Egoísmo
Capítulo 14
Ambos se miraron analizando la oportunidad de dar el primer golpe. Pero esto parecía algo complicado, el primero podría ser el último. Yahiko lo sabía bien, Kabuto era tan fuerte como el, pero era más flexible, después de todo era un demonio serpiente.
Al inicio pensó que por ser el buey pulpo su flexibilidad era superior, pero erro. Kabuto no solo era una simple serpiente, sino era una venenosa de cuya piel emanaba acido. Sujetarla no era una alternativa. Debía golpearlo en un punto certero.
Kabuto miro divertido, ciertamente era gracioso ver a Yahiko tan determinado en acabar con su existencia y a su vez pensar que saldría vivo de este encuentro. Negó con la cabeza. Tanta ingenuidad le parecía abominable.
-Vamos a pelear o… ¿Me miraras hasta enamorarte de mí?- Dijo con el afán de sacar de quicio a Yahiko.
-Que divertido- Atino Yahiko a responder al momento de ver como aquella cola a aprecia de la nada y se dirigía a él a gran velocidad.
-Valla. Lo has esquivado- Kabuto aplaudió levemente felicitando a Yahiko. Yahiko por su parte miraba algo asombrado. El peli blanco podía convertir partes de su cuerpo a su forma demoniaca sin necesidad de liberar su chacra. Supuso que esa sería otra desventaja para él.
-Obvio. Eres lento y evidente- Trato de restarle importancia a las habilidades de Kabuto. De nada ayudaría admitir la verdad evidente. “!Piensa Yahiko!” se dijo recordando que se jugaba el todo por el todo.
-como digas- Kabuto respondió divertido. Esto apenas comenzaba.
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Konan llegaba al departamento de Nagato y allí miro como este la esperaba con Dante acompañándole.
-Ya era hora- Repuso algo angustiado Nagato, mientras Dante le seguía, jamas vio a Nagato tan perturbado. Lo único que este le dijo es que Yahiko estaba en apuros y necesitaría ayuda.
Tanto Nagato, Dante y Konan subieron al helicóptero, llegarían a tiempo a ciudad Ion.
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-¡Nos vieron la cara de retrasados!- repuso molesta Tsunade
-Y si vamos en uno de los aviones de la compañía- Sugirió Naruto, pero Jiraiya negó con la cabeza.
-Seremos derribados a penas lleguemos a sus fronteras- Míname era sincero. Aquella era una tierra hostil.
-Entonces… ¿Nos quedaremos de brazos cursados y nada más?- Repuso Naruto molesto. Hasta hace unos meses él era un hombre de gran poder económico. Tenía lo que quería cuando quería. Desde que conoció a Sasuke bueno… todo cambio. Tenía un hijo malcriado, un doncel que le impusieron como esposo. Era enemigo del consejo y ahora entraba en enemistad con el reino de Ion.
-¿Qué haces?- Pregunto Kushina a su suegro que no dejaba de escribir quien sabe que cosas en su libreta.
-Tomo apuntes. De seguro esto se vuelve una película taquillera. ¡Ganaremos millones!- Extendía sus manos como si en el espacio que creaba entre sus palmas el título de la película apareciera -En busca del doncel
-Eso no suena muy comercial, además existen tantas películas con títulos similares-Repuso Míname introduciéndose a la conversación
-Cierto- Kushina apoyo a su esposo- En busca del soldado Ryan; en busca del arca perdida; en busca de memo…
-En busca del santo grial- Tsunade se introducía a la conversación.
-¡Valla ahora todos son críticos!- se quejó Jiraiya. Mientras Naruto sufría de un tic nervioso. Como era posible que su familia cambiara tan rápido de interés. Hacia horas eran los más interesados en ir a por Sasuke y el resto de los donceles, pero ahora discutían de tonterías. De pronto a Naruto le vinieron los recuerdos del porque se independizo tan joven, no fue la boda con Hinata. Fue su familia. Todos eran pura sangre, todos eran tan extraños y cambiaban de estados de humor de manera violenta. Demasiados extremistas supuso.
