Egoísmo
Capítulo 15
Dante miraba cada uno de los reportes.
Cinco años en su búsqueda y ni un maldito resultado. Como si la tierra se lo hubiera tragado.
Suspiro. Sin importar el tiempo el seguiría buscando hasta dar con su madre. Miro con rabia aquel periódico. ¿Qué ahora Naruto era parte del consejo? ¿Qué era el más fuerte Sangre pura?.
-Ja ja ja ja…ja- río hipócritamente. El bastardo de su padre finalmente había logrado dominar sus habilidades demoniacas a los… 35 años. Negó con la cabeza. Quizás era un premio a la perseverancia. Dante con sus 15 años ya dominaba el poder demoniaco y a diferencia de su padre, él si merecía tal reconocimiento. Aunque… Miro el techo. Yahiko ya controlaba sus habilidades demoniacas desde los cinco años. Volvió a negar con la cabeza. Pensar en el pasado no era agradable. Después de todo, tanto su madre como Yahiko fueron sus modelos a seguir. Aunque a uno lo amara y lo admiraba y deseaba ser como él. Supuso que de cierta forma termino siendo igual a él. Ironías de la vida. A los ojos del mundo Dante era el heredero de Yahiko.
Aquella llave que Nagato le entrego fue el último regalo de parte de Yahiko y Nagato. El imperio de las corporaciones Luvia y ciudad Esmeralda. Recordó con algo de melancolía a Nagato, podía despreciarlo, pero de no ser por el quizás su madre hubiera sufrido desde mucho antes de su nacimiento. Gracias a Nagato y Yahiko tuvieron diez años de felicidad…
“Serás tan fuerte como tu deseas… ”
Recordó las últimas palabras de Nagato, pues murió a causa de una enfermedad hacia un año.
Reviso los documentos y cayó en la conclusión que fuera de su madre solo quedaba otro doncel sobre la faz de la tierra: Iruka.
-Tuvo mucha suerte- dijo al terminar de leer el informe de Shikamaru. El doncel de nombre Iruka vivía en una isla lejana con su hijo Kakashi un sangre pura.
Se imaginó a él y Sasuke lejos de todos, solos en alguna isla desierta… seria genial. Como deseaba estar en los zapatos de Kakashi.
Reviso por medio de los buscadores precios de islas en la zona del caribe. Compraría alguna. Si no era mala idea, una vez hallara a su madre, ambos se marcharían a vacacionar a una isla caribeña. Después de todo ahora era absurdamente ricos.
-No fastidies- maldijo al leer el mail que acababa de llegarle. Como era posible que un siguieran con asuntos de la fusión de empresas cuando ese proyecto se fue la drenaje hacia cinco años. De seguro era otra estupidez de su padre. Ese viejo pese a decir que le dejaría vivir en paz, seguía con sus intentos de acercamiento. Como deseaba verle muerto.
Rio sarcásticamente, pues la cirugía plástica era tan tentadora. Odiaba su cara, sus ojos, el color de su pelo y su peinado.
Quizás por eso, se cortó el cabello, se lo tiño de negro y siempre usaba lentes de contacto. Mientras más deferente fuera de Naruto mejor.
Jamas le perdonaría su estupidez de enviar a su madre a la boca del lobo. Agradeció conocer a Shikamaru, todos sus informes eran increíbles, averiguaba cada pequeño detalle de los sucesos ocurridos hace cinco años. Supo identificar la ubicación de todos los sangre puras, identifico a las principales amenaza y también a los posibles aliados. Supo toda la historia sucia que se escondía en el reina do de Danzo. Y con el tiempo más y más pruebas se recaudaban sobre la droga que se usó en los donceles.
“Seré sincero. Si se le aplico la droga, dudo que tu madre siga con vida y si lo hace… Dudo que sea quien alguna vez conociste”
Negó con la cabeza. No deseaba pensar en eso, pero debía hacerlo. En los escombros encontraron los cuerpos de dos sangre puras que murieron no precisamente por las explosiones, sino por la droga.
