JongDae sabía perfectamente que estaba comenzando a alejarse demasiado del lugar en que se suponía debían estar todos felices y jugando, pero por mucho que lo intentase sus piernas no parecían querer dejar de moverse, simplemente quería irse, desaparecer de aquel lugar porque aunque sabía perfectamente que no tendría ninguna oportunidad una mínima esperanza se había alojado dentro suyo y aquellos dos niños habían hecho trizas su pequeña ilusión de ser el quien estuviese en el lugar de su primo, no estaba enojado, no... tampoco ofendido, es solo que hubiese preferido no haber sido tan idiota y dejar de engañarse siendo que claramente él no tenía ninguna chance con su joven amigo. Mientras más los recordaba más anhelaba saber lo que se sentía ser besado por aquel tierno niño que le sonreía dulcemente quitándole cualquier molestia o dolor, cada vez se veía más lejos, ya no podía divisar el camino dado a que la obscuridad de la noche comenzaba a tapar absolutamente todo dejándolo en las penumbras, no pudo evitar pensar que ese escenario se veía como su corto amor no correspondido, lejano, hasta podría decir que imposible, inmerso en la obscuridad de tener que ser siempre un secreto para el mismo, estaba tan perdido en sus propios pensamientos, tan concentrado en huir de allí que no fue capaz de oír que no muy lejos de donde él se encontraba corriendo alguien lo llamaba, solo pudo caer en cuenta cuando sintió que lo tomaban por detrás dándole el susto más grande de toda su vida, no podía ser peor, no solo tenía que soportar el sufrimiento de haber sido rechazado sin incluso haber dicho una sola palabra sino que también iba a ser secuestrado en un ridículo campamento escolar, "Que buena suerte tienes Kim JongDae" pensó para sí.
-¡Soy solo un niño, por favor no me mates!
-¿De qué demonios estás hablando Chen?
-¿Yixing? Idiota, ¿Cómo se te ocurre asustarme de esta forma? Maldición creí que el viejo del hacha vendría a cortarme la cabeza
-Eres tú el que me dio un susto, ¿Por qué saliste corriendo de esa manera, sucedió algo malo?
-No... solo, no me pareció tan divertido ese juego y... quería recorrer el lugar en la noche, tal vez podría ver algún fantasma
-Debes estar loco, van a matarnos en cuanto no nos vean con los demás, estoy seguro de que no hay fantasmas que nos... no mientas JongDae, sé que no crees en esas cosas
-Es que yo...-. Había sido pillado en el momento menos indicado, si hablaba sobre lo que había sucedido hace un momento acabaría lloriqueando como una niña y eso no era algo que el "Gran Kim" se pudiera permitir. -De veras no es nada es que perdí a T-Tao y-yo no lo encontraba y...-. Aquello que había estado intentando evitar llego sin previo aviso, tan solo asomo la primer lagrima por sus gatunos ojos comenzaron a brotar las demás, sin parecer querer quedarse dentro de sus cuencas.
-¿Por qué lloras? Yo... ¡No sé qué hacer cuando hay alguien llorando!-. Exclamo Yixing mirando con preocupación a su amigo sin tener la más mínima idea de cómo consolarlo.
-N-no estoy llorando, ¡No me mires así idiota!-. JongDae frotaba sus ojos lo más rápido que podía evitando que las lágrimas rodasen por sus mejillas, Yixing observaba al niño frente suyo confundido, pensando en alguna solución para que dejase llorar, un impulso dentro de su ser lo llevo a tomar a su amigo por detrás de la cabeza depositando la frente ajena sobre su hombro intentando ser un apoyo para quien en silencio hipaba humedeciendo todo su rostro, la acción del menor sorprendió un poco a JongDae quien se alejó levemente de la calidez de su amigo para encontrarse con un par de ojos que lo miraban iluminados de una forma especial irradiando una inmensa tranquilidad que le fue contagiada, a pesar de encontrarse en la completa obscuridad podía ver claramente una dulce sonrisa posada en aquellos carnosos labios, JongDae abrió grande sus ojos dejando caer una lagrima traicionera y sin más volvió a apoyar su cabeza rodeando levemente el menudito cuerpo de quien ahora parecía ser el único que entendía lo mucho que había sufrido en secreto, Yixing comprendió lo que su amigo estaba necesitando y con sus brazos algo temblorosos envolvió al mayor proporcionándole la calidez que parecía estar reclamando desde hacía ya un tiempo, JongDae se mantuvo inerte en aquella posición durante unos instantes hasta que el menor sintiendo que Chen ya no lloraba más rompió el silencio que se había creado entre los dos.
