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SINDROME DE ESTOCOLMO por BeyondBirthday

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Notas del capitulo:

rurufusu, havi y Sophie Hatter  gracias por sus comentarios me alegra que le haya gustado.

Sophie Hatter a mi me canta ese personaje BB, se puede decir que estoy obsesionada que bueno que te gustara el nombre de usuario.

 

Bueno espero que disfruten la lectura, gracias a tod@s por leer y ojala sea de su agrado

Dos días, ya habían pasado dos días completos y él aun simplemente no podía creerlo, se sentía adolorido, cansado, incluso asqueroso: sentado y atado en esa silla donde Hiro-san lo había dejado por un engaño que nunca ocurrió, nunca creyó que podría desear tanto un baño y además seguía desnudo exactamente como se encontraba esa tarde después de que él y Hiroki hicieran el amor; y aun podía creer menos que después de eso el castaño solo se marchó dejándolo ahí justo como se encontraba, gimió con un poco de dolor se había hecho un nuevo corte en las muñecas con las cuerdas, decidió dejarlo así por hoy, de todas formas no tenía ningún caso cada vez que intentaba desatarse lo único que lograba era lastimarse, ¿de dónde había sacado su amante el talento para hacer esos nudos?, su amante, su amado... Hiro-san...

 

Al parecer en verdad el ojimiel disfrutaba torturándolo, ¿y qué mejor forma que la psicológica?, cuando el castaño iba a darle agua o de comer no le dirigía la palabra por más que le rogara además de que solía usar poca ropa, provocándolo con movimientos lentos y sensuales a sus ojos, lo deseaba, no como hace dos días, no cuando no pudo tocarlo y poseerlo con la pasión que le provocaba, con el delirio casi demente con el que lo amaba, lo deseaba maldición. Sonrió cuando escucho pasos en el pasillo Hiroki había llegado de la universidad, una idea cruzo fugas pero clara en su mente, estaba siguiendo una mala estrategia y además debía salir de ahí y el primer paso era deshacerse de esa jodida silla.

 

-Bienvenido Hiro-san, ¿cómo estuvo tu día?  -sonrió cálidamente como solía hacerlo antes de que esto ocurriera con aquella sonrisa bella, despreocupada y sincera que Hiro amaba, lo recibió con su bella sonrisa y esa característica mirada despreocupada que poseía Nowaki, y no con la mueca de miedo y suplica que últimamente le mostraba, eso descolo al castaño

 

-b bien    -dijo dudoso   -traje tu comida   - seguía intranquilo y evitaba mirar al menor por alguna razón que Nowaki sonriera después de lo que sucedió ayer le hacía sentir mal, miro los cortes en sus hombros y sintió culpa     -no dejaran cicatriz    -soltó al aire aun sin mirarlo de frente

 

-no te preocupes Hiro-san sé que no me lastimarías     -trato de tranquilizar al ojimiel, recordando que ayer se negó a abrir la boca para cenar y le suplico al castaño al borde del llanto que lo soltara pero este se enojó y termino cortándolo varias veces en los hombros y espalda

 

-abre    -ordeno mientras acercaba un poco de ramen a la boca del ojiazul el cual para su sorpresa obedeció al instante, y así continuo hasta terminar obedeciendo sumisamente al castaño, mientras lentamente lamia la cuchara y sus labios, observando fijamente a Hiroki, el cual se encontraba deliciosamente sonrojado

 

-¿me he portado bien Hiro-san?

 

-¿Qué…?, ¿a qué te refieres?    -en definitiva no esperaba una pregunte como esa, ¿por fin Nowaki había aceptado que jamás saldría de ahí?

 

-bueno yo…

 

-no te soltare    -podía ver a través de su inocente sonrisa

 

-‘’demonios’’      -pensó pero no iba a rendirse, solo debía ser cauteloso     -no, Hiro-san yo solo, quería pedirte una especie de premio… ¿puedo besarte?

