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Egoismo por pk2solitarios

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Notas del capitulo:

Uf. Aun me falta la segunda parte de este capítulo. He estado algo ocupada. Lamentó mi tardanza. 

Subiré en esta semana la segunda parte, y el capítulo de Belleza.                                                                

 

Aquí vemos un nuevo personaje. Un sangre sucia (Iker) Kakashi… ¿qué has hecho?

Garra

 

Alguien me dijo. “Te traumaste con la teoría Freudiana” Pues nop. Pero si… Al inicio solo me basaba en el complejo de Edipo, sin saber qué era lo mismo, pues Freud le dio ese nombre.

 

El fin de semana viendo documentales de Freud caigo en el principio obvio del fic. En el caso de los varones nacen amando a su madre y odiando a su padre. En el caso de las mujeres amando a nuestro padre y odiando a nuestra madre. Una teoría muy compleja… y muy retorcida XD.      

Egoísmo


Capítulo 19 primera parte


Todos quedaron callados al verle. Ese hombre era imponente. Bastaba ver sus ojos para comprender que su palabra era la ley. Garra de arena… Un ser con quien no se podía jugar.


Detrás de él Kanguro, su medio hermano y fiel asistente.


-je je- rio divertido Kanguro al ver el efecto que la presencia de su hermano causaba a todos los que lo veían- será mejor que te quedes en el hotel. Si sigues delatándote lo seguro es que se escape.


Garra no dio importancia a las palabras de su hermano, solo siguió su camino, cosas que irrito a Kanguro “Como odio esto. ¿Soy invisible o que diantres?” dijo mentalmente, pero decidió ignorar la situación, de que se extrañaba. Garra era un hombre que atendía sus cosas personalmente, más si estas tenían que ver con el consejo o si amenazaban su imperio. 


Era cierto que el consejo cabio rotundamente desde la muerte de Danzo y el fracaso de Orochimaru. Perdieron fuera. Quizás fue su error dejar a los adultos manejar la dirección del consejo, pero no volvería cometer el mismo error. Ahora el tomaría las riendas del consejo, se antepondría  a la familia Uzumaki. Eran demasiado débiles a su parecer, simples sangre puras influenciados por las emociones humanas.


Si. Y lo primero que haría sería capturar al Uchiha y ponerle bajo custodia y analizar a su hijo. Según los rumores ese crio resulto ser de todo menos lo que ellos esperaban. Al parecer Orochimaru dio inicio a una nueva especie que amenazaba a los demonios. De ser esta la situación debía ponerle un fin. Debía ejecutar a Sasuke Uchiha y a su hijo. O la especie demoniaca conocida como sangre puras vería su fin antes de tiempo. Al caminar recordó otro dato importante: Iruka. Ahora considerado el único doncel capaz de crear sangre puras. De hecho había dado a  luz un sangre sucia.  


 


 


 


 Naruto apenas podía creer lo que veía.


-Ya te dije que vine a cobrar lo que me debes. No te hagas el gilipollas- Repuso Kakashi extendiendo su mano en espera del pago.


-Oh, sí, sí. No se me olvido, pero como desapareciste no supimos dónde buscarte- Kakashi rodo los ojos, era obvio que no lo buscaron.  Pero eso no le importaba. Y Aparentemente a Naruto tampoco, pues por más que hablaban el rubio no dejaba de ver a la persona que se hallaba detrás de Kakashi.


-¿Se te perdió algo?- Repuso Kakashi harto de ver como el Rubio no dejaba de acosar con la mirada a Iruka.


-No sabía que tenía una hermanita- Soltó Naruto, no había duda la niña que Iruka cargaba entre los brazos tenía relación con Kakashi, el olor y su apariencia la delataban- debió ser difícil romper el vínculo y dejar a Iruka rehacer su vida. Felicidades- Naruto dijo tratando de albergar alguna esperanza que certificara que esa niña no era lo que pensaba. Deposito una mano sobre el hombro de Kakashi felicitándole por su gran hazaña.


-No es mi hermana – Soltó Kakashi en tono serio y mirada molesta.


Naruto tembló al comprender la situación. Estaba en lo correcto: Kakashi rompió las reglas de la moral social. Se acostó con su madre y procreo una niña.


