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Una palabra: "paternidad" 2 por Haku1008

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Notas del capitulo:

Hola!!!! Me da gusto saludarles de nuevo ^^ luego de tanto tiempo.

 

KURO: rompiste record de ausencia

HAKU: TT.TT

KURO: ¿sabes lo que eso significa? ¡¡yo no recibo paga!! ¿y crees que en todo este tiempo a Fye se le quitaron las ganas de salir a comer a restaurantes los fines de semana o de que lo lleve al cine? ¡¡NOO!! tuve que conseguir un empleo de medio tiempo como recepcionista e increíblemente me tratan…

HAKU: … ¿peor que yo?

KURO: no, mejor y hasta gano más dinero, por eso: renuncio.

HAKU:……… D: ………. no lo harás ¬.¬

KURO: sí, sí lo hare u.u

HAKU:  No lo harás ¬.¬

KURO: ¡sí lo hare!

HAKU: ¿te das cuenta que yo te empleo para hacer escenas hot con Fye, verdad? ….con Lemon.

KURO: ……… ok, me quedo.

HAKU: sí, eso creí ^^

Cap40# Una promesa

 

Su mirada se perdía en algún punto de la habitación, triste, apagada…. sentía el dolor en el pecho, profundo, agudo, pero más que eso sentía miedo; miedo de perder de nuevo a alguien, miedo de que la vida en cualquier momento le arrebatase a su pequeño bebé y él no pudiera hacer nada.

–¿Cómo está Yuui?– preguntó apagadamente sin observar al moreno que se encontraba sentado en el sillón de la habitación.

–…. te extraña

Fye suspiró con pesadez, él también le extrañaba a montones.

–y está molesto conmigo por no traerte a donde estás.

–¿él sabe?

–No. Le dije que habías salido de viaje.

–….. ya veo… seguramente también está molesto conmigo.

–………

–……. ¿Cuál es su nombre?– preguntó y fue hasta entonces que le miró, observó la desconcertada mirada del moreno –del bebé– aclaró bajando la mirada –¿escogiste su nombre?

–……– Kurogane sonrió débilmente –lo hice: Kei

Kei– Repitió, sus ojos se cristalizaron pero no salieron lágrimas de ellos –es un buen nombre…. buen trabajo.

–Fye– Susurró.

–………– el rubio se removió de costado dándole la espalda, si tan sólo él hubiera hecho lo mismo, si hubiera cuidado de su pequeño, esto no estaría pasando.

Kurogane le observó destrozado, imaginando lo que pasaba por la cabeza de Fye, le gustaría tanto repetirle que no era su culpa, que él no lo culpaba tampoco, pero seguramente obtendría el mismo resultado que antes, Fye se negaría a escucharlo o a querer hablar siquiera. Se había creado una ligera distancia entre ellos formada por el mismo rubio, le dolía el que Fye se encerrara en sí mismo de aquella manera, pero lo entendía, o lo intentaba, claro que lo hacía, por ello le daría el espacio que el rubio necesitase pero sin alejarse, porque a pesar de todo, ahí estaría para Fye… y pasase lo que pasase sabía que ambos se necesitarían.  

 

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Watanuki se acomodó los lentes y miró determinadamente hacia el frente –¿están listos? Les diré que no será nada fácil u.u

–estoy lista ^^ –dijo Yuko con una sonrisa alegre a pesar de las marcadas ojeras en su rostro.

–listo– dijo Doumeki simplemente.

–……..– Yuui resopló con molestia, realmente no quería verse involucrado en ninguna actividad pero ahí estaba obligado a participar por su tío Doumeki.

–lo primero es colocar la harina sobre la mesa, háganlo con cuida… ¬.¬ –no terminó de decir la frase pues Yuko había tirado su harina de forma descuidada formando una nube de polvo (harina) que los hizo toser a todos.

–cof, cof, eto no me gusta

–Ahora formen una montaña.

–¿eh?– Yuko observó indecisa ¿tocar con sus manos la harina? con una mueca en el rostro se forzó a hacerlo.

–Ahora hacen un orificio en el medio… una vez listo agregan los huevos.

–oh, eso es fácil– la pelinegra coloco tres huevos enteros en su harina.

