿Fundirse en un solo ser?

Sasuke subió su mano a la mejilla de Naruto y delineo uno a uno las pequeñas marcas de bigotes que Naruto tenía. De nuevo ese tacto cariñoso que asustaba a  Naruto.

¿Cómo nunca se dio cuenta de ello? ¿Acaso nunca supo a quién amaba? ¿Cómo nunca se dio cuenta que Sasuke le miraba de esa intensa manera? Esa mirada solo la había visto entre sus padres.

Y aquello era ya un recuerdo muy lejano.

Es entonces que el  pedido de su madre vino a su mente. De nuevo tembló. Se sintió confundido, se encogió ahí mismo, sobre Sasuke. Este se sentó y le acarició.

Fue esta vez Sasuke quien le robo un beso. Uno muy suave, uno que de ese tipo de beso que nunca le habían robado. Los labios de Hinata eran débiles, su amor era sumiso. No entregaba nada. Solo se  dejaba a hacer a demanda de Naruto.

Y ahora tenía a un chico tan hermoso como fuerte, tan igual y diferente a sí mismo. Todo ello era nuevo, le dejaba sin aliento y sin poder formar pensamientos claros.

Su  boca se entreabrió y el beso cobraba tintes de lucha y guerra como siempre entre ellos. Rieron quedamente, mientras sus manos se tocaron, reconociendo los músculos del otro, comparándose mutuamente y anhelándose al mismo tiempo. Naruto noto que Sasuke quería darla vuelta, pero con una media sonrisa aplicó toda la fuerza que tenía y fue quien venció.

Se dieron un último beso y cuando se vieron solo rieron para luego volver a besarse. Naruto estaba demasiado animado con todo lo nuevo que sentía. Su boca de deslizo más allá y probo la delicada piel del cuello de Sasuke. Fue sublime el tacto, su piel salada por el sudor pero con un aroma delicado. Tan típico en Sasuke con su singular fuerza y delicadeza al mismo tiempo.

“Sasuke, teme, mi teme solo él puede tener estos malditos contrastes”

Aquel pensamiento posesivo le supo real, poner el “mi” delante del apodo cariñoso de su amigo se sintió como debió ser siempre.

Sintió las manos de este por su espalda y se arqueo como un felino. Las manos de este estaban llenas de seguridad. Se sintió excitado. Bajo por en medio del pecho de Sasuke y por un momento sintió un vacío. Por supuesto estaba acostumbrado a tocar senos con sus manos, pero ello no menguo su excitación solo sonrió de forma extraña. Sasuke lo noto. Cuando sus manos tocaron la cintura de Sasuke y luego sus caderas, sus besos con Sasuke volvieron a ser los de un hombre lleno de pasión.

Sasuke se sintió nuevamente en confianza y sin querer dejó escapar otro gemido. Para Sasuke era irreal pero ya nada de sus anteriores convicciones lograban despertar algo de cordura en su ser.

Cuando Naruto se apretó con fuerza contra él, sus piernas por sí solas le dieron espacio entre ellas para que este se acomodara mejor. Naruto siguió bajando, a la vez que  las caderas de Sasuke subían intentando restregarse contra el cuerpo del otro; mientras la manos de azabache o apretaban la camisa de su amigo o las sábanas debajo de su cuerpo, debido al placer que sentía, sus labios fueron  atormentado por sus propios dientes. Todo era un caos dentro de sí. Hasta que de un momento a otro sintió a Naruto parar.

Sus ojos volvieron a abrirse y a regresar a la realidad una parte de su conciencia. Cuando enfocó a Naruto y aquella mirada como aquellas manos temblorosas no supo si burlarse o qué demonios se suponía hacer. No supo si sentirse insultado o insultarlo.

—Es solo que no...

Naruto bajo por su cuerpo llego hasta el cinturón del pantalón de Sasuke, bajo la cremallera e intento bajar los pantalones de este pero al toparse con el miembro erguido de este entre sus piernas paro. Fue como si toda la verdad le viniera de golpe. Su amigo era hombre. Era ralamente un hombre, un completo hombre ¡se estaba acariciando con un hombre!

¡Estaba a punto de follarse a su mejor amigo! ¡El cual era un hombre!

