Cap30# De algo a nada, de nada a algo
Su mano fue con ternura hasta aquella ya visible parte de su cuerpo, sonrió y susurró un afectuoso “buenos días, amor”, la ilusión brillaba en sus ojos como estrellas en el alto cielo nocturno mientras observaba su vientre. Se cambió la ropa del pijama y se alisto antes de ir directo al cuarto de su pequeño Yuui, le miró dormitando aún y sonrió con nostalgia, siguiendo sus instintos depositó con mucho cariño un beso en su frente prosiguiendo a llamarle para despertarlo.
Yuui abrió sus ojitos poco a poco y observó a su progenitor, Fye se sintió devastado al no encontrar cambio alguno en el peque rubio, seguía teniendo la misma mirada herida del último mes, daría todo por ver a Yuui alegre y por escuchar su voz llamándole para preguntarle un montón de inquietudes normales en un niño de su edad, esas que tantas veces habían metido en aprietos a Kurogane. El mayor intento acariciar la mejilla del recién despertado Yuui pero éste rehuyó de su contacto.
–……– Suspiró en silencio y sonrió para su pequeño –el desayuno está listo.
–……– Yuui se incorporó y se dirigió al comedor ignorando a Fye por completo.
Kurogane ya se encontraba ahí preparando hot cakes para su familia, Yuui llegó e ignorando la presencia del moreno subió a su silla para esperar a que llegaran sus Hot cakes, Fye llegó casi al instante, untó mermelada de fresa en los panecillos de su peque y los puso delante de él, al instante Yuui comenzó a comerlos.
–¿sabes de qué hable con todos ayer?– comenzó Kurogane, Fye y Yuui suspiraron en silencio, el moreno iba a comenzar con uno de sus intentos por sacarle alguna palabra al menor.
–……– obviamente Yuui no le respondió.
–les dije a todos que este año no tendrías juguetes, así que en navidad nadie te regalara nada– dijo saboreando las palabras.
–…..– el rubiecito fingió desinterés ante tales palabras a pesar de que por dentro…. ¡¡ese hombre era un monstruo!! le daba puros golpes bajos y en donde más le dolía.
–ah, y por supuesto que como has sido un mal niño Santa tampoco te traerá nada– dijo agregando como si fuese menos importante.
–…..– Yuui le miró feo, pensando en que Kuro era ahora más desagradable que Konan y Hatori juntos.
–me tengo que ir– dijo Fye incorporándose, le dio un rápido beso a Kuro e intentó dejar uno en la frente de Yuui pero de nueva cuenta el peque se lo impidió –no tardare mucho, y tú- miró a Kurogane firmemente –deja de presionarlo.
–……– Kuro tan sólo desvió el rostro, sin importar las amenazas de su amado rubio tenía que hacer hablar a Yuui a como diera lugar ¿¡¡qué tal si al peque se le olvidaba cómo hacerlo!!?.
Fye suspiró con cansancio y se dispuso a marcharse rumbo a su trabajo, pronto estaría de vacaciones de invierno, Kuro y Yuui ya lo estaban pero por su parte aún no podía, en la revista estaban por sacar una edición especial navideña y todo estaba muy ajetreado por haya, subió a su auto y lo puso en marcha, esperaba que nada malo pasara entre Kuro y Yuui, ambos eran tan tercos que se sentía muy intranquilo al dejarlos solos bajo sus actuales circunstancias.
Por su parte Yuui y Kurogane se quedaron en completo silencio y un ambiente realmente tenso, a decir verdad su relación había sufrido un retroceso bastante alarmante.
La mermelada de los primeros panecillos de Yuui termino por acabarse :( así que el peque se dispuso a colocarles más, alcanzó el frasco eh intentó abrirlo pero ¬.¬ la tapa estaba muy apretada, además de lo enorme que era para sus pequeñas manos, forcejeó un tanto con el frasco pero no pudo girar la tapa ni un poco.
–puedo abrirlo para ti si me lo pides– ofreció Kuro restándole importancia, aparentemente.
–……– Yuui le miró con un poco de incredulidad asomándose en sus orbes, casi al instante desvió la mirada y continuó comiendo sus hot cakes sin mermelada alguna.
–…….– ¡maldición! el mayor realmente creyó que funcionaría, entonces como un chispazo lo recordó, ese sería el truco más sucio que tenía en contra de su peque pero esperaba que eso realmente funcionara esta vez, de lo contrario…. –¿recuerdas cuando te dije que hablaríamos sobre tener un mascota más adelante?
–¡…..!– dejó de comer y sintió una sensación golpearle directo en el estómago, el moreno no le iba hacer aquello ¿cierto?
