Egoísmo
Capítulo 13
Yahiko miraba emocionado a Kabuto. El deseo de acabar con esa sonrisa hipócrita le ardía desde que le conoció.
-¿Qué paso? ¿A tu mami no le agrado que nos lleváramos a su dama de compañía?-Repuso Kabuto divertido. Era el destino de ambos. Debían matarse el uno al otro. Así lo decidió el destino el día que se conocieron.
Flash back
-Este es Yahiko Luvia- Nagato presentaba a su hijo como el nuevo presidente de empresas Luvia ante el consejo. Todos le miraron con aceptación, pero sus miradas no duraron demasiado, todas se posaron en el menor de diez que entraba al salón. Tanto Nagato como Yahiko giraron para contemplar al recién llegado que emitía una gran concentración de energía.
-Orochimaru, has roto las reglas otra vez…- Replico Danzo sin mucho enfado, quien le observara con detenimiento notaria esa sonrisa que se formaba en su rostro. Sonrisa que trataba de esconder con sus manos- Supongo que este es el experimento Nº73
-Exacto- Repuso Orochimaru. En cuestión de segundos todos olvidaron a Yahiko y Nagato, estaban tan asombrados por Kabuto. Al fin, al fin se veía la esperanza de supervivencia de los sangre puras.
-Supongo que esperas que te de la aprobación para experimentar con más donceles-
-Por supuesto. Me pediste una prueba de éxito. He aquí mi prueba. Pero te aseguro que con las mejoras de la droga, Kabuto no será nada en comparación a los nuevos sangre pura- Kabuto se paró frente a Danzo y este examino al menor. Su poder era sorprendente. Sobre pasaba a todos los integrantes de Consejo. Tan solo imaginar más sangre pura con ese poder o mucho más fuertes que Kabuto. El éxtasis invadía a Danzo. Dominarían este mundo como así debió ser siempre. Los fuertes reinando a los débiles.
“Experimentar” resonó en la cabeza de Yahiko. ¡No!. Apenas se había desecho del idiota de su padre, porque debía de ocurrir esto. Miro con enfado a Kabuto. “Si ese crio no existiera…”
-Está bien. Te dare cinco más. Dame una semana para escogerles.
-Sí, pero ahora mismo necesito a un doncel- Repuso Orochimaru y la mirada de todos los integrantes del consejo se posó sobre Nagato. Yahiko por instinto se paró protectoramente frente a su madre. Dando a entender que no lo permitiría
-Nagato. ¿No has educado a ese insolente?- Nagato deposito una mano sobre el hombro de Yahiko
-Aún le falta controlar su temperamento, pero el acatara las órdenes del consejo. Sean cual sean- Los ojos de Yahiko se abrían a mas no poder. Nagato no podía aceptar esto. No. No podía aceptar eso y esperar que se quede con los brazos cursados.
-Enton…- Danzo fue interrumpido por un Yahiko serio que se ponía frente de Kabuto y miraba fijamente a Danzo.
-Propongo un trato-Todos miraron algo sorprendidos al joven sangre pura, pero no se mostraron muy afectados. El vínculo siempre convertía volvía emotivos a los jóvenes sangre pura- Si lo que quieres es poder… te demostrare que puedo obtener un poder tan grande que los de Kabuto no le llegaran a los zapatos - todos miraron molestos a Yahiko. Solo decía tonterías, incluso Nagato trato de detenerle, pero Yahiko le empujo y se mantuvo firme mirando a Danzo- Dame diez años y veras que seré tan poderoso que matare a Kabuto- Giro levemente y miro al consejo y luego volvió a ver a Danzo, señalando a Kabuto- Acabare con este Prodigio. Y si fallo… entregare al consejo todo el patrimonio de la familia noble Luvia-Todos miraron interesados la propuesta de Yahiko. Acabar con un ser que claramente sobrepasaba el nivel de todos los presentes. De no lograrlo, igualmente el consejo ganaría todo el patrimonio de la familia Luvia. No es que estuviera interesados, pero era un buen precio por un doncel adulto.
-Tu imprudencia solo cava tu tumba. Puedes ser un Sangre pura, pero no eres un miembro del consejo y el consejo es la ley- Repuso Garra, el más joven del consejo, un chiquillo de apenas 15 años, pero tan Astuto como un adulto de 50. Además uno de los pocos sangre oscura. Es decir un niño nacido del incesto entre un sangre pura y su madre doncel. Un niño tabú que carecía del vínculo.
