.-E...eso es sólo porque...*porque eres tu*…eres mi mayordomo-respondió Ciel con un sonrojo al percatarse de lo que estaba pensando.
-Ya veo-dijo Sebastián con un tono triste, pero claro esto no lo noto Ciel-bien, entonces deje que lo termine de bañar-regreso a su postura de mayordomo y terminó de bañar y vestir a Ciel como siempre con una camisa que le llegaba un poco más abajo de los muslos.
-Bueno, con su permiso me retiró-dijo Sebastián para dirigirse a la salida pero algo lo detuvo.
-E......espera, que...quédate con migo hasta que me duerma-"ordenó" Ciel con un sonrojo en sus mejillas.
-Como ordene-contestó Sebastián para luego situarse al lado de la cama de Ciel-buenas noches, bocchan-y con un ligero soplido apagó las luces de velas.
Después de unos minutos Ciel se quedó dormido y Sebastián lo miraba fijamente*en verdad Ciel, porque me ordenas cosas tan difíciles? Que me quedé con tigo mientras tu duermes estando tan indefenso? Hasta donde crees que llegará mi autocontrol?*pensaba Sebastián mientras observaba a Ciel bajo los rayos de luz que emitía la luna y como su bella cabellera brillaba con ellos y que decir de su hermosa y clara piel que hacía contraste con su tiernos y carnosos labios color rosa*es mejor que me vaya de aquí antes de que viole salvajemente a Ciel*se dijo a sí mismo para después salir de la habitación.
Al amanecer se podía contemplar a un mayordomo abrir las cortinas de la mansión.
-bocchan, es hora de despertar-dijo Sebastián dirigiéndose a su joven amo.
-........-Ciel se envolvió en las cobijas.
-*Con esa actitud en verdad parece un niño*bocchan tiene mucho trabajo para hoy así que es mejor que despierte de una vez-dijo Sebastián mientras jalaba las sábanas dejando a Ciel expuesto a la vista de este.
Ciel estaba acostado de lado y su camisa se había desabotonado dejando ver su pecho y se había subido un poco dejando ver parte de su trasero.
-*Autocontrol, autocontrol*-se repetía una y otra vez Sebastián-joven amo despierte-dijo moviendo un poco a Ciel.
-Estoy cansado!!-grito Ciel-déjame dormir-dijo esto mientras se hacía bolita.
-*En verdad, es como un niño*eso no puede ser, tiene que elaborar el informe sobre la misión para la reina-
-.....es verdad-y así más por obligación que por ganas Ciel se levantó de la cama
-Para el desayuno le prepare...-Sebastián se disponía a dar, como siempre, el menú para el desayuno pero fue interrumpido por Ciel.
-llévalo a mi despacho-ordenó Ciel.
-bien, entonces lo vestiré-dijo Sebastián mientras empezaba a desabrochar la camisa de Ciel-*sin duda es hermoso*
Cuando Ciel estaba listo este se dirigió a su despacho, pero una rubia se interpuso en su camino dándole un fuerte abrazo.
-Shieruuuu, tuve un sueño horrible-se quejaba entre sollozos la rubia mientras seguía abrazando a Ciel.
-Tranquila Elizabeth, no debes de temer de un sueño-Ciel trato de tranquilizar a lizzy con una sonrisa y si bien Sebastián sabía que era fingida no podía evitar sentir un gran odio hacia la rubia.
-Ciel, desayunamos juntos?-pregunto ansiosa
-Lo siento Lizzy pero tengo trabajo-se disculpó Ciel
-Pero después de desayunar me tengo que ir y ya no podremos estar juntos-hizo un puchero la rubia.
-en verdad lo siento, pero tengo trabajo Lizzy, nos vemos otro día-se despidió Ciel con un beso en la mejilla de la rubia la cual se vio teñido de un rojo intenso olvidándose de reprocharle a Ciel en no desayunar juntos.
Ya en el despacho de Ciel.
-no cree que es algo cruel besar a la señorita Elizabeth sólo para que lo deje en paz-se burló Sebastián.
- cállate-fue lo único que dijo Ciel y en el rostro de Sebastián se formó una sonrisa.
Después de formular el reporte para la reina y revisar otros documentos Ciel se recargo en el respaldo del sillón echando su cabeza hacia atrás y cerrando sus ojos
//Toc Toc// se escucharon unos suaves golpes en la puerta.
-Adelante-dijo Ciel mientras regresaba a su postura anterior -bocchan, la comida esta lista-dijo Sebastián después de entrar.
-En un momento voy- dijo Ciel mientras fingía leer un documento y después de una reverencia Sebastián se retiró del despacho.
Después de unos minutos Ciel se dirijo al comedor, y después de un rato ya había acabado de comer.
-Sebastián, que cosas faltan con hacer-pregunto Ciel mientras se levantaba de la silla.
-Ha terminado todo por hoy-contestó Sebastián.
-Bien, entonces estaré en mi habitación, que no me molesten hasta que sea hora de cenar-
-como ordene-dijo Sebastián mientras veía a su amo alejarse rumbo a su habitación.
-*Planeas seguir durmiendo?, bueno después de todo ayer fue un día muy pesado Ciel*
//BUUM!!!// <---falta de presupuesto
Una fuerte explosión lo sacó de sus pensamientos, ya que Bard había explotado la cocina (otra vez).
-*esos inútiles, sólo me dan más trabajo*-pensó Sebastián para luego dirigirse a la cocina a limpiar el desastre.
Y así pasaron las horas hasta la hora de la cena.
//Toc Toc//
Sebastián tocó la puerta de la habitación de Ciel, sin embargo este no contestó por lo que Sebastián entró.
Ciel estaba dormido profundamente aún con la ropa puesta.
-*Aún no aprendes a vestirte tu sólo?...o es que te gusta que yo te vista y te desvista?*-pensaba Sebastián mientras se acercaba a Ciel-Bocchan, la cena esta lista-dijo Sebastián en un tono algo fuerte para despertar a Ciel.
-mmmmm.....hoy no voy a cenar-dijo volviendo a cerrar los ojos.
-Como ordene, pero permítame cambiarlo-dijo Sebastián y Ciel sin nada de ganas y aun adormitando se puso de pie.
Sebastián comenzó a desvestir a Ciel para luego ponerle el camisón con el que Ciel duerme pero al empezar a abrocharlo Ciel perdió fuerza en sus piernas cayendo contra el pecho del mayor, el cual lo sostuvo con un abrazo.
Ciel al reaccionar se alejó de Sebastián con un ligero sonrojo.
En el rostro de Sebastián se dibujó una sonrisa
-*Que interesantes reacciones* pensó para luego seguir con su labor de abrochar la camisa de Ciel, pero cuando alzó la vista y vio el rostro de Ciel iluminado por luz de la luna mientras desviaba la mirada con el rostro sonrojado y su camisa a medio abrochar dejando ver la delicada y blanca piel de su pecho, sintió la enorme necesidad de hacerlo suyo en ese mismo momento, pero eso no podía pasar (desgraciadamente).
-Bocchan-dijo Sebastián para llamar la atención de Ciel el cual voltio para ver a la cara a Sebastián-será mejor que a partir de hoy comience a vestirse y bañarse sólo-
-porque?-pregunto Ciel algo confundido
-Porque...*porque si esto sigue así te violare salvajemente*...porque ya tiene 15 años, debe de ser más dependiente-dijo Sebastián como excusa.
-...tienes razón, desde mañana me arreglare yo sólo-dijo mientras se acostaba en su lujosa cama-puedes retirarte-
-Buenas noches, bocchan-