 

-i…idiota   -el castaño se sonrojo aún más y desvió su mirada ladeando el rostro, pero no se alejó del azabache

 

-solo un beso Hiro-san, por favor    -su voz era suave y aterciopelada, cargada de deseo, el cual recorrió la espalda de Hiroki quien aun con las mejillas rojas y evitando el contacto visual con Nowaki deslizo sus brazos por el cuello del más alto y unió sus labios a los de su cautivo novio

 

Solo fue un pequeño rose lento y suave, pero poco a poco comenzó a tornarse más apasionado cuando el ojiazul deslizó su lengua dentro de la boca del castaño recorriéndola por completo, a pesar de la situación era Nowaki quien tenía el control del beso haciendo que se escaparan pequeños suspiros del profesor los cuales morían entre sus labios, se separaron despacio y antes de que sus bocas perdieran todo contacto Nowaki apreso entre sus dientes el labio inferior de Hiroki.

 

-gracias Hiro-san, fue delicioso     -el otro no dijo nada y solo recargo sus cabeza en uno de los hombros del más alto, ahora estaba más sonrojado y su respiración agitada chocaba con el cuello de Nowaki     -Hiro-san    -volteo el rostro para quedar frente al de Hiro    -te necesito    -sintió el cuerpo sobre el suyo temblar y pego sus labios  su cuello susurrando   -Hiro-san, por favor    -daba pequeños besos en el cuello del castaño  y su cálida y suave respiración lo estremecía    -desátame

 

-lo sabía    -se separó de golpe del azabache   -es una trampa, quieres abandonarme

 

-Hiro-san    -su expresión se tornó triste y un tanto decepcionada    -yo jamás te dejaría, te amo   -lo miro directamente a los ojos

 

-ahh    -suspiro resignado y se dirigió a la cómoda tomando un cúter que Nowaki ya conocía muy bien    -si descubro que    -recargo levemente la navaja bajo la garganta del azabache   -intentas engañarme   -la deslizo despacio por su pecho aun sin llegar a cortarlo    -lo pagaras Nowaki   -finalmente llego a sus muñecas y corto las cuerdas, así como las que sujetaban sus pies

 

Tan pronto estuvo libre se lanzó encima de su amante, besándolo con desespero, tenía que escapar y lo sabía, tenía que ayudar a Hiro-san pero para eso primero tenía que estar libre, sin embargo no pudo evitarlo solo con ver a Hiroki sus sentidos se embotaban y su deseo crecía ya había sido un largo tiempo desde la última vez que lo hizo suyo, demonios tenía que huir y en lugar de eso se encontraba ahí besándolo con pasión mientras su manos recorrían lentamente su espalda bajando más y más con cada caricia.

 

-espera…Nowaki   -sin embargo y como de costumbre no era más que una petición falsa

 

-no quiero esperar más Hiro-san    -lo abrazo de la cintura y comenzó a besar su cuello mientras se dirigían a la cama donde lo recostó con cuidado y siguió besándolo de forma descendente, el castaño cerro los ojos

 

-lo siento Hiro-san    -golpeó al mayor en la cabeza

 

Hiroki no abrió más los ojos, pero seguía respirando, rápidamente Nowaki se puso de pie y se vistió tan rápido como pudo sabía que no tenía más de 15 minutos antes de que el ojimiel despertara pues el golpe no había sido lo suficientemente fuerte.

 

****************************************************

 

Lo había logrado solo tenía que abrir la puerta frente a él y seria libre, entonces ¿Por qué no lo hacía?, Nowaki llevaba casi diez minutos observando la cerradura de la puerta y no se atrevía si quiera a tocarla, solo tenía que salir entonces ¿Qué lo detenía?, se escuchó un sollozo proveniente de la habitación donde había dejado al castaño…Hiro-san.

