-¿Puedo pedirte un favor?-. El mayor comenzaba a sonar dudoso y preocupado.
-Claro, dime…
-¿Puedes bañarte conmigo?-. SeHun comenzó a abrir y cerrar la boca sin saber que responder, ahora sí que estaba jodido.
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Y-Yo…
-Por favor Hunnie, como en los viejos tiempos-. Rogó Tao al borde de la desesperación.
-Ahm… de acuerdo-. Respondió dudoso al fin el menor, sabiendo que entrar junto al mas alto seria su perdición, solo esperaba poder mantener su mente lejos de todo pensamiento que empeore su actual situación, por enésima vez en el día odio a sus estúpidas hormonas que de alguna manera se volvieron incontrolables. –V-voy a… entrar-. Anuncio tragando duro a la vez que se disponía a abrir la puerta del baño en el cual su Hyung de quien por cierto estaba enamorado se encontraba totalmente desnudo y mojado… ¿Qué había hecho para merecer semejante prueba de fuerza interior? O más bien tortura.
-Bien, gracias SeHunnie-. Casi grito el mayor desde adentro, completamente aliviado. SeHun finalmente tomo valor y se adentro al cuarto de baño siendo abrazado por la total obscuridad y el vapor que había dentro de este, supuso que Tao se encontraba del otro lado de la mampara que lo mantenía lo suficientemente lejos suyo, para su propio bien. Bajo la tapa del retrete y la utilizo como asiento para hacerle compañía al mayor mientras este terminaba de ducharse.
-Sabes…-. Comenzó a hablar el pelinegro. –Esto me recuerda a aquella vez cuando éramos pequeños-. Dijo conteniendo una risilla nostálgica.
-¿Cuando? no lo recuerdo…-. Claro que SeHun lo recordaba, jamás lo olvidaría pero le gustaba escuchar a su hyung hablar de cada momento compartido.
-¿Cómo no puedes recordarlo?-. Pregunto al aire mientras continuaba fregando el jabón por todo su cuerpo. –Teníamos… entre doce y trece años, me acuerdo que en aquel entonces yo no era el único miedoso-. Rió burlón.
-No, definitivamente no lo recuerdo-. Contesto ofendido el más joven.
-Fue en aquellas vacaciones que tuvimos con eommoni… la antigua casa de tus abuelos era bastante lúgubre por momentos-. Hizo memoria con un leve escalofrío recorriéndole la espalda y como acto reflejo paso la esponja con mayor fuerza por ese lugar. –¿No te acuerdas en serio? el baño estaba justo en el medio del espacioso campo y era realmente lejos de la cabaña… y ALGUIEN-. Dijo haciendo énfasis en esa palabra. –No quería bañarse solo-. Relato Tao sonriendo maliciosamente, aunque su amigo no pudiera verlo.
-De acuerdo, de acuerdo. Esta bien si, ya empiezo a recordarlo
-“Hyung, hyung. Tengo miedo… no te vallas”-.Dramatizo dentro de la ducha. -Y luego tu típico aegyo, no podría haberme negado por más que yo también muriera del terror-. Alzo la mirada hacia arriba y dejo que el agua cayera sobre su rostro pensativo. -Siempre fuiste tan pálido… prácticamente brillabas dentro de aquel pequeño cubículo-. Tao cerró sus ojos y deteniéndose por un momento repitió la escena dentro de su mente sintiéndose algo apenado.
-Y yo no podía verte maldición-. Contesto el menor enfurruñado, volviendo a aquel instante avergonzándose rápidamente.
-Tan suave…-. Soltó el mayor casi inconscientemente.
-¡YAH! No digas estupideces o me largo de aquí
-No te ofendas niño-. Rió el mayor cerrando el grifo para luego salir como su madre lo trajo al mundo. –Oye… me pasas algo con que secarme
-Oh, claro-. Aun a obscuras SeHun rebusco en la gaveta algo con lo que ayudar a su amigo, volteo con la toalla en mano, listo para entregarla y entonces se encontró con el cuerpo desnudo del más alto justo en frente suyo bajo la perfecta nitidez que la luz recién vuelta le daba. –Ah, yo…-. Parpadeo aturdido y abrió sus ojos en demasía tirando la toalla al pecho del mayor para luego correr fuera de aquel lugar casi como un rayo, Tao apenas sostuvo la tela entre sus brazos y miro extrañado hacia la puerta por la que su mejor amigo había desaparecido, coloco la toalla alrededor de sus caderas y se dio la media vuelta para ver su reflejo borroso sobre el espejo cubierto de vapor, cerro sus ojos con resignación y comenzó a vestirse para luego salir hacia el comedor como si nada hubiese ocurrido. En el sofá se encontraba SeHun cambiando con el mando los canales en la televisión, no estaba mirando realmente pero le daba igual. El mas alto se sentó justo a su lado y le arrebato el control remoto de los dedos al otro mientras secaba su cabello con la mano que tenia libre.
-En un rato comenzara mi novela-. Dijo localizando el programa, el menor no contesto nada y simplemente dejo que hiciera lo que quisiera, al no obtener respuesta alguna miro de reojo a SeHun quien aun seguía observando hacia el aparato sin prestar atención.