–¬.¬

–tenes que romperlos– Dijo Yuui como si fuese obvio (de hecho, lo era) y luego con sus manitas estrelló dos huevos aplastándolos entre éstas para dejar caer el contenido con los cascarones rotos –eto es asquedoso.

Watanuki se golpeó la frente con su palma –olvídenlo, yo hare la masa para las galletas.

Unos minutos después…

–ahora sólo tienen que sacar las formas– dijo Watanuki –¬.¬ Yuko, Yuui, no se come la masa ¬.¬

 

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Su mirada se perdía en la nada, sus pequeños orbes verdes reflejaban tristeza, escuchó la puerta abrirse y pasos acercarse a él.

–te prepare un emparedado– dijo su padre colocando un plato sobre el buro y sentándose en la cama al lado suyo –“Su”…

–…….

–debes comer algo

–……..

–……..– Seishirou suspiró y se levantó para retirarse.

–¡¡epeda!!..... no te vaias– pidió el peque con las mejillas sonrojadas –yo…. no te vaias

–……..– el mayor le miró y volvió a sentarse a su lado.

Sin más, Subaru, se lanzó a los brazos de su progenitor, su cara ardió al instante pero se sintió realmente bien, siempre se sentía bien estando ahí, como si todo fuese a estar bien, como si todo lo malo no existiera, y entonces dejaba de sentir miedo a los monstruos, a la oscuridad, a los castigos que solía darle su mamá, porque si estaba con él podía sentirse seguro de todo, y la tristeza que sentía al no poder ver a su madre parecía también encontrar alivio en esos brazos que le acurrucaban con ternura.

 

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–¿etonces puedo madarle mis galletas a Fye-mami?– preguntó Yuui entre sorprendido y serio.

–así es– respondió su tía Yuko con una sonrisa.

–¿cómo?– preguntó cruzando los bracitos.

–amm se las daremos a un mago y él las mandara con Fye.

–un mago– susurró ¿cómo no se le había ocurrido esa idea para ir con su Fye-mami? –¿y puede llebame a mí con su magia?– preguntó con interés.

–¿eh? ^^ …. por desgracia no.

La cara del rubio se apagó drásticamente, sintió tristeza, enfado, se sintió inseguro. No quería mandar esas galletas, estaba molesto con su Fye-mami porque lo había dejado, todo era culpa de la “bola” esa ¿¡y si la bola terminaba comiéndose sus galletas!? ¡no! ¡no! y ¡NO! mejor no le mandaba nada.

–no le madare nada– dijo decidido y se dispuso a irse de la cocina donde esperaba a que las recién horneadas galletas se enfriaran. Doumeki le tomó de la cintura y lo volvió a sentar frente a la mesa –¿eh?

–yo creo que Fye se pondrá muy contento si come algo hecho por ti– le dijo Doumeki.

Yuui le miró pero, no era verdad, pensó, últimamente todo estaba muy mal, incluso su abuelo Ashura, que había ido de vacaciones con ellos, había salido un día y no había regresado desde entonces. Le decían mentiras, lo sabía, aunque había estado pendiente de las narices de todos (y no parecían crecer ni un centímetro, lo cual era raro u.u)* y parecían normales sabía que le mentían, Hatori tenía razón y su Fye-mami ya no le quería.  

–Yuui– le llamó su tío Watanuki con preocupación.

–……..– observó las galletas e hizo una muequita, tal vez si se las mandaba a su Fye-mami con el mago ¡por fin regresaría! –etá bien.

Watanuki le ayudó a guardar sus galletas en una bolsita trasparente; las galletas de Yuui eran pequeñas y de formas fallidas, pero a pesar de todo le hicieron sentirse muy orgulloso ya que las había hecho él solito; después ataron la bolsa con un bonito moño azul. Doumeki le dio una hoja de color azul pastel y unas crayolas, el mayor le mostró como debía de escribir las palabras “De:…”, “Para: mami” y Yuui colocó solito su nombre (ya había aprendido a hacerlo sin olvidarse de ninguna de sus letras, aunque claro, la “y” la hacía volteada hacia el lado incorrecto pero nada grave). Cuando terminó dobló la hoja, se sintió muy feliz, cerró los ojos y deseó que el mago no se equivocara de mami y que Fye volviera a quererlo y regresara pronto.