-¿Quieres que te demuestre lo serio que soy? Puedo demostrarlo ahora mismo…Te aseguro que acabare con él, pues soy más fuerte
Todos comenzaron a murmurar en el salón. Aquel joven que era presentado como nuevo presidente de Empresas Luvia ante el consejo, ahora de la nada se declaraba el sangre pura más fuerte de todos. Incluso prometía imposibles. La mayoría se veía tentado a dejar que Yahiko demostrara lo “Fuerte” que era. Hacia mucho que no veían una batalla entre sangre puras.
-¿Que interesante?- Repuso algo divertido Jiraiya- Quiero verlo…- Todos asintieron- Pero no será interesante si la lucha se lleva acabo ahora mismo… Diez años me parece prudente.
-Jiraiya, tú no te hayas en posición de opinar, eres quien menos derecho tiene de imponer cosas en el consejo.
-AAH. ¿Aun sigues molesto por perderme cuatro años?. Ya te dije estaba enfermo- Jiraiya desviaba la atención de todos con sus típicas excusas absurdas, todos los del consejo aun no comprendían por que el peli blanco formaba parte del consejo.
-a mí también me parece interesante. Es una batalla que sin duda puede valer la pena ver- Juugo padre de Suigetsu apoyo la idea de Jiraiya- Pero este no es el momento. Diez años el conveniente.
-Admito que soy débil con las apuesta- Orochimaru mostro total indiferencia. Diez años, hoy mismo, nada cambiaría el resultado. Si el consejo no le daba un doncel el simplemente lo tomaría, recordó al niño Uchiha, era cierto, aun no había concluido con ese niño… ¿Cuántos años habían pasado… 12, 14?- Te dare 10 años. Deseo ver que tan lejos llegara el sangre pura más fuerte…- concluyo, se sentía con ganas de localizar al menor… Ese experimento, debía concluir ese experimento.
Danzo molesto, pero aun si dio el permiso.
Fin del Flash back
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Nagato miro el cielo sombrío, aún era media noche. Miro el sofá y allí dormía Dante tan tranquilo, tan alejado de la realidad. “Yo nunca perderé” oyó en su mente. Supuso que la hora había llegado. Tomo aquel folio y comenzó a ordenar los papeles. La familia Luvia quizás desaparecería esa noche, pero su imperio jamas les pertenecería al consejo, menso a Danzo. Se juró así mismo.
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Naruto miro sus manos aun sin poder creerlo. Aquellas llamas de color naranja salían de sus manos.
-Es tas empezando a despertar- susurro Iruka agarrando a un Kakashi inconsciente por el golpe que recibió de las bolas de energía de Óbito- Gracias…- Soltó acostando a Kakashi en el suelo con delicadeza. Supuso que no había marcha atrás. Kakashi no podría contra Óbito y Naruto por más que empezara a despertar sus poderes, no sería capaz de controlarlos- Eres una molestia… Es hora que regreses al infierno- Concluyo Iruka recordando como Kakashi resulto herido.
Naruto no comprendía. Óbito de la anda comenzó a enfadarse y lanzar energía en forma de garras en todas las direccione. Quizás por que Kakashi solo esquivaba con facilidad cada ataque, mientras Iruka no dejaba de criticarle.
Naruto pudo sentir el miedo y la rabia recorrer su ser, pero, ese miedo y rabia no eran dirigidas a óbito, no… Ese miedo y rabia se manifestaban por culpa de Iruka.
De pronto las garras de energía salieron en todas las dirección dos de ellas se dirigieron al lugar donde se hallaban Naruto e Iruka. Fue como un relámpago. Kakashi aparecía frente a ellos y recibía de lleno el impacto en la espalda. Al ver su cuerpo desplomarse Iruka apenas logro cogerle y evitar que cayera al suelo. Pero el segundo impacto de la segunda garra se acercaba. Tanto Fue el miedo de morir y la sensación de impotencia en su ser, que grito enfurecido consigo mismo “No quiero morir” y de forma instintiva puso sus manso frente su rostro y cerro los ojos.
Unos segundos pasaron, pero Naruto no sintió el impacto del golpe. Solo atino a abrir sus ojos y miro sus manso cubiertas de un extraño chacra y juro que oyó un voz “De acuerdo…”
-Esto, yo no sé cómo hice esto- Naruto se mostró temeroso. Jamas había sentido nada igual. Tanto poder y a la vez tanto miedo… una extraña mezcla.
