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Egoismo por pk2solitarios

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Notas del capitulo:

Gracias por lo Reviews. Espero que les agrade el capítulo. 

Egoísmo


Capítulo 18.


 


Al inicio se sintió tan cálido y acogedor… era agradable estar allí dentro. Creyó que la vida era dulce y ese ser un dios. Pero con el pasar de los días, las semanas… el frio invadió su refugio. El frio, el miedo y el silencio…


 


¿Por qué ya no podía oír esos latidos de corazón?


¿Porque no oía los susurros de ese ser…?


¿Quién había apagado la luz?


¿Porque ya no podía alimentarse?


¿Por qué todo cambiaba de sabor…?


 


“No, no… eso no… me duele” replicaba removiéndose dentro de su hora considerada prisión. Las sustancias que entraban atreves del cordón umbilical era acidas. Le quemaban… Una tortura…


 


¿Por qué ese ser que le dio cobijo de pronto lo lastimaba?


 


Escucho unos ruidos aterradores. Pues cada que el corazón cambiaba de frecuencia comenzaba todo… su sangre se volvía acida, su vientre se comprimía… lo empezaba a aplastar.


 


¿Ese cuerpo quería deshacerse  de él?. En medio de la oscuridad determino que: sí.


 


Salir de ese tortuoso lugar fue un milagro. ¡Al fin podía moverse! y… ¿Respirar?, ¡sí! eso era respirar.


Sin comprenderlo bien sabía muchas cosas, y no dudo en girar y ver al culpable de su infierno, pero aún era muy pequeño para moverse a voluntad. Se resignó a ser cogido por aquel ser que despreciaba. “Extraño…” dijo al ver como el hombre lloraba y no dejaba de abrazarlo sobreprotectoramente “Hipócrita…” concluyo entre gemidos y llanto.


Supuso que ese ser solo fingiría un tiempo como en aquel lugar, después lo torturaría y asesinaría. Pero al pasar los días y los meses Sasuke no mostraba hostilidad hacia su persona. ¿Acaso se había arrepentido? Pero eso no cambiaba nada.


Ese ser era el enemigo. Y el tiempo le dio la razón… Hasta ese momento se había alimentado de la energía de Sasuke, atreves se su contacto físico lograba recibir la cantidad de energía necesaria, pero a los seis meses de edad la frecuencia de su corazón comenzó nuevamente a cambiar y su sustento alimenticio le fue privado. 


 


¿Porque ese hombre insistía en alzarlo y tocar su frente con sus manos si no lo alimentaria?


¿Le era divertido torturarle de esa forma?


 


Comenzó a gatear torpemente, estaba tan casado y débil por la falta de alimento cuando miro a aquel insecto mover las antenas. Su forma y colores eran diferentes. Lo seres que lo rodeaban eran cálidos y de color rojo y azul.  Este ser tan diminuto era de un color gris, no emitía calor alguno, pero era menos frio que el piso o la pared. Por instinto extendió sus manos y tomo al insecto de forma torpe. Al tacto pudo sentirlo: La energía del bicho recorría su cuerpo y una sensación de satisfacción lo invadió. Miro a sus vigilantes que ignoraban sus acciones, estaban tan concentrados en ver los avances de Sasuke que ignoraron su logro.  


No le importo y siguió su búsqueda, debía encontrar más y más de esos seres diminutos para sobrevivir.


Al cumplir los un año su mente se llenó de conocimientos básicos desde el enfoque de los insectos: Matar o morir. Esa era la ley. Y según su vivencia propia la admitió como verdad.


Debía matar y  arrebatar la energía a esos bichos para sobrevivir. Y vivir era el objetivo de nacer.


Miro con detenimiento aquel pájaro que chocaba con un vidrio y caia atolondrado al suelo. Le encantaron los colores que desprendía, era naranjas y aumentaban a un rojo fuego al centro. Lo tomo entre sus manos y en cuestión de segundos el ave moría. Sasuke aparecía detrás de él algo asombrado de ver a su pequeño con el ave muerta. Entonces creyó que era momento de entablar relaciones con ese ser que le dio la vida y le ofreció el ave, podía su madre tomar lo poco de energía que aún le quedaba al ave. Pero Sasuke tomo al ave y al ver que había muerto la deposito en una caja y enterró bajo tierra. Abrazaba a Frimost y susurraba palabras de consuelo.


