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Una palabra: "paternidad" 2 por Haku1008

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Notas del capitulo:

Les traigo un poco de lo qué ocurrió con Sayuri, otro poco del pasado de Seishirou, y también el regreso de Fye y Kei a casa :3 es nuestro penultipo cap ya.

Cap46# De vuelta a casa; un nuevo integrante.

 

 

Un nerviosismo total era lo que en esos momentos su pequeño cuerpo sentía, temeroso aferró más el agarre de su manita a la de su padre, aquel lugar al que lo había llevado era demasiado extraño para él, había muchos hombres con uniformes de policía caminando de un lado a otro al parecer con demasiada prisa.

 

—Subaru, espérame aquí— dijo Seishirou mientras le cargaba para dejarlo sentado sobre una de las muchas sillas que había en ese lugar, el pequeño Subaru no comprendía mucho qué era lo que estaba pasando, simplemente sabía lo que su padre le había dicho, que ese día podría ver a su mamá, entonces ¿qué hacían en ese lugar?

 

Sus verdes orbes se clavaron en la figura del mayor para no perderlo de vista ni un sólo segundo, le vio acercarse a quien parecía ser el encargado del lugar, o al menos eso supuso el peque. No pasó demasiado tiempo antes de que su padre volviera con él, tomándole de la mano para llevarle a otro lugar.

 

—Síganme— dijo el hombre quién Subaru creía era el encargado, comenzando a caminar por un pasillo muy largo. Subaru sintió miedo.

 

—Vamos, “Su”— su padre comenzó a caminar detrás de ese hombre.

 

—………….

 

Se detuvieron frente a una puerta de madera que el hombre abrió invitándoles a pasar, Seishirou lo hizo de inmediato y por ende Subaru lo hizo con él, muy a pesar del inmenso miedo que el pequeño tenía de averiguar qué había dentro de esa habitación, pero al descubrir lo que parecía una sala común y corriente el infante se sintió mucho más tranquilo. El otro hombre no entró con ellos, sino que se marchó dejándoles ahí solos.

 

—Puedes sentarte— le dijo su padre, sonriéndole y transmitiéndole confianza.

 

—………— el pequeño observó el lugar una vez más, no entendía para qué le había llevado ahí su papá pero, sabía que nada malo podía pasarle, al menos no con su padre a su lado, así que tímidamente subió a uno de los sillones y tomó asiento, dirigió una mirada al mayor en espera de que hiciera lo mismo, sin embargo tan sólo se posicionó detrás suyo, continuando de pie con una expresión ausente en el rostro —¿Pa….?

 

La puerta volvió a abrirse, un hombre pelinegro vestido de traje y lentes sostenía la puerta dándole el paso a…

 

—¡Mamá!— dijo feliz, sin poder contenerse bajó de su asiento y corrió hacía ella, abrazándose a sus piernas.

 

Seishirou dirigió una rápida mirada a los dos policías que se encontraban afuera escoltando la puerta, fue entonces que el pelinegro de traje cruzó algunas palabras con ellos y cerró la puerta dejándolos únicamente a ellos cuatro dentro de aquella sala.

 

—Mamá— dijo mientras se aferraba a ella.

 

—Mi Subaru— Sayuri acarició la lacia cabellera del pequeño con dulzura —Mi pequeño.

 

—……….— Seishirou tan sólo observaba, manteniéndose apartado de la escena, manteniendo su rostro serio y frio.

 

Sayuri tomó asiento e hizo que el menor se sentara al lado suyo pero de manera que ambos quedaran frente a frente, luego tomó las pequeñas manitas entre las suyas.

 

—Te eh extrañado tanto, mi pequeño.

 

—Yo tambén, mucho— dijo el menor con inocentes lágrimas amenazando con salir de sus ojitos verdes —¿Etás enojada comigo?— preguntó con la preocupación marcada en cada palabra, también lleno de miedo de escuchar una respuesta afirmativa.

