Please don´t: Don´t leave me.
Los rayos de sol despuntaban detrás de la colina. Un nuevo amanecer sorprendía a un hombre de unos 30 años, quien intentaba no levantare. La verdad es que esos malditos rayos de sol no le dejaban seguir durmiendo. ¿Quién se había atrevido a dejarle las cortinas abiertas?
Con pereza se estiró aun dentro de sus cobijas; con los ojos entrecerrados se levantó para iniciar un nuevo día al lado de…
……………………..
Las gotas finísimas de lluvia habían dado paso a una lluvia casi torrencial. Parecía que estaba dentro de una ducha, incluso si una persona se paraba a tres metros de aquellos dos jóvenes que se miraban detenidamente no podrían escuchar lo que se decían pues la estruendosa lluvia caía sin importarle nada ni nadie.
Ahí en medio del patio trasero de la casona Uchiha, calados hasta los huesos por los litros de agua que había caído, Sasuke y Naruto trataban de darse a entender, de que sus voces no se apaguen en medio de tanto frío.
—Sasuke…
—Naruto yo... – el joven azabache apretó sus puños, agacho un poco su cabeza, presionándola contra su tronco; sus mechones mojados caían en concordancia con su cabeza—...siempre he estado enamorado de ti...- dijo al fin, soltando aquellas palabras rápidamente como queriendo desprenderse al mismo tiempo de ese sentimiento.
Naruto no respondió, giró hacia su lado izquierdo, esquivando la mirada de su mejor amigo; sus manos se retorcieron una con otra, produciendo un sonido húmedo.
— ¿Enamorado? ¿Estás seguro´tebayo?...- murmuro el rubio aun sin mirar a su amigo
Sasuke frunció el ceño, intentando utilizar este último recurso como defensa; pero dentro algo comenzaba a hacerse pedazos.
— ¿Crees que mandaría a la mierda nuestra amistad sino estuviera seguro?
A pesar que su cuerpo no se movió demasiado, su voz se escuchaba agitada, desesperada… como nunca había salido de eso labios roasados.
—Es por eso mismo, Sasuke... estas mandando a la mierda nuestra amistad… sabes que desde hoy ya no podremos vernos igual ‘tebayo—De nuevo bajó su cabeza, queriendo no enfrentar el presente. Naruto deseaba con su alma retroceder el tiempo y nunca enterarse de los sentimientos de su mejor amigo. Pues ahora todo era difícil; así que con esa tristeza encima, susurro un… ¿por qué?
Pregunta que hacían referencia a muchas cuestiones, pero que toda ellas eran dolorosas para Sasuke ¿Por qué me lo dices? ¿Por qué eres así? ¿Por qué te enamoraste de mí? Como si Sasuke pudiera responderle alguna de ellas. Por supuesto no podía, ni siquiera se las podía responder a sí mismo.
Intempestivamente, (como para de alguna manera responderse y responderle) el azabache se acercó a a Naruto, le jalo de la chaqueta e intentó besarle; pero antes de sucediese el rubio le apartó con fuerza, haciendo que el otro se tambalee.
— ¡No lo hagas idiota…! ¡¿Cómo crees que podría besarte?!- grito Naruto con algunas lágrimas de impotencia atrapadas en sus ojos- tú has sido como mi hermano todo este tiempo. Y… eres hombre…
Sasuke tenía su orgullo muy en alto, pero aquellas palabras le lastimaron, le perturbó tanto que no pudo evitar preguntarle algo que él mismo se había preguntado ciento de veces.
— ¿Es porque me ves como tu hermano o es por ser hombre?—pregunto susurrante, con la cabeza gacha— ¿si fuera mujer de igual manera solo podrías verme como hermana?—se clavó las uñas en su rodillas como si estuviera agotado después de una maratón, porque en ese momento no podía controlar ya nada de sus sentimientos así que grito— ¡Contéstate eso, Naruto!
