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Brands Of Yesterday por YehetenelOhoratLordValdomera

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Por unos breves segundos solo se pudo oír el sonido de la televisión que se encontraba frente suyo, la señora Oh pensaba en sus palabras mientras su hijo esperaba que le hablase.

 

-Sabes...-. Dijo de pronto. –Hace mucho tiempo que tu padre trabaja sin descanso y lo has notado puesto que estos últimos años poco hemos compartido juntos... ¿Tu entiendes que solo hizo por nuestro bien verdad?

 

-Si claro... no estoy enfadado con él o algo por el estilo...-. Contesto tranquilo el menor.

 

-Ya veo...-. Suspiro aliviada la mujer. –Pues sobre eso... Gracias a todo su esfuerzo se ha ganado un ascenso como gerente de una importante sucursal que han inaugurado recientemente...

 

-¡Oh! Eso es genial-. Canturreo el más joven.

 

-Sí, claro que lo es-. Concordó alegremente la madre de SeHun poniéndose reflexiva una vez más. –El caso es que... Esto significa que debemos irnos de aquí sabes...-. El castaño abrió sus ojos exageradamente sintiendo como aquella noticia tan repentina ponía su pequeño mundo de cabeza.

 

-¿Cómo? ¿Dónde? ¿Es muy lejos de aquí?-. Interrumpió el más alto interrogándole apresuradamente con los nervios asomando en su sistema.

 

-Bueno... de hecho si lo es. Se trata de Canadá cariño...

 

-Wow...-. Dijo quedo echándose hacia atrás confundido. –Eso es realmente lejos...-. Murmuro a la nada con la mirada perdida.

 

-Lo sé, resulta algo bastante shockeante para mí también... ya sabes... tantos años viviendo aquí-. Susurro mirando a su alrededor. –Es extraño dejar todo lo que hemos conocido por tanto tiempo... pero solo será hasta que tu padre pueda tener todo en orden, de hecho no vamos a estar allí para siempre-. Hablo la mayor mirando a los ojos de su hijo. –Es solo que no estoy segura de cuánto tiempo nos llevara regresar-. SeHun comenzó a asentir en silencio bajando lentamente la mirada al suelo, no acababa de comprenderlo todo, pero aun así sabía a qué se refería su madre. –Mira... sé que todos tus amigos están aquí e incluso tu primo, mi hermana. Por supuesto sé que cuento con la madre de Tao y con el mismo...-. La señora Oh comenzó a señalar mentalmente a los seres cercanos a su familia por lo que el más alto levanto la vista observando de nuevo a la mujer frente suyo. – Pero esto será solo tu decisión... No puedo obligarte a dejar todo lo que tienes aquí, eso lo sabes también ¿Cierto?-. El menor asintió en respuesta. – Por eso mismo elegirás que harás respecto a esto... si quieres quedarte tu padre y yo lo entenderemos pero también tienes un lugar para viajar con nosotros...

 

-¿Y cuándo será eso? Es decir... ¿Cuándo debemos irnos?- Cuestiono frunciendo el ceño desorientado.

 