Sasuke nunca sintió verguiza de su propio cuerpo pero por un instante lo sintió, sujetó la sábana de un costado de su cuerpo y se cubrió, se sintió patético por tal acción. Pero fue una manera automática de autodefensa. No debió haberse emocionado, Naruto solo se había dejado llevar por sus nuevos descubrimientos, por el alcohol, pro su amistad, pero ante la evidencia era imposible para Naruto seguir.

Humillación…

—Sasuke, yo… tu eres mi amigo… eres un hombre—grito como si lo hubiese recién descubierto. Todo el cuerpo de su amigo era tan delgado bien formado que se había dejado llevar por completo, pero este tenía lo mismo que él entre las piernas.

— ¿Recién acabas de comprobarlo? Siempre fui un hombre, el mismo al que besaste hace unos minutos

—-Solo que...—EL rubio parecía querer buscar una excusa para todo lo anterior, pero además una manera de disculparse por no poder seguir.

La borrachera se haba ido, pensó Sasuke. Sus dientes nuevamente atormentaron con mordeduras a su labio inferior. Sus ojos se empañaron. Pero resistió y en cambio, esbozó una sonrisa amarga.

—Pues hasta aquí llega tu experimento ¿no es así?

Naruto parecía querer encontrar las palabras pero Sasuke fue más rápido:

—No digas nada. Es evidente que prefieres las tetas enormes y las vaginas.

La verdadera sexualidad de su amigo se había hecho evidente. Y aunque parecía haberse dejado llevar por el cariño y extraña posesividad que tenía con él, ir más allá de eso era un paso que la cordura de Naruto como heterosexual no estaba dispuesto a dar.

— ¡Hinata no es solo eso!

— ¿Entonces que es para ti? ¿Por qué puedes casarte con ella y conmigo no?

—Porque puedo tener hijos con ella ¡no digas tonterías!

Sasuke le dio una rápida cachetada y le quito por completo de encima. Aquello había sobrepasado sus propios límites ¿Cómo le preguntó eso? Por supuesto que había abismales diferencias entre ella y él, empezando porque tenían diferentes sexos. Ella era una mujer, una a la que Naruto se cogía con facilidad y ganas. ¿Pero no podría haber más? ¿Acaso el sexo era el ultimátum para que existiese amor entre dos personas?

—Entonces también son óvulos y un útero donde hacer crecer a tu hijo ¿eso es todo Naruto? ¿Solo eso significa ella para ti?

—Sera mi compañera. —se defendió sin mucha convicción.

Los ojos de Sasuke resistieron el derramar lágrimas. Naruto se sintió desesperado, cada palabra que decía construía un muro entre ellos y aquello era doloroso. Estaba seguro que sus últimas palabras no eran ciertas pero no podía enmendarlas porque si lo hacía entonces sí: su futura esposa solo significaba poder tener una familia, nada más.

—Pues pesor que con ella puedas demostrar todo lo sucio que puedes llegar a ser igual que conmigo.

Las mejillas de Naruto se colorearon entre la vergüenza y el enojo.

—Sasuke, por favor ´tebayo entiende…

—Te asuste… mi pene te asusto. Te asustan otros penes que no sea el tuyo.

Las palabras  crudas de Naruto enrojecieron al rubio. No sabía cómo responder ante tal alegato porque era cierto. Le dio una sensación nauseabunda el ver el miembro de su amigo.

—No... yo estoy seguro que podríamos terminar... solo

Si tan solo pudiese ignorar que Sasuke es un hombre, si no tuviese que mirar lo que hay entre sus piernas, era lo que pensó Naruto.  

— ¿Quieres  me ponga boca abajo como un perro?—preguntó sarcástico el azabache.

—No hables así

Pensó que otro golpe llegaría de las manos que antes le habían acariciado los cabellos

 Pero Sasuke junto sus frentes. El cercano aliento del azabache  removió todas las fibras de su ser.

—No, Naruto. No hay más… Y no es solo por tus palabras… Es que la realidad es que no voy a dejar mi banda y tú no vas a dejar tu prometida. Tú la estas escogiendo por sobre mí y yo no quiero que… si lo hacemos te vayas  con ella. Si sucede y después de follar te vas con ella,  te odiare toda la vida. ¿Quieres eso?