-Tampoco es mi hija…- Declaro Kakashi con venitas en la frente por la rabia. Naruto miro con cierto desconcierto a Kakashi. Tal vez existía otra explicación. Quizás inseminación artificial – Fue un error.


Confirmado. Esa niña de ojos negros como la noche, piel morena que contrastaba con su pelo blanco como la nieve. Era la hija de Kakashi e Iruka.      


-Kakashi eres una bestia. ¡¿Cómo pudiste?! ¡¿Cómo te atreviste?! ¡Es tu madre!


Kakashi se vio tentado a matar a Naruto. No es como si no supiera que todo fue culpa suya. Pero… Era hombre y finalmente su madre no le irritaba con su voz, pues después de la batalla quedo meses sin habla y tan débil, tan vulnerable… confundiéndole con su padre Sakumo. Agacho al cabeza. Era de lo peor.


Sí, era de lo peor. Pero ya lo estaba pagando caro. Esa niña que Iruka cargaba era las consecuencias de sus actos. Sin mencionar que Iruka tuvo un cambio de 180º con él. Quizás nunca le perdonaría lo que ocurrió, pero tampoco le dejaría escapar de sus responsabilidades. Menos le dejaría que lastimara a la niña de cuatro años. Y valla que era una guerra constante entre ambos. Kakashi con el afán de matarla e Iruka con el afán de protegerla.


Naruto no tuvo que ser adivino para comprender la situación de Kakashi. Ya había experimentado esa sensación de saber que alguien por quien te preocupas, tiende a protege a su propio verdugo… Qué impotencia y rabia. Porque no simplemente arrebatar a esos hijos del demonio y asesinarles. El mundo sería un lugar mejor. La respuesta era clara. Las madres no los dejarían acabar con la vida de sus retoños. Y de lograrlo lo seguro era que jamas se los perdonarían.


Ambos suspiraron.


-Al menos lleva tu sangre- Consoló Naruto a Kakashi que parecía no interesarle para nada que esa niña llevara su sangre. Esa niña solo era un parasito molesto.


Por instinto Iker, la hija de Kakashi e Iruka, comprendía que su padre quería matarle, mas era incapaz de atacarle siempre y cuando estuviera con su madre. Así que no se alejaría de Iruka, no hasta que fuera lo suficientemente fuerte, no hasta no tener el poder suficiente para matar a Kakashi, después mataría a Iruka, no lo soportaba, no con esa voz.


-¿Quieres un consejo?- ofreció Kakashi a un Naruto que asintió con la cabeza- Obliga a tu hijo a romper el vínculo- Soltó Kakashi al momento de recibir una mirada Asesina de Iruka. Comprendiendo la tención solo atino a darle a Kakashi todos los documentos y un par de cheques.


Un suspiro fue lo último que Naruto podo oír de su ex compañero de colegio. Antes de verle desaparecer junto a Iruka y ese niño tabú.


 


 


 


Kakashi arrojo un bollo de llaves sobre el asiento de la vieja movilidad junto unos documentos de propiedad y unos cheques. Iruka con algo de desconfianza puso a Iker en el suelo, la menor de cabellera blanca como la nieve, ojos negros caídos pero filos y piel morena. Al tocar el suelo se sujetó de la pierna de su madre mirando con detenimiento cada movimiento de su padre. No dudaba que su padre de la nada la cogiera y huyera con ella en brazos para buscar un lugar lejano donde matarla. ¿Cuántas veces no hizo eso cuando era tan solo un bebe?. Pero Iruka que a costa de desgarrar su garganta, su vientre y casi destrozar su propio cuerpo lo detenía. Era clara su posición. Sin importar que Iker fuer un sangre sucia no dejaría que nadie le lastimara, aun si fuera Kakashi lo detendría y si era necesario lo abandonaría o quizás… Lo mataría.  


Kakashi miro molesto. Conocía de antemano el proceder de los sangre sucia. No tenían vínculo alguno con sus madre, de hecho eran seres crueles y sin emociones, solo se basaban en la manipulación de su entorno, se reguardaban en sus madres para sobrevivir y adquirir la edad adulta o la suficiente fuerza para matar al padre. Pues él era la única amenaza constante. Después solían asesinar a sus madres para verse libres. 


