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Una palabra: "paternidad" 2 por Haku1008

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Notas del capitulo:

Hola!!!!!!

 

¡Mil gracias por sus reviews! ♥ ♥ ♥ son el principal motor para mi motivación ^u^ y para las lectoras silenciosas del fic: mil gracias también por acompañarnos con esta historia ♥ ♥ ♥

Cap44# Sólo el amor es capaz 2da parte; Nunca te vayas sin decir te quiero.

 

Aquel era un día nublado, abrigó a Fye lo mejor que pudo para llevarlo a la escuela pasando antes a la habitación de Yuui, el pequeño se encontraba recostado con la vista perdida en la nada, había pasado una semana ya desde que había venido su madre y desde entonces ésta no había vuelto, definitivamente la decepción no era un sentimiento que un niño debería conocer. Ashura se acercó y se sentó en el borde de la cama.

–Ya nos vamos, cualquier cosa puedes pedírselo a Nat– dijo, Natalia era una chica que había contratado para que cuidase de Yuui mientras él iba al trabajo y Fye estaba en la escuela, Yuui estaba tan triste que ni siquiera había intentado algo contra la chica, desde que su madre se había ido no tenía ganas ni de salir de esa cama.

–…

–Yuui.

–Te odio– murmuró.

–………– y claro que para el mayor escuchar eso fue algo doloroso –Te quiero.

–……..

Entonces el mayor se fue…

 

Esa noche el pequeño rubio por fin salió de su habitación para colarse a la del otro rubio.

–Fye– susurró –Fye…

–¿Yuui?– preguntó adormilado.

–……….– el mencionado sonrió y se metió a la cama junto al otro rubio, se aferró a él en un abrazo, habían sido tantos días sin estar con él y le extrañaba, le extrañaba mucho, Fye correspondió el abrazo sintiéndose feliz, no tenían duda alguna, eran una mitad del otro y ambos se complementaban –Creí que te harías viejo encerrado en tu habitación.

Yuui sonrió.

–Te imaginaba ya como a un vagabundo– dijo divertido, Yuui rio también, quizá él también lo había pensado, pero ahora que había salido por fin Fye no le dejaría volver ahí, ni él quería regresar. Ambos cerraron los ojos con una sonrisa en el rostro y durmieron abrazados.

 

Al encontrarlos a ambos en la misma habitación Ashura se sintió feliz, pensaba acertadamente que aquello era una buena señal.

–Buenos días– saludó para despertarlos, ambos peques comenzaron a dar señales de lucidez hasta que Ashura notó que uno de ellos tenía las mejillas demasiado sonrojadas. Preocupado tocó la frente del rubiecito comprobando que tenía fiebre, de inmediato fue por un jarabe y le hizo tomar una cucharada mientras el otro rubio observaba con preocupación.

–No te preocupes, estará bien– le dijo el mayor para tranquilizarle.

–……..– sin despegar la mirada del otro el niño asintió.

Sin embargo la salud del pequeño pareció no tener mejora alguna al pasar de las horas y al llegar la noche la fiebre había aumentado peligrosamente, Ashura llamó al médico quien le recetó algunos medicamentos y algunas inyecciones, le habló acerca de tener especial precaución de bajar la fiebre en caso de que volviese a aumentar ya que podía tratarse de un virus poco usual del cual se habían empezado a reportar algunos casos en la ciudad y que había cobrado la vida de tres niños ya.

Ashura pasó toda la noche velando por su pequeño, el otro rubio pasó la noche con él para cuidar también de su hermano, pero el rubio enfermo pareció empeorar una vez más y el día siguiente permaneció dormido con alta fiebre.

–¿Va estar bien, verdad?– preguntó el peque, preocupado porque su hermano no diera señales de despertar siquiera.

–Sí, lo estará– dijo el mayor estrechándole en un abrazo, ocultando la desesperación que le atacaba también a él al no ver mejora alguna en su otro hijo.

 

………..

 

–Sí, pero…. ¿es muy necesario?...... iré entonces, sí–con frustración colgó el teléfono, de prisa se dirigió a la cocina dónde Natalia preparaba el desayuno –Nat, tengo que salir a la oficina pero no tardare nada, te los encargo mucho por favor.