 

Cuando despertó lo primero que noto fue que Nowaki ya no estaba a su lado, lo había engañado y el cayo en la trampa como todo un idiota, ni siquiera se levantó de la cama solo se sentó en ella abrazándose a sus rodillas, ahora seguramente Nowaki había corrido a los brazos de ese estúpido de Tsumori y ambos se burlaban de él y de lo tonto que era, y las lágrimas comenzaron a bajar por su rostro, Nowaki debía ser solo suyo.

 

Del otro lado de la puerta en silencio y tratando de no ser descubierto Nowaki observaba los movimientos de Hiroki y como las lágrimas fluían interminables por sus hermosos ojos miel, los cuales amaba; recordó el día que se conocieron, el mismo día en que se enamoró del castaño y se sintió culpable, le había dicho que lo haría sonreír, vaya mentiroso que era

 

-Nowaki, te amo, siento no decírtelo siempre, por favor no me dejes    -escondió el rostro entre sus rodillas y brazos

 

-nuca amor mío   -ya lo había decidido entro de nuevo a la habitación y se sentó en la cama acariciando la espalda de Hiroki sintió como era empujado al instante

 

-lo sabía eres un maldito mentiroso    -se volteo de inmediato al sentir las grandes manos del pediatra

 

-Hiro-san yo…

 

-cállate!!!    -lo abofeteo con fuerza, haciendo que un fino hilo de sangre saliera de uno de los labios de Nowaki

 

El ojiazul no dijo nada y se dirigió a la cómoda, la misma de donde Hiroki había sacado el cúter y saco un par de cuerdas las cuales extendió a su amante

 

-lo siento Hiro-san, yo jamás te dejaría, créeme   -el castaño tomo las cuerdas que le ofrecía y observo como se recostaba en la cama    -átame Hiro-san, lo siento me quedare aquí hasta que confíes en mí, átame

 

No dijo nada y como si fuera un robot lo hizo, ato al ojiazul a la cama de ambos brazos y piernas, incluso vendo sus ojos, pero esta vez no ponía atención a lo que hacia esos nudos no durarían mucho, pero en ese momento no se dio cuenta

 

-no será tan fácil Nowaki, por ser un niño malo no comerás hasta que yo crea que te lo mereces   -al terminar de hablar salió del cuarto azotando la puerta y cerrándola con llave.

 

**********************************************

 

Habían pasado 7 días desde que se encontraba en ese cuarto que ya no le parecía tan pequeño, además las cosas con Hiro-san habían mejorado bastante, ya le permitía al menos estar en ropa interior y cuando él estaba lo desamarraba dejándolo pasear por la habitación, también podía besarlo y acariciarlo sin embargo es todo lo que le permita, Hiro-san decía que tenía que portarse bien si quería recibir ´´un premio’’, y Nowaki se esforzaba, de echo eso era lo único que le molestaba si no hacia suyo al castaño pronto moriría.

 

Sin embargo después de tres días más comenzaba aburrirse, tenía que encontrar una manera para hacer que Hiro-san le creyera, para que lo soltara, pero ¿Cómo?, ¿Cómo probarle que lo amaba más que a nada?, sonrió y un aire demencial cruzo por sus rostro si su Hiro-san había hecho tanto por mantenerlos unidos el también haría cualquier cosa por el castaño.

 

***************************************************

 

Algo no estaba bien, en definitiva algo en sus cálculos había fallado, pero, ¿Qué?, ese día se había asegurado de que Hiroki lo viera besar a Nowaki y estaba seguro de que el castaño los había visto entonces ¿Por qué demonios no sucedía nada?, soltó un suspiro comenzaba a desesperarse mañana se cumplirían 14 de los días 15 que el ojiazul tenía de vacaciones y todavía no sabía nada de él.

La frustración de Tsumori crecía había estado planeando algo así desde hacía un tiempo, sencillo pero era un buen plan: el beso y mantener al azabache tanto tiempo en el hospital tan cerca de él como fuera posible, por ultimo  lo único que tenía que hacer era esperar a que Hiroki terminara con la relación y consolar a Nowaki, simple el moreno nunca lo sabría, sin embargo los días pasaban y no tenía las noticias que esperaba pero no era para preocuparse, podía solucionarlo el mismo.

