El despertador sonaba estruendosamente como siempre. Esto tenía su objetivo, debía levantar a su dueño, el día daba inicio y sus deberes con él.
Sasuke se incorporó de malagana y reviso su agenda:
-Levantase a las cinco, echo- dijo rayando la actividad de su agenda- hacer desayuno…- dejo su agenda sobre su mesa y paso a la cocina. Miro el refrigerador allí todos los alimentos separados de acuerdo a día.- siii…-suspiro tomando el grupo alimenticio correspondiente al día lunes.
El desayuno estaba listo, homeless, un gran vaso de leche y una ensalada de frutas con yogur. Levanto la tapa de la hoya y allí estaba casi listo el almuerzo. Dio una leve mirada al reloj. Marcaban las 6:30 Am, así que procedió a dejar su delantal a un lado y remangándose la camisa se dirigió a la habitación continua a la suya.
-¡DESPIERTA!- Grito a todo pulmón, arrancando las cobijas de la cama -¡¿Dante?!-cuestiono al no ver al aludido en la cama. Curiosos miro debajo de esta y allí le encontró tirado en el suelo, justo al otro extremo de la habitación y aun dormido. No pudo evitar preguntarse si su hijo tenía gusanera o problemas de insomnio pues aparecía en cada pose o en cada sitio. ¿No podía dormir como un humano normal? Cuestiono dejando ver la primera venita sobre su frente. El día daba inicio.-DANTE!!!-Grito dándole una patada memorial
-¡QUE!, ¡QUE!, ¿los extraterrestres nos invaden o qué?- Dijo asustado por el violento despertar para luego girar la cabeza y mirar al culpable de su despertar agitado- ¡AAAAAH!- grito levantándose y huyendo de su habitación- ¡Un mostro!!!-Termino de gritar fuera del alcance de Sasuke que tenía varias venitas de furia sobre su frente.
-¿Así que monstro…?-Replico Sasuke a su hijo Dante cuya cabeza se hallaba adornada de múltiples chinchones.
-Mamá, eres un exagerado, solo era una broma lo sabes, no tienes que comportarte como un mostro de verd…- cayo al sentir otro golpe sobre su cabeza
-¿Cuantas veces debo decirte que no me llames madre?- Replico Sasuke enfadado, esa palabra era tabú. Serio como era su costumbre se levantó educadamente de la mesa para terminar de guardar el almuerzo en los obetos, guardando uno en su portafolio y otro en la mochila de su hijo- Llámame padre.
-Pero tú me diste la vida, ¿eso no te hace mi madre?
-Sí, te di la vida y puedo quitártela así que no me contradigas- amenazo el moreno con su típica mirada asesina, para luego darle la espalda y poner frente a su hijo una mochila- apúrate llegaras tarde a la escuela- concluyo levantando los platos sucios y dejándolos sobre el regadero, eran cerca las 7:15 am.
-Ok. Me voy-dijo Dante que rápidamente se levantaba y salía toda prisa, pero fue detenido por Sasuke que sujetaba su mochila.
-Compórtate en clases, no quiero ser citado por el director nuevamente, es mejor para ti que todas tus notas estén sobresalientes o ya verás-Otra vez Sasuke con su oración diaria. Dante solo arqueo las Cejas, su madre era tan estricta. Cerró los ojos para asentir a cada oración que soltaba su madre cuando de pronto sintió un beso en la frente. Dante abrió los ojos pero Sasuke ya lo botaba a patadas del departamento. Dante no pudo evitar parpadear y tocarse la frente. Su madre, el estricto hombre de hielo que solo servía para darle ordenes, reprenderle y darle de comer le había dado un beso de despedida. Dante no pudo evitar sonreír con nostalgia, Sasuke no le daba un beso de despedida desde hacía un año. Y recordó con nostalgia que fue por su culpa. Pues dijo que eso era vergonzoso.
“Vergonzoso…” nuevamente dijo, pero al diablo la vergüenza, supuso que para su madre eso fue mucho más vergonzoso, ya se imaginaba su rostro rojo como un tomate.
