Cap3# Un pretendiente???
Comía su almuerzo tranquilamente, estaba un poco molesto, de nueva cuenta había pasado tiempo en la dirección y es que su compañero de muchas pecas, Hatori, había estado comentando con otros niños que su Kuro-papi era un gorila y se burlaban “disimuladamente”, entonces él baseó resistol en sus trabajos de tiritas de papel; tenían que pegar las tiritas en el centro de un cuadrado grande y un cuadrado pequeño; y arruinándoles el trabajo fue como terminó en la dirección, de nuevo ¬.¬
-h-hola- le saludo una vocecita un poco tímida
-…- Yuui sólo le miró indiferente sin prestarle mucha atención, observó que se trataba de un niño gordito de cabellos castaños, si mal no recordaba ese niño también estaba en su clase
-hice esto p-pada ti- el castañito le extendió una hermosa flor hecha con papel origami muy bien elaborada para haberla hecho él mismo, tal vez hubiese pedido la ayuda de un adulto, pero el detalle en sí ya era bastante halagador
-…- Yuui la recibió -¿¿¿…??? ¿yo pada qué quiedo esto?- dijo desdoblando el papel hasta dejar la tira desecha –no hay nada- se quejó
Al otro niño le salió una gotita en la cabeza –eda u-una flor je-je
-¿flor?- Yuui miró el papel en sus manos ahora sin figura, simplemente arrugado, en verdad no se había dado cuenta, creyó que vendría algo envuelto, para eso era el papel ¿no? Como en los regalos que le hacían en su cumpleaños y él sentía que moría de emoción al abrirlos y quitarles los muchos envoltorios que le ponían siempre, claro, con éste que además ni siquiera traía nada no se sintió nada emocionado y quizás la razón era precisamente esa, que no traía nada ¬.¬
-…- se hizo un incómodo silencio –t-te llamas Yuui ¿vedad?
-sí- dijo simplemente y le miró sin emoción aparente, aquel niño no parecía tener intensiones de irse
-y-yo me llamó Eiji- dijo mientras se ponía rojo
-¿ah, sí?- dijo sin interés y continuó con su almuerzo
-yo…- se sentó al lado del rubiecito –quiedo… pedirte ¡¡que seamos novios!!- dijo con seguridad increíble, sus mejillas seguían sonrojadas
-… no quiedo u.u –dijo sin más, sin nada de interés, ni siquiera una pisca de remordimiento
-… TT.TT ¿por qué no?
-po que no u.u
-TT.TT pero ¿por qué no?
-po que no u.u
-pero no lo entiendo TT.TT
-no es mi poblema- contestó algo rudo y regresó a su salón, genial, lo que le faltaba.
La clase volvió a comenzar, la maestra les pidió que formaran un círculo, el rubio entrecerró sus ojitos cuando alguien se apresuró a tomarlo de la mano, miró a Eiji quien le sonreía sonrojado, Yuui tan sólo giró los ojos…
El final de las clases llegó, Yuui salió muy rápido (casi huyendo xD) por suerte su Kuro-papi ya lo esperaba. Subieron a la camioneta y Kuro arrancó
–tienes una mala cara ¿pasó algo?- preguntó el moreno con interés
-estuve otra vez en la direpción- dijo con simpleza
El mayor suspiró con pesadez –Yuui- murmuró cansado, pero no deseaba hablar del tema así que por ese día lo paso por alto.
Al llegar a la casa Yuui se fue a su cuarto a jugar y Kuro a la cocina a preparar algo para la comida, por suerte tantos años viviendo solo le habían servido para obligarse a aprender a realizar tareas domésticas, desde que estudiaba la preparatoria se había “independizado” de sus padres, independizado entre comillas ya que su padre le mandaba una mesada muy generosa con la que fácilmente podía pagar el alquiler del departamento, comida, y le sobraba para uno que otro gustito, como ropa, calzado u otros, pero había tenido que aprender a mantener la casa en orden y aseada, así como lavar su ropa, administrar el dinero y la más difícil para él, aprender a cocinar, pero después de algún tiempo, meses para ser exactos, aprendió el dulce arte de una buena comida. Al terminar de preparar la comida se dirigió a por Yuui, le salió una gotita en la cabeza, el cuarto del rubio estaba convertido en una mini-ciudad hecha con cubos y otros juguetes, al parecer le había tomado esmero realizarla y reconocía que era muy impresionante, pero después de terminar de jugar el peque no recogió, nunca lo hace y Fye es igual tan sólo tendrían que entrar una vez a su oficina o a su área de trabajo para darse cuenta, hay papeles por todos lados en los que increíblemente el rubio no tiene problema alguno al momento de localizar lo que busca, como cuando dicen que aun en el desorden existe un orden y Fye era fiel prueba de ello pues pareciera que para él era así aunque para cualquier otra persona aquel desorden resultaría preocupante o al menos para Kuro, suspiró, Fye y Yuui eran casi ¬.¬ exactamente igual.