Kakashi miraba con detenimiento a Iker, cuantos años más tendría que cargar con esa mocosa, Iruka solo estaba retrasando lo inevitable, tanto Iker como Kakashi lo sabían de antemano. Su destino era matarse, pues Kakashi no dejaría que Iker matara a Iruka.


Las memorias de Kakashi retrocedieron al recuerdo de la tediosa noche que vio como como su padre trató de proteger a  Sasori de Garra. Jamas olvidaría como Garra comprimía el cuerpo de su padre acabando con su vida. Era cierto. Kakashi jamas quiso a su padre de la forma que un hijo quiere a un padre. Para Kakashi y todos los sangre pura la figura paterna era un enemigo natural al cual debían derrotar y no matar si deseaban quedarse con sus madres. Eran rivales que presentaban un nivel de respeto y cariño. En cierta forma eran un equipo con un fine en común: Mantener la especie. Por ello matarse no era muy frecuente a menos que la vida del doncel o su vínculo con el doncel se vea afectado por su padre.


-Ok- Repuso Iruka. Todo estaba en orden. Ahora solo debían ir a por sus cosas al hotel e instalarse en su nueva vivienda- Mañana comenzaras a buscar trabajo… ¿Quizás Tsunade vuelva a contratarte?- Ya comenzaba Iruka con su tediosa voz, con sus comentarios molestos sobre buscar trabajo reincorporarse a la sociedad y esas tonteras.


Suspiro. Tan poco le duro el gusto de verse solo con su madre en aquella isla desierta. Tan poco le duro el gusto de tener a su madre como pareja. Miro asesinamente al culpable de que todo acabara tan rápido: Iker.  


Las manitos de Iker se aferraban con más fuerza a los pantalones de Iruka que giraba para ver a Kakashi.


- Sello- fue lo único que dijo. Y Kakashi quedo paralizado en plena calle. Mientras Iruka subía a Iker a la movilidad, y luego él se posicionaba en el asiento de conductor – Nos iremos al departamento. Cuando se te pase la estupidez reunte con nosotros.


Kakashi no dejaba de maldecir a Iker e Iruka. Cada día era peor. Pero no podía evitarlo. No podía dejar de amar a su madre, no podía dejar de odiar y desear ver muerta a Iker.   


 


 


 


 


Naruto miro con detenimiento a Garra. Jamas creyó verlo en su compañía. Debía ser sincero. Los sangre sucia emitían ese aroma de muerte y putrefacción que ponía más de uno la piel de gallina. O simplemente les alertaba del peligro que representaban. Hasta la fecha ningún sangre sucia a no ser Orochimaru había logrado reproducirse, Se diecia que ese error nacía con el defecto de no sentir afecto alguno a los humanos sin importar su forma. Por tanto estaban destinados a desaparecer.     


-A, ¿a que debo tu visita Garra?- Repuso Naruto algo perturbado, sabía que de negocios no se trataba. Así que solo podía tratarse de asuntos del consejo. ¿Quizás ya sabían sobre Sasuke y Frimost?


-Entrégamelos – Gara fue tan directo como siempre. Naruto que comprobaba temor miraba desafiante a Gara.


-No


-sabes lo que representan.


-¿Y eso a mí qué?- Garra miro con detenimiento a Naruto. Ciertamente cambio desde la última vez que lo vio hace tres años. Pero eso no cambiaba nada su decisión y su misión.


-tratas de declarar una guerra entre ambas casa- amenazo Garra y Naruto al sentir la veracidad de sus palabras dudo por leves segundos, pero al pensar en perder nuevamente a Sasuke se puso firme en su posición: no entregaría a Sasuke. A Frimost se lo regalaría con moño y todo, pero no a Sasuke. Naruto no le tenía miedo a Gara.


-Creo que es inútil que sigas aquí Gara- Gara simplemente se levantó de su asiento y se puso a caminar fuera de la oficina del rubio.  Pero antes de salir de esta se detuvo y advirtió:


“Tus intentos son inútiles. Una vez ese niño alcance la edad o fuerza necesaria matara al doncel que te empeñas en proteger. Es su naturaleza.”