 

—Claro que no— Una de sus manos acarició la mejilla de su hijo con dulzura —¿Cómo podría?

 

—Etoces ¿Volvedas con nosotros?— preguntó con esperanza.

 

—……………..— La mujer desvió su vista hasta Seishirou, quién en ningún momento quito su expresión fría.

 

—¿Eh?... — Subaru también dirigió la mirada hacia su padre —¿Papá?... ¿Verda que mamá ida con nosotros?

 

—……………….— No le dirigió ni una mirada siquiera, sus ojos continuaron fijos en Sayuri, preguntándose qué era lo que pretendía hacer con todo esto.

 

—Por desgracia…— Sayuri volvió la vista a su pequeño —Eso es imposible ¿Sabes por qué?

 

—¿¡…...!?— el peque negó con la cabeza ¿¡Cómo era eso de que no se podía!?

                                                                                                         

—Porque… tu padre no quiere que tú y yo estemos juntos.

 

—¿¡¡…..!!?

 

—…………..— el pelinegro de traje y lentes que hasta entonces se había mantenido como un mero espectador entrecerró los ojos, observando la reacción de Seishirou con especial interés, una parte por curiosidad, otra por prevención, él conocía muy bien al oji-castaño y a Sayuri, después de todo habían crecido los tres en el mismo barrio de mala muerte, había interactuado poco con ellos pero era imposible no conocer las caras de aquellas personas que veía casi a diario y de los cuales se hablaba tanto. Sayuri era una bonita chica que de vez en cuando veía en la calle platicando con sus amigas y coqueteando con los chicos de la pandilla que ahí se había formado. Por su parte Seishirou era un tipo que se le antojaba de lo peor, él y su hermano (Fumma) no tardaron en convenirse en parte de aquella pandilla, vagos sin oficio ni beneficio, así se hablaba de ellos, de vez en cuando organizaban carreras en motocicletas, peleas de lo más brutales y en la mayoría de ellas ellos dos eran los principales protagonistas, de día los veía fumando en alguna esquina, de noche coqueteando para después… bueno, ese después es bastante obvio, como también era obvio que aquellas noches de sexo no eran más que eso, noches de sexo y que ni locos pensarían en tener algo serio con alguien.

 

Seishirou era agresivo y frio, tanto que no tardó en ganar el respeto tanto como de su pandilla como la de las pandillas enemigas.

 

Y, por su parte, él era un chico centrado en sus estudios para poder convertirse en un abogado y lograr superarse, detestaba ese lugar y las limitaciones con las que se había topado desde que tenía memoria.

 

 

 

Flash Back

 

Recién regresaba de la preparatoria, al ver que en el camino se encontraban los integrantes de aquella pandilla se sintió nervioso, tomando valor se apresuró a pasarles lo más rápido posible, ellos estaban entretenidos haciendo bromas entre ellos y hablando de quién sabe qué cosas pero, de pronto dejaron todo aquello en segundo plano para dirigir su atención a él.

 

—Hey, adiós.

 

—No te vayas “princesa”

 

Escucho que le decían, algunos incluso comenzaron a silbarle, los ignoró a todos pero uno de ellos le alcanzó y le cerró el paso.

 

—¿Qué sucede? Arata, amigo ¿No quieres tomar algo con nosotros?

 

—… con permiso— pidió duramente e intentó abrirse paso.

 

—¡Hey! ¿A dónde tan de prisa?— el mismo chico le tomó del brazo impidiéndole marcharse.

 

—S-suéltame— pidió lo más rudo que pudo, lo cual ocasionó un estallido de risas de parte de todo aquel grupo.

 

—Vaya, vaya, nuestra princesa tiene carácter ¿qué les parece si le mostramos modales?— Con fuerza le arrempujó ocasionando que Arata cayera de espaldas contra el suelo.