 

-bueno, si Mahoma no va a la montaña…

 

**************************************************

 

-demonios, ¿es que acaso no hay nadie?    -Tsumori toco con más fuerza la puerta y como en las 25 veces anteriores nadie atendió, era extraño pregunto a una vecina que iba saliendo de su casa y esta solo había visto salir al castaño, también menciono algo muy interesante desde hace días solo veía salir al castaño   -espero recordar cómo se hace esto    -saco un pequeño alambre que llevaba consigo y comenzó a intentar abrir la cerradura

 

Logro abrirla después de varios minutos y sonrió para su interior, si lo hacía rápido y con cuidado averiguaría si Nowaki seguía viviendo con el castaño o no sin que nadie se diera cuenta, entro a la casa tratando de hacer el menor ruido posible, todo parecía estar normal hasta que entro a la recamara de la pareja y vio que la las cosas del pediatra seguían ahí.

 

-maldición   -golpeo la pared con el puño

 

-Hiro-san, ¿eres tú?     -Nowaki había escuchado un ruido, pero Hiroki no llegaba tan temprano

 

-¿Nowaki?    -se le hizo extraño oír su voz se suponía que no había nadie, además si estaba en casa ¿porque no había abierto la puerta?      -¿en dónde estás?  

 

-¿Tsumori senpai?

 

-¡¡NOWAKI!!   -no podía creer lo que veía, había entrado a la habitación de la que provenía la voz y simplemente no podía creerlo, el menor se encontraba casi desnudo y atado la cama además de que también tenía los ojos vendados   -¿Quién te hizo esto?    -se acercó a él para desatarlo y vio las marcas de algunos cortes que aún no sanaban del todo

 

-yo…no lo sé alguien entro de repente y….   –no estaba seguro de que decir, solo sabía que no podía delatar a Hiro-san

 

-tenemos que llamar a la policía    -salió de la habitación y se fue a buscar un teléfono cuando vio en el sillón algo que no había notado antes

 

-senpai no creo que se necesario…    -su mirada se tornó oscura y un extraño gesto deformo sus finas facciones

 

-Nowaki esto no….   –no sabía que decir pero tampoco podía negarlo el azabache no era ningún idiota era cuestión de tiempo para que se diera cuenta

 

-¿Qué hace con la camisa de Hiro-san?   -se acercó lentamente a el

 

-…..

 

-claro como no me di cuenta antes, ese día en el hospital usted me beso al propósito, ¡sabía que Hiro-san nos observaba!, quería separarnos y fue por su culpa que Hiro-san hizo todo esto   -señalo su cuerpo

 

-¿Fue Hiroki?   -pregunto incrédulo

 

-no se atreva a decir su nombre

 

-¡Nowaki reacciona!, no es momento de hacer una escena de celos, date cuenta de lo que te hizo, solo por un beso, Kamijou necesita ayuda, pero primero tienes que salir de aquí, yo me hare cargo de Hiroki y del resto   -menciono lo más normal que pudo

 

-¡sigues tratando de manipularme pero Hiro-san es mío!

 

-¿Qué? De acuerdo quédatelo, porque él esta tan loco como tú, no puedo creer que intente separarlos solo para poder conquistarlo   -dijo desafiante    -pero sabes que, el será quien te abandone muy ponto y busque a un hombre de verdad, tú no eres más que un niño     -agrego con burla    -de igual manera creo que  a la policía le gustaría hacerle algunas preguntas además puede que si no esta tan mal, tal vez si me quede con él   -sonrió con cinismo

 

