Cap7# Miedos de un padre
Colocó con cuidado un tazón de leche en el suelo, al instante los cuatro mininos se acercaron para beberla, Yuui ya les había nombrado como: Ella (se pronuncia Ela) una gatita de colores negro, blanco y un poco de castaño rubio; Hikari, un pequeñín de color completamente blanco; Lusa-P, una gatita también de color blanco; y Chucho-Kun, de colores muy parecidos a los de Ela (Ella). Fye sonrió y acarició a Hikari, luego se incorporó para continuar sirviendo el desayuno, habían tenido una charla muy seria sobre qué hacer con los 4 nekos, Yuui les había platicado el problema y terminaron resolviendo que, por el momento, los nekos se quedarían pero sólo sería hasta que encontraran una mejor solución al respecto.
-¿Cómo amaneciste?- preguntó Kurogane al llegar a la cocina
-con el estómago revuelto- dijo el rubio en modo desganado
-¡Buenos días! Hikari, Ella, Lusa-P, Chucho-kun ^o^ -saludo Yuui en cuanto apareció en la cocina
-oh, claro, buenos días mamá y papá, sí, sí gracias Yuui, amanecimos bien
-“casi” bien ¬.¬ -agregó Fye
Yuui ignoró sus sarcasmos y se subió en su silla, su Fye-mami le puso un plato de fruta enfrente, el cual no le pareció muy agradable –aww- hizo un pucherito
-ya sabes que debes comerla, además es cara u.u no debemos desperdiciarla
-prefiedo cedeal de friba
-nop, comete la fruta
-…- el peque resopló y comenzó a comerse su fruta
-¿tú no comes nada?- le preguntó Kuro a Fye quien no se había servido nada para el desayuno
-no, aun siento el estómago revuelto, comeré después cuando se me pase- sonrió levemente.
El teléfono sonó, Kurogane se apresuró hacia la sala para contestar, Yuui y Fye se miraron y cruzaron los dedos en un símbolo de suerte para el moreno… pasó un rato antes de que Kurogane regresara.
-¿y?- preguntó Fye, emocionado
-¡¡quieren a un jardinero!!- dijo molesto, de qué servía haber puesto sus datos en el periódico con sus capacidades si lo llamaban para ofrecerle puestos que ni siquiera sabía hacer ¬.¬ (sino con gusto aceptaría) –nunca encontrare empleo- dijo con aura deprimida
-…- Fye le sonrió para darle ánimos –veras que todo mejora… y si no…
-¿“y si no”?- preguntó preocupado por el tonito sugerente en la voz de su amado rubio
-usa el plan “B”
-…- tragó saliva, era verdad, aún le quedaba el plan “B”… Y así después de dejar a Yuui en el preescolar emprendió un viaje por carretera hasta nada más y nada menos que a su antiguo trabajo en Tokio.
Respiró hondo y se adentró al edificio al que por tanto tiempo había visto con total familiaridad pero ahora estaba muy lejos de sentir nostalgia de estar ahí, ignoró una que otra mirada curiosa de parte de sus antiguos compañeros a los que llegó a conocer no más halla que sus rostros, subió directo en el ascensor hasta llegar al piso donde anteriormente estaba su oficina.
-¡por Dios! ¡Kurogane!- una mujer castaña se abalanzó sobre él apenas le vio, abrazándolo con fuerza y cariño.
-Rei- correspondió al abrazo con una sonrisa
-¿qué te trae por aquí?- preguntó alegre apenas se separaron
-yo…- y eh ahí el problema, se sintió nervioso ¿qué tan difícil era decir “¡quiero una carta de recomendación!”? –y-yo… je
oOoOoOoOoOoOoOoOo
-¡Mi estrella!- gritó Eiji apenas llegar con su amado Yuui
-… ¬.¬ ¿qué quiedes?