Él que nació siendo humano y se desarrolló sin despertar habilidad alguna, jamas comprendió nada de lo que era ser un sangre pura. No esperen que comprenda ahora su extraño proceder. Nuevamente se sintió el extraño de la casa. Giro resignado, él no podía hacer nada. Non era su responsabilidad o sí. Miro las calles desoladas y recordó que él fue quien mando a Sasuke a recoger aquel envió. Quizás si era su culpa.
-Cariño…- Kushina se acercó a Naruto- Todo saldrá bien, solo debemos pensar un poco más. Iremos a por él.
Naruto miro a su madre y negó con la cabeza. “No es mi cumpla. Como iba yo a saber”. Supuso que Dante se enfadaría y estallaría de la rabia echándole la culpa “No es mi culpa”. No volvería a poner su vida en riesgo, suficiente con lo experimentado en el consejo. Recordó a Tobi y a Iruka. Recordó aquella voz. Era todo tan confuso, no deseaba ser un mostro. ¿Podía elegir nuevamente?. Es decir, Sasuke no le dio elección alguna a elegir cuando se acostó con el aprovechado su borrachera. No le dio opciones cuando le escondió la existencia de Dante. ¿Podía decidir? ¿Realmente quería poner todo en juego por Sasuke?. Negó nuevamente con la cabeza.
-Naruto- Repuso Kushina y su hijo le sonrió.
-Papá lo dijo. No hay manera de entrar, es un reino hostil. Además… ¿valdría la pena sacrificar más vidas?, ¿quizás cuando lleguemos sea demasiado tarde?
-Pero… Dante…- Susurro Kushina preocupada por la reacción que tendría el menor.
-Tarde o temprano debe romper su vínculo- Kushina abrió los ojos sin poder asimilar lo que su hijo decía. Pero luego acepto sus palabras. Naruto no era un sangre pura ordinario, era un alfa recesivo. Que podría el comprender el vínculo, él era libre de andar entre humanos y demonios.
-Cariño…- Susurro con tristeza
-Mamá no es mi problema, él no es nada mío
-Es verdad… no es nada tuyo- Kushina dijo resignada- puedo darte un consejo hijo mío
-ok- dijo de mala gana
-Nunca te enamores
-No es necesario que me lo digas, hasta ahora jamas he podido enamorarme de nadie
-Lo sé. Por eso andas seguro y confiado jugando con todo a tu alrededor. Quizás tus hijos hayan dejado un dolor en tu alma, pero jamas has llorado por nadie, jamas as amado a nadie, aun sigues segado por tu propio poder. Lo habrás sentido… Parte de ese poder, una voz…
Naruto miro a su madre con atención. Era cierto, había escuchado una voz.
-Ese es tu demonio. Nosotros nacimos escuchando nuestras voces demoniacas al grado que se volvieron nuestras. Somos demonios después de todo, nacimos como humanos y por ellos también somos algo humanos, pero seguimos siendo demonios. Para nosotros el vínculo es tan grande, tan fuerte que es casi irrompible, pero hay algo que lo supera
-Déjame adivinar- Dijo Naruto aburrido del tema, al inicio creyó que su madre diría algo importante, pero era lo mismo de siempre- El amor
-Exacto. Cuando un demonio se enamora es complicado. Digamos que si tu padre llegara a engañarme…-corto el dialogo cerrando lo ojo imaginando un escena xxx, entre su esposo y una mujerzuela. Tal fue la furia que olvido por completo a Naruto y se fue en contra de Minato lanzándole bolas de fuego- ¡Maldito infiel te matare! ¡Eres mío o de nadie, me escuchas!
-Cariño cálmate, ¡CÁLMATE!- Minato seguía corriendo tratando de evitar los ataque de Kushina, sin comprender que había hecho para que su esposa se enfadase. Mientras Naruto negaba con la cabeza. Su madre no era muy buena con los consejos.
-Así que… Nunca debo enamorarme…- resoplo contemplado el cielo que lentamente se aclaraba. Comenzaba a amanecer.
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Tanto Dante, Konan y Nagato caminaban por las calles de ciudad Ion. Konan dirigía el recorrido, sabía donde estarían Kabuto y Yahiko luchando. Pero dudaba si habían llegado a tiempo.
