Luego de poner la película tomaron las golosinas que habían preparado y se sentaron en la alfombra frente a la televisión apoyando sus espaldas en el final de la cama de Tao quien se encontraba en el medio de los otros dos niños rogando no morir del susto, para su mala suerte la película fue incluso peor de lo que creyó, realmente se arrepentía de haber hecho caso a la idea de Chen, definitivamente jamás volvería a ver una película de terror ni dejaría a JongDae hacer de las suyas. Para el más pequeño de los tres la situación no fue muy distinta, también estaba completamente arrepentido, pero por lo menos tenía a su hyung aferrado fuertemente a él tapando sus ojos con un cojín, ambos estaban hechos una bolita intentando darse aliento mutuamente para soportar hasta el final del film, el único que veía tranquilamente la película era JongDae, no era un niño que se asustase con mucha facilidad, tampoco era la primera vez que miraba films de ese estilo así que francamente comenzaba a entrarle el sueño, sumándole lo mucho que había desgastado sus energías jugando anteriormente. Lentamente dejo de esforzarse por mantener sus ojos abiertos y término cayendo sobre el hombro de Tao que estaba acurrucado con SeHun, al notar a JongDae apoyarse encima de él sintió un alivio tremendo, porque de esa forma podría quitar la tortuosa película y por fin descansar.
-Hyung, vamos a dormir, por favor quita la película-. Tao toco levemente los hombros de JongDae quien creyó que moriría de vergüenza al despertar y ver al menor tan cerca suyo con esa cara de cachorrillo mojado, casi rogando que lo deje en paz con todo eso de “hacerse un hombre” se incorporó rápidamente volteando su vista hacia otro lado intentando ocultar sus mejillas, Tao pudo notar un leve rubor en la cara del mayor pero no lo percibió demasiado porque la luz en la televisión estaba muy tenue y no le dejaba ver las facciones del mayor con claridad, justamente en ese momento la escena de la película era bastante obscura salvando a Chen de ser descubierto, JongDae se levantó a toda prisa quitando el film del reproductor y apago todo dejándolos a los tres en la absoluta obscuridad, Tao quiso chillar del miedo pero un fuerte abrazo por parte del mas joven lo hizo tranquilizarse, al parecer SeHun también estaba completamente aterrado y no tenía intenciones de soltar a su hyung.
-B… bien, ya me voy a dormir, buenas noches chicos-. Chen se acomodó en uno de los futones que la madre de Tao había preparado un rato antes para los invitados.
-Buenas noches-. Respondieron al unísono los otros dos niños, luego de darse las buenas noches mutuamente se acostaron en donde debían, Tao en su cama y SeHun en el futón que estaba al lado de Chen.
Había caído la media noche y el silencio reinaba en la habitación del pequeño panda, JongDae estaba completamente enroscado en las sabanas como una oruga durmiendo plácidamente, pero no se podía decir lo mismo del niño a su lado, SeHun tenía los ojos abiertos como un búho observando cada rincón del cuarto de Tao, la obscuridad solo ayudaba a que los objetos formasen sombras extrañas que aterraban aún más al menor, impidiendo que pudiese dormir, sin embargo no era el único que estaba en esas condiciones, un poco más arriba suyo se encontraba Tao que al igual que SeHun no podía pegar un ojo.
-Psst… pssst… Hunie ¿Estas despierto aun?-. Oír los susurros de su hyung hizo a SeHun sentirse completamente aliviado.
-Sí lo estoy, ¿Tú tampoco puedes dormirte?-. Pregunto el menor sentándose en el futón encontrándose con el pelinegro colgando de la cama observándolo.
-No, no puedo cerrar los ojos
-Yo tampoco y menos aun teniendo la espalda desprotegida-. Dio una fugaz mirada debajo de la cama de Tao. –Hyung esa película me ha traumado
-Lo se… a mí también Hunie
-Hyung, ¿te molesta si… ya sabes… duermo contigo?
-No, te iba a preguntar lo mismo jeje, ven Sehunie-. Dijo Tao levantando las sabanas dejando un espacio para el menor quien rápidamente salto a la cama de su amigo como si alguien fuese a tomarle de los pies. Ambos se taparon y se dieron la espalda.