 

Se resintió por el golpe, pero lo que más le preocupó fue su uniforme el cual se rasgó por la parte del codo, sin contar con que sus lentes habían caído al suelo lejos de él, su borrosa vista pudo distinguir como todos se acercaron, rodeándolo, alguno de ellos tomó sus lentes y se los puso, mofándose de él, y después, justo cuando sabía que se avecinaba lo peor…

 

—¡Déjenlo ya!— bramó una voz molesta —¿Qué mierda creen que están haciendo?— Seishirou aparecía y no de muy buen humor al parecer, ninguno se atrevió a responderle nada, el ojis-castaños bufo con molestia.

 

—hm— se escuchó una sutil risa divertida, ese era Fumma, quién era el único que no le temía a la furia de su hermano y quién, al parecer, conocía el motivo de aquella rabia que ahora descargaba con ellos mientras él se dedicaba simplemente a observar divertido.

 

Seishirou le arrebató los lentes al que aún los traía puestos y ayudo al pelinegro a levantarse del suelo.

 

—Toma.

 

—…………— Arata se colocó sus lentes, todo volvió a ser nítido, no culpaba a ninguno de los que ahora agachaban la cabeza, Seishirou era realmente intimidante —g-gra… gracias.

 

—……………

 

—……….— Nervioso, tomó sus cosas y se dispuso a marcharse, pero de nuevo se vio detenido.

 

—¿Arata, cierto?— volvió a hablar Seishirou, al escucharlo el otro se sintió de piedra ¿Y si se había arrepentido y ahora él también quería golpearlo?

 

—¿S-sí?

 

—Si vuelven a meterse contigo, tan sólo dímelo y me hare cargo— dijo con una escalofriante sonrisa, una casi sádica.

 

Ahora los que quedaron de piedra fueron los propios miembros de su pandilla, quienes no dudaban que Seishirou era capaz de hacer aquello, a veces incluso les parecía que el oji-castaño no tenía ninguna clase de sentimientos cercanos al agrado y mucho menos afecto hacia nadie, en fin, si a Seishirou aquel chico le caía bien, en definitiva no volverían a molestarle.

 

—……….— Arata sólo pudo asentir con la cabeza, bastante sorprendido…

 

 

End Flash Back

 

 

Desde entonces los miembros del grupo se portaron más agradables con él, siendo especialmente cuidadosos de no molestarle de ninguna manera. El hermano de Seishirou; Fumma; continuó manteniendo contacto con él aún después de que se graduara de la universidad y se marchara del barrio, “uno nunca sabe cuándo pueda necesitarse un abogado” había bromeado Fumma, aunque en realidad varios de los miembros de la pandilla se habían visto involucrados en algunas revueltas y era entonces cuando acudían a él, sobra decir que con excelentes resultados.

 

Se había enterado de que Seishirou había “metido las cuatro” (según como se lo contaron los otros miembros) con Sayuri, o mejor dicho, en una de sus noches con Sayuri la había dejado embarazada y para sorpresa de todos Seishirou se iba a ser responsable, lo último que supieron de ellos es que se habían marchado para comenzar una vida de familia, claro que nadie le dio un buen diagnóstico a aquella relación, pero a lo que ni siquiera se atrevieron a diagnosticar siquiera era a lo otro ¿¡Seishirou con un hijo!? Eso ni siquiera cabía en su imaginación, y para ser sinceros, él mismo tampoco podía imaginarse algo como aquello.

 

—¿Q-qué?— preguntó el pequeño Subaru sin poder digerir siquiera lo que acababa de decirle su madre.

 

—Así es, él no quiere que yo este contigo, por eso nos separa.

 

—………….— Subaru dirigió una vez más la mirada hacia su padre, esperando que le dijera que eso no era cierto, su papi era bueno y nunca haría algo tan malo como aquello, sin embargo el mayor no desmintió ninguna de aquellas palabras —¿Papá?

 

—……….— No pudo dirigirle la mirada siquiera.

