El segundo día se dio por comenzado, todos fueron despertados bastante temprano para su gusto, pero era necesario para poder aprovechar mejor cada minuto y completar todo lo que los profesores habían preparado, este era el momento que SeHun había estado esperando, en la noche harían un juego nocturno que iba a ser la única actividad que compartirían entre todos, eso lo tenia bastante entusiasmado, creía que esa era la oportunidad perfecta para darle un beso al niño panda, solo esperaba poder quedar a solas con el al menos unos instantes y finalmente hacerlo.
Durante todos los juegos estuvo en su propio mundo imaginando como seria, las distintas reacciones que el mayor podría tener y las distintas formas en las que el podría hacerlo, en las pocas situaciones que estaba con su grupo de amigos se sentía nervioso y mas aun cuando su hyung se le acercaba mas de la cuenta, no podía evitar pensar en lo que estaba por hacer esa misma noche, por algunos breves instantes se arrepentía y llegaba a la conclusión de que solo lo volvería a besar si en alguna circunstancia de la vida sucedía, pero luego recordaba que no podía estar un segundo mas sin saber que era exactamente lo que sentía por el pelinegro, todo este tiempo creyó que era admiración, es decir Tao siempre estuvo allí para protegerlo, sin embargo ya no estaba tan seguro, pero tampoco entendía porque se sentía así, sabia perfectamente que esas cosas se las tenia que dejar a los mayores, por que si algo tenia claro era que aun era muy pequeño para estar enamorado, por esa misma razón quería besar a su hyung, no… no solo quería, sino que debía besarlo.
El día paso mucho mas rápido de lo que le hubiese gustado, no podía negar que en la tarde había estado ansioso porque las horas pasasen mas veloces, pero ahora que ya el sol se estaba ocultando se sentía un poco acobardado y comenzaba a desear que el tiempo volviese atrás, aunque obviamente el no tenia el control sobre eso así que no le quedaba otra opción mas que tomar por fin una decisión, creía haberla tomado hace un tiempo pero su nerviosismo lo confundía, ¿Por qué ahora se sentía así? de pequeño solía besar constantemente a su hyung, ahora no seria distinto a aquellos tiempos ¿Verdad?. La hora de la cena había llegado y una vez mas se encontraba sentado en la larga mesa de madera, Yixing esta vez estaba comiendo desde antes que el llegara así que decidió sentarse a su lado para evitar estar demasiado cerca de Tao.
-¿Qué te sucede SeHun? Desde temprano te encuentras un poco raro-. El chino podía ser despistado pero no era estúpido.
-Nada, no me sucede nada-. Respondió revolviendo su comida sin dar un bocado.
-De acuerdo, si tu lo dices…-. En ese momento llego JongDae junto con Tao hablando entretenidamente. Se sentó al otro lado de Yixing y Tao junto al el.
-¿Cómo creen que será el juego nocturno?-. Pregunto JongDae terminando el incomodo silencio.
-Tal vez sea algo así como esas pruebas de valentía en las que te hacen pasar por caminos repletos de fantasmas con una simple linterna para iluminar el camino-. Dijo Yixing levantando sus cejas, ansioso por tener un encuentro sobrenatural.
-Nah, no lo creo… ves demasiado anime, esas cosas se hacen en Japón
-¿Y que te hace creer que aquí no?-. Tao trago duro comenzando a asustarse de solo pensar en un juego de ese estilo.
-No me gustaría jugar si es eso de lo que se trata
-Eso no va a pasar panda, Lay solo esta fantaseando
-No seria mala idea que eso pase-. Tao miro hacia SeHun quien había hablado mas para si mismo sin levantar la vista de su plato. En cierta forma un juego de ese estilo le pondría las cosas mas fáciles aunque le aterrase, solo tenia que esperar tener por compañero a Tao y quedar a solas con el. Terminaron el resto de su cena en completo silencio, pensando en que seria lo que les estaba esperando, sus maestros reunieron a todos los grupos y los llevaron a una zona amplia y poco iluminada, al llegar comenzaron a explicarles de que se trataba todo eso.