–Sí, cualquier cosa lo llamare.

–Gracias.

–¿A dónde vas?– preguntó el rubiecito, molesto, llevaba puestos en el cuello ambos colgantes.

–Surgió algo en la oficina, será algo rápido.

–¿¡Te iras!?

–No tardare nada, lo prometo.

–¡Está enfermo no puedes dejarlo! ¡Eres mal….!

–¡¡Yuui!!– gritó.

–¡…….!

–Te prometo que no tardare demasiado, si no fuera realmente urgente no saldría de aquí, te lo aseguro.

–…… ¿Cómo…? ¿tú sabes quién….?

–Es natural que sepa quién es quién, soy su padre después de todo.

–¿….?

–Sé que Fye es mi pequeño comprensivo, amable y calculador, y que Yuui es mi pequeño rebelde, la cabecilla de cada desastre, impulsivo y sobre protector.

–….. papá

–Te prometo que no tardare.

–……….– Yuui asintió despacio, aún sorprendido por el hecho de que Ashura pudiera identificarles ¿desde cuándo? no le importaba realmente, se sentía feliz.

–Te quiero– dejó un beso en su frente y salió de prisa, mientras más pronto se fuera más pronto podría regresar a casa.

–…… yo también te quiero– susurró el rubio cuando el mayor se había retirado. Regresó entonces con Fye quien seguía inconsciente y con fiebre, tomó su mano con expresión preocupada y una imagen llegó a su cabeza…. su mamá…. ella tenía que saber lo que pasaba con Fye, ella podría ayudarlos a él y a su padre a cuidar de su hermano y de esa manera, con los cuatro juntos como una familia, entonces quizá Fye despertaría –…. yo la traeré para ti, Fye.

 

………

 

Tal como lo había prometido atendió apresuradamente aquel asunto que requería su presencia y ni bien terminó tomó el camino de regreso a casa…. había comenzado a nevar pero no le ocasionó problema para llegar, ni siquiera había terminado de estacionar el auto cuando vio a Natalia corriendo a su encuentro con expresión desesperada y lágrimas en los ojos, su corazón dio un vuelco.

–¡¡Fye!!– bajó del auto –¿¡le pasó algo a Fye!?

La chica negó.

–¿Entonces qué pasa?– le apresuró con la ansiedad atenazándolo.

–Yuui, creí que estaba con Fye pero cuando entre a buscarlo ya no estaba– dijo desesperada.

–¡¡……!!

–Ya lo busque por toda la casa ¡¡no está!!

……..

 

Caminaba sobre la nieve dejando pequeñas huellas tras sí, nunca antes había salido solo de casa, mucho menos había ido tan lejos, no sabía dónde vivía su mamá pero algo dentro de él le decía que ese era el camino correcto a seguir, comenzó a sentir frio a pesar de llevar puesta su chamarra, guantes, gorro y bufanda, un escalofrío recorrió su espalda, sintió el deseo de volver atrás, pero una parte de él le decía que tenía que encontrar a su mamá y llevarla con Fye, no podía rendirse ahora que había llegado tan lejos.

 

………..

  

Ashura lo buscaba por las calles en el auto pues no sabía si Yuui podía estar cerca o lejos, mientras lo hacía continuaba haciendo llamadas a la policía para que le ayudasen en la búsqueda, no había sido cosa más grande que llamar a unos cuantos conocidos y mover influencias para que de inmediato la descripción de Yuui pasara por todas las estaciones de policía y comenzara la búsqueda por las calles.

 

……….

  

La nieve pareció aumentar su intensidad, convirtiéndose ahora en agresiva, toda la gente que paseaba por las calles había desaparecido para refugiarse en sus casas, tan sólo un cuerpecito rubio continuaba andando. 

En cada exhalación se le escapaba un poco del calor de su cuerpo, podía sentir el frio colándose por su ropa y erizar su piel, el viento lastimaba sus mejillas y no podía parar de temblar, intentó observar a su alrededor (cosa complicada debido a la nieve) en busca de algún adulto para pedir su ayuda pero se descubrió desesperadamente solo….. su única salida era continuar y encontrar a su mamá….

Cada paso era más difícil que el anterior, sus extremidades dolían a causa del frio y su cuerpo temblaba salvajemente.