-Creo que deberíamos irnos antes de que el juego se termine o los demás se preocuparán-. El otro niño asintiendo con la cabeza se soltó lentamente de Yixing haciendo que este retire sus brazos dejándolos caer a sus costados sintiendo un extraño frío, como si no quisiese haber sido alejado de aquél contacto.
-Tienes razón, lo mejor será volver. Vamos-. El tono de voz del mayor sonaba apagado y no levantó la mirada del suelo en ningún momento, incluso pareció empeorar en cuanto llegaron a la zona en la que se encontraban los demás estudiantes, tampoco festejó con sus amigos por la victoria de su equipo. Yixing no entendía que lo traía tan cabizbajo pero al menos había logrado que ya no llorase y estaba seguro que lo abrazaría una y otra vez, todas las veces que sea necesario para verlo ser el JongDae que tanto le gustaba.
Al finalizar el juego los equipos perdedores tuvieron que cumplir con la condena de limpiar cada plato y olla que se había utilizado en la cena de aquella noche, mientras que los ganadores disfrutarían de ir a la cama para al fin descansar, JongDae hubiese preferido cumplir con la prenda del juego antes que pasar la noche mirando al techo sin conciliar el maldito sueño, lavar trastos lo tendría distraído al menos, pero obviamente ese día la suerte no estaba de su lado, Yixing había estado distraído charlando con uno de sus compañeros cuando Chen se acercaba a la puerta de la cabaña en la que dormían con la mirada aún clavada en el suelo y sus manos en los bolsillos, Lay estuvo hablando hace unos momentos con Junmyeon sobre la extraña actitud de su amigo y este le comentó sobre la posibilidad de que el mayor extrañe a su madre y por esa razón se encuentre triste, para el pequeño chino aquello que le dijo el muchacho que le inspiraba confianza tenía lógica así que planeó darle tranquilidad y seguridad al damnificado.
-¡Hyung!-. Yixing esperó a que JongDae finalmente este frente suyo, al parecer no tenía ánimos para caminar tampoco puesto a que lo hacía con toda lentitud.
-¿Qué quieres Lay?
-¡DORMAMOS JUNTOS!-. Por primera vez en la noche el mayor levantó la vista abriendo exageradamente sus ojos y miró con sorpresa la alegría que el joven frente suyo irradiaba, sus ojos caídos y pequeños formaban dos medias lunas arrugadas y en sus labios tenía una sonrisa amplia que mostraba dos blancas hileras de pequeños dientes, en su mejilla un tierno hoyuelo asomaba y si no fuera por su terrible humor de perros de seguro no podría evitar devolverle esa tierna mueca pero ese no era el caso.
-¿Y por qué habría de hacer eso?-. Respondió osco. La enorme sonrisa del menor fue rápidamente reemplazada por un pequeño puchero y ceño fruncido pero en pocos instantes volvió a sonreír levemente.
-Se lo que te sucede hyung-. Y en realidad el pobre ingenuo no entendía ni un poco del por qué JongDae se comportaba así, pero el mayor no se lo haría saber. -Si alguien te acompaña esta noche ya no te sentirás solo y mañana estarás mejor-. Para Chen aquello no tenía sentido alguno pero el menor insistiéndole tomó su mano y lo arrastró dentro de la cabaña, una vez dentro lo obligó a ponerse su pijama haciéndolo el también para luego acostarlo en la cama que había elegido la noche anterior metiéndose en el espacio que el mayor le dejaba. Yixing se removió contento entre las sabanas sonriéndole abiertamente y JongDae negaba con la cabeza conteniendo una leve sonrisa para parecer enojado con todo aquello que el más joven estaba haciendo.
-No entiendo por qué dormir contigo hará que me sienta mejor, esto en serio no tiene sentido alguno Yixing
-Aah vamos... ya verás que bien te sentirás mañana, ahora duerme gege-. Chen lo miró a los ojos unos instantes, una sola vez lo habían llamado de esa forma cuando era más pequeño y por alguna razón le gustó más como sonó en el acento de Lay que aquella vez que Tao lo dijo, al notar que el mayor lo observaba desde unos milímetros más abajo volvió a curvar una sonrisa y rodeo a JongDae entre sus brazos acunándolo y apoyando la barbilla sobre la cima de su cabeza, Chen simplemente se acomodó en la calidez de su amigo y cerró sus ojos.
-Ya verás... qué bien... te sientes… maña…-. Repitió Yixing entre bostezos, ambos comenzaron a quedarse dormidos y después de tanto tiempo por fin JongDae pensó en alguien que no fuera Tao.