-¿Qué raro?- Dijo dante volviendo a discar el número de Sasuke
-¿Ocurre algo?-cuestiono Nagato al menor
-Por más que trato de llamar a Sasuke no contesta.
-estará dormido- repuso Nagato. Mas Dante negó con la cabeza, su madre no era así. Mínimamente ya debería haberle llamado unas veinte veces preguntando: ¿Dónde estás? ¿Has cenado? ¿Hiciste tus deberes?… Etc. Etc. Pero ni una sola llamada. Miro a Nagato que se mostraba preocupado por Yahiko. Decidió callar. Después de todo lo que su madre hiciera no podía ser peligroso, trabajaba desde casa. Seguro salió y olvido el móvil. O quizás… negó con la cabeza. El peligro era en ciudad Ion y su madre estaba en ciudad Central. Siguió negando con la cabeza. Estaba nervioso, pero no podía simplemente abandonar a Nagato después de todo lo que les había ayudado.
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Sintió como su piel era rota en por el viento. Tan rápido fue el movimiento de Kabuto que sin tocarlo, solo con la honda de viento logro herirle el brazo.
-Que paso. Que no eras el sangre pura más poderoso- Repuso Kabuto desafiante. Yahiko comenzaba a mostrarse cansado. Y su cuerpo mostraba los golpes recibidos, en cambio Kabuto se mantenía impecable y relajado.
-Engreído- Yahiko se paró firme, ya no tenía caso esquivar y analizar más los ataques de Kabuto. Extendió su chacra y lo libero. Se puso ver la figura del toro pulpo de ocho tentáculos.
-al fin alcanzarte la desesperación máxima- Rio Kabuto. Era lo que esperaba, siempre le agrado comer a sus víctimas en su forma demoniaca. “Lo admito, me gusta jugar con la comida”
Rápidamente Kabuto también realizó su transformación a serpiente blanca. Los dos colosos se miraron mutuamente y sin espera alguna se abalanzó uno sobre el otro. La lucha de los tentáculos con los intentos repetidos de la serpiente por enroscarlo destruía todo el panorama.
De los tentáculos de Yahiko se podía observar un extraño vapor verdusco que se evaporaba en el aire dejando unas manchas negras. El ácido de Kabuto lo hería, pero la capacidad de regeneración de Yahiko cicatrizaba las heridas rápidamente.
Aplastar la cabeza de la serpiente con sus patas o morderle del cuello no eran opciones fáciles para Yahiko, su cabeza resbalaba tanto de sus cascos como de sus dientes. Eran todo un enredo.
Tampoco era fácil para Kabuto el enrollar a Yahiko con su cuerpo, sus tentáculo eran una molestia que le impedida comprimirle. Comenzó por primera vez a sentir la fatiga, pero no la desesperación. Esa era la diferencia entre ambos. Que de la anda deshicieron sus invocaciones. Kabuto por cansancio y Yahiko porque ya no le quedaba chacra.
-Que desilusión- Replico Kabuto -Esperaba comerte en tu forma demoniaca. Pero bueno, supongo que debo matarte de manera clásica- saco su arma de fuego.
-No me subestimes serpiente rastrera
-Todas las serpientes son rastreras. No es un insulto
- Como digas- Yahiko sacaba de su brazo una catana
-Wow-dijo sorprendido- Eso es nuevo. Jamas creí que alguien usara la invocación para esconder en su cuerpo humano armas. Interesante. Pero inútil contra una pistola.
Kabuto estaba apunto de disparar, pero vio un enjambre de abejas de papel que comenzaban a cubrirle velozmente.
-Konan- Replico Kabuto molesto- ¿tú también?
Konan no respondió nada, solo se posesiono frente a Kabuto mientras Dante y Nagato auxiliaban a Yahiko.
-Así que el equipo de rescate vino…- soltó para luego reír a carcajadas- una mujer, te cubres detrás de una mujer demonio, de un doncel viejo y un…- Miro detenidamente a Dante. Cero los ojos- Así que él es el hijo de Sasuke-kun
Dante no cambio su expresión de repulsión a Kabuto. Y siguió mirándole. Ese era el hombre que había derrotado a Yahiko, el hombre que consideraba el más fuerte. Pero no se sentía nervioso, ni molesto, solo se sentía con prisa de regresar a casa al lado de su madre.