 

—Lo ves, lo que te digo es verdad, pero recuerda que te amo, mi cielo— la mujer dejó un beso sobre la cabecita y se volvió a Seishirou con una sonrisa maliciosa y perversa.

 

—P-papá, papá por favor— Subaru lloraba a mares, no quería separarse de nuevo de su mamá, no quería que su familia se rompiera —por favor, deja que mamá degre… snf, degrese con nosotos, papá

 

—……………

 

—Papá— suplicaba mientras su pequeño cuerpo se estremecía en lastimeros sollozos —papá ¿veda que mami va a venir con nosotos? ¿verda que sí, papá?

 

—……………..

 

—Papá, por favor

 

Tocaron a la puerta, Arata abrió y uno de los oficiales le indicó que el tiempo había terminado, Sayuri se despidió de Subaru quién comenzó a sollozar con mayor intensidad.

 

—¡No! mamá, quédate conmigo— se aferró a su progenitora —¡Mamá!

 

Seishirou se acercó y deshizo el agarre de Subaru, sosteniéndolo para que pudieran llevarse a Sayuri.

 

—¡Nooo! ¡Mamá! ¡Mamá!— gritaba entre sollozos mientras veía como su madre era llevada por esos hombres sin que él pudiera hacer nada, sin que su papá intentara evitarlo, forcejeó con todas sus fuerzas luchando por liberarse del agarre del mayor pero fue inútil, Seishirou le sostenía firmemente sin llegar a lastimarlo —¡Noo! ¡Dejen a mi mamá! ¡Noo!

 

Quedaron los tres en la habitación, Seishirou soltó a Subaru y éste de inmediato cubrió su rostro entre sus manitas, llorando lastimeramente. Arata continuaba observando a distancia, sintiendo pena por el pequeño infante.

 

—“Su”— se puso de cunclillas para que pudiesen verse cara a cara pero el oji-verde no descubrió su rostro, Seishirou acarició su cabeza con ternura pero Subaru se apartó como si de una bofetada se hubiese tratado.

 

—………..— le miró resentido, quería gritarle tantas cosas pero el llanto y el devastador sentimiento que le invadía en aquellos momentos se lo impidieron.

 

—…………— Seishirou suspiró en silencio, aceptaba el precio, si de ahora en adelante sería odiado por Subaru lo aceptaba, prefería eso a que su pequeño se enterara de que la madre a la que tanto ama en realidad lo odia y que le había dicho todo aquello nada más para lastimarlo, que era una mala persona y que en realidad no podía irse de ahí porque estaba en la cárcel por casi haber matado a una persona, si aquellas eran las consecuencias, las aceptaba, pero nunca lastimaría a su hijo con aquella verdad que de saberse le rompería el corazón.

 

—No entendo, yo no entendo— balbuceaba entre su lastimero llanto.

 

—¿Nos dejas hablar a solas?— preguntó Arata observando a Seishirou, éste le miró sorprendido —Necesita tranquilizarse— agregó.

 

Seishirou dirigió una mirada a su pequeño, seguramente Subaru no querría estar con él en esos momentos, por lo que decidió aceptar a la petición del otro.

 

—Ven conmigo— invitó Arata amigablemente, el peque estaba tan afectado que no dudo en acceder a irse con ese extraño.

 

 

oOoOoOoOoOo

 

Yuui se encontraba coloreando un bonito dibujo de un dinosaurio que usaba bufanda (?), su Kuro-papi cepillaba su cabello insistentemente lo cual le molestaba un poco, sin embargo no se quejó en ningún momento y se dejó hacer.

 

—Perfecto— dijo Kurogane cuando al fin estuvo satisfecho con su trabajo.

 

—Mhm— respondió Yuui distraídamente, entonces, sin dejar la concentración en su dibujo, se pasó una mano por el cabello despeinándolo de nuevo, arruinando así el peinado que al moreno le había tomado tanto tiempo realizar.

 

— ¬.¬

 

—¿Vamos a ir a algún lado, ne?

 

—No, ¿por qué lo preguntas?

