Cap2# Un día en la vida de un padre
Otro nuevo día comenzaba y la vida comienza a convertirse en una rutina, despertar a la misma hora, arreglarse, ir a despertar a Yuui, ir a la mesa para hacer presión a Fye, tomar unos sorbos de café, regresar a despertar a Yuui, ayudarle a arreglarse, ir a desayunar, salir los tres juntos, despedirse de Fye, ir a dejar a Yuui al preescolar e ir a su lucha diaria por dejar de ser un desempleado más.
…
-Veo que tenía un cargo muy importante en su antiguo trabajo ¿y me dice que renunció?- preguntó el hombre robusto y canoso que lo entrevistaba
-… sí- dijo forzando una sonrisa nerviosa
-tal vez si trajera una carta de recomendación de su antiguo trabajo eso le daría ventaja sobre los otros entrevistados- dijo sugerente
-…- Kurogane de nuevo forzó una sonrisa
…
-¡ahh!- gritó frustrado una vez dentro del auto ¿una carta de recomendación? ¿¡estaba loco!? Después de la forma en que había dejado todo botado ¡ahh! ni siquiera tenía cara para pedir una carta de recomendación y dudaba que se la dieran ¬.¬ dejo caer la cara en el volante con aura deprimida.
Miró el reloj 11:58am ¡no podía ser! No llegaría a tiempo para recoger a Yuui.
Llegó al jardín de niños a las 12:24pm no vio al rubio afuera así que entró; se encontró a la maestra de Yuui, la expresión en el rostro de la mujer no le agrado para nada, estaba bastante sería y un tanto preocupada, de inmediato se acercó a preguntar por su pequeño y la joven maestra le dijo que estaba en la dirección.
“¿de nuevo?” pensó el moreno y de inmediato fue a la dirección, la puerta estaba abierta así que entró, en la pequeña oficina se encontraba la directora, una señora desconocida para él, un mocoso pecoso y su propio mocoso pero, lo que vio no le agrado en lo más mínimo, su rostro se descompuso…
Y es que su peque sollozaba bajito, tenía un labio roto y en la nariz había rastros de que había sangrado, aunque parecía ya haber pasado un tiempo desde eso.
-señor Hanegamaru, su hijo…- y entonces la directora le explicó lo ocurrido, y es que hoy Yuui había peleado a golpes con otros niños, después en el recreo había llenado con cajeta la resbaladilla, lo que provocó que varios niños se mancharan y por último en clases el mocoso pecoso ahí presente le había…
-…- el moreno miró en silencio a Yuui, éste seguía sollozando mientras con sus manitas se tocaba sus cabellos, más específicamente la masa viscosa que se había fundido con ellos, ésta era enorme, se notaba que para su elaboración se habían invertido varios chicles
-le aseguro que no se repetirá- dijo la otra mujer ahí presente; madre del causante de que ahora su hijo tuviera un chicle pegado a los cabellos.
-oh, no, yo le aseguro que no- dijo Kurogane y en un rápido movimiento tomó al niño pelinegro de pequitas, le cargó de los brazos y le levantó alto, muy alto
-¡oiga! ¿¡qué rayos le pasa!? ¡¡suéltelo!!- exigió la madre alterada pero el moreno la ignoró
-escúchame bien- le miró con los ojos más aterradores que el pobre niño haya visto jamás –le vuelves a tocar UN SOLO CABELLO, o si vuelves a siquiera rozarlo TE VA IR MUUY MAL
-¡señor Hanegamaru bájelo por favor!- pedía la directora, Yuui miraba sorprendido y la madre del niño manoteaba al moreno mientras le ordenaba que dejara a su hijo
-¿entendiste?- preguntó “amistosamente”
-… O.O- el niño estaba aterrado, asintió rápidamente y Kurogane le colocó con mucho cuidado en el suelo -¡¡mamá!! TT.TT
-¿¡qué diablos le pasa!? ¿¡¡está loco!!?- seguía gritando la mujer mientras abrazaba a su hijo protectoramente -¿¡¡cómo pueden admitir a gente así!!?
-…- Kuro de nuevo le ignoró, tomó las cosas de Yuui y con un ademan le indicó al rubiecito que se iban.
El camino a casa fue silencioso, Yuui no dejaba de mirarlo, nunca lo había visto tan furioso, ni siquiera la vez que “redecoró” su oficina. Al llegar a casa el moreno bajó aún con esa expresión endurecida, Yuui también bajó de la camioneta pero no le siguió hasta la casa, al darse cuenta el moreno se detuvo.
-¿no piensas entrar?- sin querer su voz sonó molesta
-…- Yuui apretó los labios y negó despacio
-entra- ordenó con poca paciencia
-…- sus ojos se humedecieron y negó con la cabeza
-Yuui, entra- pidió entre dientes
-¡no!- volvió a sollozar
-…- le costó mucho trabajo el contenerse pero lo hizo, respiró hondo tratando de calmarse, estaba muy enojado y sabía muy bien que Yuui no era el culpable sino muy al contrario, lo que tanto le molestaba era no poder protegerlo como le gustaría.
Ambos se quedaron un rato así, uno intentando calmar su ira y el otro sollozando hasta tranquilizarse.