Sinceramente hablar con un sangre pura era una pérdida de tiempo. Gara subió nuevamente a su movilidad que era conducida por Kanguro.


-¿Lo localizaste?- repuso tranquilo mirando por la ventanilla del auto. Kanguro que miro a su hermano desde el retrovisor comprendió que Gara solo aseguraba el campo de batalla. No deseaba la interrupción de Naruto. Sus ojos estaban puestos en Dante. Según los rumores era un Premium. Deseaba saber cuál era la fuerza de un Premium. Soltó una leve risa, la cual estremeció a Kanguro. Su hermano rara vez mostraba emoción alguna y verle sonreír era algo… tétrico.


 


 


 


 


 


 


Sasuke proseguía con sus deberes de hogar. Bueno con lo único que podía hacer: cocinar para Dante y Naruto, obligar a Frimost a leer algún libro. Dante no les dejaba salir de casa. Si era incomodo al inicio, pero debía acostumbrarse pues estaban seguros y eso era lo importante.


-Sasuke- Dante entraba a la cocina en búsqueda de su madre. Lo primero que encontró fue a Frimost mirándole de mala gana, la sangre le ardió, el deseo de apretar ese pequeño cuello le causaba comenzó en sus palmas, pero se contuvo al ver a Sasuke que no dejaba se verle asombrado.


-Ya lo sé…- Dijo Dante que lucía su cabellera dorada después de cinco años. Finalmente sus ojos eran azul marino- me veo horrible.


-¿Dante?- Repuso Sasuke, aun confuso, podía asegurar que veía a Naruto, bueno un Naruto joven, de 15 años. Ciertamente Dante era su viva imagen.


-burrrf- bufo Dante molesto por la confusión de su madre, y giro para salir de la cocina. Que pensaba: ¿qué volviendo a su antigua apariencia su madre recordaría su pasado?. Qué tontería. Maldición, se dijo buscando las malditas tijeras. Se raparía el cabello.


-¡Dante!- Llamo Sasuke algo preocupado por su hijo, era raro verle con ese semblante molesto, mas cuando no estaba Naruto cerca.


Sasuke entro al cuarto y miro como Dante sujetaba aquellas tijeras en pleno acto de cortarse el pelo.


-¿Qué haces?- cuestiono Sasuke sin comprender el proceder de su hijo.


-¡Odio mi cabello!- se quejaba Dante cortándole violentamente, casi arrancándoselo de la cabeza. Estaba tan frustrado. Tan… Desesperado porque Sasuke regresara a ser quien fue una vez. Que de la rabia lo tomara de la cabeza y despeinara. Que se quejara de su cara, de su parentesco con Naruto. Que le reclamara lo feo que se veía comiendo ramen… esas cosas que componían su vida diaria, su vida feliz. Su familia, su madre… su pasado.


-No tiene sentido- Dante se tumbó al suelo. ¿Qué hacía? Un berrinche a su edad… Que ridículo se vería. Ese no era el tipo de hombre que deseaba ser. Pero… Giro para ver a Sasuke algo asustado por la situación. Sus manos comenzaban a mostrar un símbolo. Que acaso tenía planeado paralizarlo para detener su ataque de rabia – Lo siento…- Repuso con la voz apagada- Lo siento…


Sasuke dejo de realizar sus símbolos para paralizar a Dante y se le acerco tranquilamente y tomo a Dante entre sus brazos, presionándole con sutileza, dando a entender que estaba allí, que no le dejaría. Supuso que su hijo sufrió mucho debido a su ausencia. Era un sangre pura después de todo. Uno que se vio obligado a romper el vínculo. Y sobrevivir sin su madre por cinco años.


¿Qué hay después de ti? Una pregunta tonta, pero una de vida o muerte para Dante. Que hay después de su madre… lo desconocido y lo desconocido da miedo. Aun después de ver roto el vínculo aún seguía sintiendo el mido, un miedo que solo Sasuke podía calmar.


-Todo está bien…-susurro Sasuke tranquilizando a Dante- Yo estoy aquí… no volveré a dejarte nunca más…


Las manos de Dante dejaron caer las tijeras y sus mechones de pelo, para enredarse con los brazos de Sasuke como en el pasado, como siempre soñó cada noche cuando Sasuke desapareció.