-n_n hoy te diré un poema que me enseño mi papá- dijo emocionado, había estado aprendiéndolo toda la tarde de ayer para poder decírselo a su estrella n.n quería ser un excelente pretendiente u.u y así el rubio le aceptaría por fin *w*
-no me intedesa escucharlo- dijo el rubiecito con indiferencia
-TT.TT pero, mi estrella TT.TT
-no quiedo u.u
-te lo diré igual ^u^
-¬.¬ nop, me voy- se levantó y fue a jugar a los columpios, al poco rato Eiji llegó con él -¬.¬ ¿po qué me sigues?- dijo fastidiado
-porque te amo *w*
-¬.¬ yo no u.u
-TT.TT
oOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo
-Fye, iremos a comer ¿vienes con nosotros?- preguntó una hermosa chica castaña de cabello largo asomándose a la oficina, ni siquiera había tenido la necesidad de tocar la puerta, simplemente abrió con total confianza
-no, gracias Kana n_n aún tengo algunos pendientes- respondió el rubio sonriéndole a manera de disculpa
-de acuerdo, no te esfuerces tanto- le recomendó guiñándole un ojo
-^^ ¡vale!- la castaña se fue y el rubio quedo solo en su oficina, hizo una mueca, tenía algo de hambre pero… sus manos bajaron hacia su estómago tentando esa parte, de nuevo había vuelto a subir de peso y también comenzaba a notársele en el cuerpo, tenía miedo ¿qué tal si dejaba de gustarle a su Kurogane? ¿qué pasaría si él dejaba de desearlo? ¿qué tal si busca a alguien más? O.O se sintió intranquilo, pensar en aquello hacía que sus temores aumentaran, definitivamente no podía dejar que aquello pasara.
oOoOoOoOoOoOoOoOoOo
-¿me estás hablando enserio?- preguntó el moreno incrédulo, estaba sentado en la nueva oficina de Rei, quien gracias al trabajo elaborado al lado de Kuro logro un merecido asenso
-si ^^ el jefe firmó esta carta de recomendación para ti desde hace tiempo, pero como nunca volviste creímos que no la necesitaste
-… ya veo- susurró entre aliviado y apenado, él pasando por tantas dificultades por no tener una carta de recomendación cuando pudo pedirla desde un principio, pero en verdad creyó que luego de abandonar la empresa de aquella manera su antiguo jefe no le tendría ninguna consideración.
-toma- le pasó un sobre con la mencionada carta -¿cómo esta Yuui?
-hm, bien, ha crecido un poco y ya va al jardín de niños
-que alegría ^u^ es tan mono
-sí, lo es- sonrió recordando la tan peculiar forme de ser de su pequeño –bueno, Rei, gracias por el café, me tengo que ir- se puso de pie, sería un largo camino de regreso a casa así que más le valía encaminarse de una vez.
-cuídate mucho, Kurogane y cuida de Yuui, salúdalo de mi parte
-lo hare- dijo y salió. Subió a su auto y emprendió el camino de regreso a casa. Para cuando llegó ya era un tanto tarde, seguramente Yuui y Fye ya estarían en casa.
-¡¡Kudo-papi- Yuui corrió a abrazarse a sus piernas, el moreno acarició su cabello con dulzura –vamos a ir al parque ¿vienes?
-¿al parque?- observó a Fye, el rubio mayor vestía ropa deportiva que le sentaba muy, pero muy bien (*¬*)
-iré a correr- anunció el rubio muy animado
-¿no te basta con la bicicleta?- preguntó a sabiendas de que sus ganas de ejercitarse no se debían a otra cosa más que a esa idea que tenía por conservar su físico, aunque Kuro realmente no creía que lo estuviese perdiéndolo realmente.
-¿vienes con nosotros o no? ¬.¬ -preguntó Fye a la defensiva
Y así los tres terminaron yendo al parque, una vez ahí Fye comenzó a correr mientras Kuro llevaba a Yuui a comprar un helado, había varios niños jugando o andando en bicicleta, además de algunas personas paseando a sus perros. Ellos buscaron un buen lugar bajo la sombra de un árbol para sentarse sobre el césped.
-¿sabes? Hoy fui a ver a Rei
-¿sí? ^^ eda muy buena
-es verdad, te mando saludos
-eh, yo le mandadía helado pero no puedo- dijo dando lamiditas a su helado, el moreno río un poco y le miró con ternura, Yuui era tan pequeño, tan frágil, tan dulce… suspiró y despeinó sus rubios cabellos.
…
A los cuantos minutos llegó Fye con ellos, estaba jadeante y visiblemente agotado, se dejó caer en el pasto para descansar y recuperar el aliento.
-Fye-mami es muy dápido ^o^
-^u^
-te estas esforzando mucho- menciono Kuro preocupado
-creo que no es así- dijo Fye tras un pesado suspiro, por más que se ejercitaba sus esfuerzos no daba resultados, su peso no bajaba y en cambio seguía aumentando.
Pasaron otro rato más en el parque, simplemente recostados en el pasto observando como oscurecía y como las primeras estrellas comenzaban a aparecer y ver a alguno que otro rayo de luz que, caprichoso, se queda a colorear el cielo con tonos rosados en medio de un cielo casi nocturno… y cuando el cielo es completamente negro, y las farolas de la ciudad están ya encendidas es el momento de volver a casa.
