Xiumin no quería ir a ese viaje, lo hacia por su padre, pero en el fondo lo hacía por él también... Sólo que no lo sabía.
Cuatro días pasaron...
—Mie--a, Mie--a, Mier--a!! No puede ser que me haya quedado dormido... El avión nos va a dejar! NOS VA A DEJAR!... Xiumin —detuvo su carrera al ver a su hijo plácidamente en el balcón viendo horizonte como si nada pasara, CUANDO SI—. Eres el mejor! Eres realmente increíble... Como no has podido despertarme? Menos mal que anoche deje la maleta lista— Me baño?—se auto interroga y mira el reloj (8:30 am)— Si, un poco de agua será suficiente—. Sale corriendo al baño, para salir unos minutos más tarde corriendo de regreso.
Xiumin lo ve y quita rápido la mirada.
—Le cuesta tanto ponerse una toalla? —y luego sonríe ligeramente— bueno ya no hay vuelta atrás —suspira—, al fin se despertó a tiempo.
No hace falta decir cuan agotador fue el vuelo, después de las escalas y revisiones por las que tuvieron que pasar. Con todo lo que había empacado Sangwoo ya tenían los brazos acalambrados; llegaron a Bariloche el martes, con sueño, con hambre, y sin la mínima idea de a donde ir.
—Dios porqué me castigas así? Será que mate a muchas personas en mi vida pasada? — Sangwoo no gozaba del don de la paciencia— Porqué no está aquí? Dijo claramente que vendría a las 9:00 am —reviso su reloj otra vez nervioso (12:50 pm).
—Lo vas a llamar otra vez? — pregunto Xiumin que estaba a sentado frente a él.
—Lo haré hasta que me responda —marco el número, ya con avidez en su intento número cincuenta, y como lo esperaba volvió a fallar. “El numero que usted ha llamado...” Se escucho por el auricular y Sangwoo se contuvo de lanzar el celular, por lo difícil que se le hizo conseguirlo.
Xiumin aparto su mirada para darle algo de relevancia a su alrededor. Una niña se paro frente a él viéndolo con ojos extrañados, Xiumin no sabia como reaccionar.
—Porqué tienes los ojos así? —pregunta la niña, mientras se lleva los dedos a los extremos de sus ojos y los jalas extirandolos. Xiumin no entendió ni una papa de lo que ha dicho, pero creyó haber entendido el mensaje, al instante llego la mamá de la niña y la agarro del brazo con fuerza alejándola de él murmurando algo que por supuesto Xiumin no entendió, al verlas irse pronuncio débilmente “Omma”
Sangwoo estaba caminando de un lado a otro hasta que por fin se sentó como un niño regañado al lado de Xiumin, se sentía impaciente y sin poder hacer algo al respecto.
—Iré por un café —pronuncio desganado—. Como siempre?
—Sí — le respondió Xiumin. Y el otro se fue caminando como si tuviera algo contra el suelo o una algo así.
En ese momento Xiumin escucho pasos atropellados desde un sitio cercano. Volteo y vio a un señor corriendo a toda velocidad en su dirección, se dio la vuelta para verificar si era con alguien de atrás pero no había nadie, entonces oyo una voz en tono familiar.
—Annyeong Haseyo —el hombre ahora estaba jadeando y con las manos en las rodillas—. Lo siento, de verdad lo siento... Es que... —dijo algo avergonzado— Oh pero qué estoy haciendo? Te preguntaras quién soy?... Mucho gusto soy su Lei Yen, quien los va a hospedar, tu papá y yo nos conocemos desde hace tiempo— Mostró su perfecta dentadura y extendió su mano para saludarle.
Xiumin torsio su boca en un intento de “Sonrisa” y apretó la mano del hombre. Tan pronto como Sangwoo estuvo de regreso saludo efuricamente a Lei Yen, olvidando por completo el enojo que hace solo un momento le corría por las venas.
—Mi hija menor se desmayo de repente en la escuela y tuve que ir a buscarla para llevarla al hospital—explicaba—, tuve que esperar que mi esposa llegara. Se que no hay excusa que valga la pena, pero...
—Y como está ella?— Sangwoo lo interrumpió.
—Ya está estable, es muy débil desde que nació, sus valores siempre están por debajo de lo normal —poso su mano sobre su cabeza—. Ay pero qué estoy haciendo? Deben estar muy cansados, déjenme ayudarlos con esas maletas, parece que van a durar un tiempo por aquí eh? —agarro una de las tantas maletas— Vengan es por aquí.
Los dos lo siguieron y él continuo hablando.
—Argentina es un lugar muy hermoso, ya llegamos 4 años aquí mi familia y yo...
Y en ese punto Xiumin dejó de prestar atención en sus palabras para perderse en el sabor de su café.