¿Una noche con Sasuke y averiguar todo lo que Sasuke puede significar? ¿O una segura amistad, una segura vida de familia con Hinata a cambio de ver a Sasuke con otro?

— ¿Seremos tu y yo contra el mundo Naruto? Porque a la familia de tu prometida no le agradara si la dejas. ¿Seremos capaces de vernos y no odiarnos por una relación que no sabemos que pasara y que arruinara nuestras vidas?

— ¿Serás capaz de ver en mi más allá de la frustración de que no soy una mujer?

Naruto sintió que sus lágrimas caían, apretó los pantalones que aun portaba, se mordió el labio inferior enfurecido. Subió sus manos hacia su cabeza y finalmente golpeo con fuerza la cama. Su amigo frente a él tenía los cabellos alborotados, aquellos dos hermosos mechones enmarcándole el perfecto rostro. Y no pudo dejar de imaginarse a Sasuke como una mujer.

 Supo que si Sasuke fuera una mujer definitivamente se casaría con ella, sería la elegida, la perseguiría hasta que ella aceptase, sería la mujer más bella del mundo, la desearía con toda su alma. ¿Podría darle una vida sexual plena a su amigo? En aquel momento lo dudaba mucho. No sabía cómo seguir, no sabía si podría tocar el miembro de su amigo sin sentir sensaciones de placer y asco al mismo tiempo.

Adoraba la forma en que Sasuke estaba recostado con sus cabello sueltos, su cintura estrecha, su rostro precioso pero ir más allá... era demasiado para sí mismo. Y no había tiempo. El reloj avanzaba así como ellos debían de hacerlo.

Naruto se cuestionó de si se hubiera puesto pensar con más tiempo podría terminar por agradarle el tener sexo con Sasuke  No lo sabría pues en esa vida quizás estaban destinado a amarse como amigos como hermanos no como más. Porque si de algo estaban seguros era que:

—Te amo, Sasuke— le envolvió en un abrazo protector, fraternal, lleno de afecto pero no pasional.

Sasuke tomo las manos de Naruto y respondió:

—También lo hago, dobe. Pero sabes como yo que ninguno puede dar al otro lo que quiere. Además no eres el tipo de persona que por mi dejaría plantada a una mujer como Hinata ¿no es así?

Aunque su rostro mostrase resignación. Lo cierto es que quiso escuchar un acto de rebeldía de Naruto, pero este asintió débilmente. De ninguna manera Sasuke soportaría ver un rostro culpable en Naruto después de hacerlo y eso era lo único que obtendrían de ello. Ambos lo comprendieron.

Ambos cerraron los ojos apenas cubiertos por unas mantas. Sin importarle si la madrugada era demasiada fría, el silencio reinó y sus respiraciones se volvieron tranquilas. Jamás olvidarían que esa noche fue el mejor sueño que tuvieron: uno donde Sasuke le confesara sus sentimientos antes del viaje de Naruto, uno donde Naruto se diera cuenta de sus dudas antes de comprometer a Hinata, uno donde quizás Naruto siguiese su sueño de ser beisbolista y Sasuke cantante y que la historia de amor que los medios de comunicación gozaban en contar no fuera de Suigetsu y Sasuke sino de Sasuke y Naruto.

Cuando Naruto abrió los ojos se encontró a si mismo bien envuelto entre las sabanas con solo una camiseta y sus bóxer. Según recordaba había dormido semi vestido junto a Sasuke; sin embargo se sorprendió cuando la voz que no pertenecía su amigo de infancia le terminó por despertar.

—Hey, no seas problemático y despierta.

El rubio se sentó rápidamente, giró su vista de un lado a otro. Estuvo seguro que la noche pasada había sucedido tremendas cosas entre él y Sasuke ¿Por qué este no estaba a su lado? Quiso que al menos tenerlo a su lado por última vez. La paz que con la que había dormido aquella noche nunca la volvería sentir.