Un primer informe indicaba que la droga era mortal para el usuario, pues destruía todo su sistema nervioso y neurológico. Prácticamente destruían el cuerpo y mente de la persona para modificar su estructura cromosómica y así reescribir la estructura de ADN. Volviéndola idéntica a la de un demonio. Impulsaban el cambio con el embarazo, así el cuerpo aceptaba los cambios sin tratar de eliminar los errores genéticos. Así daban nacimiento a sangres oscuras, seres que a diferencia de los primeros sangre oscura o niños tabú, estos podían ser catalogados como una nueva especie. Ya que al igual que los demonios podían reproducirse libremente sin la necesidad del pacto que creo a los donceles.
Sus manos temblaron al solo pensar en la idea. Negó con la cabeza. Dio gracias al destino de saber que Orochimaru estaba muerto y Kabuto también. Quien sea que estuviera con su madre… más le valía no hacerle daño.
…..
Naruto miraba con impaciencia la puerta de entrada de la sala de juntas. Casi todos los gerentes generales estaban presentes, pero Dante no daba indicio de aparecer. Miro el reloj, eran las cuatro de la tarde. Pronto acabaría la reunión.
-aaah…- susurro. No vendría nuevamente. Con esto confirmaba que las empresas Luvia se separaban del acuerdo de integración que firmaban anualmente. Fue una lástima, pues Naruto deseaba que algún día Dante dirigiera el proyecto como su hijo y heredero. Pero el menor ya daba a entender que jamas lo haría. Ni asumiría su apellido, ni le aceptaría como padre, menos heredaría su empresa o entablaría negocios con él. Como odio a Yahiko al saber que este le heredo todo a Dante. Jamas creyó que con lo mal que trataba a Sasuke y su personalidad pesada, al final el peli naranja le saliera con esta artimaña. Debió admitir que se sintió muy celoso. Cuando vio la expresión de Dante al ver el contenido de aquella caja fuerte y leer los documentos. Y qué decir del funeral. Dante lloraba por la muerte de Yahiko e incluso en el discurso dijo que fue el su modelo a seguir. Una figura paterna aunque fuera un idiota violento.
Suspiro. El mismo año que se enteró que tuvo un hijo, el mismo año le perdió para siempre.
Llego a su departamento y miro sus sacos tirados en el suelo. Supuso que la mucama no había llegado aun. No tenía más opciones que acomodar un poco su departamento. Miro con lago de sorpresa aquella habitación que alguna vez presto a Sasuke para que la usara de oficina y dormitorio. Sin saber porque se adentró. Quizás por ser hoy el aniversario de su muerte. Aunque su hijo no dejara de buscarle. Era obvio que había muerto. Según los reportes nadie sobrevivió a la droga por mucho tiempo.
Se sentó en el escritorio y alzo alguno de los documentos que Sasuke cuidadosamente revisaba y estudiaba. Todos eran reportes sobre los experimentos de Orochimaru, todos eran datos de movimientos de trata y tráfico de Donceles de los 10 últimos años. Todos informes de veta de armas y sustancias controladas pasadas ilegalmente vía marítima.
-Así que él ya lo sabía…- dijo molesto- y jamas me conto nada…- reprocho recordando como Sasuke actuaba normal, hablaba de temas normales… Su actitud era simplemente la de un doncel que deseaba ser libre y luchaba por seguir siéndolo- si hubiera sabido algo de esto… Jamas hubiera aceptado mandarte por ese objeto. No pudiste ser más listo y negarte.
Negó con la cabeza. La mejor forma de tratar con personas de la mafia era tratarlas de manera normal. Supuso que Sasuke así lo comprendía. Pues a Yahiko y Nagato que eran personas de doble filo las trataba de manera familiar.
