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Egoismo por pk2solitarios

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Notas del capitulo:

Sobre las dudas…

Sasuke Uchiha. Actualmente 24 años y nueve meses, conoció personalmente a Naruto a los 13, pero se sentía traído hacia él desde los 10. Al cumplir 14 y al enterarse que Naruto se casaría decidió acostarse con el aprovechando la despedida de soltero de Naruto.  Decide olvidarse de Naruto y comenzar una vida nueva con su hijo en otra ciudad ocultando su condición de doncel para evitar que le obligaran a  abortar.

Dante Uchiha. Hijo de Sasuke y Naruto, es idéntico a Naruto. Su existencia jamas permitió que Sasuke olvidara a Naruto, no por el parentesco sanguíneo, sino porque Dante era la viva imagen de Naruto. Lo cual hizo que Sasuke experimentara viviera una vida de frustraciones pues no podía olvidar el pasado, creando una ambiente algo extraño entre él y su hijo.

Naruto Uzumaki. Actualmente tiene 29 años, pronto cumplirá treinta. Fue compañero de colegio de Itachi y su enemigo mortal, en la universidad conoce a Sasuke y termina siendo su compañero de grupo. Su carácter abierto y despreocupado, mezclado con esa personalidad curiosa y juguetona atrajo la atención de Sasuke, pues Naruto le mostraba un mundo muy diferente al que su familia le enseño. Lamentablemente entre los defectos del Uzumaki se hallaba la infidelidad pues jamas pudo mantener una relación duradera. Incluso después de seis meses de casado le fue infiel a su esposa, aunque paro su actitud cuando supo que sería padre, lamentablemente el niño nació enfermizo y murió a los pocos años de vida. Otro defecto notable es su vulnerabilidad con las personas débiles, siente la necesidad de cuidar de estas, por eso acepto el matrimonio y los sentimientos de Hinata, y fue por esa característica que durante ese año de universidad trato de ensenarle a Sasuke que la vida no era como el menor lo creía. Aunque la mayor parte del tiempo de la universidad se dedicó a buscar sexo fácil.

Egoismo. Cap 3.

“!Mierda!” Fue el pensamiento que invadió la mente de Sasuke al ver a Naruto frente suyo. No pudo evitar mirarle con odio, pero debía controlarse, los otros gerentes de las otras compañías estaban presentes. “¿Cómo no lo vi venir?”. Se recrimino. Naruto Uzumaki…. Cadena empresarial Uzumaki… “! Tierra trágame !” Que no se suponía que Kushina Uzumaki era la directora general. Porque demonios Estaba Naruto en un cargo tan importante, si él siempre fue un irresponsable, un idiota, un…

-Uchiha- Dijo uno de los gerentes- ¿Tiene algún problema?

-No, No, solo me duele la cabeza- se excusó mientras la exposición de Sakura sobre el objetivo de la unificación de las cinco empresas proseguía.

-Buenos días- Finalmente Naruto se presentaba oficialmente ante los gerentes comerciales de las cinco empresas visitantes. Como era de esperar saludo cordialmente a uno por uno, pero se detuvo dudoso antes de saludar a Uchiha Sasuke. No sabía de donde le sonaba el apellido o su rostro, pero de una cosa estaba seguro, ese hombre de cabellera negra lo odia a más no poder y bastaba con verle su mirada de “Te matare” para concluirlo.

La reunión se llevó con toda la normalidad posible, aunque el rubio tuvo uno que otro titubeo en algunas oraciones, su comportamiento se mostró un poco torpe, no estaba acostumbrado a sentirse odiado. Ni siquiera Hinata cuando se enteró de sus infidelidades le miraba con semejante odio, o cuando murió su hijo y se divorció de Hinata sus padres se enfadaron pero no lo miraron con tanto odio.

Al concluir la tarde no pudo más, no podía trabajar bajo ese ambiente, así que al ver salir a los gerentes comerciales simplemente lo llamo.

-Uchiha. Puedo hablar con usted por un momento- Dijo Naruto mirando como el Uchiha permanecía en la sala de juntas mientras el resto se marchaba.

-¿En que puedo ayudarle?-dijo Sasuke con tono neutro en sus palabras, pero su mirada no podía evitar ser asesina y rencorosa. Cada que miraba a Naruto recordaba sus debilidades y sus errores, errores que pago con el destierro y el sufrimiento.