-No temas. Yo me are cargo del resto…- Repuso Iruka soltando a Kakashi en el suelo- Puedes llevártelo lejos de aquí.
-Claro, pero tú eres un doncel. No tienes poder alguno.
-No conoces mucho de nuestro origen- Iruka se ponía frente a Naruto- En el inicio, nosotros éramos lo domadores de demonio… y eso jamas cambiara.
Naruto miro con algo de admiración al hombre de cabellera negra con aquella cicatriz atravesando su nariz, pero su estómago se retorció… No podía evitarlo… Puede que el peli café fuera buena persona, pero su voz irritaba sus nervios. Otra vez la sensación de miedo y odio contra ese hombre.
Tomo a Kakashi como ordeno Iruka, y sin pensarlo dos veces cual cobarde abandono el lugar.
Iruka miro con algo de lastima a Óbito. Solo era un niño, solo era una víctima de esta ridiculez.
Sus memorias se posaron en el pasado cuando conoció a Sakumo Hatake. Tanto lucho por no ser un simple doncel. Trato tanto de mantener su posición como el último Domador de demonios y al final tuvo que conocer al idiota de Sakumo. ¿Acaso el destino le jugaba malas pasadas a todos los donceles?. El que se determinó a nunca unirse a un sangre pura, termino enamorándose de uno, termino entregándose a uno y para rematar trayendo al mundo un hijo suyo. Y bueno, no podía quejarse, le gusto jugar a la familia feliz. Pero la felicidad no dura para siempre. ¿Cierto?
“Sakumo, Estoy cumpliendo la promesa. Protegeré a nuestro hijo” se dijo antes de comenzar con el ritual.
-Invocación-Grito Iruka cortándose la muñeca con un cuchillo. La sangre al tocar el suelo formaba un circulo, que al cerrarse comenzaba a brillar y manifestaban extraños escritos en idioma antiguo- ¡Regresa al infierno donde perteneces!- Sentencio Iruka, al mismo tiempo que comenzaba con el conjuro de encierro.
Del círculo comenzaron emerger tentáculos oscuros. Que se rompían y daban paso a cientos de cadenas que corrían a gran velocidad hacia Tobi, que no tardaba en esquivarlas o destruirlas. Pero en cuanto lo hacía o destruía algunas cadenas, otras aparecían invadiendo todo el gran salón.
-¡AHHH!-Grito Óbito al ser cogido por una cadena y no poder romperla, de hecho le dolía. De hecho era insoportable el dolor. Como fuego que quema su piel e invierte su transformación.
-Una vez te atrapan, es imposible que te libere. Ríndete. El guardián jamas se retracta.
Lentamente El gato que fue óbito desaparecía y volvía a su forma humana, lentamente era arrastrado sin importar cuanto luchara.
Iruka. Rio, al sentir la sangre recorrer la comisura de sus labios. Era fuerte. Ese demonio era fuerte. Y mientras más fuerte fuera más sangre perdería… Supuso que sería el final de su existencia. Que ridículo, el que soñó con casarse con una humana, tener hijos y enseñarles la tradición de los domadores, solo moriría con un hijo que de hecho era un demonio… Quizás no debió dejar con vida a Sakumo, pero… quien puede mandar en el corazón…
Flash Back
-Tú odias a los sangre puras por demonios… Bueno, yo odio a los donceles por debiles… Estamos a mano- Sakumo replicaba a un enfadado Iruka que lo cogía con una de sus cadenas y amenazaba con devolverle al infierno -Aunque… Hay excepciones- rio - Morir en tus manos no me parece una mala forma de morir
Fin del Flash back
“Porque ahora deben regresar esas memorias a mi mente” se recrimino mirando el portal con cierto anhelo “Quizás si el portal me consume, pueda llegar al infierno y verte” Rio y negó con la cabeza
-Kakashi…- susurro. Supuso que su atolondrado hijo les seguiría a ese mundo oscuro solo por fastídiales y esquivar las obligaciones del mundo real.
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-Naruto…- Susurro Kakashi recuperándose un poco y reconocer a Naruto cargándole por un pasillo.
-Kakashi. Me alegro, creí que morirías
-Dónde… ¿Dónde está Iruka?- Kakashi empujo débilmente a Naruto para que este le soltara y apenas logró mantenerse de pie-¿Dónde está Iruka?- Replico con cara de enfado.