Negó con la cabeza. Fue tan ingenuo, tan ignorante hacia cinco años atrás.
….
Camino por las calles del centro comercial. Ese olor había llamado su atención. Era un olor familiar y a la vez embriagante. Negó con la cabeza. No podía ser. No. Era imposible, aunque recordó sentir ese aroma antes, cuando estaba con Sasuke.
Sin darse cuenta Naruto ya estaba corriendo a toda velocidad en busca del origen de aquel olor.
Se detuvo incrédulo al ver como todo el lugar de la anda ardía en llamas de color negro. Sus manos se movieron por la curiosidad, esas llamas negras era tan extrañas, estaba tan cerca de tocarlas cuando sintió el agarre de alguien deteniendo su acción.
-Abuelo- dijo al ver al viejo Jiraiya que negaba con la cabeza y su expresión seria.
-Si las tocas te contaminaras- soltó. Y allí Naruto pudo ver mejor a su abuelo, su brazo derecho estaba completamente negro, y su piel era consumida por aquellas quemaduras negras.
-¿¡Quien fue!?-Exigió saber Naruto lleno de furia. Jiraiya podía ver las orejas y cola de su nieto. Un extraño sentimiento de orgullo y preocupación invadieron su pecho.
-Sasuke…- dijo sin ánimos.
-¿Sasuke?- Replico Naruto incrédulo- Pero si es un doncel. No puede… solo es un simple doncel…- El peli blanco negó con la cabeza. Mas al sentir aquel aroma ambos giraron rápidamente y miraron al aludido sentado en el otro extremo de la calle. Tan tranquilo y sereno como un turista en la playa.
-¡Sasuke!- Exclamo Naruto incrédulo por lo que sus ojos veían
-¿Sasuke?-Repuso el moreno sin mostrar mucho interés. Mas al contemplar con detenimiento el rostro de Naruto arqueo las cejas- ¿Te conozco… tu cara mees horriblemente familiar?
-Obvio Teme. Soy yo Naruto
-Naruto…- Replico parándose y caminando hacia él, con su brazos cruzados y su mirada al suelo, trataba vagamente de recordar de donde le conocía. Pero era una pérdida de tempo supuso. Después de todo era un demonio y debía ser eliminado.
Elevo una de sus manos al cielo y una llama negra se formo
-Bien, Naruto… Has me un favor desaparece de este mundo…- soltó tranquilo al momento de arrojar sus llamas negras hacia ambos demonios que esquivaron ágilmente el ataque.
-cómo demonios. Como rayos puede hacer eso.
-Así que Orochimaru tuvo éxito… -Murmuro Jiraiya. Naruto miro con rabia el suelo y apretó sus puños.
-¡SASUKE! ¡DETENTE. SE QUE ESTAS MOLESTO CON LOS SANGRE PURAS. PERO BASTA. PIENSA EN TU HIJO! ¡PIENSA EN DANTE!
-¿Dante?-cuestiono Sasuke negando con la cabeza. Ese hombre comenzaba a ser molesto. Como sabia de la existencia de su hijo- mi hijo se llama Frimost. De hecho todo lo que hago lo hago por el…- concluyo para comenzar a susurrar algunos conjuros y arrojar una enorme bola de fuego negro al cielo, y esta comenzó a separarse y convertirse en cuervos de fuego que tenían vida y volaban a toda prisa en dirección de Naruto y Jiraiya.
Tanto Jiraiya como Naruto realizaban sus invocaciones y comenzaban a atacar a esos cuerpos de fuego extinguiéndoles.
-¡Saske ya basta!- Exclamaba Naruto enfadado- Si sigues así te juro que te golpeare tan fuerte que dormirás por todo el mes. ¡Comprende de una maldita vez que estoy tratando de ayudarte!...- Sasuke miro con detenimiento al rubio.