-Dime, ¿te he hecho algo malo para que me odies?- Naruto fue al punto

-No comprendo señor Uzumaki… Es la primera vez que lo veo-  replico Sasuke con un pequeño tic nervioso, para luego recuperarse y hacerse a los desentendidos.

-Me miras como si fuera tu peor enemigo- Dijo Naruto dudoso, acaso todo había sido idea suya- Ok… Pero sí queremos que esta alianza funcione tendremos, debemos cambiar de actitud Señor Uchiha.

-Lo siento, siempre he sido una persona seria. Disculpe si mi actitud dio a entender otra cosa.

-ah- dijo Naruto sin saber si esas palabras eran una excusa o una explicación-Esta bien. Pero como deseamos que esto sea un éxito por el bien de las cinco compañías espero que usted mejore su actitud o…

El sonido de un celular llamo la atención de Sasuke que hasta el momento miraba a Naruto como si de un gusano de aguas residuales se tratase. Cosa que molestaba más y más a Naruto aunque se esforzaba por mantener su postura neutral.

-¿Dante?, ¿qué quieres?- Dijo Sasuke, mientras Naruto mostraba una venitas de ira. “¿Que se creía ese tio?” No solo lo miraba con odio profundo, sino que le había cortado la palabra para contestarle  a quien sabe quién. Acaso olvidaba que su compañía era la más fuerte e importante de las cinco que trataban de conformar esta alianza, acaso olvidaba que con una llamada suya seria degradado de puesto o despedido - Ya te dije que  no te comprare un celular nuevo, ¿qué tiene de malo el que tienes…?- Sasuke seguía discutiendo con la otra persona ignorando por completo a Naruto- Y a mí que me importa si se burlan de ti por tu celular.  No te comprare un Galaxy VI para que les calles la boca. Además de seguro te lo roban…- Sasuke se quedó brevemente callado escuchado las objeciones de la otra persona- Sí, eres mi hijo…- dijo algo molesto- Claro que me interesa que encajes en tu nueva escuela pero… Sí, pero… Lo sé… Déjame pensarlo… 

Naruto que al inicio estaba furioso con el pelinegro, No pudo evitar calmarse de hecho mirar divertido al Uchiha discutiendo con su hijo. Imagino que si el suyo estuviera con vida tendría discusiones como esa en un futuro. Aunque… ¿Cuántos Años tenía el Uchiha, 22, 25…? ¿No era muy joven para tener un hijo que exigiera un celular?

Negó con la cabeza. Que le tenía que importar la edad del Uchiha. Pero por más que comprendía eso no pudo evitar mirar al pelinegro con curiosidad y al hacerlo quedo perplejo. No por la fina piel del pelinegro, sino porque aquella expresión de odio había desaparecido y fue sustituida por una apacible y aunque seguía arqueando las cejas, su mirada irradiaba el típico calor paternal.

Sasuke colgó el celular y cambiando su expresión neutra a una de odio profundo giro a ver a Naruto.

-Niños… -dijo Naruto tratando de amenizar el ambiente.

-¿Tiene alguno?- pregunto Sasuke fijamente a Naruto con indiferencia.

-No. Lamentablemente ya no…- Soltó Naruto con algo de melancolía y Sasuke aflojo la expresión de su rostro “Ya no…” se replicó en su mente. Eso solo significaba una cosa. Que ese niño ya no existía en este mundo.

-Lo siento…- Susurro para luego sacar una caja de cigarrillos de su saco y le ofreció una a Naruto. Mostrar un poco de cortesía no destruiría su vida… ¿cierto?. Después de todo, la pérdida de un hijo es algo que marca de por vida. La sola idea de perder a Dante lo destrozaba, de hecho creyó que jamas hubiera salido delante de no ser por Dante, su hijo.

-Gracias-Dijo el rubio tomando uno para luego encenderlo, pero se detuvo- ¿y  usted?-Interrogo al moreno, pues este guardaba la cajetilla en el bolsillo.

-Yo no fumo- concluyo Sasuke y Naruto le miro con mayor curiosidad

-¿No fuma, pero carga consigo una caja de cigarrillos en el saco…?. Señor Uchiha usted definitivamente es muy extraño.