-¿Qué hacen?- Preguntaba Naruto con una cara de pocos amigos al ver la cercanía de Dante con Sasuke.


-¡Que te importa!- Replico Dante con la mirada amenazante. ¿Por qué Naruto debía aparecer justo ahora?


-Cortando su pelo- dijo Sasuke disimulando la situación, no era necesario decirlo, pero comprendía que Dante no deseaba que su  comportamiento se diera a conocer a Naruto.


-Pues valla que lo haces mal- Dijo Naruto al ver como el cabello del menor estaba disparejo. Lentamente se acercó y quito a Sasuke las tijeras para comenzar a cortar el cabello de Dante que de mala gana se dejaba. Sasuke solo se sentó al lado de ambos mirando curioso a Dante. Realmente era la vida imagen de Naruto.


-Adivinen con quien me encontré hoy- Dijo Naruto tratando de romper el silencio que amenazaba con reinar el ambiente.


-Ni idea- repuso Sasuke comprendiendo que su hijo no tenía intención de seguirle el juego a Naruto, de hecho se veía la incomodidad de dejarse cortar el pelo con Naruto.  


-A Kakashi e Iruka…-Naruto miro Fijamente a Sasuke que rascaba su cabeza tratando de recordar esos nombres sin éxito. Después de unos suspiros los tres comprendieron que era necesaria más información- Kakashi, nos ayudó a buscarte Sasuke e Iruka es su madre… Un doncel como tú


-Ya veo…- Dijo Sasuke aun sin comprender bien que el asombroso tenía el volverles a ver. Quizás Naruto sentía algo por el doncel de nombre Iruka, pero descarto esa idea, pues su comportamiento acosador le indicaba que no era el caso.


-Como sea. La cuestión es…- Dijo Naruto jalando con violencia el cabello de Dante, el cual soltó un rugido amenazante- Iruka tuvo un hijo para Kakashi…- Ahora sí, Sasuke miraba completamente asombrado. Aun siendo un desmemoriado sabía lo que eso significaba.


-ese niño es… Un sangre sucia…- Repuso Sasuke con tristeza. No conocía a Iruka, pero supo lo mal que la estaría pasando. Lo sabía perfectamente pues él estaba casi en la misma situación con Frimost.


-sí, un sangre sucia, y sabes que… Kakashi me dio un consejo muy interesante- jalo con mayor fuerza el cabello de dante antes de cortarlo. Dante se soltó del agarre y miro con intención de matar a Naruto- Él dijo: Obliga a tu hijo a romper el vínculo.


Las miradas cargadas de rencor entre Naruto y Dante competían una con la otra. Ambos se declaraban la guerra.


-Pobre Iruka…- Dijo Sasuke sin prestar atención a Dante o Naruto- debe ser difícil como una de las personas que amas intenta matar a tu hijo, su hijo, su hermano...- soltó sin pensar en el efecto de su palabras sobre Naruto y Dante que agacharon al cabeza. Era cierto. Ellos no comprendían los sentimientos de Iruka ni Sasuke. Ellos no eran donceles, ni mujeres para comprender la maternidad y solo se dejaban segar por sus instintos primarios. Para ellos esos niños no eran seres vivientes. Solo eran estorbos.  Pero para Iruka y Sasuke eran… eran sus hijos y una madre es capaz de dar la vida por un hijo. Más si es un doncel.


-y…- Dijo Naruto algo avergonzado- ¿Frimost?- Dante y Sasuke miraron a Naruto con rareza


-Duerme. Es normal en el dormir mucho. Aún está creciendo.


-Ya veo…- Repuso Naruto sin saber que más decir. De verdad no le nacía nada de interés por ese niño. Pero supuso que esa era una buena forma de ganarse a Sasuke. Rio dentro suyo al recordar a Garra. Ahora ale venia una idea interesante. Quizás Garra podía ser de ayuda después de todo. Quizás podía usarle para deshacerse de Frimost sin ser el culpable de su muerte, solo debía poner al niño en el lugar y momento exacto.


Si, la cabeza de Naruto ideaba un plan para asegurar la muerte de Frimost.