A Nowaki no le gusto para nada lo último y se abalanzó contra su senpai, derrumbándolo fácilmente lo cual fue extraño tomando en cuenta los días que había permanecido encerrado, pero solo la idea de que le arrebataran lo que le pertenecía a su amado castaño lo enfurecía, tomando en cuenta además que era más alto que su senpai y tenía mejor condición física a pesar de los últimos días

 

-sabe senpai en realidad pensándolo bien se lo agradezco    -después de un leve forcejeo había logrado dominar al mayor y se encontraba sentado sobre el inmovilizándolo de las piernas y sujetando sus manos al lado de su cuerpo      -porque gracias a su pequeña travesura aprendí tres cosas muy importantes    -de nuevo esa sonrisa que rayaba lo demente, la sensación de un amor tan real y obsesivo, demasiado egoísta como para hacer lo que sea para que jamás se separe de tu lado   -uno: Hiro-san me ama casi tanto como yo a él, dos: nunca sabes lo que estás dispuesto a hacer por amor hasta que lo haces y tres    -su sonrisa se ensancho     -lo interesante y divertido que puede ser usar un cúter, ¿se imagina lo que lograría un bisturí?...

 

****************************************************

 

-bienvenido a casa Hiro-san    -en cuanto el castaño cerró la puerta de su casa lo abrazo por la espalda olfateando su cuello

 

-Nowaki, ahh     -dio un ligero suspiro que se hallaba entre la decepción y el placer    -prometiste que no te desatarías

 

-y lo cumplí Hiro-san yo no me desate

 

-entonces…

 

-Tsumori senpai

 

-lo sabía, ¿Dónde está, me vas a dejar por el?, no lo permitiré    -amenazo tomando al más alto por el cuello de la camisa que ahora llevaba

 

-shhh     -lo abrazo de la cintura susurro en su cabello y deposito en él un suave beso    -tranquilo Hiro-san, senpai nunca más se atreverá a interferir entre nosotros y mucho menos a querer separarte de mi lado      -el tono de su voz cambio a uno que Hiroki jamás había escuchado

 

Esa voz, era extraña, inquietante estaba cargada de posesión y deseo, un deseo que se extendió por el cuerpo del profesor de una manera tan sensual que lo provocaba tanto como le atemorizaba, se separó un poco rompiendo con el fuerte abrazo en el que lo envolvía el más alto, se dio vuelta y estaba a punto de decir algo cuando su cuerpo se congelo y un grito murió en su garganta esa mancha roja que crecía en el suelo, unos segundos después de la impresión incrédulo se giró hacia Nowaki

 

-tuve que hacerlo Hiro-san

 

Flash Back

 

Tsumori despertó con un fuerte dolor de cabeza, lo último que recordaba era estar inmovilizado por Nowaki, abrió los ojos con sorpresa cuando se dio cuenta de que no podía moverse y por fin se percató de que se hallaba atado a una silla.

 

-sabe senpai nunca hubiera pensado que esa silla a la que odiaba tanto  pudiera ser tan útil   -susurro el pelinegro detrás de el

 

-Nowaki, ¡maldito suéltame!  -ordeno

 

-jajjajaj senpai, senpai parece que usted no se ha dado cuenta de la situación ¿Quién se encuentra atado y está a mi disposición?     -el mayor lo miro con odio    -eso pensé, vamos a jugar un juego senpai; yo le hare unas preguntas y si no me gusta lo que responde o no me dice la verdad pagara las consecuencias

 

-vete al infierno

 

-por si no lo no lo noto senpai, no era una pregunta, además    -fue hacia la cómoda y tomo un espejo    -tengo formas de hacerlo cambiar de opinión    -hizo que viera su rostro reflejado en el espejo   -siempre ha dicho que se considera un hombre muy apuesto ¿no es cierto?, que le parece si yo y mi amiguito    -balanceo su bisturí delante de los ojos de Tsumori    -intentamos hacer una cirugía permanente en su rostro y ¿sabe qué? No tengo anestesia

 

-eres un maldito, ¿Cuándo demonios empiezas con tu estúpido juego?    -dijo con clara furia pero tenía que salir de ahí a como diera lugar

 

-me alegra ver que comprende senpai, primero ¿porque quería quitarme a mi Hiro-san?