*Está bueno*
*Pero el de ella es definitivamente el mejor*
Después de casi 2 horas de viaje el panorama cambiaba del gris de la ciudad al verde y azul del campo. Empezaron a transitar por un camino más rocoso y empinado. Xiumin se limitaba a pensar que no era tan malo, y que todo iría bien con un poco de esfuerzo. Después de una hora por fin llegaron.
Era una casa estilo cabaña no muy grande pero sí lo suficiente para ellos, el patio lleno de césped era grande. Bajaron del auto y al instante Xiumin sintió el aire tan frío como puyas que traspasaban sus mejillas congelándolas. Al entrar Lei Yen les ofreció un recorrido por la casa, mostrándoles casi todo.
—Deben tener hambre! —dijo Lei yen cuando les mostraba la cocina— Mi esposa tenia días planificando la comida para hoy, no lo pudo terminar por lo ocurrido, pero espero que les guste.
—No se preocupe, creo que en estos momentos hasta la hierba seria una opción — Sangwoo rió aliviado por la proposición.
—Un momento —se disculpo y se acerco a las escaleras— Luhan baja por favor!.
Después de unos minutos un chico con uniforme de soccer, bajo las escaleras todo adormilado, se froto un ojo para después saludar con una amplia sonrisa
—Buenas tardes! Perdonen que no había bajado —se disculpo dejando espacio para dedicarles una breve sonrisa—, creo que el sueño me jugo una mala jugada. Es un gusto soy Luhan —paso su mirada de Sangwoo que le miraba sorprendido, a los ojos inexpresivos de Xiumin.
—El gusto es nuestro —dijo en respuesta—. Yo soy Sangwoo y el es mi hijo Xiumin —y sin contenerse agrego—. No se si te va a molestar lo que te voy a decir, pero por un breve momento pensé que eras una chica — Lo siento, pero sinceramente lo pensé.
Lei yen soltó una carcajada
—Esta no es la primera vez que nos pasa esto, la gente y sus ocurrencias no ven que claramente es un hombre, claro tan guapo como su padre —puso un brazo alrededor de Luhan.
—Papá, por favor —golpeo su costado.
—Ya, ya entendí, yo solo digo lo que veo... Bueno ya es hora de que vaya a buscar a las mujeres de esta casa, pueden sentirse como en su casa—y luego se dirigió a Luhan- Los dejo a tu cuidado.
—Buen provecho —dijo cortésmente — Creo que iré a ducharme y bajo enseguida.
—Anda tranquilo, Gracias — le dio un codazo a Xiumin.
—Gracias — pronuncio en volumen 1.
Luhan lo miro y sonrío, Xiumin aparto la mirada, sintiéndose extrañamente incomodo (Sonrojado XD). Luhan subió las escaleras.
*Que lindo es*
Pensó, sin atreverse a pronunciarlo.
11:30 pm vio Xiumin en su teléfono. Volvió a voltearse en la cama tratando de conciliar el sueño, podía soportar los ronquidos de su padre que eran bastante fuertes, pero ya se había acostumbrado a no dormir más de cuatro o cinco horas.
Después de la cena Luhan los había ayudado a subir el equipaje, y Sangwoo había caído en un profundo sueño apenas tocar la cama. Xiumin durmió si se puede decir algo, y se había despertado dando un brinco quedando sentado en la cama. Por su blanca piel corrían las gotas de sudor, que no era precisamente por el clima, puesto que no era ni cerca de caluroso.
—Otra vez el mismo sueño.
Paso un largo rato peleando con las sabanas, hasta que su garganta se seco.
*Justo a estas horas me tiene que dar sed?... Aish tendré que bajar*
Se puso las pantuflas y con cuidado salió de la habitación.
*Parece que ya todos están dormidos*
Una leve luz estaba prendida en el pasillo y Xiumin pensó que la habían dejado así.
—Si mal no recuerdo la nevera estaba por aquí —la abrió y saco la jarra—, y ahora los vasos... Donde están?.
—Buscabas esto?
Xiumin se exalto y se reprendió por eso al instante. Volteo lentamente para encontrarse con Luhan, éste comenzó a reír.
—Debiste ver tu cara... tan feo soy? —se acerco a él dándole el vaso.
(Sus manos rozaron)
Xiumin agarro el vaso como si nada y trato lo posible no mirarlo.
Luhan soltó una risita.
—Tus ojos... No sabia que eras capaz de hacer ese tipo de expresiones, esta tarde parecías tan... Como si no tuvieras alma —sonreía y dejo de hacerlo de repente—. Y cuanto años tienes? Yo...
Xiumin termino de beber su agua, guardo la jarra y regreso a su habitación ignorando por completo a Luhan.
Él no quería amistades, menos en ese lugar remoto, ellas solo le habían causado dolor, y pensaba que quizás lo merecía.
*Cuando pase el tiempo se cansara de mi, es más, con un poco de suerte no me hablara otra vez*
Y se quedo dormido.