–creo que es el momento ¿quieres una mascota?
–……
–¿qué? ¿no? creí que querías una, bueno, entonces está bien. Nunca tendremos una mascota.
–¡…..!– quería gritarle mil cosas, ninguna agradable, pero se contuvo, al igual que contuvo las lágrimas de impotencia que asomaron por sus ojos amenazando con salir, para ese entonces el peque tenía en claro que podía torturarlo todo lo que quisiera pero definitivamente JAMÁS volvería a hablar con ellos, nunca, nunca, no después de lo que le habían hecho al obligarle a tener un hermanito.
♣♣
El tiempo continuó su curso, Ashura fue de vacaciones con ellos, tampoco él logró hacer que Yuui hablase, la navidad pasó y ocurrió exactamente lo mismo, no importaba que tanto intentaran todos conversarle ni la forma en la que lo hicieran, no había ningún avance en hacer hablar al rubio. Las vacaciones terminaron y en el pre-escolar suspendieron definitivamente al rubio hasta que hablara, cosa que a sus padres les parecía cada vez más lejana……
Fye acariciaba los cabellos de su peque, el menor se encontraba durmiendo, con cuidado despejó su frente de los mechones que la cubrían y dejó un dulce beso sobre ella, era la única manera en que podía hacerlo ya que si Yuui se hubiese encontrado despierto lo más seguro es que rechazaría su contacto.
–te extraño- susurró Fye con tristeza, por más que se mostrara fuerte le estaba doliendo la situación. Se incorporó y se marchó a su propia habitación. Una vez en la cama le fue difícil acurrucarse al lado de Kuro, a medida que el bebé crecía era cada vez más complicado encontrar una posición cómoda.
–¿Kuro?– le llamó al notar lo serio que se encontraba el moreno.
–soy un pésimo padre– murmuró.
–no, no lo eres– le sonrió dejando un besó en sus labios.
–…..– Kuro suspiró con pesar, su mano fue hasta el vientre de Fye comenzando a acariciar a su bebé que ya estaba un tanto crecidito, o al menos ya se notaba la forma redondita y sobresalía de la silueta de su padre (Fye).
–Creo que ahora sí podremos hacer la cita para el primer ultrasonido– dijo el rubio con emoción.
Kuro simplemente asintió en silencio mientras continuaba acariciando el vientre de Fye, no lo negaba, estaba muy feliz por su bebé, pero en sus ojos se evidenciaba la enorme pena que sentía por el distanciamiento de Yuui para con él, si bien no hablaba tampoco con Fye (ni con nadie), de alguna manera Kuro lo sentía más distante de él, quizá Yuui en el fondo sabía que todo era culpa suya, él había llegado a irrumpir en sus vidas de forma egoísta, ahora lo sabía, ni siquiera se detuvo un momento a pensar en lo que sería para Yuui el cambio tan radical en su vida con él implantándose en su hogar destruyendo todos los patrones que anteriormente había tenido, después de todo algo similar le había pasado en los primeros días en que le dijeron que tenía que hacerse cargo del rubiecito, fue muy duro y ni siquiera se detuvo a pensar en ningún momento cómo afectaba eso a Yuui. No quería pensarlo pero, la idea de que probamente ahora Yuui se arrepienta de haberlo querido en su vida llega a su mente, si Kuro no hubiese ido a vivir con ellos Yuui seguiría viviendo en su antigua casa, la atención de Fye sería toda suya, Fye seguiría comprándole todo lo que le pidiera; y aunque estaba consciente de que eso no era nada bueno para un niño, para Yuui debía de ser todo lo contrario; y ahora además embarazaba a Fye sumando un miembro a su familia cuando ni siquiera había reparado todo aquel tiempo en el que Yuui creció sin él. Era todo un desastre, no sabía qué hacer, ni siquiera era capaz de hacer hablar a Yuui. Probablemente Yuui estaría mejor sin un padre cómo él y el hecho de que tal vez Yuui también pensase igual, lo destrozaba.
–tal vez si Yuui le conoce, le agrade– comenta Fye con un rayo de esperanza.
–eso espero– susurró quedamente….
De esa manera una semana después asistieron para hacerse el primer ultrasonido, por poco y no dejaban entrar a Yuui ya que en el hospital prohibían la entrada a los niños, pero Kurogane inventó que el peque estaba enfermo y que era urgente que fuese revisado y claro, Yuui no negó nada, aunque sí mostro su rostro fastidiado por estar ahí. En fin, el médico de Fye realizó todos los arreglos previos para el ultrasonido de modo que en cuestión de pocos minutos tuvieron frente a ellos la imagen de “el bebé”, aun no se formaba completamente, eso fue lo que les explicaba el medico mientras movía el aparato sobre el vientre del rubio.