-El hijo del doncel que Orochimaru quería…- Repuso invocando su forma demoniaca sin esfuerzo alguno y sin la necesidad de liberar chacra. Konan miro sorprendida esta transformación al igual que Nagato.
-Dante- Llamo Konan
-Sí, señora
-Saca a Yahiko y Nagato de aquí.
-Es imposible- Yahiko interrumpía acercándose a Konan- no podrás contra él. Además- se puso al lado de Konan- es mi batalla.
Konan miro a Yahiko y cerró los ojos. Como contradecirle. Era el hombre que amaba, era su prometido, era quizás el único ser a quien tenía algo de afecto. Quizás por eso lo haría. Por no querer perderlo todo nuevamente.
-Juntos, ¿te parece?
-Ok- Repuso Yahiko mirando a Konan a los ojos. Yahiko no había roto el vínculo con Nagato, pero tampoco negaría que la demonio no le era indiferente. Siempre estuvo pendiente de lo que la chica pensara de él. La acepto como prometida y supuso que una vez muriera Nagato ella sería lo más importante en su vida. Supuso que era un amor recesivo, quizás porque se criaron juntos, quizás la asimilación de una relación de amor por costumbre. Supuso que nadie en este mundo deseaba estar solo.
Ambos tomaron su forma demoniaca. Yahiko como el toro pulpo de ocho tentáculos, y Konan como Chomei el escarabajo rinoceronte de siete colas.
Nuevamente la serpiente trato de enredar al toro con su cuerpo venenoso, pero el toro pulpo no se lo hacía fácil, pues sus tentáculos oprimían el cuerpo de la serpiente. Mientras ambos colosos se mantenían en su lucha de poder, Chomei atacaba directamente a la cabeza de la serpiente con su invocación de enjambres de abejas.
-La batalla está decidida- Repuso Nagato algo aliviado, pero Dante negó con la cabeza. Algo no estaba bien. El poder de chacra de la serpiente finalmente se manifestaba, y era enorme.
-Así que ese es el chacra de un sangre oscura- Repuso Dante
Nagato miro a Dante. Era sorprendente que el menor asimilara las cosas tan pronto. Desde la explicación del chacra, los tipos de sangre pura, y más que su fuerza fuera proporcional a la que tenía frente suyo.
Recordó como el menor mostraba una fuerza humana normal cuando se mostraba con humanos o su madre. Pero al hallarse frente de otro sangre pura su fuerza cambiaba radicalmente, como si se tratase de un camaleón que se acoplara a su ambiente.
Nuevamente Nagato se quedaba asombrado al ver como los ojos del menor cambiaban de color. Eran rojos con su iris recubierta por anillos negros. “Así que era cierto”. Se dijo recordando que escucho de Yahiko que Sasuke era el experimento perdido de Orochimaru. Dante era similar a Kabuto. Sus madres fueron alteradas mediante el uso de drogas neurológicas.
-Dante- Llamo Nagato- Lo siento - resoplo.
-¿Eh?-cuestiono el menor sin comprender
-Creí que sería lo mejor…- agacho la cabeza- pensé que podríamos ir a por el a tiempo. Pero creo que será imposible
-Nagato, no entiendo. De que hablas
-el consejo determino que todos los donceles debían ser entregados a Orochimaru… Incluido Sasuke
Los ojos de Dante se abrían a más no poder.
-Imposible, mamá está en ciudad central, él estaba en el departamento a…- Cayo al encajar las piezas del rompecabezas. Como Nagato aparecía de la nada y le pedía el favor de que le acompañara al centro comercia, donde relataba una historia siniestra de la batalladle Yahiko contra Kabuto por el bienestar de Nagato. Ahora esta orden del consejo –Tu… Sabías que vendrían a por Sasuke- sentención retrocediendo y negando con la cabeza- No, no, no es posible, tu siempre nos ayudaste, tu…
-Tanto Yahiko como yo siempre hicimos todo a nuestra conveniencia. Acoger a Sasuke, ayudar a criarte. Todo con un solo fin. –Nagato se arrodillo frente a Dante- no tenemos perdón, pero Kabuto es demasiado fuerte para Yahiko. Y yo… No quiero morir.