Dante conocía a su madre o mejor dicho “padre”. Él era una persona sumamente fría, pero en parte comprendía la razón. Las circunstancias lo habían hecho. Su padre le tubo a muy temprana edad, lo crio solo sin el apoyo de nadie.
Comprendió que su condición de doncel amenazaba el bienestar de su hijo, pues si un doncel no estaba casado era obligado a abortar. Además lo donceles no tenían el mismo trato social que un hombre o mujer ordinaria. Así que su Madre se hizo pasar por su padre. Pago a unos hombres para hacer figurar en el acta de nacimiento que la madre de su hijo murió en el parto. Así vivieron engañando a la sociedad para permanecer juntos y salir a delante juntos. Su padre se esforzaba tanto por esconder su naturaleza de doncel que Dante siempre se preguntó la identidad de su padre biológico. Que podía haber sucedido para que su madre acabara sola con un niño, quizás debía abortarlo. Si quizás así la vida de su madre sería muy diferente a la actual.
Una vez comento esos pensamiento a su madre y recibió una tunda que no olvidaría fácilmente, su madre le miro con tal rabia, hasta estallo en llanto adjuntando que si no le hubiera querido en su vida lo hubiera abortado y listo. Así que no tenía derecho de considerarle una vida mejor sin su existencia. Era su hijo no una confusión, solo era su hijo y punto.
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-Sasuke- escucho como alguien le llamaba
-si-giro para ver de quien se tratada
-Acabo de mandarte un Mail sobre tu reasignación a Central- Sasuke se quedó perplejo. ¿Dijo acaso Central?, ¿acaso se refería a ciudad Central?. Cerró los ojos, no dejaría que su vida privada interfiriera con su trabajo.
-Ahora mismo reviso el mail. Gracia – dijo en tono neutro, como lo caracterizaba. Abrió el susodicho correo y maldijo mentalmente. Después de diez malditos años lejos de ciudad Central era enviado a esta. ¿Por qué su añorado ascenso lo sentenciaba a volver a ciudad central?. Ironía. Dijo sin saber si rechazar o no su acenso.
-Al diablo- grito al aire, al verse solo en su oficina- Merezco ese ascenso el resto que me bese el culo- sentencio recordando quienes se hallaban en ciudad Central. Su familia que lo repudio y trato de obligarlo a abortar, Naruto...
Presiono sus dedos sobre su cuero cabelludo. Si aceptaba el acenso tendría que poner todo su auto control para alcanzar sus objetivos, sobornar a muchas personas para evitar que su pasado salga a la luz y no exactamente el de su hijo, sino su posición de doncel. Sin duda, tendría que luchar para evitar pagar por sus estupideces juveniles.
-Are añicos a quien interfiera en mi camino o en el de mi hijo- se dijo a sí mismo como si se lo prometiera, él era Sasuke Uchiha, el gran Sasuke Uchiha, el mejor de su campo, el que surgió de la nada y ascendió peldaños, el que en contra de todo predicamento destaco en todo lo que se propuso y ahora no fallaría por una tontería como el pasado.
Sentados sobre la meza, Dante miraba algo preocupado a su “Padre”
-Sasuke-Llamo el menor y Sasuke volvió a la realidad al oír como su hijo le llamaba por su nombre
-¿Qué acabas de decir?
-Sasuke, así te llamas cierto. Si no puedo llamarte mamá, prefiero llamarte por tu nombre
-Qué tiene de malo que me llames papá
-Pues que yo tengo uno… aunque no lo conozca y no es que me importe conócele, de hecho me vale mierda- dijo el menor esquivando la mirada de Sasuke.
-Maldita sea. Has lo que quieras- se quejó Sasuke mirando como Dante sonreía y sintiendo que sus mejillas se encendían. Como sucedía a menudo su hijo ganaba la partida, Comprobad su triunfo Dante se llevaba una un trozo de carne a la boca, masticarla y nuevamente comenzar otra discusión, pero no conto con que su madre se le adelantaría
- Me ascendieron por tanto nos iremos a ciudad Central
Dijo Sasuke sin dar más rodeos mientras Dante quedaba mudo por la noticia. Toda su vida estudiantil se la pasó en ciudad Esmeralda, y ahora debía marcharse a ciudad Central así como así.