Aquellas palabras parecieron hacer presión en otro interruptor dentro del rubio... fueron malinterpretadas. El rubio se sentía golpeado en su “orgullo de hombre”
— ¿Acaso piensas que soy un gay de closet? No soy así, Sasuke. No quiero lastimarte pero la verdad es que a mí solo me gustan las mujeres... Y no sé cómo sería si fueras mujer... no quiero pensarlo
—Eso es porque me verías de forma diferente y ¡no quieres reconocerlo!
¿Dónde había quedado su maldito orgullo? Sasuke no quería responderse ello a sí mismo. Se sentía demasiado humillado. Nunca había insistido a alguien a que reconociera algo como eso. Y ahora no se reconocía sí mismo.
Por otro lado, el rubio se sentía impotente, no sabía que decir, que sentir. No quería lastimar a su amigo pero parecía que cada cosa que dijera lo haría. Era Sasuke, su mejor amigo, la persona que había estado a su lado apoyándole en los momentos más difíciles; con quién discutía por cosas tontas; con quien compartía los almuerzos. A quien le contaba sus desventuras amorosas, con quien iba a ver partidos de béisbol. Con quien jugaba béisbol. Su rival en artes marciales.
— ¿Por qué me lo dices ahora? ¿Quieres arruinar mi momento de felicidad? Voy a casarme ¿por qué justamente ahora? Si ya no tenía sentido… ¿por qué no podemos olvidar esto y seguir siendo los mejores amigos?—Naruto tampoco analizaba algo de lo que decía, solo salía de sus labios lo que sus sentimientos a flor de piel le mandaban: sus miedos, sus tristezas, su ira. — Quiero seguir yendo a ver béisbol quiero que llevemos a nuestros hijos a verlo, quiero que nuestras esposas sean amigas… Hinata es una buena mujer... la mejor que pueden conseguir…. ¿por qué no lo comprendes?
De nuevo se perdió en sus propias palabras, así que no vio venir el golpe en su mejilla del Uchiha. Se habían dado golpes más fuertes al practicar las técnicas que Kushina les enseñaba, pero este puño impacto en algo más que su mejilla. Era como si hubiera golpeado al lazo que tenían.
El rubio tenía su orgullo también, así que simplemente no pudo dejarlo pasar y le devolvió el golpe a Sasuke, tumbándolo al suelo lleno de charco por la tierra y el agua. El mayor se levantó y sin importarle que su bella ropa con la que se presentó en el escenario este asquerosa se lanzó para tumbar a Naruto. Lo consiguió, así que se puso sobre él, le atrajo para sujetándole de las solapas de su chaqueta.
— ¿Qué nuestras esposas sean amigas? ¿Qué nuestros hijos sean amigos? ¿Cuántos años tienes, Naruto? —Su voz mostraba plena indignación e ira— ¡No digas estupideces…! Yo ya no puedo ser tu amigo y lo sabía… sabía que no ibas a corresponderme, que no entenderías... eres egoísta... yo también lo soy. —Lo jaloneo aún más fuerte, su voz era tan fuerte que incluso se elevaba por el sonido de las gotas de agua que se estrellaban contra el suelo—Ve y cásate…—susurró mientras su cabeza chocaba con la de Naruto suavemente— me alejaré de tu vida... —prometió sinceramente—no te preocupes, puedes enterrar este día para siempre.
Definitivamente era una sentencia final. Luego de decirla, se levantó de encima de Naruto, puso sus manos en su rostro, específicamente sobre sus ojos… ya no podía evitarlo más: sus ojos derramaron pesadas lágrimas. No había forma de evitarlo.
Solo quería acurrucarse en un lugar del suelo y soltar gritos y llantos hasta quedar mudo. Hoy había perdido a un amigo, su mejor amigo, para siempre.
Porque esto era la realidad, Naruto no se pararía, no le daría un abrazo por detrás ni le susurraría lo que Sasuke quería.
La verdad es que Naruto se quedó recostado en el suelo, mirando las gordas gotas de agua caerle mientras susurraba un “Lo siento”.