-Nosotros lo haremos en dos semanas. Pero tú-. Alargo la palabra dando palmaditas en las rodillas de su hijo. –Podrás hacerlo o no... Incluso puedes decidir ir más tarde, cuando más lo prefieras-. Explico con una sonrisa cálida. –Depende de ti cariño...-. Finalizo obteniendo una media sonrisa en respuesta por parte de SeHun. -¡Omo que tarde es! Haré la cena-. Exclamo levantándose de repente para comenzar a caminar en dirección a la cocina frenando sus pasos antes de alejarse. –Divirtámonos en esta semana ¿Si?-. Dijo para luego desaparecer por la otra habitación. SeHun asintió al vacío y suspiro levantando la mirada al techo con una expresión distante y pensativa, de pronto su semana se había vuelto confusa y no sabía que haría de aquí en más. Se imaginaba que su madre estaba enterada de aquello desde hacía algún tiempo pero no pudo encontrar el momento para decírselo, tampoco estaba seguro de que este momento lo haya sido pero por lo poco que faltaba para el día del viaje podía entender que su madre no debía dilatar más esa necesaria charla. El joven se retiró del sofá y subiendo pesadamente las escaleras se dirigió a su cuarto al cual no había entrado por un largo tiempo, no fue necesario hacerlo después de todo... Desde el marco de la puerta aprecio que aún estaba exactamente igual, solo que faltaban sus ropas y algunas fotos que decidió llevar al departamento que compartía con Tao. Entrando por completo se acercó a paso lento hacia la ventana que alumbraba el interior de la habitación con la tenue luz de la luna que entraba a través de los vidrios transparentes, desde allí podía ver el exterior de la casa, la extensa calle y el amarillo esplendor de los faroles que iluminaban las veredas, de alguna forma no podía verse en otro lugar que no fuera ese, ya no vivía en su antigua casa pero no quería dejarla tampoco y entonces recordó que aceptando la oferta de su madre estaría abandonando casi por completo todo aquello que no quería perder en su vida, a sus preciados amigos quienes estaban allí en su actual ciudad y por muy molestos o ridículos que sean eran quienes le acompañaron gran parte de su adolescencia y no creía que la terminase con otras personas ocupando sus lugares, no se veía compartiendo su amistad con alguien más que ellos. Luego estaba su primo... él es un maldito la mayor parte del tiempo pero SeHun definitivamente le quiere casi como a un hermano y no está dispuesto a imaginar su futuro sin sus consejos y estupideces acompañándolo todas las veces que necesite... Suspiro con tristeza y contemplo como el sol comenzaba a esconderse entre los altos techos tejados de las casas frente a la suya mientras el cielo se obscurecía anunciando que pronto se vería una noche estrellada, cerro sus ojos con cansancio y se alejó de la vista recostándose en la suave cama, le resultaba cómoda pero algo fría... un poco extraño puesto que hacia bastante calor esa noche, se acomodó mejor y coloco sus manos debajo de la cabeza intentando no pensar tanto en aquel dilema que se le había presentado, siendo algo inútil ya que su mente volvía una y otra vez a esa pregunta a la cual no sabía que responder, su visión divago por completo sobre todo el espacio y de pronto rememoro los días que paso junto a su hyung jugando dentro de aquél mismo dormitorio, se encontraba sumamente acostumbrado a estar siempre con esa persona y no podía encontrar si quiera la intención de pensar en algo distinto, realmente no creía que lograrse mantenerse lejos suyo después de todo el tiempo que había pasado a su lado... Dejo caer sus agotados parpados con la intención de tranquilizar su mente logrando quedar completamente dormido, la noticia que le dio su madre lo había dejado exhausto al fin de cuentas.

 

 

 

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El insistente tono de llamada en su teléfono móvil lo despertó después de haber caído rendido sin previo aviso, refregó sus ojos adormilado y tomo el celular contestando lentamente.

 

-¿Hola?-. Hablo con voz ronca aun cargada de sueño.

 

-Qué tal SeHunnie... ¿Recién despiertas?

 

-Pues sí, alguien me ha obligado a hacerlo a las...-. Retiro el teléfono de su oreja para ver la pantalla. -12:30 del mediodía-. Hablo bajo sorprendiéndose de lo tarde que era. –Bien, ¿Qué quieres?-. Retomo la conversación sonando molesto de todas formas.

 

 

-Quería saber si es una buena idea que vengas a mi hogar. Veras... mi abuela quiere conocerte y... también quiero que lo hagas-. Respondió Tao sonando algo risueño.

 

-Es una buena idea-. Afirmo el otro sonriendo a fin.

 

-¡De acuerdo! Perfecto, te espero en una o dos horas.

 

-Bien, allí estaré-. Declaró SeHun finalizando la llamada para luego abandonar su cama y bajar hacia la cocina encontrándose a su madre bebiendo un vaso de agua.

 

-¡Por fin despiertas niño!-. Exclamo sonriente. –Te ofrecería el desayuno pero me temo que ya es bastante tarde... Así que ¿Qué quieres para almorzar?

 

-Lo que sea por mi estará bien, gracias mama

 

-No hay de que-. Sonrió la mayor comenzando a preparar los materiales para cocinar, mientras SeHun la veía moverse entre las alacenas.