 

-¿Qué no es obvio?, me gusta

 

-error    -dijo con un poco de fastidio

 

-ahhg, desgraciado    -Nowaki deslizo el bisturí por su pecho

 

-senpai si no recuerda le dije que quería la verdad y respuestas que me satisficieran, así que sea más honesto

 

-es eso, tu siempre estabas hablado de él y de lo especial y hermoso que era, siempre hablando de lo maravillosa que era tu relación, al principio me gustabas tú, pero luego lo conocí y me di cuenta de que tenías la razón a pesar de su carácter y de lo poco que lo trate no pide evitar enamorarme, no pude evitar desearlo, y su cuerpo es hermoso…     -no se dio cuenta de lo que dijo hasta que fue tarde

 

-¿Cómo sabes tú como es el cuerpo de Hiro-san?    -silencio    -¡responde!!

 

-…un día que llegue de visita sin avisar mientras tú estabas preparando el desayuno yo fui a buscarlo y lo encontré en su recamara acababa de salir del baño y solo tenía atada una toalla en la cintura, se veía tan bello     -noto como el rostro del ojiazul se oscureció    -y mejoro cuando se quitó esa estorbosa toalla

 

-suficiente     -el enojado azabache hizo pequeños cortes en el pecho y brazos de su senpai, los cuales comenzaron a sangrar inmediatamente pero no eran lo suficientemente profundos   -solo una cosa más senpai    -Nowaki lo tomo por el cabello y le levanto el rostro obligándolo a verlo a los ojos    -¿realmente pensó que su patético plan funcionaria?     -comenzó a enterrar muy despacio el bisturí en el pecho de Tsumori

 

-aggh   mal nacido agg   -Tsumori escupió sangre     -ya jugamos a tu estúpido juego   agg ya…suéltame   -esta vez su voz era una suplica

 

-pero senpai esa solo era la primera parte del juego…

 

-aghhh!!!!!   -el ojiazul hizo un corte transversal en una de sus mejillas

 

-¿dolió?, no se preocupe senpai muy pronto terminara porque, ¿Quién dijo que lo dejaría ir?    -una sonrisa enferma  apareció en el rostro de Nowaki y sus bellos ojos azules estaban cubiertos por un velo de amor, un desquiciado amor      -tomo el bisturí y en un solo movimiento corto el estómago de su senpai de lado a lado…

 

Fin del Flash Back

 

-tuve que hacerlo Hiro-san, él quería separarnos   -Hiroki retrocedió dos pasos cuando Nowaki intento acercarse     -¿te asusto Hiro-san?   -su voz estaba apagada y bajo la mirada cubriendo sus ojos con su cabello    -yo solo quería estar a tu lado para siempre

 

-Nowaki…    -el castaño se acercó lentamente a su amante y tomando su rostro por sus mejillas unió sus labios, era un movimiento tranquilo y suave incluso tímido que no fue más allá era tan inocente, como si nada hubiera ocurrido

 

-Hiro-san, te amo    -pequeñas lagrimas comenzaron a salir de los azules ajos de Nowaki, las cuales fueron tiernamente secadas por el castaño

 

-lo se Nowaki pero, ¿Qué vamos a hacer con…Tsumori…?