–Mamá….– llamó, pero en realidad pensó en su padre y en Fye, en lo cálido que era su hogar…. se imaginó en los brazos de su padre, sí, él era muy cálido….

Sus piernas dejaron de responderle y cayó al suelo mientras la nieve continuaba abrazándolo, despiadada.   

–Papá….Fye….– una lágrima rodo hasta perderse sobre la nieve…..

 

………..

 

…………

 

Ashura y el grupo de búsqueda continuaron recorriendo las calles en busca de Yuui todo el día y toda la noche sin descanso alguno…. hasta que finalmente al día siguiente alguien reportó haberlo encontrado en un parque al cual Ashura no recordaba haberlo llevado nunca. Sin esperar a oír más se dirigió hasta aquel lugar. De inmediato estacionó el auto frente al parque y corrió hacía donde algunas personas estaban reunidas.

 –¡Yuui!– llamó, la gente le abrió paso, el oficial que le había encontrado aún lo mantenía sobre su regazo.

–……….– Observó a Ashura con compasión.

–No….– susurró, se inclinó de inmediato y le arrebató el cuerpo de su hijo –Yuui. Yuui. Yuui– le llamó esperando a que abriera los ojos, observando la piel blanca, más blanca de lo normal, los rubios cabellos le caían delicadamente sobre su rostro apacible –Yuui.

Las personas a su alrededor sólo miraban con pena.

–Yuui– suplicó –Vamos, Yuui.

–…………

Abre los ojos, duerme después…. Yuui

–Señor– el oficial que había encontrado al rubio le puso una mano sobre el hombro intentando trasmitirle apoyo.

–Yuui, abre los ojos por favor, vallamos a casa, Yuui– suplicó de nuevo.

–Señor– el oficial intentó quitarle al pequeño.

–¡No! Sólo está durmiendo, va a despertar, tan sólo necesita calentarse un poco. Cielos, está muy frio, una manta ¡traigan una manta!– pidió.

–……….

–Yuui, abre los ojos, vayamos a casa, Yuui, despierta.

–Señor….

–Shh, debe estar muy cansado como para dormir tanto– con los ojos húmedos sonrió paternalmente –normalmente es el primero en estar despierto por las mañanas, es realmente muy activo, hm, no puedo descuidarle ni 5 segundos porque es tiempo suficiente para que ponga la casa de cabeza.

–Señor, por favor, démelo

–¿……….? pero ¿por qué razón?– dijo realmente confundido –No tenemos tiempo, debemos volver a casa, su hermano nos está esperando– comenzó a intentar retirarse.

–Señor, ya basta.

–No entiendo a qué se refiere– le miró con confusión mientras lágrimas escapaban de sus ojos.

–No va a despertar, lo sabe– dijo con cuidado.

–………..– Ashura miró el rostro de su hijo, su pequeño demonio tenía toda la pinta de un angelito cuando dormía, justo como ahora –está dormido….

–……. no siga, basta.

–……….– apretó el cuerpecito entre sus brazos contra su cuerpo –está do….

–… ¡No lo está!

–¡¡Sí lo está!!– Gritó –¡lo está! ¿¡Por qué!? ¿¡¡Por qué me quiere quitar a mi hijo!!?

–¡…!

–No me lo quite…. no…. –lastimeros sollozos nacieron, cada uno más doloroso que el anterior, se dejó caer de rodillas, sin fuerzas. Sollozó apretando el cuerpo de Yuui contra el suyo –¡¡Ahhhh!!– ¿qué si lo sabía? Sí, lo sabía. Pero no lo aceptaba, no podía, cómo aceptar que en menos de un día, que en menos de unas horas, que, en segundos incluso había perdido a su hijo para siempre…. cómo aceptar que el pequeño y frágil cuerpo que ahora sostenía en brazos ya no tenía vida, que no volvería a ver sus ojos, que no lo tendría corriendo por la casa, que no volvería a escuchar su voz, que no volvería a ver su sonrisa, que ya no podrá abrazarle ni decirle cuánto le quiere…. No…. No podía aceptarlo, no lo aceptaría nunca –¡¡ahhh!! ¡Abre los ojos! ¡No me dejes!