–¿quieren saber el sexo o prefieren esperar hasta que nazca?– preguntó el médico que en aquellos momentos ya conocía el sexo del bebé gracias a la experiencia acumulada, Fye y Kuro apenas si podían distinguir la cabecita.
El moreno estaba por decirle que por supuesto que quería conocer el sexo de su hij@ y saber si sería una niña o un varón pero la voz de Fye fue más rápida que la suya.
–Esperaremos– dijo el rubio con seguridad, de ese modo lo había realizado con Yuui y de ese modo quería hacerlo ahora.
–de acuerdo, miren ¿ven esto?– preguntó señalando a algún punto en la pantalla –esa es su mano ¿la distinguen?
Yuui observaba con desagrado ¿¡esa cosa tan fea sería su hermanit@!? que horror ¿cómo podían cambiarlo por algo tan feo? resopló molesto al ver que el señor Kurogane; no le llamaría padre; el punto es que “ese hombre” miraba idiotizado la pantalla como si lo que viese fuese bonito ¬.¬ notó entonces que Fye no miraba la pantalla si no que le miraba a él, se sonrojó levemente, el rubio mayor le sonrió y Yuui no tuvo más remedio que desviar la mirada, extrañaba mucho los cariños de…. su Fye-mami, si tan sólo no tuviera ese “intento de dinosaurio” dentro de él, todo sería como antes….
Al día siguiente del ultrasonido Yuui sintió la enorme necesidad de estar con su Fye-mami, un extraño impulso le hizo levantarse en plena madrugada para colarse en el cuarto de sus padres quienes dormían profundamente, aprovechó eso y subió a la cama acurrucando su cuerpo con el de su rubio progenitor.
Fye recién iba despertando cuando sintió un peso sobre su cuerpo, apenas abrió los ojos observó una cabecita rubia descansando sobre su pecho, sonrió comenzando a acariciar los rubios cabellos con ternura.
–mnn…. ¿qué…?– Kurogane también recién despertaba y miró sorprendido lo que pasaba, Fye le sonrió, aunque Yuui conservaba literalmente todo su cuerpo sobre Fye no parecía incomodarlo, el moreno se acercó y dejó un beso sobre la cabellera rubia de más pequeño.
–…..– Yuui comenzó a abrir sus ojitos, miró a su Fye-mami, éste le sonrió con ternura y él se acurrucó nuevamente en su pecho aferrándose a él, ocultando ahí su rostro, aspirando el aroma de su Fye-mami, no quería separarse de él.
♣♣
Aquel era un día de fiesta, la boda de Watanuki y Doumeki había llegado, todo fue realmente precioso, la ceremonia con los botos escritos por ellos mismos conmovió hasta las lágrimas a más de uno, luego la recepción que fue muy amena, hubo montones de fotografías para inmortalizar el momento de dicha, lo único malo para Fye fue que por su condición no pudo tomar nada alcohol :( pero igual lo disfrutó mucho, todo fue muy especial ^^
♣♣
Miró con cierto desagrado su nueva ropa, en general eran batas, camisones, playeras algunas tallas más grandes a la suya y pants holgados, suspiró con pesadez, no había nada de sexy en eso. Se vistió y salió a desayunar, una escena ya bastante familiar le esperaba en la cocina: Yuui desayunando en silencio y Kuro preparándole el desayuno.
–recuerden que hoy vendrá Eiji– dijo Fye mientras se servía un poco de leche, estaba por cumplir los 5 meses de embarazo por lo que el bebé ya había crecido muy evidentemente.
–…..– el pequeño rubio miraba con desagrado a la “bola” esa, si tan sólo encontrara la forma la forma de sacarlo de su Fye-mami.
–¿por qué tiene que venir ese mocoso?– dijo Kuro con disgusto.
–porque como su novio está muy preocupado por Yuui u.u
–o_o
–¡no es su novio!–soltó Kuro alterado.
–pues Yuui no lo negó ^^– dijo Fye victorioso recibiendo al instante dos miradas aterradoras pero no les dio importancia – ^^ ¡me voy!
Kurogane y Yuui bufaron con frustración al mismo tiempo.
Una vez que aparcó frente a su trabajo Fye bajó del auto con algo de dificultad, cada vez se le complicaba más el caber en el asiento del conductor de su auto ¬.¬ respiró profundo intentando imaginarse que hoy sería un buen día muy positivo ^^ caminó hasta su oficina y entró dispuesto a realizar sus quehaceres laborales pero ¡¡también le era difícil estar entre el asiento, su bebé y escritorio!! TT.TT
–pareces un niño– saludó Konan riendo discretamente mientras entraba en la oficina.