Esa noche Yuui soñó con su Fye-mami, los dos estaban juntos en el mar, sólo ellos dos, como antes, jugando y riendo… pero después se vio solo, sin Fye, sin saber qué hacer o dónde ir…. y entonces lloró.

 

 

Al día siguiente esperó ansioso frente a la puerta, se levantó incluso antes que todos en la casa de su tía Yuko.

–¿Yuui, qué pasa?– preguntó aún adormilado su tío Shaoran.

–nada– dijo con simpleza sin dejar de ver a la puerta.

–¿eh?.... ¿quieres un vaso de leche con chocolate?

–¡¡……!!– le miró emocionado ¡leche con chocolate! pero, no podía despegarse del pasillo de la entrada, quería esperar ahí a su Fye-mami –n-no… gracias– agregó en cuanto recordó a su Kuro-papi diciéndole una y otra vez decir siempre “gracias”, movió su cabeza de un lado a otro como queriendo sacarse la imagen de la cabeza.

El tiempo comenzó a transcurrir, todos comenzaron a hacer sus labores diarias empezando por desayunar, a todos les pareció extraño el comportamiento de su pequeño sobrino, pero pensaron que seguramente era alguna especie de juego o algo así, el hijo de Kuro y Fye podía ser muy imaginativo y curioso, si hubiesen sabido la verdadera razón de Yuui para estar frente a la puerta lo hubieran detenido. Le llevaron el desayuno ahí pues el peque rubio se reusaba a moverse del lugar, intrigados volvieron a preguntarle qué estaba haciendo pero Yuui no reveló su secreto y continuó esperando con emoción.

Cuando la puerta se abrió al fin el peque se emocionó a montones, pero toda alegría desapareció casi al instante ¬.¬ tan sólo era su Kuro-papi.

–hola– saludó el mayor cansadamente y caminó casi arrastrando los pies hasta el cuarto que él y Yuui ocupaban en la casa de Yuko.

El tiempo transcurrió y nada ocurrió, Yuui tomó asiento en el piso y siguió esperando…. se aburrió por montones pero no se movió de lugar.

–¿Yuui, qué estás haciendo? – preguntó Kuro intrigado, recién despertaba pues había pasado la noche de turno con su bebé.

–…….– Yuui no respondió nada.

–¿Yuui?– el moreno se acercó y se puso de cunclillas tratando de buscar la mirada del menor –¿eh? – observó los ojitos de tristeza de su pequeño, pero sobre todo la desilusión en ellos –Yuui.

–yo lo estaba esperando– dijo quedito, tan quedito que el moreno no comprendió qué era lo que pasaba –lo etuve esperando pero….

–¿Yuui?

–no va a venir ¿veda? – sus ojitos miraron suplicantes a los rojos orbes del moreno.

–…….

–¿po qué Fye-mami ya no me quiede?– preguntó desesperado.

–……..

–¿po qué?

Kurogane le cargó entre sus brazos, estrechándole con fuerza –él jamás dejara de quererte.

–…….– y ahí estaba de nuevo, diciéndole mentiras –malo

–¿¡……..!?– le miró.

–¡¡malo!! – gritó y comenzó a moverse intentando zafarse de los brazos de su padre, estaba molesto de nuevo.

–Yuui, no….

–¡déjame! – logró zafarse y corrió hacía el cuarto.

Kuro suspiró y caminó tras él –Yuui.

–ya no los quiedo, no los quiedo– dijo mirándole molesto.

–….. yo, lo siento, sé que te hemos descuidado, pero no ha sido porque queramos, Yuui, tú eres lo más importante en nuestras vidas– “y tu hermano” iba a decir, pero conociendo a su peque rubio eso no habría ayudado a mejorar su situación.

–mientes– espetó cruzando sus bracitos y mirándole fijamente, sus labios se apretaban y mantenía el ceño fruncido.

–Yuui, créeme…. ¿qué puedo hacer para me creas?