 


¿Por qué?


 


Frimost no comprendía. Era la ley de la vida, si no comía moriría.


 


¿Por qué  su madre se mostraba tan triste por el ave y no era capaz de mostrar alegría de que el pudiera cazar y sobrevivir?


¿Era más importante la vida del ave que la suya?


 


Fueron meses cuestionándose cada acción de su madre y los demás. Sasuke hablaba de lo mucho que lo amaba y que siempre le protegería y el resto solo murmuraba que era un mostro un ser del infierno, un asesino.


A los un año y tres meses comprendió que no pertenecía a ese lugar. Era diferente. Su madre comía por la boca al igual que el resto. Todos eran fuertes pero… No eran iguales a él. Pudo notar la diferencia entre su madre y los demás y supuso que su madre no era de la misma especie. Creyó que quizás los dadores de vida de su especie eran como su madre y se consoló con esa idea: Fuera de esa vieja casa de campo existían más como él. Más que comprenderían sus necesidades básicas.


Pero su consuelo termino a los dos años cuando atendieron a ese hombre moribundo llamado Danzo y no dejaron de preguntarle una y otra cosa sobre una droga. Frimost se acercó sigilosamente a ese hombre. Estaba muriendo, lentamente los colores de su cuerpo perdían tonalidad. Así que deseoso de alimentarse se le acerco y toco con su manita.  Su vida y su interpretación de su entorno jamas volvió a ser la misma. La cruel realidad e historia de su origen lo golpearon tanto. Tanto que al fin comprendió lo diferente que era y la soledad a la que estaba condenado.   


“Es por eso…” se dijo.


Era por eso que su madre lo odiaba biológicamente y deseo verle muerto desde el vientre. Suspiro al ver detrás suyo a su madre y el resto mirándole detenidamente con asombro. Creció, de ser un niño con apariencia de un año ahora tenía la apariencia de un niño de cuatro años. El poder de Danzo le hizo desarrollarse de forma sobre natural.


-¡Es un mostro!- Dijo Madara dispuesto a acabar con su vida. Sasuke trato de detenerle pero fue inútil fue lanzado lejos de un solo golpe. Frimost por primera vez fuera del vientre experimentó el terror de morir. Y lo acepto.


Era normal asesinarse entre diferentes especies. Era la ley de la vida. Solo el fuerte sobrevive y el débil debía morir. Fue Sasuke que despertó sus habilidades de domador y la desesperación de perder a su hijo que Grito:


-¡Alto!- Todos se quedaron paralizados, sin opción  moverse. Solo Frimost comprendió lo que pasaba. Sasuke había logrado dominar el ambiente, es decir los elementos que le rodena y opto por controlar el agua del cuerpo de sus atacantes.  Frimost cerró los ojos. Todo ese conocimiento era tan útil, y miro detenidamente sus manos. Si devorando aun moribundo sangre pura logro obtener un cuerpo más ágil, que sería si devoraba a esos de esos tres.


Lentamente se acercó a los agresores que amenazaron con matarle. Así como el acepto su muerte, espero que ellos aceptaran su final, pero Sasuke le detuvo tomándole con sus brazos y huyendo de ese lugar.


No tuvo opción más que resignarse. No podía derrotar a su madre. Sin mencionar que aun necesitaba protección. Era su obligación después de todo. Los mamíferos cuidan a sus crías hasta que estas son autosuficientes. 


 



 


Tensión.


 


Era posible sentirla y verla, pues el aura de Naruto y Dante no dejaban de chocar causando la pesadez del ambiente.