-Estoy cansado- se queja Fye quien va colgado de la espalda de Kurogane
-te dije que no te esforzaras tanto- se quejó el moreno quién ahora tiene que cargar con él
“miauu”
“miiiau”
-hola, ^o^ regresamos- dijo Yuui feliz, comenzando a acariciar a los cuatro nekos, lo que le recordó algo –Fye-mami, Kudo-papi ¿mañana puede venir Eiji a comer?
-¿quién es Eiji?- preguntaron ambos mayores al mismo tiempo, cada uno con un toque de alarma en su voz
-un niño- respondió con simpleza
-eso ya lo suponía- ironizo Kuro –me refiero a ¿qué es de ti?- dijo con aura ennegrecida e inquisidora
-nada u.u conoce a Ella, a Hikari, Lusa-P y Chucho-kun y quiede venir a verlos
-¿no será el mismo mocoso que te regala dulces, cierto?- preguntó el moreno molesto cruzándose de brazos
-sí, es él
-¡kyyyaa! ¡tráelo-tráelo!- decía Fye emocionado, con las ganas que tenía por conocer al pretendiente de su hijo.
-¡DE NINGUNA MANERA!- el moreno se opuso
-¡ya dije que sí! Yuui, es una orden- dijo el rubio imponente
-bien, bien- dijo el peque de mala gana, para nada animado con la idea
-tú y yo tenemos que hablar- Kurogane se llevó al rubio mayor (pues aún le cargaba sobre su espalda) a la habitación de ambos -¿te volviste loco?
-nop, estoy muy cuerdo- dijo con tranquilidad mientras bajaba del moreno
-pero Fye- se quejó cual niño, no podía creer que Fye estuviera aprobando aquello tan bizarro
-no cambiare de opinión u.u
-ahh, Fye- se quejó, nunca lo había visto tan terco respecto a algo
-piénsalo Kurogane, es mejor conocer a sus novios ahora que podemos, Yuui no será un niño para siempre, llegara el momento en el que no nos hable de su vida, o incluso un día podría llegar y simplemente decirnos que esta embarazado
-¡¡no hables de eso con tanta calm…!! ¿O.o? ¿¡¡dijiste qué!!?
-embarazado- volvió a decir con tranquilidad
-O.O
-se podría decir que eso me pasó con papá pero él sí te conocía, claro que nunca le agradaste pero las cosas han mejorado entre ustedes… bueno al menos te tolera
-¿Y-Yuui… e-es…?
-¿eh? ¿no te lo había dicho? Hay una posibilidad de un 50% de que Yuui también sea doncel, claro que eso aún es imposible de saber y es sólo una posibilidad- volvió a explicar con tranquilidad
-O.O …
-¿Kuro?
-O.O ¿qué?- dijo medio ido
-¿te pasa algo?
-O.O no ¿por qué lo preguntas?
-¬.¬ porque no cambias esa expresión de tu rostro- dijo cruzándose de brazos
-O.O ¿qué expresión?
-esa que usas ahora mismo
-O.O no sé de qué hablas
-olvídalo- dijo y se fue a darse una ducha
-O.O …embara… zado
oOoOoOoOoOoOoOoOoOo
Abrió los ojos, un nuevo día comenzaba, se estiró con placer y se arregló para ir a disfrutar de su cómoda sala, en eso estaba cuando la puerta comenzó a sonar insistentemente ¿quién podrá ser? El moreno se dirigió a abrir la puerta.
-¡papá!- dijo Yuui en cuanto le vio, lucia desesperado, se adentró en la casa sin permiso, algo no era igual en él, no se trataba de su pequeño Yuui, este Yuui tenía entre unos 17-18 años, vestía pantalones de mezclilla negros, demasiado ajustados para el gusto de Kurogane, llevaba una cadena por cinturón y una chamarra de cuero negro, su cabello rubio lucía un mechón teñido de azul cielo, en sus brazos llevaba un bebé que vestía un vestidito rosa.
-¿qué pasa?- preguntó el mayor
-Clear me dejo, se fue con ese baterista de Rosen-death´s –dijo mientras le pasaba la niña de prisa –aun puedo alcanzarla y rogarle que se quede conmigo, que le perdono todo, incluso que Tun-tun no sea mi hija
-¿¡…O.o…!?- iba a decirle algo pero Yuui salió corriendo dejándole con la niña -¿¡pero qué demonios!?- miró a la bebé sobre sus brazos -¡ni siquiera eres mi nieta!