 

-Estuve pensando sobre el viaje...-. Soltó SeHun dubitativo. –Todavía no sé lo que haré-. Confeso encontrándose con la mirada de su madre.

 

-No te preocupes por eso... aún hay tiempo para que lo reflexiones

 

-Mmm... lo sé, pero estoy realmente indeciso...-. Dijo algo frustrado.

 

-Tal vez te sea de ayuda consultarlo con alguien más, ya sabes... alguno de tus amigos-. Aconsejo guiñándole un ojo al menor.

 

-Si... lo tendré en cuenta-. Comento acercándose a la mesada para tomar una rodaja de zanahoria que comenzó a comer cual tierno conejo. –Por cierto...-. Empezó mientras masticaba. –Tao me invito a su casa esta tarde para conocer a su abuela, me ha dicho que ella quiere verme, debe ser una señora muy linda...-. Murmuro para sí mismo entusiasmado.

 

-¡Genial!-. Se alegró la mayor metiendo dentro de la olla algunos vegetales. –Luego de comer algo podrás irte, ni siquiera haz cenado nada... sí que duermes en vacaciones

 

-Lo sé, lo siento-. Sonrió el más joven. –Iré a tomar una ducha-. Anuncio retirándose de la cocina rumbo al cuarto de baño en el cual se despojó de sus ropas para luego adentrarse a la ducha dejando que la cálida lluvia le recorriese el cuerpo quitándole la tensión en los músculos, lleno de shampoo la palma de su mano y luego la llevo a su cabello para formar una abundante espuma mientras se preguntaba como haría para comentarle a su hyung que no volverlo a ver por un largo tiempo era una opción en estos momentos, intentando buscar la forma en la que se lo diría tomo el jabón y recorrió con este cada rincón dejando una suave fragancia sobre su piel, al finalizar salió del agua y se vistió con toda lentitud puesto que no tenía razón por la cual apresurarse. Terminando su baño se dirigió al comedor en el cual le esperaba su madre lista para comer en su compañía. SeHun tomo asiento a su lado y comenzaron a almorzar entre conversaciones cotidianas, al acabar con todo despejaron la mesa y el más joven anuncio que ya era hora de irse al hogar de su amigo a visitarlo. Salió del interior de la vivienda y avanzo caminando cuesta abajo algunos metros recordando todas la veces que había hecho aquel recorrido, de cierto modo comenzaba extrañar todo aquello sin aun saber con precisión si esa sería una de las últimas veces que pasearía por allí... Al llegar a destino se detuvo frente a la entrada de la tan conocida morada y toco el timbre esperando ser atendido, en solo unos instantes la puerta se abrió dejándole ver a un chico alto con una enorme sonrisa.

 

-¡Ya has llegado SeHunnie!

 

-No... de hecho soy un holograma...

 

-¡Ja! Que gracioso... ahora entra holograma de SeHun-. Dijo el mayor abriéndole camino dentro de la casa, el invitado ingreso esperando a que su hyung este a su lado.

 

-Siéntate-. Señalo el más alto acomodándose en el amplio sillón del living, el aludido le hizo caso y tomo asiento junto a su amigo.

 

-Y bien... ¿Dónde está tu abuela?-. Pregunto mirando a su alrededor.

 

-Bueno... ella se ha quedado dormida hace un momento. Pero no tardara en despertar, podremos hacer algo mientras la esperamos

 

-De acuerdo... ¿Algo como que?-. Pregunto interesado.

 

-No lo sé... vamos a mi cuarto-. Propuso Tao levantándose de inmediato comenzando a caminar hasta llegar a las escaleras, SeHun lo siguió desde atrás y se dirigieron a la habitación del dueño de casa. El menor se sentó en la silla del escritorio y Tao lo hizo frente suyo en su propia cama.

 

-¿Qué hiciste el día de ayer?-. Cuestiono el mayor comenzando una conversación.

 

-Pues... no mucho-. Mintió el otro. -¿Qué tal tú?

 

-Solo me sorprendió encontrarme con mi abuela... Realmente me hizo feliz-. Sonrió contento el joven de pronunciadas ojeras.

 

-Paso un buen tiempo ¿Cierto?