Sasuke ingresó a la mansión de su familia, se recostó en una de las puertas de tatami y se derrumbó ahí. Itachi lo vio y se acercó a este, posándose sobre sus rodillas. Solo basto que su mano tocara los cabellos de su hermanito para que este se lanzara, sin importarle su orgullo, a sus brazos para luego refugiarse en el cálido pecho de su hermano donde siempre se había sentido protegido. Itachi le devolvió el abrazo con todo el amor fraternal que tenía para Sasuke sin importarle lo sucio y mojado que estaba. Y así ambos hermanos se quedaron por largo tiempo.
Mientras tanto Gaara, otro amigo de infancia de Naruto pasaba de la mano con su pareja por el patio de la casona, tenía planeado comerse a besos con este, pero cuando vio a Naruto ahí tirado no le fue difícil deducir que había sucedido. Le pidió a Sai que regresase adentro y que no permitiese que alguien más fuese al patio. Sai se guardó cualquier comentario y accedió. Gaara se acercó lentamente a Naruto. La lluvia había disminuido pero aun así extendió un paraguas sobre su cabeza.
—Naruto, hermano.
Se arrodillo delante de este, extendió su mano y le ayudo a ponerse de pie. No hizo preguntas solo se quitó el saco y se lo paso por encima a Naruto para que de alguna manera su calor llegase. No el abrazo pues sabía que Naruto era un poco vergonzoso al cariño entre hombres. Así que solo dejó que se le apoyase en su hombro y le palmeo en la espalda dándole a entender que ahí estaba para escucharle o simplemente para serle de apoyo.
—Lo perdí…lo perdí… para siempre.
Gaara sabía a quién se refería. Él sabía lo importante que era Sasuke para Naruto. Sabía que Sasuke estaba en una escala superior a la de cualquiera de los amigos de Naruto en el corazón de este. Casi podía jurar que perder a su actual prometida no le afectaría tanto, como ahora. Su amigo estaba confundido, dolido, incluso se sentía traicionado seguramente.
—Naruto, vamos a mi coche, debes de cambiarte vas a enfermar.
Naruto le siguió. Y como si Naruto no pudiese caminar bien, en todo momento Gaara fue su soporte.
Naruto se dejó caer en el asiento trasero y ahí cayó dormido casi al instante en que lo sintió. Gaara agarró una de las mantas que siempre traía consigo en su cajuela y se la poso encima luego de quitarle la casaca y la polera húmeda. Esperaba que este no se enfermera.
Mandó un mensaje al celular de Sai, pidiéndole disculpas por marcharse así pero necesitaba cuidar de Naruto, Y le pidió que avisara al señor Minato que su hijo estaba con él para que no se preocupase.
Arrancó su auto y se dirigió a su departamento, pues en el de Naruto podría encontrarse o llegar Hinata y explicar esto sería difícil. Pues a su parecer nadie se pone así por una pelea con un amigo ¿o sí? Quizás era que no entendía la amistad en toda su complejidad. El quería a Naruto mucho, era su mejor amigo, pero para el Naruto no era igual, Sasuke estaba por encima. ¿Si se peleaba con Naruto al grado de no volverse a hablar se pondría de aquella manera? Quizás sí quizás no. ¿Si se peleara con Sai sería igual? Quizás no era tanto de ser amigos o pareja era de cuanto se amase. A Sai le quería y le gustaba mucho pero a sus hermanos, a su tío y a su amigos Naruto quizá era quienes quería más pues habían vivido muchas más cosas. Era algo interesante de analizar.
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Dos días habían sucedido a ese trágico día en la amistad de Naruto y Sasuke.
Naruto finalmente se había recuperado de la gripe que le atacó por haber permanecido mojado tanto tiempo. Aun estaba convaleciente. Se encontraba viviendo por estos días en el departamento de su amigo pelirrojo. Se sentía un poco mal por interrumpir en la vida de su amigo y la pareja de este, pero no quería regresar a su departamento y toparse con su novia aún. El malestar físico y el malestar emocional yendo juntos de la mano no era algo fácil de sobrellevar.