-El… - Naruto no supo que responder, solo miro atrás, y Kakashi a duras penas comenzó a regresar por el camino. No le dejaría salirse con la suya. No tenía derecho de abandonarle. No lo tenía.
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Casi todo el cuerpo de óbito fue absorbido por el portal y las cadenas que cubrían toda su cabeza lo hundían más y más. “Pronto acabaría” Se dijo Iruka escupiendo mas sangre. Y mirando como su cuerpo se debilitaba y también se hundía en el portal. Recordó las palabras de su padre “Si tu sangre no es suficiente, el infierno tomara tu cuerpo y tu alma”
Su padre… Los recuerdos de su breve infancia familiar. Los recuerdos de una tribu supuestamente extinta de domadores o cazadores de demonios se mantenía con su herencia viva.
Ellos podían domar y usar a los demonios como armas, pero también podían acabar con su existencia. Pero todos los domadores eran distintos, no todos eran fuertes y su fuerza de voluntad y fuerza física imponía un límite a sus habilidades.
Recordó la fama del clan Uchiha, y por esto fue el primero en ser eliminado por el consejo, dejando vivos a una pequeña familia de cuatro integrantes, llevándolos a ciudad Central donde serían monitoreados.
Puede que los sangre puras, se vieran como humanos con grandes poderes. Pero en el fondo eran unos demonios cobardes, que temían a los domadores de demonios y les erradicaron a todos en el paso de los años, dejando vivos a los donceles en números muy diminutos, para garantizar la permanecía de su “especie” aislándolos de su cultura, privándoles de sus derechos. Lentamente se vieron reducidos a simples herramientas de procreación y nada más.
Pero la naturaleza era sabia y comprendía que tanto los donceles como los demonios ya no eran necesarios. Y así, el número de donceles nacidos vivos se reducía drásticamente con el pasar de los años, sumado a la exterminación de las familias de domadores, se condenaron a la extinción.
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-¡Maldita sea! ¡Maldita sea!- Replicaba Kakashi caminado a duras penas, seguido por Naruto, que aún no se recuperaba de esa espantosa sensación de miedo, que al contrario de disminuir iba en aumento.
Como si su cuerpo estuviera de acuerdo en dejar morir a Iruka, parecía ir más lento en cada paso.
-Kakashi. ¿Que son para ti los donceles?-Pregunto Iruka a su adolecente hijo.
-No es obvio. Son las madres de los sangre puras.
-¿Solo eso?- replico Iruka con muchas venitas en su frente. Incluso Sakumo le había metido esas tonterías en la cabeza de su hijo.
-¿Qué más pueden ser?. Son tan débiles como los humanos. Para lo único que sirven es para parir. ¿Ahora puedes dejarme leer en paz?- Replicaba Kakashi ansioso por seguir con su lectura y lograr que su madre se callare de una maldita vez. ¿Porque Iruka no podía mantenerse callado, mientras él se recostaba sobre sus rodillas y leía su libro?
-¿No deberías ir a la escuela?- Repuso más molesto Iruka al ver el descaro de su hijo. Que se recostaba sobre sus rodillas.
-Es una pérdida de tiempo. Puede que papá no pertenezca a una de las siete familias más poderosas, pero nos dejó una buena cantidad de dinero, suficiente para no preocuparnos por anda el resto de nuestras vidas.
-¡Ahh! ¡Eres un fracaso!- Estallo enfurecido botando de un empujón a Kakashi al suelo.
-Prefiero ser un fracaso que un doncel-Remato Kakashi molesto si percatarse del efecto de sus palabras. No se atrevió a ver a su madre. Solo cerró los ojos esperando un golpe o una cachetada por su insolencia, pero jamas llegaron.
-Y si te dijera que los donceles no son lo que dicen- Kakashi abrió los ojos. Su madre hablaba con un timbre calmado, eso era raro.
-Diría que estás loco de remate. Si te escucha alguien del consejo, de seguro te encierran.
-Dudo que lo hagan, Danzo es un cobarde, no tiene las agallas de acabar con el ultimo domador de demonios
-¿Domador? Otra vez con esa tontería... Eres un doncel. Los domadores ya no existen.