—Sasuke...—susurró

—Está en la habitación de lado- dijo con extrañeza Shikamaru—Dijo que te trajo aquí porque te caías de borracho. Se está alistando para tu boda. Tú deberías hacer lo mismo. Se supone que debes de estar en la ceremonia tradicional antes que Hinata y su familia. Ya sabes todo el rollo así que levante

Naruto asintió. Sintió deseos de ir a la habitación contigua para ver a Sasuke pero... ¿para qué? Su vida estaba decidida. Sonrió, pensó en Hinata, en la vida apacible que le esperaba. La joven chica que le entrego todo su ser. Era cierto, era lo que siempre quiso y hoy estaba punto de cumplirlo mientras Sasuke seguiría con su camino a convertirse en una estrella de la música japonesa. No iba a arruinarle la carrera fugándose con él. Si hiciera algo como eso nunca más sería recibido en la industria musical. Y aunque Sasuke lo negara era evidente que llego a gustarle el cantar. Además ahora que había escogido, su amistad con Sasuke sería para siempre ¿no era mejor tenerlo por siempre como amigo que terminar odiándose por una relación que quizá no funcione? Eran adultos, si cometían alguna estupidez todo se arruinaría. Y no habría manera de solucionarlo ¿Acaso era mejor vivir una vida siendo apaleados por los medios, quizás odiándose por la miseria en la que se convertirían?

Así con ciertos ánimos, con una mezcla entre felicidad de saber que Sasuke estaría su lado como su amigo se alisto con su yukata tradicional.

Sasuke Uchiha con un kimono tradicional azul marino fue testigo de cómo la pareja se sonreía y se daba un beso luego de ser bendecidos en el templo de la residencia Hyuga. Ambos se veían muy bien entallados en su kimonos de  matrimonio. Sasuke se había decidido a dedicarles una última canción. Naruto no volvió a mirarle después de la sonrisa que le dio al verificar que cumpliría con su promesa. Todas las miradas fueron para ella, exclusivamente para ella, su ahora esposa, la hoy señora Uzumaki.

Cuando fue débil y sintió el pulso temblarle, Suigetsu puso a su lado y le pasó una mano en el hombro, era extraño pero su calor finalmente llegó a su cuerpo, por fin pudo sonreír ante la sonrisa de Naruto. ¿Por qué así era el amor no? Cuando él sonríe entonces tú también sonríes…

Ese día definitivamente cambio el rumbo de vida de ambos chicos que siempre anduvieron entre los márgenes de amistad y amor. Finalmente descubrieron que era el amor los que lo unían  sin importar como terminara su relación eso era algo que no cambiaría.

 ¿El amor de verdad no existe?

Si lo hace pero no siempre debe ser el amor romántico, no es lo mismo ni por asomo. No es el amor de una pareja quizás ni siquiera el amor de dos personas que unen sus vidas en matrimonio. Existen diferentes puntos de vista acerca de ello, pero el amor es solo un sentimiento sin límites, es el que te hace sonreír solo con ver la sonrisa del otro y que te mantendrá feliz mientras sepa que el otro tiene todo lo que le hace falta, mientras veas que esa persona alcanza lo que desea y que su sueños se hacen realidad: Sasuke está feliz de dejar que Naruto busque sus sueños y espera desde el fondo de sí que este sea feliz con lo escogido.

El matrimonio civil se dio por finalizado sin ninguna interrupción. Naruto estaba tranquilo. No se sentía nervioso ni ansioso, esa era la paz que necesitaba desde la muerte de su madre. Hinata le gustaba, la deseaba y sabía que podría funcionar una relación con ella. A Sasuke lo amaba y solo quería verle feliz. Sasuke sería ser su amado amigo por siempre. No importa si la relación con Hinata llega o no triunfar o si fracasa en el camino, tenía por seguro que Sasuke siempre estaría a su lado aunque no fuese físicamente. Y eso el confirmo cuando ya en el banquete La banda Taka se alisto para tocar.

Todos se sorprendieron cuando la música fue tan baja y que en vez de sonar a rock era más como una balada. Hiashi Hyuga y el resto de los  Hyuga estuvieron complacidos. Todos creyeron que la canción era dedicada al amor de Naruto y Hinata pero Naruto sintió ganas de llorar pero no por haber tomado la decisión que marcó su vida sino por confirmar que era cierto Sasuke estaría por siempre a su lado, pero que al vez también era una despedida.