La bebé rio, tiernamente y luego -¿tu crees, abuelo?- dijo con perfecta acentuación dejándole helado ¿¡cómo hablaba si ni dientes tenía!? –abuelo… abuelo… abuelo- la niña comenzó a reír y Kuro sintió como su peso aumentaba al igual que el volumen entre sus manos –abuelo
Y de pronto era aplastado por una bebé gigante
-¡¡AHHH!!- abrió los ojos angustiado, jadeaba mientras sentía a su cuerpo bañado en sudor –sólo fue una pesadilla, sólo fue una pesadilla- se repetía una y otra vez
-buenos días, flojo, date prisa, el desayuno está listo- le dijo Fye quién salió rumbo a la cocina
El moreno se alistó y le alcanzó, se sentó en la mesa saboreando el rico desayuno que estaba frente a su lugar, Fye se sentó a su lado, al poco rato apareció Yuui de 17-18 años, vestía la ropa normal de su edad, nada extravagante.
-má, pá, les tengo una buena noticia ^^
-¿¡te aceptaron en la universidad!?- preguntó Fye entusiasmado
-no ^^ eso no
-¿entonces?
-má, pá, les presentó a Kouki, mi novio- entonces apareció frente a ellos un tipo alto, corpulento y de aspecto rudo, vestía una playera sin mangas que dejaba ver los numerosos tatuajes que tenía en los brazos
-O.O
-^u^ un gusto conocerte ^u^ -saludo Fye tranquilamente con una amable sonrisa
-¿¡¡m-me estás diciendo que esta “cosa” es tu novio!!?- preguntó Kurogane alterado
-s-sí- dijo Yuui
-qué tal viejo- le saludo el “sujeto”
-O.o ¡FUERA DE MI CASA!- gritó intentando lanzarle fuera, pero no podía, era demasiado pesado
-¿qué le pasa a tu viejo?- preguntó el novio de Yuui
-¡¡ahh!! ¡¡BASTARDO!!- gritó furioso ¿¡cómo se atrevía a llamarle viejo!? El moreno optó por tomar la silla donde se sentaba el novio de Yuui y lanzarla fuera con todo y tipo, increíblemente lo logro y el tipo y su silla salieron disparados fuera de la casa
-adiós, ¡vuelve a visitarnos! ^o^ -dijo Fye mientras se despedía moviendo la mano
-pero papá
-¿¡QUÉ!?- dijo aun molesto
-Kouki binó porque…- el menor dirigió su vista hacia abajo, el moreno también, de la nada el vientre de Yuui había crecido con un embarazo de unos 7 meses
-¿¡qué mierda!? O.O ¿¡cómo pasó esto!?
-p-pues… fue un día en que jugaba con Kouki, yo era un perrito malo y él me ataba con una correa y me encadenaba en la cama y después, dolió mucho al principio y luego… sucedió n_n
- D: n-no O.O no… no… no- repetía, su mente no quería procesar aquello
-genial ^u^- dijo Fye
-TT.TT
………..
Dio un respingo, la habitación estaba oscura pero podía ver perfectamente
-mm… ¿qué te pasa?- murmuró Fye adormilado a su lado
-¿cuántos años tiene Yuui?- preguntó preocupado
-¿¿eh??... 5, no hace mucho celebramos su cumpleaños ¿recuerdas?- dijo aun adormilado
-ah- dijo aliviado, luego se incorporó
-¿a dónde vas?- preguntó extrañado, debían de ser como las dos de la mañana
-a enseñarle a Yuui lo que son los preservativos
-vale- murmuró dispuesto a volver a dormir -… ¡¡O.O!!- su mano se estiró de prisa para detener al moreno, le sonrió -¿no quieres esperar a que sepa decir “preservativos”?
-bueno, le enseñare a decir condón
-hm- se estiró y le besó dulcemente –espera al menos a que entré en la pubertad- dijo divertido –mientras tanto podemos tener otro tipo de lección del mismo tipo- dijo sensualmente mientras pasaba sus brazos por el cuello del moreno
-bueno, eso se oye irresistible- dijo atrayendo la cintura del rubio, pegando sus cuerpos y sintiendo la calidez del otro, se dieron otro besó en la oscuridad ahora más profundo que el anterior mientras Kurogane iba recostando el cuerpo del rubio sobre la cama, colocándose sobre él, comenzando entonces con aquella clase que, más que eso era un arte, uno apasionado, llenó de caricias, besos y embestidas, claro, con algunos toques de gemidos, gritos ahogados y jadeos, por supuesto todo cargado de delirante y húmedo placer que seguramente los mantendría despiertos hasta el amanecer…