-aaah… -suspiro Iruka-Puede que te parezca a tu padre, pero no sacaste su carácter. De hecho ni siquiera tienes el mío… De quien pudiste heredar esa personalidad tan perezosa… Quizás no debí alzar pesados durante el embarazo, quizás naciste con algún grado de retraso mental. Eso explicaría mucho
-Iruka…- Replico Kakashi con cientos de venitas en su frente. Como odiaba la voz de Iruka y la odiaba más cuando se dedicaba a insultarle o reclamarle. Era tan irritante que solo tenía deseos de matarle, pero al verle se calmaba. Contradictorio. Siempre fue así los sentimientos de Kakashi por su madre.
-Kakashi. Voy a contarte un secreto…-Soltó Iruka acercándose a su hijo, tan cerca que Kakashi no pudo evitar sonrojarse. Aquel arroma era embriagante. Era tan malo desear tocar ese cuerpo frente suyo- Los donceles aun sin ser domadores entrenados pueden abrir las puertas del infierno… pero no por mucho tiempo… Ningún demonio puede escapar de esta técnica ileso.
-Tonterías. Si fuera así, no estiran en estas condicione- dijo Kakashi, pues si un doncel fuera tan fuerte no hubiera sido restringido de tantos derechos
- Es cierto…- Iruka se sentó al lado de su hijo y apoyo su cabeza en su hombro- Todos han sido privados de su cultura. Como esperas que alguien sepa de lo que es capaz si jamas se le es permitido intentarlo. Pero ciertamente pueden hacerlo, aunque lo más seguro es que mueran en el intento.
-Entonces es estúpido. Ahora si veo que sois inservibles. Solo servís para parir y nada más- Repuso mirando al techo- esperando que Iruka lo golpear o se alejara de él “!No!, ¡no!, ¡no!” se reprendía. Ya se lo habían advertido de romper las reglas y acostarse con su madre podría dar nacimiento a un sangre oscura. Eso jamas. Nunca admitiría un sangre oscura en su vida, no a uno del mismo tipo que mato a su padre. Pero era difícil. Al diablo… Existe el aborto., se dijo para luego tomar a Iruka de los hombros y besar sus labios
¡Plop! Se oyó. Iruka golpeaba a Kakashi, muy molesto por su osadía.
-¡Imbécil!- Iruka se marchaba de la sala. Era imposible, no había caso de hablar con Kakashi desde que alcanzo los doce años. – ¡Consíguete una maldita novia de una maldita vez!
Oh si, Iruka no era fácil. Podía ser una persona paciente y siempre se preocupaba por todos, pero era claro con él en todos los sentidos. Siempre le hablo de los tipos de sangre pura, del origen de los donceles y las intenciones del consejo. Pero Kakashi jamas le dio importancia. Mientras no afectara su existencia le valía una mierda si el mundo se acaba.
Tal fue la dejadez de Kakashi que la nobel familia Hatake entro en quiebra cuando Kakashi tomo el liderazgo de esta. En palabras textuales de Iruka: lo que el consejo no pudo en treinta años, tú lo hiciste en un maldito años.
¿Cuantas veces no tuvo a Iruka encima de él jalándole para que valla a trabajar?. ¿Cuantas veces miro el enfado de Iruka cuando embargaban la empresa, la casa y otras propiedades?. Pero aun así seguían juntos. Pese a todas sus fallas, Iruka como madre jamas le dejo. Porque debía permitir que a estas alturas de la vida le dejara por razones que no tenían que ver con ellos. Porque no solo tomar maletas y desaparecer de la faz del planeta. Quizás a una isla desierta donde todo el sistema social sea una ilusión. Donde solo ambos existieran.
Cayó por el peso de su cuerpo y el agotamiento producto del daño recibido. Porque no podía moverse como quería. Que constaba caminar un par de metros más. Alzo la mirada y el miedo le embargo al ver la rojiza luz y comprender que ocurría.
“!Muévete!” se exigió.
-¡Te ayudare!-Dijo Naruto tomando a Kakashi del brazo ayudándole a seguir el camino que le llevaría hacia Iruka. Era cierto. La idea de abandonar a esos dos, por la incomodidad y el miedo que le producía Iruka estaba presente, pero su juicio le hizo reflexionar. Él no podía dejarles morir.
Tan rápido como les fue posible avanzaron hasta el salón, las luces concluían absorbiendo a Tobi por completo y dejando a un Iruka tirado en el suelo en un gran charco de sangre.