Estaba cambiando los canales cuando en uno de noticias de espectáculo matinal aparecía Sasuke. Pareciera que no se había enfermado para nada pues cantaba con toda su armoniosa voz en vivo. Él y su banda, Taka ya habían firmado contrato con sony music por lo que les auguraba un año bastante ajetreado.
Se quedó ahí un largo rato observándolo detenidamente, intentando ver a través de la capaz de maquillaje, del vestuario perfecto que portaba, a través de la sonrisilla pretenciosa que tenía a sus fans a sus pies. Ni siquiera prestaba atención a los comentarios de la banda, del mismo Sasuke o de la entrevistadora.
Hasta que uno cometario en específico le despertó de su escrutinio sobre Sasuke
—Muchos pensábamos que cuando comenzaste el concurso tenías algo con la señorita Uzumaki, tu compañera de banda... pero luego nos quedó claro que era imposible… y ahora muchos piensan que tú y tu compañero Suigetsu... hay mucha química... admitámoslo
Antes de que Sasuke siquiera abriera la boca, Suigetsu salto encima de él, pasándole con confianza un brazo por los hombros, apretándolo contra su cuerpo. Sasuke no le aparto pero le jalo un mecho que al público le apreció un acto juguetón. El set de televisión se llenó de pequeños gritillos emocionados.
— ¿Entonces pasa algo?
—Hay química ¿no es así Sasuke?
El azabache solo jaloneo nueva mente el lóbulo de la oreja a Suigetsu sin afirman ni desmentir, pero siendo el Uchiha tan poco expresivo ese solo gesto encendió al público que ya estaba muy emocionado.
Sin darse cuenta, Naruto en respuesta había lanzado el control remoto al suelo.
—Oye… eres mi amigo pero te pido que no te desquites con mi control- pidió Gaara sin mostrar enojo verdadero.
—Lo siento, si se dañó te lo repondré Gaa-chan
—Y sigues llamándome así.
Gaara exhalo profundamente, y se sentó al lado de su amigo. A veces era duro ser un buen amigo, pero se esforzaba lo más que podía.
Observó la pantalla y vio al Uchiha, entendió perfectamente que era lo que sucedía.
—Naruto ¿estás seguro que no sientes nada por Sasuke?
—Lo quiero ´tebayo- dijo con seguridad- como mi hermano.
— ¿Entonces porque te pones celoso?
—No... Estoy celoso...es solo que no puedo creer que tan rápidamente este con otro... es porque es homosexual ¿con cualquier hombre está bien no?
Gaara no pudo evitar levantarse rápidamente y observarle con resentimiento.
—Naruto, yo también soy homosexual y lo sabes. Y tampoco es malo tener pareja cada día, pero no generalices... es igual que con ustedes hay algunos que andan de mujer en mujer y otros que se enamoran de una y le son fieles toda la vida como tu padre.
—Pero entonces porque Sasuke…
—No estoy en su cabeza, pero mira, quizás el ya estaba resignado desde antes a que lo rechazarías y por eso te lo dijo solo para dejar lo que siente por ti atrás. Y se dé una oportunidad con Suigetsu. ¿Qué más da? Podrías hacer tu sueño realidad... Sasuke podría seguir siendo tu amigo si llega sentir algo fuerte por Suigetsu y tu formar una familia con Hinata, Sasuke con Suigetsu…
— ¡No es lo mismo!
— ¿Si Sasuke estuviera anunciándote que aceptaría a tu prima o a Sakura te importaría?
— ¡Lo felicitaría!
—Estas siendo intolerante. Lo que me sorprende porque a no te importó mucho que yo salga con Sai
—Ni me lo recuerdes... ahora resulta que todos mis amigos son homosexuales. Sasuke… Neji y Lee, Sai y tú
—Quizás no deba mencionarte que Sakura está saliendo con Ino
— ¿Qué demonios?..aunque eso puede ser sexy
Su rostor se enrojeció al imaginar escenas típicamente de porno lésbico que alguna vez había visto en su adolescencia.
