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Desea con Fuerza 「Fanfic/KyuWook」 por Sennyazell

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Notas del capitulo:

El capitulo 14 ante ustedes!

Sungmin se encontraba pintando las nubes con un pincel delgado, giraba su muñeca y metía dicho pincel en el bote de color lila a su lado y, girando su muñeca nuevamente, volvía a la nube frente a él. Siempre le había gustado pintar nubes, de hecho, se lo pasaba haciendo eso con Ryeowook cada que les apetecía hacerlo, pero esta vez era diferente. Estaba solo. No tenía ninguna gracia hacerlo así.

Cuando finalmente una nube, esponjosa y regordeta, estaba completamente de color lila y se unió a las demás –esas de color azul y negro– noto como eran adornadas hermosamente por las estrella, inclusive si estas se encontraban a mucha distancia de las nubes.

Y justo así se sentía él.

Quería que Ryeowook, su fiel amigo, regresará a casa para jugar con él y no dejar de reír mientras hacían cosas divertidas o alguna travesura contra Leeteuk o Hyuk, pero, muy a pesar de eso… Sabía que Ryeowook le hacía resaltar aun estando lejos.

Y es que, no importaba si existía un planeta o realidad de distancia, aun le sentía a su lado.

Una parte de él sentía que Wookie no volvería, aunque todos le vieran con desprecio por expresar esa idea. Él los había visto; a Ryeowook y Kyuhyun, ambos se querían, no importaba si ese sentimiento apenas estuviera floreciendo, ya estaba ahí y nada de lo que hicieran iba a poder deshacerlo. Y eso es lo que le aseguraba que Ryeowook intentaría quedarse en la tierra.

¿Pero estaba molesto por ello? Para nada. Una vez que Leeteuk le levantara el castigo y pudiese ir a la tierra vería la forma de ir de visita con su amigo.

–¡Minnie! –una voz gruesa y aterciopelada interrumpió sus cavilaciones.

–Yesung, ¿qué pasa? –El chico con cabellera azabache parecía haber volado por horas–. Llegas muy tarde.

–Lo sé, problemas en la oficina y tarde más de lo debido porque… No, espera, eso no importa ahora. Debemos hablar con Leeteuk, ya.

–¿Qué paso? –presintió algo malo.

–Ryeowook tomó su decisión… –esa horrible sensación en su pecho se multiplico–. Quiere quedarse en la tierra.

Sungmin suspiro, pero no por ello se sintió tranquilo. Es más, creyó sentir que la sensación de que algo malo se avecinaba incrementaba cada segundo.

–Entregara sus alas, ¿cierto?

–Sí, yo… Lo siento, no te creí cuando nos dijiste que…

–Eso no importa ahora –debían poner las cosas en su lugar–. He estado buscando, pero al parecer el único con poder de regresar o no sus alas a Wookie es el destino.

–¡¿Destino?! –Yesung esperaba algo mejor–. No podemos confiar en el destino cuando se trata de…

¡Crash! Un fuerte destello junto con un retumbar de tierra y sonido parecido a un trueno hizo a Esser temblar. Todo se cubrió de azul zafiro perlado más del tiempo necesario, si es que se trataba de un trueno; pero ningún trueno podría ser tan potente.

Pero algo más fue lo que hizo a Sungmin salir a su máxima velocidad en dirección a donde el supuesto trueno había hecho contacto con Esser… Su presentimiento. Algo dentro de él se removió y le grito que saliera volando al encuentro de…

–¿Qué es eso…? –Mil vocecillas cerca se podían escuchar, más solo fueron Yesung y Sungmin los que se atrevieron a acercarse.

Y lo que vieron les sorprendió.

.

En la tierra, unas cuantas horas antes, y después de la llegada de Kyuhyun a la oficina de Jongwoon, los dos castaños se encontraban llegando a la casa que habían compartido.

–No vas a decirme la razón por la que fuiste a verle, ¿cierto? –Habló Kyu con cierto eje de disgusto o enojo.

–Yo…

–Descuida, no tienes que hacerlo si no quieres, sólo… –se acercó a su cuerpo en busca de esa cercanía que tanto le gustaba–. No vuelvas hacerlo, no sin decirme.

–¿Kangin te lo ha dicho?

–En efecto –respondió guiando al pequeño por la casa, hasta llegar a la puerta de su habitación–. Debo admitir que no me agrado para nadar enterarme así –el pequeño frente a el bajo la irada–. Me moleste, incluso creo que alguien deberá cambiar mi escritorio mañana temprano, pero… De pronto me asuste.

–¿Te asustaste?