Dante quedo paralizado por aquellas palabras. Pensó que por lo menos Nagato diría que lo hizo por su hijo, pero no. El alegaba que no sedeaba morir.
-¿Donde esta Sasuke?-Replico apretando sus puños.
-Seguramente en el castillo de Orochimaru con el resto de los donceles- Dante miro por todos las direcciones, pero luego cerro los ojos, no hacía falta una dirección, dejo libre cada sentido de su ser y pudo sentir la esencia de su madre en dirección norte, y allí diviso una edificación antigua similar a un castillo. Supuso que ese era el lugar –¡Dante!-Grito Nagato tratando de detener al menor
-Suéltame, antes de que olvide que laguna ves te tuve cariño- Repuso Dante con voz fúnebre.
-Toma- susurro Nagato depositando en la mano de Dante una llave- Ahora te pertenece.
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Zabusa Miraba con detenimiento a Orochimaru. Así que él era el culpable de la muerte de tantos donceles. Su rostro confiado, su mirada siniestra y su aura oscura lo delataban como un sangre oscura.
-Zabusa- Llamo Haku cuyo rostro tenia cubierto por una máscara. El menor señalaba una habitación. Zabusa miro la habitación y comprendió que dentro de ella se hallaban los donceles.
-hazte cargo- Ordeno Zabusa a Haku. Mientras se dirigía a la habitación blindada del fondo.
-¿Así que era cierto? –Repuso Orochimaru aun emocionado de ver a esos dos. Después de tantas décadas finalmente podía ver verdaderos domadores de demonios- Madara aún sigue vivo.
-¡Ábrete!- Ordeno Haku al tiempo de cortarse las muñecas y del circulo de sangre se abría dando como resultado una grieta al infierno -¡Yo te invoco!- lentamente una especie de nieblas cubrieron el cuerpo de Haku. Orochimaru sonrió.
-Ese fue el origen- soltó divertido al ver la entrada al infierno. Finalmente Orochimaru veía con sus propios ojos, como se realizaba una invocación para controlar demonios directamente del infierno para que estos luchar a su favor a cambio de un sacrificio.
-Eres listo.
-Interesante, pero es limitado el poder que tiene. Tu cuerpo se deshará antes de acabar conmigo
-¡Cierto!. El tiempo es corto. Somos humanos después de todo. Pero…- replico divertido- los que están detrás de esas puertas no son simples humanos. Gracias a ti tampoco simples donceles y su descendencia cambiara el rumbo de la historia.
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Zabusa miraba a los tres donceles. Dos de ellos estaban muertos, pero el tercero aún se hallaba semiconscientes, sudaban frio y se revolcaban de dolor. Estaba dando inicio la reacción de sus cuerpos a al droga. Negó con la cabeza, duda que sobreviviera.
Pudo oír el chillido de dolor que soltaba Orochimaru. Supuso que el leviatán de Haku fue demasiado para un sangre oscura.
Las puertas se abrieron y Haku aparecía frente a Zabusa.
-Así que solo sobrevive uno- repuso Haku. Mientras Zabusa tomaba a Sasuke y se lo cargaba en el hombro.
-Es hora de marchar. Ve con el doncel. Yo tomare los frascos y pondré los explosivos
La era de los Sangre pura terminaba. Los domadores de demonios finalmente retomarían el control. Madara estaría feliz, finalmente recuperaría a descendientes directos del clan Uchiha.
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Konan caia al suelo, su estómago estaba perforado, la serpiente la atrapo en su gigantesca boca y clavo sus colmillos en su estómago. Mirando desde el suelo sintió como todo se tornaba borroso, como lentamente sus fuerzas se le iban y el ardor recorría cada célula de su cuerpo.