-Dulces sueños Hunie
-Dulces sueños hyung-. Tao cerro sus ojos al fin dejando que el sueño lo invada, pero entonces sintió unos delgados bracitos rodearlo y se dio la vuelta quedando de frente a lo que parecía un ángel, SeHun tenía sus ojitos cerrados y una risueña sonrisa adornaba sus pequeños y rosaditos labios, Tao nuevamente se sintió confundido al notar una fuerte necesidad de besar la bonita boquita del menor pero solo sonrió siendo contagiado por el mas joven mientras abrazaba al cuerpecito de su amigo con sus pequeños brazos y apoyo su frente sobre la ajena mientras observaba por unos minutos más la hermosa imagen frente a sus ojos, planto un suave beso sobre la nariz del más joven y lentamente comenzó a quedar dormido.
Chen quien se había despertado luego de sentir a su primo removerse, había estado observando todo desde su lugar, intentando interpretar que era aquella sensación que estrujaba en su pequeño corazón. Para JongDae aquella película no había provocado temor en lo absoluto, pero por alguna razón ahora mismo se encontraba completamente aterrado, aunque no por una mujer de cabellos largos saliendo de la televisión, sino que le aterraba quedar completamente fuera de la visión de su mejor amigo, indudablemente sentía algo más por su pequeño panda, durante todo aquel tiempo que estuvo con el creyó que solo quería ser como un hermano, su mejor amigo y confidente, pero de alguna forma las cosas comenzaron a cambiar y ya no quería solo ser parte del dúo que formaba su primo con Tao, quería algo más que solo su amistad y aquella noche por primera vez comprendió que todo ese tiempo estuvo celoso, que cada vez que veía a su primo besar a Tao no sentía nada más que celos, recuerda haberles dicho que aquello que hacían estaba mal, pero a pesar de creer que así era solo lo había hecho para evitar volver a verlos de esa manera, porque no podía soportar aquel dolor que se asentaba en el medio de su pecho y menos aún podía soportar el no entender de qué se trataba, pero a partir de esa noche todo cambiaria, Kim JongDae haría todo lo que fuese necesario para hacerle notar a su amigo lo que sentía por él, y no le importaba cuanto tiempo tuviese que esperar, estaba seguro de que algún día Tao lo vería de la misma forma en la que él lo hacía. Inmerso en sus pensamientos JongDae concilio nuevamente el sueño dejando atrás todas sus preocupaciones.
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Al despertar y ver que SeHun y Tao seguían abrazados sus celos regresaron haciéndolo saltar al medio de los dos niños interrumpiendo con su momento de paz despertándolos bruscamente. Tao amaneció asustado pero se tranquilizó al ver que solo era su amigo sonriéndole pícaramente satisfecho de haber separado a aquellos dos, SeHun no se sintió muy alegre por la repentina manera de ser despertado pero no le dio importancia ya que amanecer al lado de su hyung lo había animado bastante y nada le quitaría esa alegría, ni siquiera su molesto primo.
Los tres niños desayunaron juntos entre risas, todo parecía completamente normal entre ellos, aunque aquello no sería por mucho más tiempo, inevitablemente los pequeños crecerían dejando de ser tan ingenuos y lentamente abrirían sus ojos hacia sus sentimientos, pero por el momento podrían seguir disfrutando de sus días tranquilos sin preocuparse por otra cosa que jugar alegremente.
El día transcurrió como siempre lo hacía cada vez que estaban juntos, esa tarde habían decidido montar en sus bicicletas y pasear por el barrio de Tao jugando tranquilamente, estuvieron mucho tiempo juntos y ya era hora de separarse, al otro día tendrían que volver al colegio así que tampoco estarían sin verse por mucho tiempo, aquellos tres eran inseparables o al menos eso creían.
-¡Nos vemos mañana chicos!-. Grito Tao desde la puerta agitando su mano mientras los otros dos niños se alejaban en el auto de la madre de SeHun. Adoraba mucho a sus amigos y esperaba nunca perderlos, ojala el deseo que hizo en su cumpleaños pudiera cumplirse…