–Sí –estiro su palma en busca de su mejilla, la cual no tardo en sentir junto con un placentero cosquilleo–. Me dio miedo, mucho… Creí que te irías sin despedirte, creí que me dejarías solo, creí que… ya no te importaba.

Ahora fue Ryeowook quien poso con delicadeza su mano en la mejilla contraria, acariciando con cuidado para aliviar ese miedo.

–No vas a perderme Kyu, no lo harás –aseguro al ponerse de puntitas y dejar un rápido beso por sobre sus labios–. Soy tuyo, de nadie más, y nada va a cambiar ese hecho.

Sí a Kyuhyun le hubieran dicho tiempo atrás que estaría tan perdidamente enamorado de alguien como Ryeowook, seguramente le hubiese tachado de loco incompetente. Pero ahora, esa era su realidad.

Sonriendo tan sínicamente como pudo en aquel momento coló sus manos por las caderas del más bajo, atrayéndolo a su cuerpo con algo de brusquedad. Y el pequeño chillido de impresión que soltó Ryeowook fue suficiente como para reír, pero no para terminar con él. Envolvió sus manos en la base del cuello ajeno y junto sus labios en un beso tanto tierno como intenso, y Wook no lucho contra él, simplemente se sometió y abrió la boca muy lentamente, lo que le permitió a Kyu tomar control absoluto del pequeño.

Una risa más se escapó de sus labios en el momento en el que, empujando su propio cuerpo contra el del menor, acorándolo entre él y la puerta de la recamara, al menor se le escapo un gemido necesitado.

–K-Kyu… Yo…

–Shh… –Tirando hacia atrás de su cabella, KyuHyun encontró paso directo a su cuello, pudiendo así lamer ese pulso que comenzaba a acelerarse y provocando que la voz del más pequeño no pudiese salir más que en forma de pequeños gemidos–. Se lo que necesitas, Wookie.

Y esa forma de llamarlo, tan cariñosa, hizo sentir a Ryeowook en las nubes. Tanto así que no noto el momento en el que Kyu le separo de la puerta y le condujo hasta su propia habitación. Y la habitación del dueño del lugar era mucho mejor que la de él, sin duda alguna, pero no pudo contemplarla por mucho cuando sintió el suave colchón contra su espalda.

Deteniendo todo movimiento ambos chicos se miraron, amándose solo con la mirada, sin nada que decir o aclarar, pues podían sentirlo.

–Te quiero Kyu –salió de labios del pequeño haciendo al contrario sonreír y deslizar sus dedos atreves de su cabello.

Kyuhyun le besó, deslizando de su cuerpo cada prenda sobre esa excelsa piel. Pero no fue hasta que llego al pantalón contrario que se volvió meticuloso. Lo saco con cuidado, no perdiendo oportunidad de acariciar cada centímetro del pequeño; y cuando la prensa desapareció se dedicó a besar los muslos, las piernas, los tobillos de Ryeowook para escucharlo suspirar. Luego Kyuhyun se inclinó y besó a Ryeowook de nuevo, todo en un beso tan íntimo que los hacía sentir únicos en el mundo.

Kyuhyun se movió por la cama, haciéndoles girar y cambiar de posición, permitiendo al pequeño arrancar sus prendas, dándole paso libre a su cuerpo. Y sentir aquellos labios sobre su cuello, sus manos sobre su pecho, sus pies enroscándose en busca de la más deliciosa fricción, lo llevo directo a la locura. Kyuhyun jamás había deseado a alguien de aquella manera pues, desde lo que le paso, no deseo saber nada de aquello, ni siquiera si tenía que ver con su propio cuerpo, pero… El sentir al delicado castaño sobre él, reclamando todo, besando cada centímetro que podía de su piel, eso era el paraíso.

Una vez en mismas condiciones que el contrario, ambos desnudos en su totalidad, no perdió más el tiempo. Volvió a girar, quedando sobre este y dirigió su mano lenta y suavemente para frotar el miembro ajeno, sintiéndose tocar las mismas nubes con su tacto. Ryeowook se soltó en gemidos y caricias por sus costados, haciéndole sentir deseoso de aquello que jamás había creído desear con tanta fuerza:

Quería ser uno con Ryeowook. No le importaba el cómo, solo estaba consiente que lo deseaba con tanta necesidad como su respirar.

–¿Mío? –preguntó levando dos dedos a la boca del menor y, no obtuvo respuesta, al menos no verbalmente.

La boca del menor se abrió con algo de temor y  Kyu se dio la libertad de moverlos dentro de aquella cálida cavidad para empaparlos.