-¿No se llevan bien? –Argumento Sasuke para romper el tedioso silencio


-¿No es obvio?- Soltó Naruto con una sonrisa de oreja a oreja que se formaba cada vez que miraba a Sasuke y luego se daba una bofetada – Otra vez…- Replicaba molesto consigo mismo. Como odiaba ese proceder de su cuerpo. Pero… no lo podía evitar. Cuando miraba a Sasuke mezclado con el aroma que despendía simplemente la felicidad invadía su interior y las cosquillitas azotaban su estómago, no podía evitar sonreírle como estúpido- ¡Yo no soy así!- Exclamo fastidiado. Retrocediendo a una esquina, debía alejarse de Sasuke.


-aaaah…-suspiro Dante ante de pararse y ponerse frente de Naruto. Ambos se miraron, Naruto trataba de borrar esa sonrisa, pero no podía. Detrás de la figura de Dante podía ver a Sasuke junto con Frimost.


¡Pack!


Dante le dio un puñetazo de lleno en toda la cara y lo mando a volar. El golpe fue tan fuerte que Naruto termino rompiendo dos paredes antes de caer al suelo.


-¡Si no eres de utilidad lárgate de mi propiedad!- Grito Dante para que Naruto le oyera.  Pero este aun en contra de su voluntad no abandono el lugar. Era como estar prendido a esa sensación, como una droga. Ese olor…


 



 


Frimost miraba detenido a ambos demonios. Si devoraba alguno, si se acercaba lo suficiente quizás podría robarles energía… Tenía hambre.


No había más que pensar. Camino calmadamente hacia Naruto. Por lo visto era el menos estimado del momento.


-¡Frimost!- Llamo Sasuke acercándose a su hijo para poner su mano en su cabeza. Frimost se detuvo y quedo quieto.


 


¿Por qué ahora…? Se cuestionó.


 


Hacía mucho que su madre no le alimentaba. Así que giro para ver a su madre. Nuevamente los colores que lo caracterizaban cambiaban y se tornaban azulados. Al fin era admitida la transfusión de energía. Pero eso no importaba. Debía comer un sangre pura fuerte y acabar con su tonta forma infantil. Deseaba valerse por sí mismo y dar inicio a su nueva especie. Era su deber perdurar su especie. Era su obligación.


-¡Mama!-Exclamo Dante al ver como Sasuke perdía la conciencia cayendo al suelo. -¡¿Qué le hiciste?!- grito Dante al momento de dar una manotada a Frimost mandándole a volar hacia donde se hallaba Naruto tratando de recuperarse, pero nuevamente fue tumbado por el adolecente cuerpo de Frimost.


Basto un leve roce entre la mano de Naruto y la mejilla de Frimost para que Naruto comprendiera que ese niño era un peligro.


Sintió como su energía era robada, instintivamente lanzo a Frimost lejos suyo. Y camino a ver qué ocurría con Sasuke. Dante no dejaba de llamar a Sasuke de forma desesperada.


Con la mirada sombría Naruto contemplaba a Sasuke inconsciente. Su sangre ardía y deseaba matar al niño. Y no era el único.


Dante que observo como su madre se quejaba levemente, lo deposito en el suelo y levantándose lentamente se dirigía hacia Naruto.


Naruto pensó Que esa era una excelente idea. Como si la logia escapara de sus cuerpos, ambos sangre pura se acercaban peligrosamente al menor y sus formas demoniacas comenzaba a mostrarse.


Frimost miro fijamente a sus ejecutores. Debía ser así: Solo el fuerte sobrevive. Es la ley de la vida. Era la ley que regía su existencia. Se paró. No dejaría que ninguno viera su temor, ni sus dudas. Moriría con orgullo y serenidad.


 “Solo el fuerte sobrevive…” Repitió para sí mismo.


Sasuke abrió sus ojos rápidamente. Podía no ser un demonio, pero era madre y sabía cuando su hijo corría peligro de muerte: Instinto materno.


Rápidamente se levantó y sin importarle que se tratasen de Dante y Naruto lanzo su conjuro de parálisis.


Dante y Naruto quedaron paralizado como estatuas, apenas sí podían mover sus ojos. 