En aquel portarretratos de los dos, permanece volteado todo el tiempo

Solo nuestras sonrisas brillan aun ahora.

Algún día comenzare aquel camino delgado y extenso

¿Pero porque el viento sopla fuerte cuando se emprende un viaje?

La amabilidad, el egoísmo, la calidez, la soledad

E incluso la compasión, todo ello me lo dejaste a mí

¡En todas partes y por la eternidad, se acumulan mis recuerdos que van junto a la nieve hacia ti!

Aun si fuera un poco quiero alcanzarte, quiero poder hablar contigo, deseo estar a tu lado.

Incluso sin poder encontrarme contigo en esta noche congelada busco el mañana.

Porque cuando en algún momento vaya a crear mis memorias, si estamos juntos, si estoy contigo, está bien.

Naruto contuvo sus lágrimas a la vez que una sonrisa sincera se dibujaba en sus labios. Aquellas palabras habían transmitido lo que él mismo sentía. Solo quería asegurarse de que por siempre se tendrían el uno al otro. Era quizás cobarde, y se auto mentía pero estaba bien si Sasuke seguía siendo su amigo. Aunque eso significase dejarle todos esos sueños y sentimientos incompletos al azabache.

Sasuke abrió los ojos después de su cantico. Los invitados aplaudieron felices de haber tenido al popular Sasuke Uchiha cantando una canción tan hermosa. Muchas estaban idiotizados con el buscar el amor romántico, emocionados por la canción sin haber entendido el trasfondo. Hinata sintió una incomodidad después de escuchar una letra, como si una verdad se revelara ante ella. La mirada de Sasuke, el mejor amigo de su marido era ganadora, profunda y aclaradora, pero no quiso notarlo, quiso refugiarse en sus paradigmas y en su ignorancia en que su amor era el amor verdadero pues para ella el amor real era el amor para formar una familia.

Desde aquel momento, Hinata quiso que Sasuke Uchiha desapareciera de su vida. Para su suerte, el joven tenía una gira pronta y ella esperaba que le fuera de maravilla. Para  que así él tuviera que viajar cada vez más y más lejos. Por alguna razón la amistad de su marido con él finalmente quedaba ante sus ojos como un lazo fuerte más que la bendición que aquel día recibió del sacerdote.

Cuando la fiesta ya estaba en su punto álgido y todos se preparaban para despedir a los novios, Naruto busco a Sasuke. Salió al patio de la mansión Hyuga y ahí en el lugar más oscuro del jardín observó como Suigetsu devoraba la boca de Sasuke con verdadera pasión y como Sasuke enredaba sus manos en el cabello del otro mientras este paseaba sus manos por el cuerpo del azabache. Suigetsu deseaba a Sasuke, le amaba y hubiera dejado irle si Sasuke era más feliz con Naruto pero ahora que había retornado a sus brazos iba ofrecerle todo lo que Sasuke necesitaba. Naruto lo entendió. La mirada de Suigetsu se cruzó con la de Naruto y ambos entendieron miles de cosas en ello. Naruto siempre estaría pendiente de que Sasuke fuera feliz, Suigetsu se comprometía a hacerlo. El rubio  sintió de nuevo emociones ambivalentes. No estuvo preparado para amar por completo como pareja a Sasuke, y había otro que sí. Sasuke le amaba pero enfriaría ese amor a ver que Naruto es feliz con Hinata. Pues Sasuke le deja ser feliz con la que Naruto decide que lo hará: una familia.

Naruto por un momento se hizo al pregunta clásica del “Y sí…”

Suigetsu abrió los ojos y enfocó su mirada contra la de Naruto, ambos se enfrentaron mientras Suigetsu aún seguía devorando los labios del azabache. Naruto se sintió intimidado. Así que solo enfrento con la idea mental que seguro quedo clara para Suugetsu “Nunca lo hagas sufrir”

El amante de su mejor amugo le devolvió la mirada firme.

Quiso sonreír, deseó de verdad creer que el amor hacia Sasuke le permitiría verle feliz a lo lejano. Pero Naruto no se enteró de que si bien el amor permite que seas feliz viendo al otro feliz en el fondo quiere ser quien lo haga feliz.