-Yuui, ya te eh dicho que te quites el uniforme cuando llegues
-…- el rubio puso pausa a su juego, un PSP regalo de su abuelo Ashura, refunfuño mientras se quitaba su batita y la gorrita del pre-escolar –ya
-ahora lávate las manos, hay que comer
-aww
-no te quejes y hazlo
El peque obedeció y luego ambos fueron a la cocina.
-Kudo-papi ¿cómo se hiciedon novios tú y Fye-mami?- preguntó de pronto tomando por sorpresa al mayor
-¿eh?... pues, se lo pedí, obvio u.u (en realidad fue Fye quien se declaró)
-¿y po qué se lo pediste, ne?
-porque me gustaba y yo a él- dijo con orgullo, Fye era creíblemente un adonis y pudo haber elegido a cualquiera, a alguien más amable, más detallista, más comprensivo, menos celoso, menos orgulloso y menos posesivo, a alguien que no le hubiese lastimado ni dejado solo con la responsabilidad que implica tener un hijo, pero no, a pesar de todo, incluso del tiempo, la decepción y el dolor, Fye lo eligió a él
-oh- dijo el peque con simpleza y continuó con su comida, conforme con aquella corta respuesta.
El moreno no pudo evitar dejar de pensar en la pregunta de Yuui durante toda la tarde ¿por qué le preguntó eso? ¿acaso…? No, qué tontería estaba pensando, Yuui era muy joven para que pudiera tener una relación xD… ¿o no? Miró la puerta del baño, Fye salía recién bañado con su pijama puesto, el rubio fue directo al espejo, levantó su playera un tanto y comenzó a mirarse desde diferentes ángulos.
-Fye- el moreno desvió la mirada hacia un punto fijo, pensativo
-¿sí?
-hoy, Yuui me preguntó la forma en que tú y yo nos hicimos novios
-…
-¿por qué crees que lo ha preguntado?
-mmm- el rubio hizo una mueca, preocupado
-¿crees que él quiera iniciar una relación? Pero, es muy joven
-… está creciendo- dijo preocupado y un poco asustado
-¿¡eh!? pero una relación a su edad es algo bizarro ¿no crees?
-… TT.TT ¿¡qué voy a hacer!?- gritó el rubio
-tranquilo, creo que si hablamos con él…
-… ¡esto es horrible! TT.TT no puedo perderlo tan pronto TT.TT
-no es como si se fuera a ir de la casa, pero de igual forma una relación a su edad es inaceptable u.u
-tal vez todo se resuelva con una buena dieta
-sí tal v… ¿¡qué!?- le miró, el rubio se miraba en el espejo preocupado, revisando su abdomen y áreas donde; según él (Fye); había más grasa de lo habitual
-tendré que dejar algunos platillos TT.TT
-¡¡no me estabas poniendo atención!!- reclamó Kuro sorprendido y molesto
-¿eh? ¿qué decías Kuro?- dijo bajándose la playera y girándose para ponerle atención
- ¬.¬ … olvídalo
-está bien, dime Kuro ¿tú crees que me veo más gordo?- dijo preocupado
-¿más gordo? No, estás bien
-¡¡pero si aumente de peso!!- dijo desesperado –no quiero perder mi físico tan pronto, escuche que algunos padres lo pierden al tener su primer hijo pero, esto es ridículo TT.TT
-¬.¬ …yo no creo que estés perdiendo nada- Kuro se acostó dándole la espalda dispuesto a dormir, ¿¡cómo podía Fye ignorarlo con un asunto tan importante como lo era el bienestar de su hijo!?