 

—Por nada, ne…

 

El ruido de un auto estacionándose llegó a sus oídos, aún estaban alojados en la casa de su tía Yuko, quien por cierto, apareció al escuchar el auto, su tía Sakura y su tío Shaoran con Hai-lin en brazos también aparecieron, que extraño, su abu Ashura también se apresuró a salir de su habitación, sin contar que todos tenían en sus rostros unas extrañas sonrisas mientras esperaban a que alguien entrara ¿Acaso era el cumpleaños de alguien o algo así?

 

La puerta principal se abrió, su tío Watanuki entró seguido de… seguido de… por un momento Yuui creyó perder el aliento, sintiendo algo muy similar a un golpe en el estómago. Había escuchado muchísimas peleas de sus compañeros diciendo que sus madres eran las más bonitas de todas, que tontería, su Fye-mami, sin duda, es el mejor…

 

Fye entró cargando con sumo cuidado al pequeño cuerpecillo que se encontraba cubierto entre algunas frazadas, Doumeki entró detrás de él, permaneciendo cerca para auxiliarlo en caso de que fuese necesario.

 

El pequeño rubio no pudo resistirlo, se volvió de pronto abrazándose y ocultándose detrás de las piernas de Kurogane, ocultando su rostro del cual caían pequeñas y sinceras lágrimas en silencio, las cuales limpiaba de inmediato.

 

—Yuui

 

—………….

 

Ashura tomó a Kei en brazos, permitiendo que Fye pudiera acercarse al pequeño rubio, hincándose cerca de él.

 

—Te extrañe muchísimo— le dijo con la dulzura propia de una madre.

 

—………..— Yuui trató de resistirse pero ¿Cómo poder resistirse al amor fraternal? tímidamente su vista fue hasta su Fye-mami, hacía tantísimo que no veía su rostro, que no sentía la tranquilidad que su sola presencia le regalaba, suspiró bajito.

 

—Yuui.

 

El peque apretó los labios desviando la mirada, no quería seguir viéndolo pues una parte suya seguía sintiéndose muy herida, fue entonces que, inevitablemente fijo su vista en aquello que su Abu-Ashura cargaba con tanto cuidado, supo al instante que se trataba de la fea “bola” esa de la cual su Fye-mami se había librado.

 

—¿Quieres verlo?— preguntó Fye con una de sus cálidas sonrisas, aun así Yuui pudo notar lo hinchados que lucían sus ojos y la expresión cansada que intentaba ocultar.

 

—………….— entornó sus ojitos, su primer impulso fue decir que no, pero, no podía negarlo, tenía curiosidad, por lo que tímidamente asintió con la cabeza.

 

Fye extendió los brazos hacia su padre y Ashura depositó en ellos a Kei, Yuui se acercó apenas un poco, no quería estar tan cerca de ninguno de esos dos. Con cuidado su Fye-mami apartó la manta descubriendo la pequeña y tierna carita, el bebé estaba dormidito con los labios entreabiertos ligeramente.

 

Yuui no pudo resistirlo y terminó acercándose más a ellos, su manita se posó sobre el rostro casi pálido del bebé, no recordaba haber tocado algo tan suave en su vida y, sin reprimirse, apretó la pequeña naricita con sus dedos con total intención.

 

—¡Yuui!

 

—¡No!

 

Escuchó las voces exaltadas de los presentes, su Kuro-papi lo había tomado en brazos alejándole del ahora despierto y sobresaltado Kei, el llanto del infante inundo la habitación, Fye comenzó a mecerle intentando tranquilizarle, ese fue el momento en el que por primera vez en su vida Yuui observó a su Fye-mami con desagrado.

 

Adaptarse a su nueva vida los cuatro juntos no sería nada fácil.

 

 

Notas finales:

 

Próximo cap:47# Cap final.

 

Probablemente les traiga un capitulo extra a parte del final. Wooo ya casi terminamos!!!!


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