-No, solo que descubrí que ofrecer cigarrillos al igual que ofrecer ir a beber en el momento indicado ayuda a romper la tensión y mejora el ambiente laboral. No era eso lo que usted Señor Uzumaki desea- hicieron una leve pausa, Sasuke para pensar en sus siguientes palabras, pues no le agradaba seguir hablando con Naruto, y Naruto para dar una bocanada a ese cigarrillo mentolado-… Sé que no soy el señor sonrisas, pero deseo la fusión de las cinco empresas. Es mi trabajo.   

-Valla. Es listo, pero eso no le quita lo raro señor Uchiha

-Dejemos las cosas de este tamaño, Usted lo sabe mejor que yo, debemos realizar la unificación de las cinco empresas para ganar el poderío del mercado de ventas.

Naruto asintió y una leve sonrisa se le escapó, sonrisa que no fue percibida por Sasuke. Naruto por leves minutos se sintió tranquilo, en su ambiente, como hacía mucho no se había sentido, quizás porque por primera vez encontraba a alguien que no mostraba ni el más mínimo interés por caerle bien.

-La próxima vez yo invito las copas, espero que por lo menos le guste la cerveza- dijo Naruto al ver como Sasuke se retiraba de la oficina. Sasuke levemente se detuvo al oír tal proporción – conozco unos buenos bares. Espero que su esposa no sea celosa- concluyo Naruto mirando como el Uchiha giraba para verle y asentir con la cabeza para luego desaparecer tras esa puerta de vidrio.

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Su pecho salto a mil por hora al oír aquellas palabras de Naruto. Aun después de 10 años y nueve meses, el Rubio tenía el don de ponerle de cabeza, sin siquiera proponérselo.

Sacudió su cabeza antes de entrar a su departamento y mirar a su hijo. Pero resulto que Dante también iba de llegada. Por leves segundos se quedaron viéndose el uno al otro. Dante conocía esa expresión en el rostro de Sasuke, estaba estresado.

-Tenías que nacer con esa cara…- Replico Sasuke a Dante antes de agarrar su pequeña cabeza con las manos y comenzar a despeinarlo. Odiaba que los cabellos rebeldes de Dante tomaran esa forma de puercoespín y para colmo tenían que ser de color dorado, ya suficiente tenía con su cara que era idéntica a la de Naruto y esos ojos azules. “!Maldición!” recriminaba mentalmente, si no podía cambiar la cara de Dante, tampoco el color de su pelo, por lo menos le cambiaría el maldito peinado aunque fuera lo último que hiciera en esta vida.

-¡Qué!, ¡qué! ¿Ahora qué hice?-Se quejó Dante tratando de liberarse del agarre de su madre sin éxito. Cada que su madre llegaba al límite de paciencia o se encontraba estresado, solía tomárselo contra su peinado. Él no tenía la culpa de la rebeldía de sus cabellos. Así nació, pero su madre no dejaba de comprar todo tipo de artículo para el pelo y comenzar su guerra secreta contra la naturaleza de su peinado. Después de media hora, Sasuke se rindió como era costumbre, nada podía hacerse… Nada más que tirar su saco en el sofá y ponerse a hervir el agua para la cena.  “Los dioses han confabulado en mi contra…” concluyo, antes de sentarse con los paltos de agua hervida y mirar con enfado a su hijo.

-Dices que se burlan de ti por un celular, pero no dices nada de que se burlen de ti por ese color de pelo- Replico Sasuke, ahora atacando el color de su pelo. Dante le miro, otra vez la misma pelea.

-Mamá ya actualízate. El pelo dorado es la moda-Dijo Dante mostrándole el pulgar arriba- pero esto- prosiguió mostrándole su celular viejo casi ladrillo- esto es la mugre- concluyo mostrando su pulgar abajo.

-Eres un idiota- concluyo Sasuke alzando una bolsa que contenía la cena. Dante msotro aquella carita de triunfo y euforia al identificar el olor. No había duda.