–…….– el rubio pareció meditarlo unos instantes –ya no me dejes– pidió.

–¿¡…….!?

–ya no quiero que te vayas– está vez no fue una petición, fue más una orden.

–………

Yuui le observaba con determinación y hasta cierto toque de rudeza que le parecía de algún modo familiar ¿Yuui o Fye y el bebé? ¿por qué no podía dividirse en dos? la mirada del pequeño se entrecerró levemente dándole a entender que ya había tardado demasiado –…. de acuerdo.

–¡¡…….!!– la cara del rubio se iluminó como por encanto, corrió hasta donde su mochila y sacó un papel que llevó al moreno de inmediato –toma.

–¿qué es esto?– leyó, era una invitación para un evento deportivo entre padres e hijos que se llevaría a cabo en el preescolar de Yuui en tres días.

–quiedo que paticipemos juntos… no tío Domeki, ni tío Watanuki, ni tío Shaolan, ni tía Yuko, ni tía Sakuda. Kudogane-papi y Yuui.

–de acuerdo– le sonrió.

–pometelo– dijo inseguro.

–lo prometo– le aseguró.

El teléfono comenzó a sonar, el moreno se dirigió a contestar, habló un poco bajo la atenta mirada de Yuui que le observaba con curiosidad, entonces el moreno sonrió y con un ademán le indicó al peque que se acercara –es para ti– dijo dándole el teléfono.  

Un tanto inseguro Yuui llevó el teléfono a su oreja –¿hola?

–Yuui, hola, soy yo– escuchó la voz de su Fye-mami del otro lado, sintió tantas cosas dentro de sí que no supo identificarlas todas, quizá fuesen mesclas de alegría, emoción, añoranza, enfado, todo junto. Se preguntó entonces ¿por qué le llamaba? debería estar ahí en casa. Quiso pedirle que no dejara de quererlo, que regresara a casa, que volviera con ellos y sin embargo su reacción fue muy diferente….

 

 

Fye suspiró con nostalgia observando la pequeña bolsa de galletas que Yuui le había enviado, apenas logró que le autorizaran la llamada (luego de lo que había pasado con el incidente en el que su baso “casi termina” enterrado en el cuello de Kurogane, su médico aun lo catalogaba como “emocionalmente inestable” por lo que lo mantenía bajo estricta vigilancia y con algunas prohibiciones como lo era el teléfono y su comida le era servida en productos desechables que no puedan luego ser usados como armas, y sí, Fye odiaba a ese hombre, pero agradecía que al menos ya no le ataran a la cama ¬.¬) marcó para hablar con su pequeño, había escuchado la voz de Yuui y eso le había hecho muy feliz pero luego de que le dijera que era él, el peque había colgado el teléfono, ya se suponía que Yuui estaría molesto pero no imaginó que tanto como para no querer ni hablarle. La puerta de su habitación se abrió, dirigió su mirada hacia su visitante.

–Konan– susurró con una leve sonrisa.

–hola– el mencionado le sonrió, traía unas bonitas flores que en seguida colocó en un florero junto a la cama del rubio –¿y eso? – preguntó en cuanto vio la bolsa de galletas.

–las hizo Yuui para mí.

–hm– Konan sonrió para sí mismo, ese pequeño monstruo siempre yendo un pasó delante de él –¿cómo te sientes?– preguntó más serio. 

–el médico dijo que pronto me darían de alta para seguir mi recuperación en casa pero…. no quiero irme de aquí sin mi bebé– dijo con tristeza.

–…….– Konan le tomó de la mano y la apretó con fuerza –él se pondrá bien, ten esperanza y fe en ello.

–Eso intento pero…. no muestra ningún cambio y….

–no sigas– le susurró abrazándolo –todo estará bien.

–……..– Fye correspondió el abrazo, aferrandose con fuerza al castaño y a sus palabras. 

 

 

*Yuui piensa de esa manera en referencia al cuento de pinocho.

Notas finales:

Awww mi pequeñito Yuui TT.TT por cierto, estamos ya cerca del final, buajajaja ^^

Próximo cap 41# (aun no me decido por el nombre :/ así que ^///^ queda pendiente)

 

Nos vemos, gracias por leer ^^


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