–Kyuhyun –el mencionado no supo si lo dicho por el pequeño castaño, una vez que retiro los dedos, fue una súplica o no, pero lo tomo como afirmación a sus deseos, un deseo que ahora compartían.

Sin perder el tiempo estanco sus ojos en los contrarios, no permitiéndole voltear la vista cuando dirigió los húmedos dedos la entrada del más pequeño. Esta era la primera vez que acariciaba a alguien de esa manera y, sobre todo, era la primera vez que se entregaría por voluntad, que le daría a alguien más todo lo que era. Acaricio el miembro de Ryeowook a la par que introdujo ambos dedos en su entrada y aquella mezcla entre el calor de su cuerpo con la presión sobre sus falanges le hizo sentirse despierto en todo sentido.

Kyuhyun no aparto la mirada de aquellos ojos tanto curiosos como temerosos y le vio sonrojarse, otorgándole la vista más hermosa que jamás había podido soñar. Amaba aquello; el sentir lo que su contacto hacía en el chico era mejor que cualquier otra cosa en el mundo entero.

–Por favor, Kyu...

–Wookie, mi pedacito de magia –movió sus dedos dentro del contrario, sintiéndole estremecerse–. Permíteme hacerte sentir bien...

No paso mucho antes de que Kyuhyun posará su mano en su miembro, esparciendo todo el líquido en él, y situarse plácidamente entre las piernas del contrario.

–¿Listo…?

Ryeowook asintió con la cabeza vigorosamente. No sabía exactamente lo que Kyuhyun estaba preguntando, pero sabía que estaba dispuesto a que sucediera.

–Si tienes miedo o, crees no poder soportarlo, sólo debes pedirme que pare y lo hare –soltó el empresario casi orando por que no fuesen a ocurrir.

Y es que, ante todo, el seguía con una breve idea de que algo habían dañado en Wook cuando le encontró, él se hacía llamar caído y… Kyuhyun sabía lo que eso significaba entre los suyos. Él también era un caído, alguien de quien habían abusado pero que ahora había encontrado una razón para superar aquello.

El más alto se apoyó en la parte superior de Ryeowook, con las manos a ambos lados de la cara del más pequeño y la cabeza apoyada en su hombro.

–Wook –le susurró antes de hacer cualquier otro movimiento–. Eres lo que más quiero…

No había terminado de expresarse cuando, instintivamente, de un suave empujón se hundía dentro de aquel chico bajo su cuerpo. Ryeowook jadeó y se puso rígido antes de que las lágrimas brillaban en sus ojos.

–Cielos... –Kyuhyun se congeló, él, Ryeowook, estaba muy apretado... Demasiado apretado para alguien que lo había hecho aquello antes.

¿Es que acaso sería virgen?

Kyuhyun trató de concentrarse en la cara del pequeño, pero no pudo más que quejarse ante la presión que le asfixiaba:

–¿Es que acaso estoy equivocado en todo contigo?

Pero Ryeowook no dijo nada, solo se agarró de los hombros del más alto con toda la fuerza que poseía y abrió lentamente los ojos, intentando respirar con normalidad.

–Kyu… –el nombrado pudo bien divisar su corazón en esas oscuras esferas empañadas por las lágrimas–. Du-duele…

–Tranquilo, pequeño, tranquilo… –Murmuró para tranquilizarle y brindarle la confianza que le hacía falta. Se mantuvo cuerdo para deslizar una mano entre ambos cuerpos y, poco a poco, comenzó a acariciar el miembro de Ryeowook nuevamente.

Satisfactorio regalos para lo que el pequeño le estaba dando.

–Aguanta por mí, solo un poco... –Susurró antes de besar aquellos labios hinchados y rojos. Pero su cordura se perdió de nueva cuenta cuando sintió a Ryeowook levantar sus caderas en busca de caricias extras. Él quería hacerlo ir más allá del límite, elevar al máximo esa sensación de fuego que ya se extendía en la base de su estómago, por lo que acarició el miembro entre sus dedos con más fuerza y velocidad, sintiendo su éxtasis acumularse.

Y en un nuevo movimiento de caderas por parte de Wook, Kyuhyun empujó con fuerza, golpeando aquel punto mágico al instante. El más pequeño gimió y se retorció bajo el cuerpo ajeno, notando como el empresario se quedaba completamente quieto.

–Wook, mírame… –y este lo hizo, abriendo lentamente los ojos una vez más–. ¿Estás bien?.–

Ryeowook asintió suavemente con la cabeza y extendió su mano para pasear sus dedos sobre los labios de Kyuhyun, deseándolos con furia y con una emoción indescriptible en sus ojos.