“¿Ayudarme?” cuestiono mentalmente. Realmente creía ese demonio que necesitaba su ayuda. ¿Creía que podía ayudarle?. Negó con la cabeza. Era irónico. Desde que despertó todos trataron de ayudarlo. Todos fingieron ser amigos suyos, pero todos trataron de matar a su hijo. Madara, Zabusa, Haku… Esos humanos… esos demonios. Tantas personas. Todos aprovecharon su confusión, su pérdida de memoria para decir ser familiares, amigos y quien sabe qué. Todos con un solo propósito… Matar a su hijo.
-Entonces muere…- indico Sasuke y Naruto le miro más confundido todavía – Dices querer ayudarme y eres un demonio… muere y me ayudaras.
-No puedo hacer eso- Repuso Naruto negando con la cabeza
-Eres igual a Danzo…- Jiraiya y Naruto abrieron los ojos al oír el nombre del prófugo – Él dijo poder ayudarme. Que protegería a Frimost, que sería su padre y le enseñaría a controlar sus poderes… pero fallo, no pudo controlar su poder. Eres más débil que Danzo… ¿Aun tienes las agallas de decir que deseas ayudarme?
-Si. Puedo ayudarte- Soltó Naruto determinado. Sasuke asintió con la cabeza admirado. El rubio parecía determinado. En fracción de segundos aparecía frente a Naruto y depositaba uno de sus dedos en su frente y Naruto salía volando chocando contra una pared y luego caia inconsciente al suelo.
-¿Que le hiciste?-Cuestiono Jiraiya lanzado una bola de energía contra Sasuke. La bola solo rozo parte de su cabello. Sutilmente Sasuke la esquivo. Y miro al viejo.
-Eres molesto demonio- susurro Sasuke llevando sus dedos a su boca para soltar una enorme bola de fuego que envolvió a Jiraiya en cuestión de segundos acabando con su vida- Moles to y débil…- dio media vuelta. Miro el centro comercial que pérdida de tiempo. Solo vino a buscar ropa para su hijo y terminaron destruyendo el sitio.
….
Se sintió caminar en la oscuridad. Podía oír una voz susurrando palabras confusas. Camina sin rumbo, pero aun así estaba seguro de llegar a un lugar. Miro una pequeña luz. Quiso tocarla, pero la vos se tornaba más fuerte y clara. Más y más…
-¡DESPIERTA DE UNA MALDITA VEZ!- Dante no dejaba de estrujar el cuello de su padre- Es verdad. ¡VISTE A MI MADRE!- Naruto sintió un dolor en todo su cuerpo y maldijo recuperar la conciencia. Odiaba que Dante intentara matarle.
-Calma cariño-suplico Kushina a su nieto
-¿Cómo me pides que me calme?. ¡Mi madre acaba de aparecer y este estúpido lo volvió a perder! ¡Matarle sería poco!
- Realmente necesitas un par de nalgadas chiquillo- Replico Naruto tomando las manos de Dante para liberar su cuello.
-¿Qué fue lo que paso?-Pregunto Minato que aun meditaba la forma que su padre murió.
-No tengo la menor idea… Solo que Sasuke tenía poderes muy similares a los demonios. Arrojaba una especie de fuego negro y no recordaba quien era…- agacho la cabeza- ni siquiera recordaba a Dante
-¡Mientes!-Repuso Rápidamente Dante- El jamas me olvidaría, tenemos un vínculo. Es imposible que pueda olvidarme. ¡El único que nada olvidando todo eres tú!
-Dante, por una vez quieres escuchar. Acaso crees que bromearía sobre esto- miro serio a su hijo y este solo le esquivo la mirada- ¿Cómo está el abuelo?-Cambio de tema. Pero al ver las caras fúnebres de sus padres supuso lo peor.
-Dices que no re recordaba…- Replico Dante más tranquilo
-Exacto. Tampoco a ti… hablo de un hijo, y de personas que trataron de ayudarle pero todos trataron de proteger a Frimost y todos fallaron.