-Lo supuse…- Dijo Sasuke tambaleándose mientras se acercándose a Frimost para ofrecerle su mano. Pero Frimost la rechazo de un golpe y se levantó por su cuenta.


“Ser débil es un fastidio” se dijo caminando hacia Naruto. Ahora que estaban paralizados podría alimentarse de su energía. Pero Sasuke le detuvo con un conjuro


-¡Es suficiente Frimost!- dijo con voz firme y a su vez suplicante. Pero el menor le ignoro y trato de moverse sin éxito.


-Liberare el conjuro…- Repuso Sasuke dudoso- Pero si intentan dañar a Frimost créeme que aunque  seas mi hijo- miro a Dante – No dudare en paralizarte nuevamente y me marchare con Frimost para siempre – Lo mismo va para usted- concluyo mirando a Naruto. Pero después miro a Frimost con expresión dolida -No intentes alimentarte de ellos. Ya te dije que podías alimentarte de mí. Voy a liberarte. Pero obedece Frimost… Por favor.


Desecho el conjuro nuevamente regreso el silencio incómodo.


 



 


El acuerdo fue fastidioso, pasable pero fastidioso para Dante y Naruto. Para evitar que Sasuke marchara o alimentara a Frimost ambos decidieron ceder parte de su energía cada cierto tiempo. Digamos que una vez cada dos semanas.


Nuevamente padre e hijo reunidos demostrando su típica rivalidad. Ambos tenían puestas sus miradas en la mano de Sasuke que escondía una moneda. Cruz: Naruto debía alimentar a Frimost. Cara Dante lo haría.


Sasuke trago saliva, de verdad no sabía si confiar en ambos. Frimost que se hallaba detrás suyo, también miraba con desconfianza. Todos  los que habían comprendido su naturaleza solo atinaban a una cosa: Tratar de matarlo. Todos temían a lo que podía llegar a convertirse en la edad adulta.


-Cruz- dijo mostrando la moneda que escondía en su mano.


-¡Mierda!- se quejó Naruto que tenía una mascarilla de gas en la cara para mantener su dignidad ante Sasuke.


Dante reía victoriosos, aunque no le duro mucho. Al ver a Frimost no pudo evitar ponerse alerta y listo para matarlo de ser necesario. Era instinto. Simplemente eran enemigos por naturales igual que un gato y un ratón, pero aun no podían determinar quién era quien. 


Naruto de  mala gana extendió la mano hacia Frimost que aún se escondía detrás de Sasuke. Parecía que el único lugar seguro era ese. Pues todos los que conoció parecían desear velar por la seguridad de su madre. 


Mirando detenidamente a Sasuke y el resto. Analizo posibles estrategias de fuga o ataque. Como siempre. Camino cuidadosamente hacia Naruto y le miro directo a los ojos. Parecía molesto pero aun así determinado a cumplir su palabra. Como siempre los pura sangre se dejaban influenciar por las emociones heredadas por los donceles.


Tomo su mano y pudo sentirlo energía, alimento, alivio... El poder fluyendo por su cuerpo, alcanzando cada célula, alimentándolas y comenzando si mitosis. Comenzó a crecer y crecer centímetros, cuando de  la nada Naruto le arrebató la mano. Alejándose de él.


La mirada de Naruto era asesina. Claramente una presa reconoce a su agresor y por más que este a un sea un cachorro, no dudaría en eliminarlo pues crecerá y será un depredador después de todo.


Sasuke suspiro, siempre era lo mismo. Pero qué remedio, al menos Frimost se había alimentado y Dante… Giro para verle y tenía la misma expresión que Naruto. Negó con la cabeza, mientras  miraba a Frimost escondiéndose detrás de él. Esos dos casi eran bestias irracionales. 


 



 


Ya dormido Frimost. Tanto Naruto y Dante se relajaron y prestaron atención a Sasuke que solo atino a quedarse al lado de Frimost. Cosa que cabreaba a Dante.