-Esta es la ultima noche que pasaremos en este campamento, y como habíamos pautado este juego será entre todos los cursos, como verán aquellas cuatro banderas pertenecen a cada una de la clase-. Dijo el profesor iluminando con una linterna cuatro banderas que se encontraban en distintos lugares bastante alejados el uno del otro. –Cada grupo deberá protegerlas de los demás y tendrá que tomar la de los demás, como verán cada una esta en un lugar a una distancia amplia de la otra así que tendrán que dividir su grupo de la forma que les plazca para tener a alguien que defienda su bandera y alguien que intente tomar la de sus contrincantes, eso lo solucionara cada curso en el tiempo que les daremos para que se preparen, quien obtenga mas banderas será el ganador-. Los colores de las banderas les fueron asignados a cada una de las clases para luego dirigirse hacia donde estas se encontraban, no les habían permitido utilizar linternas por lo que el juego seria un poco mas difícil, la zona estaba delimitada y los profesores rondarían por todo ese lugar evitando que los niños se pierdan en la obscuridad, al llegar cada grupo al árbol en el que estaba su bandera les dieron unos instantes en los que organizaron quienes protegerían su lugar y quienes atacarían a los demás, SeHun se había ofrecido para atacar, de ese modo podría moverse de allí y acercarse a su hyung, en cambio Tao prefirió quedarse a proteger, no le hacia ninguna gracia tener que moverse en la completa obscuridad de la noche, JongDae y Yixing eligieron lo mismo que SeHun por lo tanto estarían encargados de robar la bandera de sus contrincantes, luego de uno minutos en completo silencio oyeron un silbatazo dando por comenzado el juego, ninguno de los jugadores estaba seguro del lugar en el que se encontraban las demás banderas pero SeHun había salido corriendo dispuesto a llegar al árbol que de seguro estaba cuidando su hyung, lo conocía bien y sabia que no seria capaz de estar atacando por lo tanto de seguro estaba en algún lugar protegiendo a su bandera, luego de correr un buen rato encontró un grupo de niños pero al estar lo suficientemente cerca noto que no era el curso de Tao así que continuo buscando hasta que unos metros mas lejos dio con el árbol al que quería llegar, no se veía del todo bien pero las estrellas iluminaban el espacio dejándole apreciar la figura del niño alto de cabellos obscuros mirando hacia todos lados en una posición de alerta, rodeo el tronco para no ser visto por el mayor y se acerco sigilosamente tomándolo por la espalda haciendo que de un salto en el lugar pegando un grito al cielo que fue acallado por la mano del menor.
-Shh tranquilo hyung, soy yo
-Maldición SeHun me diste un buen susto
-Lo siento-. Dijo el más pequeño sonriendo. –Ven conmigo un momento, quiero contarte algo-. Tao levanto una ceja confundido mientras el menor le tomaba de la mano comenzando a caminar un poco mas lejos de donde se encontraban los otros chicos.
-¿Donde me llevas?-. El mayor comenzó a asustarse un poco al notar como las figuras de los demás eran cada vez menos visibles, de pronto SeHun se detuvo y miro hacia todos lados comprobando que no había nadie cerca de aquel lugar, sin reparar en aquella persona que los había seguido desde lejos observando cada uno de sus movimientos.
-Dime Hunie, ¿Qué sucede, que es lo que me querías contar?
-Bueno yo… mas que contar q-quería ha-hacer algo…-. SeHun bajo su mirada hacia el suelo poniéndose tiernamente tímido de un momento al otro, sin soltarse aún de la pequeña mano del mayor.
-Me estas empezando a alarmar, no será que preparaste una broma con tu primo ¿Verdad? lo conozco y se que…
-¡No! no es eso, es algo que quiero hacer, por eso yo… tengo que pedirte un favor
-Claro, lo que quieras
-S-solo… quédate así quieto por un momento-. Tao frunció sus cejas sin entender por que SeHun le estaba pidiendo aquello pero no se negó.
-De acuerdo, no me moveré de aquí-. El menor miro tímidamente, casi asustado a los ojos del pelinegro y lentamente comenzó a acercarse, el mayor en un principio no se percato de lo que su amigo estaba por hacer pero en cuanto la distancia entre sus rostros se hacia cada vez menor comprendió que estaba a punto de ser besado, por alguna razón creyó que debía alejarse ya que la ultima vez que algo parecido había sucedido se sintió algo incomodo pero no quiso hacerlo, llevaba bastante tiempo preguntándose como se sentía besar una vez mas a SeHun y en este momento podría comprobarlo, su pequeño amigo se acercaba de una forma demasiado lenta haciéndolo sentir un poco impaciente así que sin poder esperar mas acorto la leve distancia que los separaba apoyando sus labios sobre los ajenos, aquello era un simple rose, tímido pero aun así necesitado, ese casto beso provocó que su corazón latiese desbocado, Tao tomo con su mano libre su pecho sin comprender de que se trataba ese sentimiento, indudablemente se sentía bien, tanto que hasta dolía, SeHun tenia sus ojos fuertemente cerrados disfrutando de la calidez de aquellos pequeños labios que tanto le gustaba ver cuando se curvaban en aquellas hermosas sonrisas que su hyung le regalaba, sabia perfectamente que solo habían pasado unos breves segundos pero el tiempo había parecido detenerse y no lograba oír nada mas que el latido apresurado de su corazón, luego de unos instantes comenzaron a separare lentamente, no queriendo acabar con aquel dulce y suave contacto, al quedar frente a frente se sonrieron mutuamente, sin dejar de tomarse de las manos en ningún momento.
-Y-yo quería saber como se sentía volver a besarte
-¿Y como se sintió?
-Creo… creo que Chen tal vez este equivocado
-Yo también lo creo, no se sintió como algo malo ¿Verdad?
-No…-. SeHun miraba hacia su mano entrelazada con la de su hyung intentando evitar verle a los ojos y morir de la vergüenza. Los dos pequeños se encontraban tan inmersos en sus pensamientos que jamás sintieron la presencia de JongDae quien había estado allí en todo momento.
-¿Nos vamos ya? esta un poco obscuro aquí
-Si, claro-. Chen al notar como los dos niños tomaban rumbo para volver se apresuro y comenzó a alejarse a paso rápido sintiendo su corazón como una roca, creía que el aire no era suficiente pero tal vez sea solo por estar corriendo, sus piernas temblaban pero no dejaban de moverse mientras sus ojos escocían, pero el no lloraría, porque era un niño y los niños no debían llorar ¿O si?