Los años comenzaron a pasar, porque por supuesto a pesar de nuestras decisiones, el tiempo nunca parara ni por el sufrimiento ni por las alegrías, aunque la percepción de este es singularmente subjetivo en cada persona y en cada diferente momento.

Un hombre rubio descansaba, sonreía en sueños. Sin embargo el sol fue inclemente con su sueño. Abrió los ojos y se topó con el techo de su vivienda, una cómoda casa tradicional de la familia Hyuga. Un regusto amargo emergió entre su garganta y nuevamente las ganas de llorar le inundaron. En su sueño quien estaba en sus brazos era Sasuke, su mejor amigo, aquel que siempre le llamaba, aquel que se volvió padrino de su primer hijo. Sintió que se ahogaba. ¿Por qué?

Por supuesto era feliz al ver a Sasuke feliz, pero a la vez era infeliz. La letra de aquella canción que Sasuke le dedicó cuando se casó con Hinata le golpeó “Porque cuando en algún momento vaya a crear mis memorias, si estamos juntos, si estoy contigo, está bien”.

Pero no estaban juntos. Los recuerdos que habían formado como amigos, año tras año le dejaban insatisfecho. Pues cada tiempo en que las llamadas iban y venían en el cual vio a todos sus amigos unirse a las personas escogidas y amadas, también lo vio a él, pero no era suficiente, nunca lo fue.

Hinata se removió entre sus brazos con esa típica sonrisilla de placer en sus labios. Naruto la encontró tierno los primeros años de casados, pero ahora solo suspira. Se calma y de nuevo siente paz. De pronto la puerta de su habitación se abre y por ella entra un jovencito rubio, su primogénito le sigue una niña menor, su consentida. Ellos dos terminan por despertar a la mujer que duerme en sus brazos. Y por primera vez en la mañana quiere a Hinata. Le quiere demasiado, se acostumbró a ella, a la vida de paz que le  da... a veces se siente aburrido. No es la vida feliz que espero pero es una vida adecuada. Sus hijos aun le dan energías. Aunque a veces se pregunta cómo hubiera sido una vida con...

—Papi quiere ver al padrino cantando—chilla Himawari

Bodlt, su hijo mayor también se sienta y prende el televisor.

Se muerde el labio: Sasuke sigue tan perfecto como siempre. Solo que su cabello es ahora largo, hasta por debajo de los hombros, aún tiene esa mirada fiera, engreída y a la vez profunda, aún tiene esa fuerza y androgeneidad en todas sus curvas que hacen suspirar a hombres y mujeres. Y ahí a su lado Suigetsu le abraza, ambos se encuentran y se sonríen de manera en que solo los amantes lo hacen.

La canción termina. Sasuke es famoso mundialmente. Ha tenido giras incluso en el lejano continente de América.

Naruto está orgulloso y es ahí cuando está seguro de que decidirse por conservar su amistad fue lo mejor.

La unión civil homosexual en Japón se dio casi a dos meses de su matrimonio con Hinata casi como un golpe. Primero fue en Shibuya luego fue imitado en otros distritos En tres años ya estaba vigente en todo Japón. Uno a uno sus amigos fueron uniéndose civilmente. Poco tiempo después a la par que más distritos se sumaron a esa ola, empresas y templos ofrecieron el clásico rito shinto y budista para uniones homosexuales. Unos años más tarde el matrimonio homosexual fue una realidad en Japón. Sus amigos renovaron sus votos uno a a uno: Primero Sakura  Ino, su boda fue hermosa llena de flores, cortesía de la familia de Ino. Luego vinieron Lee y Neji, increíblemente el clan Hyuga estuvo presente al completo y le dejaron a Neji el liderazgo del clan. Tiempo después vendrían Gaara y Sai.  

— ¿Papi es señor es esposo de nuestro padrino?

Hinata acarició la cabeza de su hija. Esa incomodidad que nació el día de su boda no ha cambiado pero se siente segura de su posición de esposa así que habla.

—Mi bebe sé que es difícil imaginártelo, pero sí. Tu tío Sasuke está casado con ese señor y tiene dos hijas.