-Está dormido…- replico molesto atrayendo la atención de Sasuke. Este le miro y sonrió. Era lógico que el mayor tuviera celos del menor – Podríamos…


-¡Sasuke! ¿Quieres salir a cenar?. De seguro debes estar hambriento. ¡Dante puede cuidar de Frimost!- Naruto interrumpió con ganas. Pues ya no aguantaba ese aroma y deseaba olerlo con mayor detenimiento. Al diablo su orgullo y sus pensamientos críticos. Solo deseaba sentir.


-Na…ru…to…- Aparecía sombríamente Dante detrás suyo con esa aura de: ¡te voy a matar!. Más cuando el menor trato de darle un puñetazo para sacarlo volando de su ya casi destruida casa, Naruto no tuvo problema alguno en detener el golpe.


Dante parpadeo sorprendido. Era la primera vez que Naruto mostraba interés en defenderse de sus ataques. ¿Eso no era bueno?… Quizás era hora de atacarlo seriamente. Después de todas las cosas estaban tocando un punto crítico: Frimost y su necesidad de alimentarse de energía, Naruto y sus tediosas intenciones con su madre… Sasuke y su instinto maternal.


Recordó a su abuela Kushina advirtiendo que lo mejor era que Naruto no se enamorara jamas pues los sangre pura alfa recesivos tendían a no controlar su lado demoniaco que se dedicaba  a actuar de forma instintiva.


“Con demonios como tu padre… el amor es diferente, es una mezcla de necesidad… y… y… obsesión” fueron las palabras que recordó. “¡No!” grito mentalmente, con Naruto no. No después de todo lo que vivieron en el pasado por su culpa. ¡No con ese hombre que no movió ni un solo dedo por buscarle! ¡No con él que tuvo responsabilidad en su desaparición! ¡No con el estúpido de Naruto!


- No planeo dejar a Frimost con Dante- Sasuke fue claro. Dante afirmo, mirando a Frimost, si los dejaban solo de seguro que lo mataría, ¿Qué no hacen eso algunos animales? Matar a la cría para liberar a la madre de su maternidad y volverla un ser accesible a sus necesidades.


Y Dante tenía muchas necesidades y su hermano era un estorbo, una amenaza y un… miro detenidamente a Frimost. Era el hijo de Orochimaru. ¿Necesitaba alguna excusa más?


-Pediré comida- anuncio Naruto algo molesto. Deseaba deshacerse de esos dos. Con ambos no podía hacer ni un movimiento con Sasuke.  De pronto odiaba ser padre. Odiaba por igual a esos dos que le impedían acercarse a Sasuke. Siniestros pensamientos de muerte recorrieron su cabeza. Y tubo que morderse el labio para reaccionar. ¿Qué diablos pasaba con él? Es decir… hasta hace poco le valía saber que había pasado con Sasuke y ahora… “Hijo, por tu bien… nunca te enamores”  Recordó las palabras de su madre y trago saliva. Esto no estaba nada bien.


-Está en celo- Replico Sasuke mirando como el rubio no dejaba de golpear su cabeza contra la pared.


-Es un idiota- Repuso Dante – un bruto idiota. Ten cuidado con él, no dejes que se te acerque mucho…     


-Pero es tu padre


-Por errores de la vida- Repuso dante- A él jamas le importaste, no tiene perdón. Solo le importo el mismo- Sasuke podía sentir la voz de Dante cargada de rencor hacia su padre. Le daba curiosidad. Había olvidado todo su pasado y ahora solo quería hacer dos cosas: cuidar a sus hijos.



Eran las cinco de la madrugada. Sasuke se levantó y se dispuso a hacer el desayuno. Hacia tanto que no lo hacía. Frimost no comía alimento humano alguno. Solo se alimentaba de energía. El no vio necesidad de perder horas en preparar alimentos para satisfacerse, solo los conseguía cazando en el bosque o comiendo frutas. Pero ahora… Miro nuevamente la sala, allí tanto Naruto como Dante estaban tirados en los sofás. Ambos se auto vigilaban para que no se le acercaran, pero al llegar la madrugada ambos caían rendidos en las manos de Morfeo. Rio divertido, era gracioso verles. Era casi como si fueran una verdadera familia. Algo disfuncional, pero una familia después de todo.