–Solo debes decirme si te hago daño…

Entonces Kyuhyun se movió lentamente por largos momentos, viendo a Ryeowook hasta que los ojos del más pequeño se cerraron y se reunía con cada una de las embestidas para comenzar a moverse junto con su cuerpo. Era más que claro que le dolía, ese era un precio inevitable en el amor, pero si solo podía aguantar un poco más Kyu le recompensaría todo dolor multiplicado por placer, un placer que nunca en su vida creyó poder sentir.

Una eternidad, o más bien un microsegundo lo que había vivido con aquel chico y este le había enseñado más de lo que las palabras pueden describir en un mundo como el suyo. Ese desinteresado, amable y pequeño castaño bajo él se había convertido en su vida, en su amor y la razón para su vivir.

Kyuhyun se empujó en el más pequeño más rápido, siendo alentado por los gloriosos gemidos que el menor ya soltaba sin pudor y sintió gracias a ello su próxima liberación. El sentimiento era más caliente, más rápido y más fuerte de lo que nunca creyó posible; ambos gimieron el nombre contrario con satisfacción, pero quería una última cosa que no dejaría pasar. Redujo la velocidad y acarició el miembro contrario con suavidad.

–Ky-Kyu… Más… –no supo lo que pedía, pero sabía que lo necesitaba–. Po-por favor…

Kyuhyun sintió un aumento en Ryeowook, y se aprovecharía de ello para su cometido.

–¿Me quieres? –detuvo sus movimientos, viendo la cara de insatisfacción del contrario.

–Sí, yo… por favor, Kyu…

–¿Cuánto? –Movió sus dedos solo un poco sobre la punta, provocándole–. ¿Dime cuanto me…?

–¡Te amo, Kyuhyun! –el pequeño exploto, viéndose presa y mendigo de aquel placer tan único como celestial–. ¡Te amo, por favor, te amo!

Y eso era lo que KyuHyun quería escuchar. Le hizo sentir vivió el escucharlo con aquella fuerza. Se movió más rápido que antes, cambiando también la dirección de sus envestidas, convirtiendo aquel acto en uno de amor y desesperación.

La pasión era dura y fuerte, tal como su amor mismo. Su respiración, al igual que sus cuerpos, se hizo uno solo haciendo sentir a Kyuhyun el cuerpo de Ryeowook tensarse y empezar a temblar.

–¡Ah... Kyu! – En un segundo las manos del más alto se humedecieron repentinamente por el semen que brotaba del miembro virgen del pequeño, y la estrechez de las paredes calientes a su alrededor lo envió al borde también.

–¡Wook, mi magia, mi vida… Ah!  –Se aferró al más pequeño, consumido por la emoción que se liberó en su cuerpo y disparó su semilla en aquella cálida entrada.

Cuando todos los temblores y convulsiones de la pasión física se evaporaron, lo que sentían el uno por el otro todavía estaba allí pero, ahora, era mucho mayor. Había aumentado.

Con ternura, Kyuhyun tomó una de las manos del más bajo y la puso sobre su aun acelerado corazón, diciéndole lo que ahora sabía que había estado allí casi desde su primer encuentro:

–Te pertenece, Ryeowook, te he entregado mi corazón... Plenamente, sin condiciones –el cansancio hizo malla en él de pronto–. Te amo tanto, que ahora pudo creer…

Ryeowook abrió los ojos de golpe  y sacudió su cabeza con fiereza, su aliento se atoro en su garganta al sentir algo en su pecho crecer.

–Oh, no... No, no, por favor… –apenas podía hablar pero gasto sus fuerzas en salir de la cama, lo hizo a tiempo para sentir su pecho arder, como si comenzará a incendiarse.

Quiso gritar, regresar el tiempo, pero ya era demasiado tarde. Ryeowook había completado su misión en la tierra, Kyuhyun le había entregado su corazón para creer de verdad.

El pequeño castaño miro dormir a Kyuhyun plácidamente mientras su pecho dolía con más y más fuerza, como si algo comenzará a crecer dentro.

–Por favor, no… Kyu… Yo… Despedirme…

El dolor le hizo quedar en silencio, uno que le impedía hacer que KyuHyun despertará para hablarle. Lo que Ryeowook jamás logro hacer bien en Esser, lo había logrado en la tierra; hizo magia en lo imposible.

Él debía volver ahora a su hogar, podía sentir sus alas crearse e intentar emerger desde su pecho, haciéndolo sufrir. ¿Pero es que podía existir tanta crueldad? La respuesta era sí, estaba en la tierra después de todo. Se tenía que ir y ese hecho dolió debido a que lo amaba, debido a todo lo que lo amaba.