 

-no te preocupes Hiro-san     -Nowaki sonrió como normalmente lo hacía hace apenas 15 días   -yo me encargare de eso, lo estuve pensando antes de que llegaras y… sé exactamente que hacer

 

-te ayudare    -el menor negó con la cabeza

 

-no Hiro-san yo no quiero que te involucres demasiado y…   -desvió su mirada de la de Hiroki   -el a quien realmente quería era a ti así que…aunque este muerto no quiero que este cerca de ti

 

-jajjaja te amo Nowaki    -por alguna razón a Hiroki le pareció gracioso hasta donde podían llegar los celos de su perturbado amor

 

***********************************************************

 

No se dio cuenta cuando fue exactamente que se quedó dormido esperando a Nowaki, pero ya eran las 8:00 de la mañana del ultimo día de vacaciones de su novio y Hiroki quería aprovecharlo, se cubrió a un mas con las cobijas y suspiro resignado hacia frio y él quería que el pediatra le ayudara a calentar su cuerpo de una forma más interesante pero al parecer tenía que esperar, cerro de nuevo los ojos decidiendo que seguiría esperándolo mientras dormía un poco más.

 

 

Nowaki llego cansado y casi arrastrando los pies, estaba cubierto de tierra casi por completo vaya que su senpai era más pesado de lo que parecía, introdujo la llave en la cerradura de la puerta y antes de girar la perilla pasaron por su cabeza todas las cosas que ocurrieran estos últimos  15 días, miro sus manos y por primera vez las vio cubiertas completamente de sangre, no se reconocía a sí mismo, ¿hasta dónde había llegado?, y Hiro-san…todo comenzó porque Hiro-san lo había secuestrado y él; él estaba confundido, traumado, perturbado por lo que había pasado el…él lo amaba, amaba a Hiroki mas que a su libertad, más que a su propia vida no podía simplemente dejarlo, después de lo que paso jamás sería capaz de separarse del castaño, permanecería a su lado así tuviera que quedarse en cerrado para siempre…

 

Por fin abrió la puerta y entro lo más silenciosamente que pudo, estaba seguro de que el castaño se encontraba durmiendo y no quería despertarlo, o al menos no así, se dirigió a su recamara y rio para sus adentros como pensaba el ojimiel estaba durmiendo, despacio se acercó a la cama y con sumo cuidado destapo al profesor que aunque se estremeció un poco por el frio no despertó, el ojiazul vio la pijama de su novio, de nuevo era una de sus camisas eso le pareció sumamente tierno e irresistible, amaba ese lado tierno y romántico de Hiro-san, ese lado que solo el concia y que nadie más llegaría a conocer sin importar que es lo que tuviera que hacer  

 

-Hiro-san      -subió a la cama quedando encima de su amante, susurrando su nombre mientras besaba su cuello

 

-ahhh   -abrió los ojos lentamente y se abrazó al cuello de más alto   -Nowaki… ahh    -suspiro

 

Sus labios se encontraron rápidamente y el beso que comenzó lento se tornó apasionado, las manos del pelinegro comenzaron a viajar por las piernas de Hiroki mientras las de este recorrían su espalda, la boca de Nowaki bajo al cuello de su amante y comenzó a lamer y morder dejando marcas, marcas de amor y propiedad amaba observarlas al día siguiente pero ahora tenía algo mejor que hacer, dirigió sus manos a los botones de la camisa comenzando a desabrocharlos y dirigiendo su boca al blanco pecho que ahora quedaba al descubierto

 

-AHH Nowaki  -no pudo evitar que su vos saliera cuando el menor atrapo suavemente entre sus dientes uno de sus rosados pezones, decidió no quedarse atrás y metió sus manos dentro de la ropa interior de su amante masajeando un poco para después comenzar a bajarla

 

-Hiro-san es tan delicioso    -con su lengua hizo un camino que iba desde su pecho recorriéndolo por completo, pasando por su vientre y bajando más y más hasta llegar a su miembro que comenzaba a despertar    -te extrañaba tanto    -su lengua recorrió todo el largo desde la base hasta la punta    -tu delicioso sabor

 

-ahh  -ahogo su gemido y sonrojado tapo su boca para que de ella no salieran más sonidos vergonzosos

 

-no Hiro-san no hagas, eso quiero oír la dulce música de tu voz, quiero escuchar la sinfonía que sale de tus labios mientras te hago el amor     -completamente sonrojado el castaño obedeció y destapando sus labios dejo salir su voz mientras que Nowaki seguía lamiendo con un rito suave que aumentaba y se intensificaba por momentos, su dulce favorito el ahora duro miembro del castaño