Todos los que miraban sintieron un nudo en la garganta.

Lo apartó un poco para ver su rostro una vez más. Su pequeño. Sus lágrimas terminaron sobre las mejillas del rubio –Yuui– llamó de nuevo –Vuelve conmigo– suplicó –te prometo que dejare el trabajo, venderemos la casa y viviremos con Fye debajo de un puente, tan sólo…. regresa por favor.

Y realmente esperó, observando el tranquilo y hermoso rostro, en espera de que en cualquier momento abriera los ojos…… 

–Yuui– volvió a romperse en llanto, aferrándose a él como queriendo aferrarlo a la vida… de pronto sus ojos se encontraron con unos azules muy parecidos a los hoy anhelaba ver más que nunca, la hermosa mujer rubia le miraba con incredulidad pues, recién regresaba de hacer unas compras al mini súper que se encontraba cerca de su casa; un edificio frente al parque; cuando observó a toda esa gente y al abrirse paso para saber qué estaba pasando lo vio…. Ashura la miró y luego al rubiecito, casi por instinto lo comprendió todo: Yuui iba a buscar a su madre…. volvió la vista hacia ella con dolor y tristeza, como diciéndole ¿por qué me lo arrebatas?.

Y ella, de alguna manera, también lo supo….. no pudo más que alejarse de ahí.

El pelinegro continuó llorando dolorosamente hasta que uno de los oficiales que había llegado luego de él le pidió que le diera el cuerpo del rubio, no podía permitir que continuara ahí delante de todos, por el propio bien del pelinegro y por el cuerpo del niño.

–¡No! ¡¡es mi hijo!! ¡¡déjenme!!– hubo forcejeos hasta que con ayuda de algunos oficiales más lograron someterlo y llevarse el cuerpo del rubiecito –¡¡no!! ¡¡es mi hijo!! ¡no me quiten a mi hijo!– y al pelinegro tuvieron que aplicarle un sedante para que pudiera tranquilizarse –Mi hijo… mi Yuui… perdóname.

 

 

End Flash Back

 

–Yo perdí a mi hijo.

–……..– Kurogane no sabía que decir, si bien había escuchado de Fye acerca de la existencia y muerte de Yuui pero el rubio jamás le había dado detalles de cómo había pasado, ahora comprendía mejor a Ashura, de cierta manera jamás podría verlo igual, era un hombre realmente fuerte ¿cómo había podido hacerlo? ¿cómo salir adelante después de aquel dolor?.... aunque era claro que Ashura lo había hecho por su otro hijo, Fye. El pelinegro no sólo había tenido que rescatarse a sí mismo sino que tuvo que luchar para que el mismo Fye no se quedara anclado en el dolor.

–Soy el peor padre del mundo– sonrió melancólicamente.

Kurogane estaba por decirle que no creía que eso fuera así, pero alguien más se le adelanto –Eso no es verdad.

Ambos pelinegros observaron al rubio.

–Fye.

–No lo digas de nuevo…. no es verdad, ni mi hermano ni yo creemos eso.

–Fye.

–No pienses más así porque, para nosotros tú eres el mejor del mundo– se acercó a él.

–……..

Y sorpresivamente el rubio se lanzó a sus brazos, aferrándose a él con fuerza, sus ojos se habían humedecido pero se sentía muy feliz, el pelinegro correspondió el agarre sintiendo una gran nostalgia, quizá por los recuerdos recién revividos.

Kurogane observó al rubio, éste le sonrió con tranquilidad y decidió entonces darles espacio, así que volvió de regreso dentro del hospital.

–Papá.

–¿Sí?

–Dímelo.

–¿¿…….??

–………..– el rubio levantó el rostro –como cuando era pequeño.

–……..– por unos segundos no supo a qué se refería, pero luego, como una extraña conexión, lo supo –te quiero.

–……..– el rubio sonrió con los ojos brillantes –yo también te quiero…. jamás deje de quererte, jamás te abandone.

 

 

 

 

 

Notas finales:

Capítulo dedicado para cierto corazoncito de piedra, si sigues ahí, esto es para ti con mucho cariño.

 

Ahora… ¿quién quiere pañuelos gratis?

Próximo cap: 45# Sólo el amor es capaz 3ra parte.


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