Ryeowook intento tomar aire en sus pulmones para gritar, pero su mente se convirtió en imágenes del dolor que iba causarle al hombre en la cama cuando lo viera desaparecer sin poder retarle. Por el amor de Kyuhyun, pidió en silencio ayuda, pidió poder quedarse hasta caer de rodillas casi suplicante. Sus manos se sujetaron a la cama, con tanta fuerza que no le hubiese importado sangrar, y es que lo único que quería era aferrarse a esa vida terrenal. ¿Es que nadie podía escuchar sus suplicas?

–Quiero quedarme. Por favor... por favor...

Las suplicas, sus manos en la cama y las lágrimas circulando por su rostro no estaban funcionando. Podía sentirlo. Fue como si poco a poco, sus alas mismas se lo estuviesen llevando de ahí, como si poco a poco estuviera desapareciendo.

Entonces, en algún lugar a la distancia, pequeños aplausos se escucharon… Y el fuego de su pecho exploto.

Un segundo después, Kim Ryeowook había desaparecido de la tierra.

.

Esser seguía iluminado por su muy peculiar azul, producto de aquel misterioso trueno, pero de lo que provenía la luz era algo digno de ver. Unas alas, tan grandes como cualquier Esser se encontraban revoloteando, adaptándose a su planeta.

–Buen trabajo –la voz de Leeteuk, acercándose a las alas, provocó que Yesung y Sungmin prestaran atención al momento–. Bienvenido…

Y un destello más fue suficiente para que las alas comenzaran a deformarse, dejando a la vista un pequeño cuerpo junto con unas lindas facciones que todos ahí conocían muy bien.

–¡Ryeowook! –Sungmin voló tan rápido como pudo una vez que el destello seso y el cuerpo de su amigo se encontraba cayendo, más antes de llegar a él fue atrapado por el mismísimo líder del lugar sin necesidad de que él ayudara.

–Buen trabajo, pequeño –fue lo último que escucharon todos de Leeteuk antes de que el castaño comenzara a abrir sus ojos, dándose cuenta de donde se encontraba.

Felicidad, gozo, alegría, ¿a dónde e habían ido todas aquellas emociones que el castaño reflejaba tan vividamente todos los días? Se habían quedado en la tierra.

No pudo más que incorporarse, quedando sentado en el pasto de aquel lugar iluminado por la luna, cuando lagrimas –tan gruesas como dolorosas– comenzaron a salir de sus ojos.

Y todos guardaron silencio. Nadie era capaz de decir o preguntar algo, incluso Heechul y Donghae –recién llegados al lugar– se quedaron callados mirando al pequeño llorar como si su pequeña vida dependiera de ello.

–¿Por qué…? –Aquel doloroso cuestionamiento fue dirigido al líder.

–Cumpliste tu misión, Ryeowook, tienes tus alas de regreso.

Y Wook miró su espalda, moviendo un par de veces sus tan extrañadas alas para comenzar a llorar de nueva cuenta. Sus alas no brillaban, estaban sin luz debido a su tristeza…

–Lo amo –sollozo el castaño, entrecortadamente–. Lo amo…

Y no hubo nada más que el viento llevándose aquellos lamentos sin permiso alguno.

Todos se quedaron ahí, sin poder hacer nada hasta que el recién llegado se quedó dormido sobre el pasto que se movía dándole la bienvenida a su hogar, al lugar donde partencia. Pero a pesar de que él ya había dejado de llorar, todos comenzaron a hacerlo ellos mismos al verlo de regreso.

Lo que había ocurrido, lo que había hecho para completar la misión… Sólo Ryeowook y KyuHyun lo sabían pero, el dolor por ser separados, apenas comenzaba.

–Leeteuk…

–No –acallo a Donghae, él no podía y no debía explicar nada–. Llévenlo a casa, debe descansar.

–Pero…

–Confíen en mi –dejo salir un par de lágrimas mientras sus hombros temblaban.

Yesung cargo al pequeño, ayudado por SungMin para no lastimar sus alas, y todos se fueron del lugar, dejando solo a Leeteuk con un agradecimiento que el viento también se llevaría sin su consentimiento:

–Gracias Ryeowook… Gracias…

Notas finales:

¡OMG! TTwTT Sexy´s, no me odien por llegar a este punto…


Muchas me dijeron que se habían ilusionado con el lemmon del capítulo anterior, ¿pero pensaron en que ese era el acto de fe y amor que Wook necesitaba para completar su misión? Por algo no paso, hasta ahora…


Me toca actualizarles el 24, por lo que les veré con la continuación para entonces.


Déjenme sus comentarios, sus votos y cuídense mucho. Nos vemos en la próxima.


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