-¡Iruka!- Grito Kakashi soltando se de Naruto y arrojándose sobre él. “No puedes morir, no puedes dejarme” replico tomando el pulso del moreno. El cuerpo de Iruka estaba morado por la pérdida de sangre, se hallaba descalzo. Supuso que también el portal trato de absorberle, pero de alguna forma Iruka se salvó.
-El..- Los labios de Naruto temblaron, el miedo que sintió ahora era un recuerdo. Quizás las palabras y la energía que emitía ese hombre fueron los responsables de esa sensación. Debía ser cierto. Los demonios en un inicio temían a los domadores y aun que los papeles se hubieran invertido y desde ese pacto solo existieran donceles, tener a uno con la habilidad de invocar las puertas del infierno, ponía la carne de gallina a todo demonio. Al grado de paralizarlo, al grado ponerles la piel de gallina… Quizás el consejo no estaba tan errado. Esos seres debían ser eliminados para garantizar la supervivencia de los sangre pura, los Donceles debían ser reprimidos para que jamas aprendieran a usar esas técnicas. Los donceles debían aprender que su único objetivo en esta vida era traer al mundo más sangre puras. “Eso es verdad” oyó nuevamente esa voz. Pero luego de mirar a Kakashi negó con la cabeza. Desde cuando era tan extremista.
-¿Está vivo?- Pregunto Naruto con el deseo de que no lo estuviera. Por primera vez deseo la muerte de alguien, aunque recordó que no fue el primero, ya había deseado la muerte de Sasuke “Son una amenaza” oyó la voz en su interior.
-Lárgate-Dijo Kakashi tan serio como pudo
-Pero… ¡Quiero ayudar!- replico Naruto molesto. Kakashi sonrió irónico. Acaso Naruto era diferente de los demás. Claro que no. Podía verlo en sus ojos, el deseo y anhelo de ver muerto a Iruka. Era como todos aunque tratase de evitarlo. Quizás un sangre pura podía amar a su madre y hacer todo por ella, pero al ver a otro doncel, solo deseaba darle muerte, pues era una amenaza a su existencia. Quizás por eso era tan extraño el amor entre un sangre pura y un doncel. Trato de recordar alguna pareja viva de sangre puras y donceles. Pero no hallo ninguna. No podría contar a Deidara y Danzo. Jamas hubo amor. Deidara solo era una herramienta para danzo.
Era cierto… Todos los donceles que aun sobrevivían, era por la terquedad de sus hijos, que no deseaban eliminar el vínculo. Aunque Garra era la excepción, el solo tenía a su madre vida por decisión del consejo.
-Ya cumplimos el trato. Se te hace tarde- Repuso Kakashi y Naruto comprendió que Kakashi deseaba estar solo, así que simplemente marcho.
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Kushina corría a más no poder, debía advertir a todos que esto era solo una pérdida de tiempo. Pero de pronto miro un montón de papeles volar por el aire. Estos papeles provenían de la entrada al salón del cuarto nivel. Lentamente camino hacia este lugar y allí pudo ver como Tsunade tenía todo el cuerpo cubierto de marcas y su aura era aterradora. No quiso ni imaginar a su suegra convertida en el demonio de seis colas Rokubi, giro la mirada y vio a Konan. El demonio de siete colas Shichibi. Supuso que ya no había mucho que hacer al ver como su suegra le atinaba un golpe certero en pleno pecho de la joven de cabellera azulada.
-Querida suegra- Llamo Kushina atrayendo la atención de Tsunade
-¿Ocurre algo?-Cuestión Tsunade –Estoy un poco ocupada- repuso al ver como Konan se levantaba del suelo. Ciertamente los sangre puras no eran fáciles de derrotar.
-SI, a Danzo le pareció divertido hacernos perder el tiempo. No están aquí- Tsunade volteo los ojos molesta.
-Se, yo también quiero tenerle frente mío para enseñarle un par de cositas- dijo Kushina al ver el rostro de furia de su suegras
-Hey. ¡Tú!- Tsunade miro a Konan, que aun la miraba inexpresivamente. Pero al final cambio de parecer… un sangre pura sin madre era un ser sin miedo de la muerta. Como un cascaron vacío.
-suegra, es mejor irnos en busca de los demás
-Vamos- Ambas mujeres corrieron dejando a Tras a una Konan que apenas tomo importancia a su huida. Solo se puso a caminar por el pasillo, tenía cosas más importantes que hacer. Debía ir a por Dante y Nagato. Se preguntó si Yahiko estaría con vida o no. Bueno, tenía tantos pendientes… pero aun así no tenía ganas de darse prisa para comprobar los resultados de estos.