—Naruto….eres el típico chico que es intolerante.
— ¿Por qué Ino y Sakura? No que les gustaba Sai y Sasuke?
—Pues luego que Sasuke admitiera que es gay y Sai empezase a salir conmigo parece que una cosa llevo a la otra y se dieron una oportunidad... les va bien. Dicen que es lo mejor porque se comprenden, pueden hacer todo lo que a las chicas les gusta hacer con su pareja además se comprenden en sus días... parece que son muy felices.
Naruto se rasco la cabeza nervioso, En su cabeza se plateaban una cuestión importante… ¿Podría llegar a tener una relación sentimental con Sasuke como Sakura e Ino?
Quiso imaginarse estando con Sasuke día con día. No lo vía tan lejano, en realidad llegaron a ser muy unidos; pero había problemas: le daba una sensación de asco imaginarse a ambosn cariñosos y melosos. Quizás era porque su imaginario social no iba en que dos hombres fueran tan cariñosos, en cambio no tenía problema en imaginar a Sakura e Ino siendo cariñosas y melosas, pero sí en imaginarse a sí mismo con Sasuke. Sasuke era el hermano que nunca tuvo, entonces, y solo podría imaginarse a sí mismo dándole un abrazo pero no más.
Escuchó el resoplido de Gaara.
—No te tortures con imágenes mentales. Las cosas no funcionan así. Y apaga el televisor. Ya estas mejor vayamos por el desayuno al Ichiraku ramen, yo te invito
En minuto tuvo a Naruto completamente listo y de pie. Para Gaara , Nruto seguía siendo un niño escandaloso como hace tantos años en los que le conoció.
Los días pasaron y Naruto decidió salir del departamento de su amigo. No quería molestarle más, entendía que quisiera estar con su pareja y él no le dejaba; además que Gaara tenía un sentido del orden muy alto por lo cual le hacía enojar bastante. Naruto rió por ello.
Regresó a su departamento, Hinata estaba ahí con su dulce expresión le recibió con un beso y un abrazo,.. Hinata nunca le regañaba, nunca se molestaba, simplemente estaba ahí con un dulce beso y un abrazo, solo comprensión y dulzura. Era lo que quería para él y para sus hijos. Decidió que por el bien de esa futura familia dejaría atrás el recuerdo de su mejor amigo, si este no podía superar el amor que sentía por él, entonces todo estaría dicho. Sin pensar más en ello, se concentró en comer la comida que su prometida le preparó. Después de ello la beso apasionadamente y le hizo el amor con pasión, Por su mente solo pasaba por la cabeza “esto es todo lo que puedo desear, una mujer bella con estos atributos ¿Qué podría desear en Sasuke? Nada… tiene el mismo cuerpo que yo... no hay secretos que descubrir, no hay suavidad, ni ondas, no tiene nada de lo que una bella mujer puede tener bajo las capas de ropa”.
…………..
Sasuke sonrió ante el escándalo que sus amigos hacían en la suite compartida. Realmente era un grupo escandaloso, en especial Karin y Suigetsu. Pero dejó de importarle, es más extrañaba mucho escucharlos gritar, le quitaban la soledad por completo. Evidentemente ni bajo tortura admitiría que les apreciaba y que extrañaba sus gritos.
Los cuatro se habían mudado a una suite de lujo que contaba con cuarto de práctica, gimnasio, mini bar, un enorme jacuzzi y una piscina en la azotea. No, que no estuviera acostumbrado esos lujos, pero saberlos propios era lo mejor. Su familia le visitaba regularmente y él a ellos. En tan solo tres semanas saldría de gira por todo Japón a promocionarse. Ya estaba firmado incluso que le pondrían una canción a un anime de moda, eso les daría más fama pues habían estudiado minuciosamente a que capítulos iría destinado su canción.
—Pareces muy cómodo en tu papel de súper estrella, Sasuke.