-Oh, comenzó-. Al oír el anuncio que daba por iniciado al drama el mayor enfoco su vista en la pantalla para unos instantes mas tarde aconsejar a los personajes sobre que debían hacer y cuestionar cada escena como si él estuviese allí, el menor seguía en su estado de ensimismamiento hasta que luego de un tiempo su amigo se hubo levanto a buscar algo de comer mientras era el corte comercial, SeHun miro aquella propaganda con una única cosa dando vueltas en su mente, bueno… en realidad tenia varias cosas volando por allí pero a eso prefirió no prestarle tanta atención si lo que quería era no estar en aprietos o apretado…
Desde la cocina el mayor oyó la canción de su amada novela y corrió a la sala con chucherías comestibles en sus manos, al llegar le ofreció un paquete de pura grasa a su amigo.
-No debería estar comiendo esto… pero que importa, nadie lo sabrá-. Dijo mientras tomaba otra vez su lugar y llenaba su puño de papas fritas. –¡No!-. Exclamo con su boca repleta de comida. -¿Por que se esta yendo? ¿No le dijo que lo amaba? Dime SeHun, si tu fueras ella… ¿Dejarías ir a quien amas?-. Pregunto al más bajo indignado dándole cortas miradas.
-Mmh… ¿Qué?-. Reacciono volviendo de las nubes, miro a su hyung con expresión confusa y el otro simplemente soltó aire en forma de risa.
-No estabas viendo ¿Verdad?
-Oh, no… lo siento ¿Qué decías?-. Poso la mirada en el aparato intentando comprender algo.
-Nada… no importa. Oye ¿Te encuentras bien? te veo algo… distraído
-Si, estoy bien. Es solo que estoy algo cansado, ya sabes… no dormí la mitad de la tarde como otros-. Insinúo con un tono de reproche. -Me acostare
-Mh-. Asintió Tao y volvió a repudiar a la joven que dejaba ir a su amado. SeHun lo vio una ultima vez y se retiro a su habitación, cambio sus ropas por algo más cómodo y se echo acaparando la mitad de la cama de doble plaza en la cual dormía con su amigo. Todo en ese lugar olía como el… tan dulce y masculino, tal vez debería cuestionarse si seguiría viviendo allí o no. Se envolvió en las sabanas arrepentido por considerar irse y abrazo la almohada que descansaba a su lado intentando dormirse y borrar todo pensamiento, lo que por cierto no se le estaba haciendo para nada sencillo, no podía imaginar la forma en la que pudiese continuar resistiendo a cada momento en el que su hyung estaba a su lado, con el tiempo le resultaba mas difícil soportarlo, le dolía estar en esa situación. Se encontraba tan cerca suyo… pero a la vez tan lejos, era incluso peor que no tenerlo o eso creía el, su mente divagaba y no podía buscar una solución, era claro que su relación era una irrompible amistad pero eso no era suficiente para el, ¿Como haría para aguantar una vez mas algo como lo que le había sucedido hacia unas horas? Ni siquiera tenia sentido… ¿Quién se pondría de esa manera por ver desnudo a su hyung? quien claramente podría ser su hermano puesto que se conocen mas tiempo del que recuerda… Si, solo él y era obvio que no por nada… podría ver a JongIn en cualquier estado y no le molestaría ni le afectaría en ningún sentido, pero ¿Por qué con Tao si? ah… claro, amaba a esa persona quien solo lo veía como lo que el debería también, como su mejor amigo de la infancia y nada mas. Harto de pensar en lo complicado que era estar enamorado como un jodido idiota cerró sus ojos hasta finalmente caer dormido.
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Dentro del comedor aun se podía ver la tenue luz que irradiaba la televisión y sentado en el gran sillón se encontraba el chico panda envuelto en una manta casi al borde de las lágrimas y algunos pañuelos desparramados por los cojines.
-Maldita sea, espero que el final sea feliz o rodaran cabezas-. Balbuceo Tao mientras apagaba el aparato, se cercioro de que no hubiesen quedado restos de comida y se dirigió al cuarto en el que suponía su amigo se encontraba ya dormido. Entro sigilosamente evitando emitir sonidos y se escabullo dentro de la cama descubriendo que no tenia almohada puesto que la suya estaba entre los brazos del menor, con delicadeza deshizo el abrazo y coloco el almohadón en su cabeza, volteo su cuerpo dándole la espalda a SeHun e intento cerrar los ojos y dormir pero tan pronto como lo hizo volvió a girarse quedando de frente a la durmiente figura del menor, sonrío y estiro su mano para acomodar algunos rebeldes mechones de cabello que caían sobre la frente contraria, resoplo casi enfadado consigo mismo y envolvió el delgado cuerpo de su amigo cerrando sus ojos, enterrando su rostro en el cuello ajeno para aspirar el dulce aroma que este desprendía.
-Yo jamás te dejaría ir SeHunnie, jamás-. Prometió en un susurro apenas audible respondiendo aquella pregunta que no le habían hecho y apretando su abrazo se dejo llevar por el cansancio.