-lo siento, no quise asustarte- dijo el moreno arrepentido
-…- el menor le miró en silencio limpiando sus últimas lagrimitas, sus ojos estaban rojos y un poco hinchados, sus mejillas húmedas y su pechito se descontrolaba de vez en cuando
-lo siento, ven
-…- con pequeños pasitos se acercó, Kurogane le tomó entre sus brazos y entraron juntos a la casa a intentar resolver cierto problemita viscoso en el cabello del rubio.
Kurogane intentó por mucho tiempo despegar el chicle pero no resultó, hizo una mueca mientras dirigía su vista a las tijeras, Yuui lo notó y un nuevo sollozo nació.
-no, no quiedo, no- pidió entre sollozos
-…- el moreno respiró hondo y decidido… -te necesito- dijo en cuanto contestaron del otro lado de la línea.
oOoOoOoOoOoOoOoOo
Aparcó el auto, bajó de inmediato y corrió a la casa.
-¡¡…!!- Fye se detuvo sorprendido ante la visión que encontró
-amm, peleó y luego alguien le hizo “esto”- señaló la cabeza del rubio menor -¿sabes que podemos hacer?- preguntó con esperanza de que al rubio se le ocurriera algo y no tener que tomar medidas desesperadas
-…
-…
-yo… am, s-sí- movió su cabeza despejando sus pensamientos, tomó a Yuui entre sus brazos –trae el detergente en polvo de los trastos- le ordenó a Kuro mientras él iba al baño del cuarto de Yuui, comenzó a llenar la tina con agua caliente
-aquí esta- dijo Kuro ingresando también con el pedido del rubio mayor
-bien, ahora trae un peine- dijo mientras desvestía a Yuui y lo metía a la tina, con el agua caliente y una buena cantidad jabón logró despegar la mayor parte del chicle, luego con el peine retiró los últimos rastros
-¡auch!- se quejó el menor
-lo siento ^^ …¡listo! Como nuevo
Kurogane y Yuui respiraron aliviados de que no haya habido la necesidad de cortarle el cabello y como Fye había salido antes de su trabajo pudo ayudar a Yuui con su tarea que consistía en pegar cosas rojas en su libreta
-mmm ¿qué tal un pedazo de tela roja?- Fye comenzó a cortar feliz
-¡¡esa es mi camisa!!- dijo Kuro molesto, Yuui comenzó a reír
-oup, aquí hay un botón rojo ^^- cortó otra camisa y continuó con una corbata de triangulitos rojos -¡y aquí hay más! ^^
-¡¡deja ya de cortar mis cosas!!- gritó el moreno
-xDDD
Al final del día todos estaban agotados, así que durmieron muy juntitos en la cama de los mayores…
Al día siguiente por fin llegaba el fin de semana, Kurogane conducía, Fye se peinaba y Yuui observaba emocionado por la ventana, hoy sería el día en conocería a sus otros abuelos ^^ los padres de su Kuro-papi.
Cuando al fin el moreno estacionó el auto los tres bajaron, su Fye-mami llevaba un postre para la ocasión, tocaron la puerta, no pasó mucho tiempo para que una mujer de larga cabellera negra y piel blanca apareciera…
-que alegría que aceptaran venir- dijo la mujer con una dulce sonrisa
-hola, mamá- saludo Kurogane
-gracias por invitarnos ^^ - dijo Fye
-…- Yuui le miró algo tímido
-¿así que tú eres Yuui?- dijo mientras sus ojos se humedecían -^^ un gusto
-…- el peque sonrió y se abrazó a sus piernas -¡abuela!- dijo feliz, ella era su única abuela pero abuelos tenía dos, su abu Ashura y su otro abue papá de su Kuro-papi.
-han llegado- dijo con tono feliz pero serio un hombre con descripciones muy similares a las de Kurogane, se puso en cunclillas para saludar al niño formalmente -…
-… ¡¡abue!!- Yuui atacó emocionado, le abrazó y ambos terminaron en el suelo, el mayor rio por el repentino acto
-… así que este pequeño es mi nieto- dijo seriamente mirando al peque
-sí, yo soy y tú edes mi abuelo
-…- suspiró, le parecía mentira ¡un nieto! El hijo de su hijo, el tiempo sí que pasaba rápido ¡¡era abuelo!! Y además de un pequeño de 5 años, cuando Kurogane le dijo hace algunos meses atrás que había tenido un hijo con el chico rubio quiso matarlo ¿¡¡por qué demonios no les había dicho antes!!? Casi muere de la emoción al enterarse de la existencia del pequeño y ahora al fin lograban conocerse, sonrió y abrazó al pequeño, era adorable -¿te gustan los autos?
-muuuuuuucho!!!!! ^^
Pasaron a la sala, luego la mamá de Kuro y Fye fueron a preparar las cosas para la comida, Yuui jugaba con su abuelo y su magnífica colección de autos
-papá- llamó Kurogane
-¿sí?- dijo mientras continuaba “conduciendo” su pequeño carrito
-me gustaría que- se fijó para asegurarse que el rubio mayor no lo escuchara –le enseñemos a pelear a Yuui ¿me ayudarías?
-… *w* por supuesto- dijo su padre encantado, después de todo él mismo le había enseñado a Kurogane y ahora lo haría con su nieto, no podía sentirse más emocionado -¿cuándo empezamos?