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Grande fue la sorpresa de Tsunade y Kushina al ver a sus maridos en el salón del consejo tomando algunas copitas de sake
-¿Qué mierdas se suponen que hacen para de vagos?
-Cariño, no es lo que piensas-dijo Míname poniendo sus manso de forma sobreprotectora sobre su rostro
-Solo esperábamos a por Naruto y ustedes. Supongo que ya lo saben
-Ja. Si piensas que eso te salvara de la golpiza que te dare estas muy equivocado Jiraiya-Amenazo Tsunade
-Eso significa…- Dijo Kushina mirando detrás suyo
-Calma cariño, él está bien. Puedo sentir su chacra
-Pero si está herido. Si ninguno de nosotros peleo enserio entonces por qué el temblor. ¿Acaso mi bebe está herido? ¡No!- Kushina comenzaba a perderse en la depuración. Más Míname le tomo de los hombros para verla fijamente a los ojos
- Somos sus padres. Ten fe en él.
-sí, pero… el no recibió un entrenamiento, el no despertó- una lagrima escapo por las mejillas de Kushina, lagrima que fu interceptada por los dedos cálidos de Míname y dedicándole una leve sonrisa susurro
- Él ya está cerca. No es bueno que te vea llorar- Kushina asintió y todos esperaron a que Naruto llegara para regresar a casa. La misión había fallado y si sus sospechas eran ciertas Sasuke estaba en el único lugar donde no podrían llegar con facilidad: Ciudad Ion.
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-Que rabia- se quejaba Tsunade- pero espera que vea a Kakashi. Lo degollare, como se le ocurre abandonarnos y dejarte solo contra ese prodigio- maldecía Tsunade mientras Kushina se ponía a practicar boxeo con un costal de arena que tenía las fotos de Kakashi y Danzo
-¡Lo are trizas, nadie se mete con mi bebe!
-aaah-Atino a decir Naruto sin comprender-¿Por qué están enojados con Kakashi?
-No es obvio, nos dejó colgados, de no ser porque despertaste un poco de tu poder, estarías muerto- Dijo Tsunade señalando la ropa de Naruto que estaba desgarrada y el todo sucio
-Pero, fue el quien me salvo, bueno ambos…- Naruto agacho la cabeza
-Ambos…- Susurro Tsunade para dejar de ver a su nieto y posar su mirada en la ventana. Ambos…- susurro nuevamente “Así que Iruka lo hizo”
- el..
-No digas nada- Interrumpió Minato comprendiendo a la perfección la situación- solo di que fueron unos buenos hombres…
Naruto no comprendió. ¿Acaso estaban muertos? Iruka quizás, pero Kakashi.
-No me digas que… ¿Kakashi se suicidó?-Pregunto asombrado
-Quien sabe. Pero dudo que le interese mezclarse con nosotros nuevamente. Conociéndole ahora mismo debe estar sacando a Iruka del país y buscando alguna isla desierta donde vivir tranquilo.
_______________________________________________________________________Tal como dijo Minato. Kakashi se hallaba en marcha para salir de ciudad Central, sobre sus hombros cargaba aun Iruka aun inconsciente que levemente se quejaba del dolor
-Solo un poco más…- repuso el peliblanco- ya llegaremos- concluyo mirando el barco que les sacaría de esta ciudad- dicen que al norte existen islas deshabitadas. ¿No crees que sería unas buenas vacaciones…?- hablaba para sí mismo.
A lo lejos un hombre de cabellera negra miraba indiferente como el peli blanco marchaba con el doncel sobre su espalda.
-Zabusa- Repuso Haku algo preocupado
-solo ignórales, es hora de partir- Haku asintió. El viaje a ciudad Ion por mar seria largo, pero era el mejor camino para no ser descubiertos por Orochimaru, ni Danzo.
Recuerdos
-¿Por qué te pones esos algodones a los oídos?-Preguntó Sakumo a su hijo tomándole de un brazo, tenía tantas bolitas de algodón incrustados en sus oídos que le preocupaba que el menor lastimara su audición.
-¡Ya estoy harto! ¡No lo soporto! ¡No soporto su voz!- Repuso Kakashi furiosos. Sakumo giro y vio al único presente en la casa, Iruka estaba en la sala hablando por teléfono. Suspiro era obvio.