-¡Nooooo!- Grito en protesta
-No, no es una opción- concluyo Sasuke
-Yo quiero quedarme aquí, aquí están todos mis amigos, mi vida.
-Conocerás nuevos amigos y tendrás una nueva vida en ciudad Central
-No. No quiero conocer nuevos amigos, ni tener una nueva vida. Quiero a mis amigos de ahora y mi vida tal como están.
-Pero ese ascenso es importante para mí. Y para ti.
-Lo mismo, la escuela mi amigos son importantes para mí. Aunque no para ti, por lo que veo.
-He luchado mucho por este acenso. Tú lo sabes
-Lo sé. Pero no me puedes pedir que deje todo y te siga
-Eres mi hijo y debes estar donde yo este. Solo tiene diez años
-¡Y eso qué!. Yo no quiero…- dijo al borde del llanto, con esa expresión de perrito regañado que partía el alma de Sasuke en dos.
-No hay nadie con quien puedas quedarte en ciudad Esmeralda. Solo somos tú y yo Dante.
-Puedo quedarme solo
-Eres un niño
-Que acaso tú no lo eras cuando me tuviste
-Es diferente
-Sí, era peor en tu caso tu eres un doncel, yo soy un hombre, no quedare embarazado-Dijo Dante sin pensar el efecto de sus palabras
-Más te vale que alistes tus cosas, partimos en dos días aunque tenga que romperte las piernas y cargarte al aeropuerto- dijo Sasuke conteniendo todas sus emociones e instintos asesinos. Como odiaba que su hijo se pareciera a Naruto, con esa facilidad de sacarle de quicio o destruirlo.
La mirada cargada de odio por parte de Dante le dolía, le dolía como el niño jamas podía imaginar, pero esto lo hacia por su bien, por darle un mejor futuro, o quizás por su orgullo, se cuestionó. Como sea, ya había logrado falsificar ciertos documentos y se seguro que el contrato de alquiler fuera registrado a nombre de la empresa. Solo debía ser cuidadoso antes de concluir el cambio de apellido de Dante. Solo rogaba que nadie se fijara en el pequeño detalle de parentesco del menor.
-Naruto-Llamo Sakura a su jefe y amigo- te vez cansado, no me digas que hoy es…
-Sakura, se ve que me conoces bien- Dijo Naruto con algo de cansancio. Manejar la empresa no era fácil. Pero tampoco era fácil aceptar que hoy se cumplía dos años de su divorcio.
-Estoy segura que Hinata está bien-Añadió la joven
-Ese niño tendría hoy cuatro años- susurro Naruto- Él nos unía y de pronto nos separó…
-La muerte de un hijo es muy doloroso, Ella solo quiere olvidar
-¿Y yo qué?. Piensa que no me duele. ¡Era mi hijo!
-Sí, pero es diferente, ella era su madre, lo tubo dentro nueve meses y… no podrá tener un hijo nuevamente… ella no quiere atarte, sabe cuánto anhelabas ser padre, ahora con la muerte de Marcus, ella tiene miedo de atarte y arrebatarte tus sueños.
-Lo se.- Dijo Naruto arrojando unos documentos sobre su escritorio -Sakura-añadió girando para ver a la joven de cabellera rosa- crees que algún día pueda perdonar cada una de mis faltas
-Quieres la verdad- susurro Sakura
-Mejor no- concluyo Naruto tomando nuevamente el folio para finalmente darse ánimos para leerlo y así indicar a la peli rosa que debía marcharse. Deseaba estar solo.
-Así que mañana empezaremos el proyecto de expansión- dijo al leer el sobre, los nuevos gerentes comerciales. Mañana llegarían estas personas, leyó rápidamente sus nombres - Uchiha…- resoplo- ¿Dónde oí ese apellido antes?- se preguntó, para después simplemente volverlo a olvidar. Y dejar su mente ser invadida por los recuerdos de su fallido matrimonio y la muerte de su hijo.