Suigetsu como casi ya era costumbre se le lanzó encima. Ya no intentaba separarle, había perdido incluso la gracia hacerlo. Los brazos de Suigetsu eran un poco más musculados que los suyos, firmes, le abrazaban con firmeza desde atrás y le susurraban directamente en el oído.
—Me he acostumbrado…
—Por supuesto si naciste para serlo, princesa…
Por ello sí que recibió un jalón en sus cabellos blancos pero no fue suficiente para que este decidiera no abrazarlo.
— ¿Has pensado en lo que te propuse?
Sasuke desvió su mirada hacia la ciudad. El enorme balcón con el que contaban dejaba a su vista toda la ciudad de Tokio. Como si pudiese gobernar sobre esta, dándole una sensación de poder único. Algo que encantaba al azabache.
—No lo sé.
— ¿Por qué no? Seremos profesionales, Sasuke.
— ¿Tu profesional? – sonrió sarcástico
—Bueno… hay que intentarlo. Te prometo que si no funciona la banda no se verá afectada
—Sera un infierno, Suigetsu, un real y completo infierno. Vamos a tener que vivir juntos ¿lo sabes no?
—Por eso mismo.
El peliblanco bajó sus manos hasta el bajo vientre del azabache, apretándose contra él
—Ya para con ello
— ¿Cómo crees que vamos convivir tanto tiempo y no poder hacer nada?
Las manos pálidas del peliblanco pasaron suavemente por el abdomen del azabache hasta su pecho, tanteando donde estaban los pezones de este.
—Eres tan deseable...princesa
Sasuke dibujo una sonrisa maliciosa en sus labios. No se sentía nervioso ni asustado, mucho menos avergonzado. La verdad era que había compartido algunas experiencias sexuales con Suigetsu... sí, había química sexual entre ellos.
Se giró levemente quedando atrapado contra el balcón, sus ojos se inspeccionaron, el deseo de obtener placer del otro se encendió ¿Por qué no?
—Voy a ir a su boda, Suigetsu
El peliblanco le soltó de inmediato al escuchar esa revelación en un susurró que él espero fuera un gemido o jadeo de placer.
— ¿Por qué te haces esto? ¿Pensé que eras inteligente y no tan masoquista?
El azabache resopló y se pasó la mano por los cabellos. La luna estaba en todo lo alto e iluminaba tenuemente ese espacio del balcón… era algo mágico. Hubiera sido un buen escenario para hacerlo con Suigetsu, pero debía de dejarle aquella advertencia.
—Escucha...
— ¿Escuchar que? No me digas que te presentaras justo cuando digan “quien se opone a esta matrimonio que hable ahora o calle para siempre y tu gritaras con tu vocecita de niña que te opones porque lo amas... ¿Qué esperas que suceda? ¿Que él se vaya contigo? No lo va a hacer es un maldito heterosexual cerrado de mente, solo le gustan las tetas y las vaginas ¡entiéndelo!
— ¡Carajo! Ya lo sé, cállate de una maldita vez.
Un dolor de cabeza comenzó a subir por sus sienes, realmente era algo fastidiosa escuchar gritar al peliblanco.
—Se cómo son las cosas. Y no, no voy a mandar mi vida a la mierda por Naruto. Solo quiero ver la maldita boda, ver como el da el estúpido anillo y ver como la besa para convencerme que ya no hay nada más. ¿No lo entiendes?
El peliblanco resopló asintiendo un poco más tranquilo pero aun preocupado.
—Sasuke… sabes que te dañara.
—Necesito hacerlo.
—Iré contigo y sabes que no podrás convencerme de lo contrario...
Antes de poder responder, dos voces más se sumaron a la conversación.
— ¡nosotros también…. ¡Sasuke!
Y tuvo a Karin colgada del cuello. Tampoco la apartaba más, no ganaba nada con ello. La chica tenía un agarre bastante fuerte.
—Como quieran solo no hagan desastre
Suigetsu sonrió pícaramente
—Per que dices...estarán encantados de tenernos, somos las estrellas del momento después de todo...prin...ce...sa
……………