 

-No…wa…Nowaki ess estoy a punto de…  -se corrió dentro de la boca del ojiazul quien lo saboreo todo

 

-delicioso   -beso sus labios   -date la vuelta y levanta un poco tu cadera para mi Hiro-san   -el mayor lo hizo y al instante sintió como una traviesa lengua jugaba en su entrada, se sentía tan bien, había tanto que Nowaki no le había el amor que no podía evitar ponerse duro de nuevo era simplemente delicioso

 

-aaAHHH, mmm     -el azabache había entrado por completo en el de una sola estocada, se quedó quieto un momento hasta que con un ligero movimiento el castaño le indicó que podía moverse  

 

-ahgg Hiro-san    -la voz ronca y aterciopelada de Nowaki se hizo presente y las embestidas subieron de velocidad y fuerza haciéndose más profundas, pero no era suficiente lo abrazo de las espalda y se sentó en la cama llevándoselo con él, haciendo que quedara sentado sobre su miembro

 

-no, nno ahhh no puedo mas Nowaki yo…

 

-también estoy apunto mi amor, vamos hagámoslo juntos    -el pelinegro comenzó a masturbarlo y aumento aún más la velocidad de las embestidas

 

-AHHHHHH   -fue un sonido que salió de los labios de ambos al mismo tiempo, Nowaki lleno cálidamente el interior de Hiroki y este marco el blanco y fuerte pecho de su novio

 

-¿estás cansado amor?    -pregunto el menor, Hiroki asintió y recargo su cabeza en los hombros de Nowaki, quien lo envolvió en sus brazos y se recargo en la cabecera de la cama haciendo que el castaño quedar acostando encima de él y lo acuno en su cuerpo     -duerme Hiro-san    -comenzó a tardear una suave canción mientras acariciaba con ternura, apenas rosando con sus dedos la espalda del castaño haciendo que se relajara hasta que se quedó dormido

 

Sonrió, Hiroki se veía ten bello durmiendo tan tranquilo y lleno de paz una belleza que rosaba lo angelical, además amaba verlo dormir entre sus brazos pero antes de que el mayor se durmiera por completo le dijo

 

-Te amo Hiro-san   -lo abrazo más fuerte contra si

 

-mmm también te amo Nowaki    -fue más un balbuceo después de eso ya se había quedado dormido

 

Nowaki lo beso en la frente y recargo su cabeza en la del castaño dispuesto a dormir también, después de todo ese era su ultimo día de vacaciones y lo iba pasar todo el día con su pareja, su amante, su obsesión incluso su  pecado, su Hiro-san, su locura, solo suyo sonrió dulce y demencialmente ante este pensamiento:

 

‘’El amor es egoísta yo soy egoísta, pero esto va mas allá, mas allá de cualquier problema del dolor y de las veces que puedas latinarme, mas allá de la cicatrices que puedas dejarme, te amo Hiro-san como nunca imagine hacerlo, un amor que puede hacer cualquier cosa solo por permanecer a tu lado y la sangre que corre por mis manos es nada si gracias a ello puedes permanecer a mi lado, jamás volveré a amar de esta manera; Egoísmo esa es la palabra, para que me ames para siempre, para que te quedes conmigo para siempre yo haría cualquier cosa, incluso encerrarte o dejar que me encierres…Te amo Hiro-san’’

 

Hiroki se estremeció en sus brazos y Nowaki los tapo a ambos quedándose casi inmediatamente dormido repitiendo en su último bostezo  -te amo…

 

 

Notas finales:

¿que les parecio?, si les gusto o no tienen alguna critica o comentario me gustaria conocerlas, espero que lo hayan disfrutado y si tiene akguna propuesta para la siguiente pareja, el padecimento mental o ambas no duden en decirme  


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