–¡me frustra!– confesó Fye desahogándose un poco.
–¿ya pediste la incapacidad?
–síp, pero no me la darán hasta los seis meses TT_TT no sé si podre soportarlo
–respira hondo y tranquilízate, hm, te traje un incienso, me dijeron que es bueno para relajarse– dijo mientras lo encendía y lo colocaba en un lugar seguro. Un rico olor a vainilla comenzó a llenar el ambiente.
–gracias– dijo aspirando el aroma.
–¿cómo van las cosas con Yuui?
–amm….– hizo una mueca –sigue sin hablar, tres meses sin escucharlo, a veces creo que me volveré loco –dijo desesperado, luego le miró con preocupación –¿y si no vuelve a hablar nunca? no escuchare su risita de nuevo, ni su voz diciéndome “Fye-mami”– sus ojos se humedecieron.
–tranquilo, eso no pasará– le susurró Konan mientras le abrazaba en un intento por confortarlo ¡ese mocoso! ¿cómo se atrevía? si lo tuviera en frente lo agarraría a coscorrones y…. Alto, quizá eso funcione –tal vez yo pueda intentarlo.
–¿eh?– Fye le observó sorprendido –¿lo intentarías?
–claro– le sonrió, la cara de Fye se iluminó y sonrió también.
El timbre sonó, sabía de quien se trataba y tuvo deseos de no abrir y fingir que no estaban, pero seguramente Fye se molestaría con él por hacer eso u.u mejor abrir. Y en efecto, se trataba del mocoso castaño.
–buenas tardes, suegro– saludo Eiji respetuosamente (xD)
–u.u#– si no hubiese estado presente el padre del mocoso Kuro estaba seguro que habría lanzado a Eiji fuera de su casa, pero por desgracia o por fortuna, Hideki estaba ahí para dejar a su hijo, por lo que Kuro tuvo que aceptar su visita.
–¡mi estrella!– gritó Eiji emocionado mientras corría hacía Yuui, hacia tanto que no le veía TT.TT que ahora le parecía un sueño hecho realidad.
–¿¡a dónde crees que vas!?- Kuro logró sostener a Eiji antes de que se abrazara a su pequeño hijo.
–TT.TT
–…….– Yuui resopló cruzando sus bracitos.
En toda la tarde Eiji no hizo más que hablar y hablar, tanto que Yuui estuvo a punto de gritarle que cerrara la boca y más cuando Eiji, aprovechando que Yuui no negaría nada, comenzó a hablar de “su amor”, incluso le citó un poema entero al rubiecito (cosa que nunca había podido hacer porque Yuui nunca lo dejaba terminar o en su defecto, comenzar siquiera) luego comenzó a hablar de cómo le gustaría que fuese su casa cuando estuviesen casados.
–oye, mi estrella– le susurró –¿puedo besarte?
–¡¡…..!! u.u#– de acuerdo, ahora Yuui sí estaba dispuesto a partirle la cara, pero antes de que pudiera lograr golpearlo el castañito le tiró sobre el piso y le inmovilizo, y vaya que el rubio intentó todo para zafarse pero increíblemente no lo logró ¿desde cuándo Eiji era tan bueno en esto?
–n_n te dije que eh estado practicando Aikido, quiero estar al nivel de mi estrella ♥w♥
–……– Yuui le observó por primera vez asustado, Eiji había aprendido un arte marcial y él en cambio había dejado de practicar defensa personal justo el tiempo desde que dejo de hablar.
–ahora, nuestro primer beso– se inclinó hacia el rubio con lentitud, en parte por su tierna y torpe inexperiencia, además de los nervios que sentía de ver uno de sus sueños convertidos en realidad, un beso de Yuui.
–¡……!– el rubio intentó removerse desesperado, no quería aquello, los labios de Eiji estaban casi sobre los suyos, apretó los ojos ¡TODO MENOS AQUELLO! –¡¡n….!!
–¡¡NOOOO!!– Kurogane entró al cuarto (casi de la nada xDD) y tomó a Eiji con una sola mano cargándole de la ropa y apartándolo de su pequeño niño –¿¡qué crees que estás haciendo!? ò.ó
–gulp…. s-señor suegro
–…..– Yuui le miró sorprendido, debía reconocerlo “ese hombre” era…. no, mejor dicho, su Kuro-papi era sorprendente, lo había salvado justo a tiempo.