Naruto fija su vista en aquellas manos entrelazadas y quiere sentir felicidad. La siente de alguna manera…

—No es difícil, madre- dice Boldt— Es evidente  que se quieren.

Porque sí, finalmente Sasuke se casó primero en el extranjero con Suigetsu a tres años de su matrimonio con Hinata, cuando fue aprobado el matrimonio homosexual en Japón la boda fastuosa de Sasuke se dio. Fue un evento casi nacional, pues todo el clan Uchiha estuvo presente y las fans del pelinegro siguieron por Internet paso a paso. Unos años después, Karin les presto su vientre para que pudieran tener a esa pequeña niña pelinegra y la otra albina. Sasuke las adora. Y este año las traerá al cumpleaños de Boldt.

Las conversaciones siguen pero Naruto esta pendiente de la sonrisa de Sasuke, aquella ligera curva en sus labios. Desvía la mirada y observa sus hijos. Los adora con certeza. Pero aun así…no puedo evitar sentirse incompleto. Sabe que cuando vea su amigo y le de el único contacto físico que puede, un abrazo, se sentirá mejor.

…………………

El cumpleaños de Boldt es hoy, Naruto está ansioso. Hoy volverá ver a Sasuke en persona después de un año entero.

Todo está listo y él llega en un auto último modelo junto a su banda. De la mano trae a dos preciosas niñas, la pelinegra vestida como una estrella del rock y la albina como una linda muñeca. Suigetsu toma la mano de una de ellas, mientras Sasuke de la otra a la vez que ellas se toman de la mano, caminado así los cuatro juntos, ellas dos son como el lazo que los une. Sasuke le observa y ambos se sonríen.

El cumpleaños pasa agitado entre todos. Por fin termina y Naruto puede acercarse y alejarse con Sasuke a platicar. De lejos ve la mirada preocupada de Hinata y la de advertencia de Suigetsu. Pero nadie va quitarle el precioso tiempo que tiene con su amigo.

Ambos están lado a lado, sentados frente al pequeño lago que tiene la mansión Hyuga.

—Te cortaste el cabello, Naruto—susurra Sasuke

¿Eso es todo lo que le pregunta?

—Y tú te lo dejaste creer—afirma Naruto.

Sasuke se toca el cabello y sonríe levemente.

—A Suigetsu le gusta así.

Aquella respuesta la irrita. Por alguna razón siente calor, demasiado. Su amigo parece indiferente, sereno como un hombre que ha  vivido lo suficiente. Pero sobretodo que está más que satisfecho con su vida.

— ¿Eres feliz, Sasuke?

Sin darse cuenta se acerca demasiado a su mejor amigo. Por muy egoísta que parezca, el rubio quiere saber si Sasuke también siente ese vacío, si también se siente incompleto y que solo cuando se encuentran puede ser feliz. Ruega que sea así.  Pero esta vez es Sasuke quien le aleja. El rechazo inflama un ardor que ha guardado por años dentro de sí al rubio.

— ¡¿Ya no sientes eso que sentías por mí, Sasuke?!

— ¡¿Qué demonios preguntas Naruto?!Sasuke también parece furioso.

—Esto

Por un impulso extraño quiere besarle, quiere probarle como aquella vez no terminó de hacerlo. Se pregunta que al menos debió haber culminado aquel acto, así tendría el recuerdo de que Sasuke le perteneció aunque sea por una noche. Pero saber que estuvo tan cerca y se acobardó no le deja en paz. Muchas veces a soñado con Sasuke en sus brazos, preguntándose como hubiera sido estar dentro suyo, verle sonrojado, llamándole y luego aquel delicioso sueño se transforma en pesadilla cuando se imagina que el cuerpo de su amigo es profanado por su esposo.  

Nuevamente Sasuke usa su fuerza para apartarlo. Su mirada es dolida.

—No te equivoques, Naruto, te amo, pero el amor que te tengo ahora es el que tú siempre deseaste... es eterno y firme pero el de un hermano;  Suigetsu es mi familia así como tú tienes la tuya.

—Lo siento ´tebayo.

Es sincero.

—No es cosa de karma o algo parecido ni me estoy vengando. Es la verdad, Naruto.  ¿acaso no eres feliz?