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


Momentos


Iruka ardía en fiebre. Entre suelos susurraba el nombre de Sakumo, pero no lograba que su voz fuera audible. Como le necesitaba, tenía miedo… odiaba la oscuridad y la soledad.    


Lentamente abrió sus ojos en búsqueda de su amado. Pues puso sentir la calidez de su tacto sobre su frente. Pudo divisarle de manera borrosa, pero supo que era él. Lentamente extendió sus manos para sujetar las de Sakumo. Seguro fue un sueño de mal gusto su muerte, todos esos años en su ausencia. De seguro todo fue un mal sueño.


Kakashi sintió como su madre cogía su brazo derecho y no dejaba de mover los labios sin poder emitir más que simples quejidos.


-Sakumo…- Replico Kakashi leyendo los labios de su madre. Un par de venitas se formaron en su frente. ¿Por qué a estas alturas del partido debía Iruka confundirle con su padre?


Molesto tomo ambas manos de Iruka y lo miro fijamente. El Plan era gritarle que no era Sakumo, pero su desquiciada mente susurro una tentativa imposible de ignorar.


“Hazlo tuyo…”


Trago saliva. Eso no era bueno, no era nada bueno… pero… pero… quería, quería…


Al diablo la conciencia. Simplemente encerró a su conciencia en algún lugar de su cerebro. Si se ponía a pensar las cosas dejaría pasar la ocasión. Y quizás nunca más volvería a tener este momento.


Miro levemente el cuerpo de Iruka, ya todas sus heridas estaban curadas, solo era la fiebre y el refriado… No le lastimaría. No.


Beso esos labios que siempre le atormentaron con su voz. Era algo raro y excitante. Sentir a ese ser sin que este lo rechazara. De hecho sentirlo pidiendo ser abrazado, pidiendo calor y llorando de felicidad pues podía volverle a ver.


Esa noche de pecado debió permanecer como un secreto, Pues una vez Iruka se recuperó parecía no recordar nada de lo ocurrido, solo suspirar de vez en cuando y susurrar el nombre de Sakumo, pero algo que comenzó a crecer en su vientre termino por delatar a Kakashi.


Como poder olvidar las tretas de Iruka por ocultar su estado. Como olvidar que casi lo manda al infierno de la rabia cansado de disimular el ignorar lo ocurrido. Después del estallido de furia por parte de Iruka, Kakashi no pudo hacer nada al comprender que de provocarle un aborto era imposible, pues Iruka había escondido su embarazo hasta el quinto mes. Era riesgoso. Cerca de tres meses se la paso mirando al moreno desde la distancia, esperando que entrara en labores de parto para deshacerse del error. Pero nada salió como deseo. Iruka concluyendo el octavo mes tomo un cuchillo entre sus manos se realizó una cesárea.


Al oler la sangre Kakashi corrió como alma que lleva el diablo en búsqueda de Iruka y al verlo quedo paralizado por la impresión. Iruka respiraba agitado, en la cama un niño no dejaba de llorar. El cuerpo de Iruka mutilado en la parte de su vientre apenas se mantenía en pie, pero aun así comenzaba con su conjuro, con aquella voz irritante y esa mirada determinada a morir de ser necesario con tal de mantener vivo a Iker.


Sintió como era privado de sus cinco sentidos Lo último que recordó fue a un Iruka con los miembros bajos ensangrentados. Solo un pensamiento recorrió su cabeza ¿Qué será de mi si el muere?


Cuando Kakashi recupero la conciencia simplemente Iruka y el niño habían desaparecido. Recordó que le tomo cerca de dos semanas dar con ambos. Recordó lo que le costó tener que pelear con Iruka para arrebatarle al menor sin éxito. Recordó cómo le costó convencer a Iruka para que este le aceptara de nuevo a su lado, recordó cuantas veces tubo que jurar, suplicar y llorar por el perdón de Iruka, y aun con este nada volvió a ser lo mismo entre ambos.


El error de Kakashi tenía nombre, tenía vida y siempre permanecería para restregarle sus acciones en su cara. Para marcar por siempre el abismo entre Iruka y Kakashi.

Notas finales:

Mil gracias por los reviews y por aguantar a esta atolondrada que no deja de complicarse la vida. XD

 

  

                                 (TT-TT)

 


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