-supongo que oídas a tu madre
-¿Qué?-dijo Kakashi pues finalmente había cubierto por completo sus oídos y se sentía tan aliviado. Sakumo miro con odio al pequeño bribón, cuantas veces Sakumo no había hecho eso e Iruka jamas se lo permitía, no era justo que Kakashi si pudiera hacerlo. Así que solo atino a sacárselos de un solo jalón de orejas
-¿Te pregunte si odias a tu madre?- Kakashi miro molesto a su padre
-¡Presupuesto que no! ¡Es a ti a quien odio!- Otro suspiro. Tan típico en los sangre pura. Pero bueno ese no era el asunto ahora
-Entonces solo oídas su voz- Kakashi asintió mientras hacía más bolitas de algodón. La voz de Iruka lo perturbaba- ¿Quieres saber la razón?- Kakashi finalmente dejo lo que hacía y miro a su padre con curiosidad. ¿Acaso su madre hacia esto apropósito? ¿Acaso había forma de parar es sensación de irritación en su ser?. Asintió con la cabeza. Deseaba saber y ponerle una solución.
-Veras. Tu madre es un doncel
-pussss- soltó molesto. Eso era obvio. De no serlo no sería su madre.
-sí, sí. Lo sé es tonto decírtelo, pero tu madre es descendiente de una familia de donceles que ha mantenido sus costumbres como domadores de demonio- Kakashi miro con los ojos abiertos de par en par, para luego buscar con la mirada a Iruka que seguía en el teléfono hablando con quien sabe quién.
No podía ser cierto. Había oído un poco de esa historia pero su madre no encajaba en el perfil de hombres barbaros que manejaban las artes oscuras. Si, Iruka era una persona de ciudad que no mataba ni una mosca. Negó con la cabeza. Su padre decía tonterías nuevamente.
-seee-Repuso Sakumo- no lo parece. Pero solo oír su irritante voz lo delata. Veras: Una habilidad de los domadores es su capacidad de invocación de las puertas del infierno, con esto podían invocar demonios que les obedecían o mandar a demonios enemigos al infierno, por medio de conjuros que requieren sacrificios de sangre, vida o alma.
Pero para poder llevar estos rituales, debían entrenar su mente y cuerpo. Parte de su entrenamiento era la concentración de energía en sus conjuros, para esto debían practicar diariamente. Pero Iruka siempre llevo las cosas al extremo cuando se quedó solo. Practico tanto y con tanto ahínco que se le hizo costumbre usar esa habilidad todo el tiempo y se niega a dejar ese habito, yo creo que se le olvido hablar con normalidad.
-Entonces su voz real no es irritante
-Si. Los humanos no lo notan, y como no realiza conjuro alguno no lo vemos, pero sentimos. Es como tener a alguien apuntándonos con una pistola cargada en las cien… Irritante… y aterrador.
-Entonces solo hay que decirle que deje de hacerlo
-aaaaah. Eres su hijo, quizás tu si puedas, porque a mí ni caso me hace- Sentencio Sakumo derrotado. Cuantas noches su maldita voz a matados las paciones… - No recuerdo cuando fue la última vez que pude estar con tu madre, ya tienes ocho y ni un hermanito te hemos dado…- se quejaba Sakumo mientras Kakashi no se decidía si matar a su padre por sus podridas intenciones con su madre, o cortar al lengua de su madre y vivir en paz.
-¡Que bellos recuerdos…! Ese tiempo tu madre quedo afónico por un resfriado y finalmente pudimos consumar el matrimonio… quizás pueda hacer que pesque otro resfriado…
Oh, si Kakashi ya lo había decidido. Mataría al cochino de su padre. Primero muerto que dejarle que tocara a su madre.
Iruka colgaba el teléfono y se dirigía a la sala mirando con desconfianza a su esposo que reía maléficamente y a su hijo que no dejaba de jugar con el bisturí del botiquín. Algo no estaba bien. Suspiro. Quien le mandaba a enamorarse de un sangre pura y de tener un hijo con el… Supuso que los dolores de cabeza nunca acabarías. Solo dios sabía que tenían esos dos en sus desquiciadas mentes.
-¡Id y cumplid con sus obligaciones!-Grito molesto arrojando su marido su maleta de trabajo y a Kakashi su mochila- ¡par de vagos!, ¡llegarán tarde otra vez!
Ambos peli blancos salían a toda prisa de la casa, no por el trato, sino por los gritos de Iruka que les ponía la piel de gallina.