Nagato corría hacia ella y trataba de reanimarla, pero era tarde. La joven estaba muriendo. Yahiko que enfurecido tomaba a Kabuto con sus tentáculos del cuello finalmente logro morder a la serpiente. Ambos cayeron al suelo y perdieron su invocación. Yahiko escupía el pedazo de piel que le había arrancado a Kabuto del cuello.
-Sois una molestia- Replico Kabuto sujetándose el cuello. Jamas había sido herido. Jamas había luchado con un ser que había perdido el miedo a la misma muerte. Yahiko repleto de heridas, con el cuerpo tambaleante aun mostraba esa determinación en su mirada. Mataría a Kabuto sin importar el que.
Nagato miro a Yahiko y supuso que este finalmente llegaba a su límite. Ambos hombres corrían el uno hacia el otro. Y sus puños chochaba uno en la mejilla del otro. Pero Yahiko se avivo y dirigió su segundo puño en el estómago de Kabuto dejando salir de este un cuchillo que retorció en las tripas de Kabuto.
-Otro juégate- Replico Kabuto alejándose de Yahiko, y tocándose la herida.
-tú le perforaste el estómago a mi prometida. Estamos a mano
-Wow. Ya veo… Venganza
-Te dije que yo te mataría- Yahiko susurro cayendo al suelo. Ya no podía, eta en el límite, y aun cuando su alma tuviera el deseo de seguir luchando su cuerpo esta tan envenenado que le era imposible mantenerse de pie.
-Mierda…- Replico Kabuto cayendo al suelo. Recordando que aunque fuera fuerte no tenía la habilidad de regenerarse en su forma humana. Cuantas veces Orochimaru le advertido de este defecto. Por ello aun buscaba mejorar sus experimentos. Un demonio perfecto.
Nagato camino hacia Kabuto y le miro tendidos en el suelo indefenso. Tomo el cuchillo que tenía clavado en el estómago y ante la indiferente miraba de Kabuto que su puso lo que pasaría a continuación.
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Dante miro incrédulo como las explosiones empezaban una tras otra, en cuestión de segundos desde su distancia miro como el castillo se convertía en simples escombros y con el todo rastro de su madre desaparecía.
Cayó al suelo derrotado, pero oyó un susurro “No llores. No llores… yo regresare.” las lágrimas de rabia y desconsuelo no salieron de sus ojos, que se posaron fijos en el horizonte donde diviso un avión. Se levantó y con determinación grito
-¡NO!-grito a todo pulmón- ¡NO ACEPTO TU PROMESA! ¡NO ME QUEDARE COMO IDIOTA ESPERANDO A POR TI! ¡ME OYES SASUKE! ¡SERÉ YO QUIEN VALLA A POR TI! ¡SERÉ YO!
Grito y grito hasta quedar afónico. Arrodillado en medio de la calle, sintió como Nagato se paraba detrás.
-Si quieres matarme, puedes hacerlo. Pero te digo que tu madre ahora está en buenas manos. La esencia de Orochimaru y Kabuto han desaparecido, pero quienes acompañan a tu madre no son simples humanos… son Domadores- soltó acercándose más a Dante para acariciar su cabellera dorada- Si realmente quieres cumplir tu promesa deberás entrenar y sacar tu verdadero potencial. Yo puedo enseñarte, es lo menos que puedo hacer por ti y tu madre.
Nagato camino en dirección al aeropuerto donde esperaban por ambos un helicóptero. Dante aun molesto comprendió que con sus habilidades actuales no podría ir a por su madre. Así que simplemente se levantó y siguió a Nagato. No volvería a ser un simple espectador, no volvería a confiar en nadie más. Esta vez el seria el fuerte. Quien controlara todo y una vez recuperara a Sasuke nunca más le dejaría ir.
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Nada logro despertarlo durante meses. Nada parecía cambiar, solo el tamaño de su estómago. Las mismas molestias y pesadillas lo atormentaban. Muchas veces estuvo al borde de la muerte, pero aun así se aferró a la vida.
-Madara-sama- Llamo Haku mirando preocupado a Sasuke- dudo que podamos salvar a los dos- Madara miro indiferente.