-¡Ramen!-chillo Dante emocionado y Sasuke negó con la cabeza su mala suerte. Después de la discusión con Naruto salió en busca del susodicho celular nuevo, tuvo que recorrer todas las tiendas de la galería central hasta encontrar a una que accediera a darle un precio módico. Para su mala suerte era tan tarde para realizar el ritual de compras y cocinar, y después de ajustar su presupuesto vio que el dinero no le alcanzaba, que no le quedo de otra que comprar Ramen para la cena.

-¡Ramen!!!- Seguía gritando Dante emocionado y feliz, tanto que los niveles de ira de Sasuke sobrepasaban lo habitual, el pobre se veía tentado a no entregarle a su hijo el nuevo celular, para su mala suerte Dante noto el humor de su padre y antes de que no hubiera marcha a atrás hizo su jugada -¿Y…?- Dijo Dante con fideos aun en la boca extendiendo su mano

-¿Y… Qué?- Cuestiono Sasuke haciendo cara de asco. Mientras Dante se terminaba de succionar los fideos y tragarlos antes de insistir con su madre con lo del celular.

-¿Dónde está el celular nuevo?

-¿Qué méritos has hecho para que te compre un celular nuevo?-cuestiono Sasuke a su hijo. Dentro de él crecía a mil por hora  nacía la necesidad de raparle ese maldito cabello que acaba con su paciencia. Era inevitable estallar por la rabia. Porque había nacido así, porque el destino se confabulaba en contra suya, el que solo quería olvidar el maldito rostro de Naruto y todo lo referente a él, y su hijo nació siendo su viva imagen y con su maldito carácter.

-No. No trates de salirte con la tuyas Sasuke. Sabes que he hecho mucho, primero tuve que mudarme contigo a esta ciudad de mierda. Lo que menos merezco en compensación es el maldito celular nuevo y más ramen…-concluyo Dante cruzando los brazos mostrando su indignación.

-Un día de estos terminaran matándome-soltó Sasuke de manera inconsciente lanzando la caja donde se hallaba el maldito celular, para luego recoger los platos y ponerse a lavarlos, tenía mucho trabajo que hacer, muchas cajas por desempacar, sabia a la perfección que su hijo no sería la gran ayuda a menos que quisiera ver el departamento destruido. Por su parte Dante se lanzaba sobre el sofá curioseando las aplicaciones de su nuevo celular, pero apenas Sasuke le dejo solo para desempacar tomo el saco de su madre para revisarle el celular y todo lo demás.

Sasuke, él podía ser un hombre frio, agresivo, aburrido, pero era su madre y su mundo siempre giraba en torno suyo. Cada pequeño detalle que raras veces dejaba notar, como sus almuerzos, el acudir a su cuarto a media noche para arroparlo con la ropa de cama, como revisaba cada uno de sus cuádrenos vigilando que no descuidara sus estudios, como se las ingeniaba para estar al tanto de su vida escolar. Puede que no le demostrara con palabras o expresiones abiertas, pero nadie podía negar que era una madre excepcional y Dante no tenía la regalada gana de compartirla con ningún extraño.

“ambos terminaran matándome…” Dante recordaba con la mirada sombría, era la primera vez que su padre hablaba en plural y no le gustaba experimentar esa sensación de celos en su pecho. ¿Quién era esa otra persona que esa noche le arrebataba la atención de su madre?. Miro con rabia la cajetilla de cigarrillos que siempre solía estar llena o medio vacía, pero esta vez solo se ausentaba un cigarrillo.

-Sasuke…-Llamo Dante

-¿Qué?- replico Sasuke saliendo del cuarto con expresión incrédula. El tono de Dante era cortante.

-¿Te sucedió algo en el trabajo?-Sasuke solo rasco su cabeza, ¿había sido su imaginación?, pues al ver a Dante este le sonreía como si nada.

-Nada relevante y, ¿a ti, algo interesante en clases?- Repuso Sasuke de lo más tranquilo

-Nada- dijo Dante quizás solo eran ideas suyas, trato de convencerse, pero de todos modos de ahora en adelante estaría más pendiente de su madre. No necesitaban a nadie. Los dos solos estaban bien, y así deseaba permanecer por siempre.

Notas finales:

Muajajaja. otro capitulo más...

!Reviews...! !quiero Reviews!. Mil gracias a las que comentaron. mil disculpas por las fallas ortograficas T.T

Espero poder seguir este ritmo pues quiero concluir el fic antes de que se me escape la idea central...


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