Saco unos huevos que puso sobre el perol, algunas verduras que se disponía a picar cuando sintió el calor de alguien detrás suyo. Giro rápidamente, no había sentido su presencia, tampoco ruido alguno.


Pudo ver los ojos rojos de Naruto sobre su anatomía, sentir como este acercaba su nariz a sus cabellos y aspiraba profundamente emitiendo unos ruidos extraños, como unos ronroneos.


-Me asustaste… - Dijo tratando de mantener la calma. Y empujando levemente a Naruto para mantener la distancia. No había duda el rubio estaba cediendo a sus instintos de forma fastidiosa y amenazante. Dejo sobre el mesón tanto las verduras como el cuchillo, supuso que debía de usar algún tipo de sello. Pero al momento de hacer algún movimiento extraño, Naruto tomo sus manos y lo obligo a verle fijamente a los ojos.


-Me amas…- Repuso Naruto con voz ronca – ¿Por qué ahora me rehúyes como si fuera una amenaza?


-Quizás debas decir: Te amé. Aunque no estoy seguro… No recuerdo nada de mi pasado, pero debo aceptar que tuve algo contigo, Dante es la prueba.


Naruto hundió su cabeza en el cuello de Sasuke oliendo con mayor detenimiento y entusiasmo su cuello. Ese níveo y delgado cuello. Ciertamente deseaba tumbarlo y despojar de aquellas prendas y finalmente hacer suyo al doncel, pero su poca conciencia le decía que no. No debía, no podía.


-Me amaras- dijo en tono neutro, elevando su cabeza para ver al Uchiha directamente a los ojos, como si sus palabras fueran una orden que no tenía derecho a cuestionar o desobedecer.


Sasuke rio divertido. Algo que debía de admirar de los demonios era su egocentrismo. Su creencia de superioridad. ¿Habían olvidado quienes fueron los domadores?


Naruto rio, al ver aquella expresión divertida del pelinegro que se acercaba peligrosamente a su rostro. Al grado de sentir respiración de Sasuke sobre sus labios que estaban a tres miserables centímetros de distancia.


-Ni en un millón de años. Dobe- Repuso Sasuke y Naruto negó divertido. ¿Acaso lo estaba provocando?


Sin perder tiempo Naruto tomo con algo de rudeza aquel mentón que no ofreció resistencia pero cuyo dueño aún mantenía esa mirada desafiante.


-Un millón de años… ¿Es mucho tiempo no crees?


-A mí me parece justo


-Te doy una semana


-¿Para matarte?


-Teme… -dijo acercándose más y más a Sasuke hasta presionarlo contra la meza y su cuerpo, dejándole sentir aquel bulto entre sus piernas que chocaba contra la cadera de Sasuke- no sueleo ser paciente con las cosas que realmente quiero. Y… Te quiero a ti.


-Según Dante jamas te interese. Ahora dices esto. ¿De verdad controlas tu lado demoniaco, o este te controla a ti?


Naruto se quedó paralizado con aquellas palabras y como si regresara de un sueño se miró acorralando a Sasuke de la nada.  


-¡Lo siento!- grito Saliendo corriendo de la cocina directamente al baño. ¿Qué demonios estaba haciendo?


-¡Que pasa!- Dijo Dante que despertaba por el tronar de la puerta del Baño.


-Tu padre es un idiota.


-Eso no es novedad- Repuso Dante bostezando para sentarse en la mesa de la cocina mientras Sasuke continuaba preparando el desayuno.


Parecía que la Paz era algo que jamas llegaría a sus vidas. Pero en cierta forma esos momentos eran lo más cercano a esta palabra.


 

Notas finales:

Siguiente Capítulo:

 

Frimost es atacado por Garra.

Los recuerdos de Sasuke retornan lentamente.

El nuevo consejo se reune y hablan sobre la amenaza que representa Frimost.


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