-El niño no interesa. Es solo un paracito…- Repuso Madara-solo sálvale la vida a él
Sasuke escuchaba en su inconciencia esa conversación. Al igual que tantas otras. Acaso querían asesinar a bebe. Acaso su padre había dado con él. “!NO!” se dijo “!No lo permitiré! ¡Es mi hijo!” replicaba, tratándose de obligar a despertar y huir.
Haku acercaba el bisturí, estaba listo para iniciar la extracción de los fetos. Lentamente apoyo el bisturí sobre el vientre de Sasuke para iniciar la apertura de los tejidos, cuando sintió como una mano lo detenía.
-No, ¡no lo harás!-Replicaba Sasuke recubierto de manchas negras con los ojos rojos. Haku asustado se le quedo mirando. Había despertado de la nada. Después de seis menes de inconciencia Sasuke despertaba.
-Debo hacerlo. No podrás soportar el embarazo. ¡Ese niño te están matando!- Haku trato de hacer entrar en razón a Sasuke, mas este negó con la cabeza y comenzó a levantarse. Pero al poner su peso sobre sus pies solo cayó al suelo como un saco de papas.
-¡Es mi hijo! ¡Es mi hijo! ¡Es mi hijo!-Repetía una y otra vez tratando de levantarse sin éxito.
-No- Sasuke oyó una voz similar a la de su padre y su piel se puso de gallina. Era su padre- No es tu hijo. Es un paracito que Orochimaru inserto en tu cuerpo. Es un demonio que pertenecen al infierno y es allí donde debe regresar- Madara se acercaba lentamente a Sasuke, y se agacho para ponerse a su altura, tomándole del mentón- comprendes.
-Te equivocas padre. Es mi hijo. No importa lo que digan. ¡Yo lo quiero!
-¿Padre?-Replico Haku
-¡Es mi hijo! ¡No dejare que lo mates!-Sasuke se ponía en posición fetal sus brazos cubrían su vientre. No dejaría que nadie dañara a su retoño.
-Es imposible. Ha perdido la cordura.
-El cree que eres su padre. No lo culpo, tiene cierto aire familiar
-Es uno de mis descendientes directos. Es lógico que tengamos parentesco.
-Ya lo oíste. No dejara que arrebatemos el feto de su vientre- Haku miraba a Madara, que haría el gran Madara, ahora que su única carta del triunfo estaba desequilibrado y se negaba a perder a su hijo.
Madara nuevamente miro a Sasuke y se agacho para acariciar su cabello
-Sasuke, escucha… si te dejo tener a tu hijo obedecerás todo lo que digo.
Las pupilas de Sasuke miraban en todas las direcciones, nada de ese lugar era familiar. Solo esa voz, la voz de su padre. De pronto unas imágenes invadieron su mente. Un cuarto repleto de frascos y dentro cada frasco partes humanas. Brazos, piernas, hígados, cabezas… Cabezas… Recordó las cabezas de su padre, madre y hermano enfrascadas. Sus mansos cubrieron sus oídos. Nuevamente aquella voz repitiendo “Murieron por que tu rompiste las reglas…” “El único que debería estar en mi colección eras tú y no tu bonita familia…” “Con el tiempo tu hijo también será parte de mi colección…” “Eres un doncel. Solo una herramienta… ” “Yo no los mate. Fuiste tú… To los traicionaste, los abandonaste… Sabias las reglas y no te importo”
-Sasuke. ¿Quieres a tu hijo o no?- Madara preguntaba nuevamente. Ciertamente el daño que Orochimaru le causo fue tanto emocional como físico. La droga acabo con su percepción de la realidad. Sus nervios estaban destruidos y su memoria saltaba de un recuerdo a otro. Supuso que debía estabilizarlo y para ello serian necesario ese paracito, si deseaba ganar esta guerra ese paracito debía de sobrevivir.
-s… Si, si…- Resoplo Sasuke temeroso. Eran demasiados recuerdos tortuosos. No deseaba que mataran a su padre- Papá, perdóname, no sabía lo que hacía. Créeme…Yo… solo quiero a mi bebe.
Madara acaricio los cabellos de Sasuke y lo levanto hacia la cama. Miro a Haku que comprendió y salió en busca de medicamentos y los insumos necesarios para un ritual de sanación.