 

-Si... a decir verdad a penas si reconocía su rostro por las fotos....-. Contesto algo apenado. –Pero ahora estaremos juntos siempre... me ha dicho que vino aquí para quedarse-. Anuncio alegremente el más alto haciendo que con sus palabras SeHun recuerde el asunto de su viaje a Canadá, ahora que lo pensaba debía comentarle a Tao sobre aquello... -¿No es genial?-. Pregunto el pelinegro sacando al más joven de su ensimismamiento.

-Sí, claro que lo es hyung-. Afirmo el menor con su mente dispersa en otros asuntos.

 

-Te agradara. Veras, es una mujer muy dulce...

 

-Ya lo creo-. Sonrió tiernamente el más bajo. –Ansío conocerla

 

-Pronto lo harás...-. Dijo devolviéndole la sonrisa.

 

-Hyung... quiero hablarte sobre algo importante-. Anuncio, aun sin dejar sus pensamientos de lado cambiando rotundamente el rumbo de su plática.

 

-Oh, ¿De qué se trata?

 

-Yo...-. Empezó a comentar cuando oyeron golpecitos en la puerta dejándole las palabras en su boca.

 

-¿Se puede entrar?-. Consulto una suave voz desde el exterior del cuarto.

 

-Claro que si abuela, pasa-. Informo Tao esperando a que la mujer hiciera acto de presencia, cuando esta lo hizo se encontró con un joven a quien no conocía frente a su nieto. –Oh... Buenas tardes...-. Tao se puso de pie al mismo tiempo que el menor hacia lo mismo.

 

-Él es Oh SeHun-. Señalo al más joven el pelinegro. –SeHun ella es mi abuela-. Dijo presentando a ambos.

 

-Mucho gusto señora Huang-. El castaño hizo una reverencia. –Estaba esperando conocerla-. Sonrío amablemente.

 

-Yo también he querido conocerte pequeño... oí mucho sobre ti. Realmente eres un chico muy guapo...-. Le hablo ojeándole de arriba hacia abajo con brillo en sus ojos y una dulce sonrisa muy parecida a la de su amigo asomando en los labios.

 

-¿Qué le habrán comentado sobre mí?-. Interrogo mirando afiladamente a un contento Tao.

 

-No te preocupes... solo me han dicho cosas buenas-. Alivio la mujer al menor dejándolo tranquilo.-Bien, te invito a tomar un té. ¿Qué dices?

 

-¡Perfecto!-. Aseguro el más alto tomando a SeHun de la mano como todas la veces que lo había hecho de pequeño solo que esta vez dejo al más joven completamente sorprendido ya que no se tomaban las manos de esa forma por más tiempo del que pensaba, el menor se sonrojo levemente y siguió a su hyung quien lo arrastraba hacia la sala acompañados de la anciana mujer quien observaba con una sonrisa a aquellos dos. La mayor entendió durante esa tarde cuán importante era el joven Oh para su nieto... sin duda le resulto un chico dulce y amigable que había comenzado a tratarla como si la conociera desde su niñez a pesar de solo llevar unas horas junto a ella. La noche llego rápido y SeHun estaba a punto de retirarse puesto que había prometido a su madre que cenaría en su hogar, razón por la cual se encontraba junto al más alto del otro lado de la puerta esperando a que su amigo le despida.

 

-Sobre aquello importante que querías decirme...-. Comenzó a hablar mientras tomaba la puerta impidiendo que esta se cierre por completo.

 

-No te preocupes por ello hyung, luego lo hablamos

 

-Está bien-. Asintió el mayor. –Mañana me cuentas-. Señalo intentando sonar amenazante.

 

-Lo haré-. Rió el castaño.

 

-Adiós Hunnie, cuídate

 

-Cuídate también hyung, adiós-. Dijo finalizando su visita dándose la media vuelta emprendiendo el camino de regreso, borrando de inmediato aquella sonrisa que había mantenido en su rostro en un intento de no preocupar a su amigo. Debía confesarle a su hyung sobre sus futuros planes y realmente no sabía cómo lo haría...

 

Notas finales:

Holaa!! Espero les haya gustado el capi n_n Gracias por leer : Besoss


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