Ve en el rostro de Sasuke la mortificación y preocupación por pensar que no es feliz.

—Lo soy, en verdad lo soy. Solo que a veces me pregunto si te hubiera escogido... si me hubieras dicho lo que sentías antes de irme a América...

—Nada… porque no importa. ¿Quieres a Hinata? ¿A tus hijos?

—Los adoro. No puedo pensar en una vida sin ellos. “Pero tampoco dejo de pensar en una vida a tu lado”, pensó Naruto.

Sasuke sonrió con sinceridad.

—Entonces todo está bien

Sus miradas tan diferentes se encuentran y Sasuke le da un beso rápido en la frente, para luego jalarle la oreja.

—Entonces deja de decir tonterías.

La tensión que hubo entre ellos se disipa, ambos comienzan a hablar de sus familias, de las hazañas de sus hijos y compiten por cuál de sus retoños será el mejor.

Hinata los veía de lejos. Al fin la incomodidad desaparece. Está contenta que su esposo tenga alguien a quien si pueda confiarle todo. Y le alegra que entre ellos no haya nada más. Pero también sabe que esta vez no es porque Sasuke quiera su esposo de forma romántica sino porque ahora es Naruto quien desea a Sasuke, pero es él quien ya no está disponible, quien encontró su propio destino y está satisfecho con él.

Suigetsu por su parte espera a que su esposo se vaya dormir con las niñas para enfrentar a Naruto. Lo acorrala

—Aquella vez yo estaba dispuesto apartarme, pero hoy no. Sasuke es mío, mi familia, mi esposo. No voy a dejárselo a nadie. Así que…

Suigetsu siempre se esforzó tanto para hacer a Sasuke feliz y sabe que lo ha logrado pero tiene miedo. Pero no solo porque su azabache le deje sino porque el rubio este jugando nuevamente con él, porque sabe que Naruto jamás tendrá el valor suficiente para dejar a su familia.

— ¿Él es feliz a tu lado?

—Lo es... he dado mi vida en ello.

Naruto asiente a pesar de que el dolor le atraviesa debe reconocer que Sasuke se ve tan lleno de vida.

—Lo sé, lo puedo ver en su rostro—sus lágrimas caen y Suigetsu no sabe qué hacer.

—Solo te pido que nunca lo hagas sufrir o si ni... ´tebayo... te la veras conmigo

—Nunca... nunca necesitaras intervenir. Él y mis hijas lo son todo para mí.

Naruto está seguro de ello. Minutos después desde su balcón observa como ambos esposos se besan de forma dedicada, suave por la madurez pero con decisión. Sasuke se ha enamorado de Suigetsu. Suigetsu le ha brindado todo lo que necesitaba. Naruto entonces limpia sus lágrimas y cierra la puerta de su habitación para lanzarse sobre su esposa y sus hijos y contarle algunos cuentos que se le ha ocurrido. Puede haberse dado cuenta muy tarde de que quizá sí pudo desear y tener una relación de pareja con Sasuke, pero se conformara con hacer crecer a sus hijos con tener a Hinata de compañera aunque no le llene. Esta vez será él quien se porte como un buen amigo y será feliz por Sasuke en silencio. Afrontará todo lo que su decisión acarreó.

…..

—Suigetsu… gracias…

—La princesa me agradece- ríe burlón

—Aun me pregunto con que me drogaste para aceptar casarme contigo.

—Pequeño bastardo…. Suigetsu le  enseña sus dientes y sabe que quizás será una noche agitada, pues su propio cuerpo se calienta al ver la mirada de absoluto deseo de su esposo. Las niñas salen corriendo en pijamas y comprueban que será una noche agitada intentando hacerlas dormir. Sasuke ríe de forma autentica y Suigetsu se siente aún más encandilado. Pronto a la familia se les une los otros miembros, Karin y Juugo quienes les ayudan a cansar a las niñas.

Horas después Sasuke duerme en medio de sus hijas y de su marido. Se siente pleno. Amo con toda su alma a Naruto y dio todo por la felicidad de este y ahora él también es feliz. Sonríe y se queda dormido para un nuevo brillante amanecer.