-¿Frimost?- Dijo Dante apretando los dientes. Así que ese era el nombre del bastardo de su hermano. Apenas sabia de su existencia y ya deseaba matarle. Primero aparecía Naruto en su vida como su padre, ahora aparecía un tal Frimost que se supone era su hermano. Por qué insistían en entrometerse entre él y su madre. No necesitaban a nadie, solo el uno al otro.
-mmm- gimió Naruto frotándose la nariz. Aquella fragancia era exquisita. Recordó el aroma que había sentido al ver a Sasuke. Negó con la cabeza. Ahora que demonios pensaba.
Se levantó y dio un par de palmaditas a su padre. Debía ser sincero, su padre era muy calmado. Aun dudaba si era fuerte. De no ser porque era su padre de seguro lo olvidaría.
-llamen si saben algo de Sasuke- dijo Tranquilo tomando su chaqueta. Y salió de la habitación sin desear voltear atrás, pues sabía que Dante tenía expandido su chacra, deseando matarle.
“Sinceramente era un aroma exquisito…” nuevamente dijo para sí mismo caminado a su departamento.
….
Sasuke camino hacia la cueva. Allí miro a su hijo Frimost. Aunque solo tuviera cuatro años, él tenía la apariencia de un joven de 12. Sus cabellos blancos y ojos rojos, su piel blanca como al nieve, le daba la apariencia de albino. Giro al sentir la energía de su madre. Lo miro detenidamente, en sus manos Sasuke tenía ropa nueva y otros insumos.
Tomo las prendas y rápidamente se cambió. Salió tranquilo de la cueva y froto su cuello. Alimentarse cada vez era más y más complicado. Sasuke miraba indiferente los huesos de los demonios que yacían en el fondo de la cueva. ¿Cuantos había devorado en su ausencia?
-Frimost…-Llamo serio a su hijo. Este no le hizo caso, estaba aburrido, lo que menos deseaba era oír nuevamente otro sermón de su madre- Que te dije de matar demonios y humanos…
-Es mejor que te ahorres tus comentarios Sasuke. Es mejor que coma demonios a que te devore… aunque, no comprendo tu molestia si solo te has dedicado a matar demonios
-es diferente. Yo lo hago por tu bien
-yo también lo hago por mi bien
-No puedes seguir devorando a demonios. Solo tienes cuatro años y mírate
-Sasuke es mejor que calles… aún tengo hambre.
Sasuke miro con miedo y preocupación de Frimost. Cada día su hijo era más tajante. Cada día sentía que lo perdía más y más. Quizás Madara tenía razón: ese niño era el destructor de vida.
-No podre protegerte por siempre… solo te has alimentado de demonios débiles… no podrás contra los fuertes. Estas llamando la atención de todos los demonios fuertes. Danzo lo dijo… El consejo está buscándote.
-No lo harían si no mataras a los pura sangre Sasuke. Crees que no me he dado cuenta que vas matando a los demonios pura sangre para que yo no me alimente de ellos- repuso extendiendo su mano para lanzar una onda de energía y lanzar a Sasuke contra la pared de la cueva.
-No seas tan voluntarioso madre. No me obligues a acabar con tu vida antes de tiempo…
-Solo quiero… solo quiero protegerte- susurro Sasuke antes de perder la conciencia.
Frimost rio levemente y salió de la cueva quien sabe en qué dirección.
Sinceramente aun no comprendía por que no se desasía de su madre. Supuso que por instinto, ya que era el único que podía procrear más de su especie. El aún era demasiado pequeño para esa tarea. Pero debía ser sincero. Sasuke no parecía servir para el fin. Qué objetivo tenía tenerla el poder de generar una nueva especie de demonios si no lo usaba.
Negó con la cabeza. Debía seguir, debía devorar más sangre puras, así podría crecer más y más y ya no necesitaría de Sasuke.