…
Al día siguiente:
Su día comenzó con su habitual rutina matutina, Yuui se fue al pre-escolar, Fye a su empleo y Kurogane a buscar uno…
En el pre-escolar había llegado la hora del receso, Yuui comía su almuerzo y entonces apareció
-hola- saludo Eiji de manera tierna y una sonrisa bobalicona al encontrarse a solas con el pequeño rubio, luego le extendió un ramito de flores recién cortadas (del jardín de ahí mismo ¬.¬)
-¿po qué me das flores?- dijo el rubiecito con fastidio, en verdad no comprendía, según recordaba alguna vez su Fye-mami le había llevado flores a su tía Yuko en su cumpleaños, y a la tía Sakura cuando estuvo en el hospital (no hace mucho), hoy no era su cumpleaños y tampoco estaba enfermo, entonces por qué le daba flores
-porque los petendientes hacen eso- dijo el castañito con una sonrisa y las mejillas rojas, nada raro ya que desde que veía a Yuui tenía ese tipo de reacciones y otras tantas que su pequeño razonamiento no comprendía pero que le hacían sentirse feliz y contento
-pues no las quiedo u.u –dijo rudo e indiferente, cosa que tal vez se debiera a su naturaleza, después de todo los genes de su progenitor rubio no eran los únicos que corrían por sus venas
-TT.TT
-miden quien está aquí, la bola de manteca- dijo Hatori, ese pecoso desagradable, venía acompañado de otros dos niños de su clase
-y-yo no soy una bola de manteca- dijo Eiji intentando defenderse, pero la verdad era que tenía miedo y su voz salió distorsionada por éste
-¿qué dijiste bola de manteca?- preguntó Hatori imponente, haciendo que el poco valor del castaño se fuera a los suelos y él lo sabía
-¡no lo llames así!- gritó entonces Yuui interponiéndose entre ambos, su Fye mami se lo había dicho, llama a todos tus compañeros por sus nombres, es lo más correcto, no con motes o apodos (irónico que fuese Fye quien le enseñara eso ¬.¬ pero así fue)
-¿o si no qué? ¿llamadas al gorila de tu padre?- respondió Hatori mofándose
-¡…!- eso fue su límite, sin detenerse a pensarlo Yuui le lanzó un golpe directo a la cara con el puño cerrado (tal como su abue y Kuro le habían enseñado en sus primeras lecciones de pelea), Hatori cayó de espaldas
-¿¡qué te pasa!?- los otros dos se prepararon para echársele encima al rubio
-basta, ya me las pagada después- dijo Hatori amenazadoramente sin perder de vista a Yuui quien correspondió a su mirada, se puso de pie y los tres se fueron
-♥u♥ me ayudaste, ¡me amas!
-¬.¬ clado que no
-ya entendo, lo que pasa es que da pena *w* pero me amas lo sé, no tenes que ocultarlo, yo te tendré toda la pacencia del mundo ^u^
-ya te dije que no es por eso!!! ¬.¬ -Yuui se fue molesto dejando a un “muy enamorado” Eiji atrás, porque a pesar de que el rubiecito lo había negado para Eiji aquello no había sido más que una prueba del amor “mutuo” que se tenían.
Las clases terminaron, su Kuro-papi fue a recogerlo como siempre y volvieron a casa. Para sorpresa de ambos Fye ya estaba en casa con algunas cajas bastante grandes recién recibidas, por paquetería seguramente.
-¿qué es todo eto?- preguntó Yuui con la emoción brillando en su rostro, la curiosidad de un niño a su edad era más que grande
-hola ^^ compre una bicicleta de ejercicio (de las que no tienen llantas, tan sólo pedales)
-¿no deberías estar en el trabajo?- preguntó Kurogane, extrañado
-pues… sí, pero aproveché que habría una junta, fingí estar enfermo y volví a casa ^^ para recibir esto!!!- terminó emocionado –no perderé mi figura, no, no, no… aww pero tendré que dejar los pasteles TT.TT
-cariño, tú me dejarías a mí antes que a las cosas dulces- dijo el moreno ganándose una fea mirada de parte del rubio mayor
-mejor ayúdame a armarla, Kurogane
-wow, má, má, yo tambén quiedo una, yo tambén quiedo una- repetía el peque mientras pegaba brinquitos, llenó de ilusión ante la idea de tener una bicicleta
- ^^
-… ¿por qué tengo que armarla yo?- se quejaba el moreno en voz baja mientras obedecía la orden del rubio y comenzaba a intentar armar la bicicleta sin siquiera leer el instructivo...