Me desperté al notar otra fuerte sacudida del todoterreno, la substancia que había ingerido había empezado a dejar de hacerme efecto, pero aun estaba somnoliento.
Deberíamos llevar mas de dos horas en ese vehiculo cuando me dormí, pero a juzgar por las apariencias llevábamos allí al menos tres horas mas. El sol había bajado y en la distancia podía observarse como un inminente atardecer empezaba, tiñendo el cielo con caprichosos colores rosados y anaranjados.
Al final nos adentramos en un frondoso bosque donde aparcaron el coche y me hicieron bajar.
Me sorprendió ver como dejaban el vehiculo tan a la vista, pero después de unos segundos vi como, prácticamente por arte de magia el suelo se elevaba unos metros dejando al descubierto una pequeña habitación donde aparcaron el coche y como si de un ascensor se tratara volvió a bajar hasta posicionarse al nivel del suelo de ese bosque. El techo de esa habitación estaba cubierto de al menos un metro de grosor de tierra y plantas así que simplemente hizo falta volver a poner las hojas secas del suelo que se habían movido demasiado.
-¿Y ahora que? -Pregunte agotado por el largo viaje y la intriga que sentía.
-¿Donde esta la guarida?
Los dos hombres que me acompañaban sonrieron entre si y miraron hacia arriba en dirección a la montaña.
Estupendo, pensé. Lo que me faltaba después del glorioso día que había tenido. Con estos ánimos me dispuse a empezar mi travesía cuesta arriba. Mientras andaba pensé en mi vida, en la razón de porque estaba allí y en el destierro que había sufrido.
Seguramente os estaréis preguntando de que estoy hablando exactamente. Veréis hace prácticamente un siglo ya que finalizo la tercera guerra mundial, fue devastadora para la humanidad al haberse tratado de una guerra biológica, por suerte no toda la población se vio afectada. La gente rica pudo pagarse los tratamientos gracias al avance de la medicina, y siguieron adelante con su vida como si nada.
Mucha gente pobre murió, la población se vio disminuida drásticamente. Pero algunas personas eran inmunes así que sin necesidad de tratamiento sobrevivieron. Pero el desprecio que sentía la gente rica que había pagado para sus tratamientos creían que era injusto que esas personas vivieran junto a ellos así que muchos fueron brutalmente asesinados de forma ilegal, pero el gobierno tampoco se esforzó en descubrir quien había cometido esos crímenes, los supervivientes huyeron de las ciudades y crearon sus propias ciudades, escondidas en medio de la nada por miedo a ser descubiertos por el pueblo y su corrupto gobierno y tener que volver a las ciudades para ser brutalmente asesinados.
Por otra parte, las ciudades, se volvieron lugares herméticos, dictaduras ocultas bajo una capa de maquillaje de falsa felicidad y centenares de lujos. La población vivía el día a día completamente controlada y engañada, a veces la gente desaparecía sin dejar rastro ni explicaciones. Y el corrupto gobierno cada día se volvía más paranoico, por miedo a que tomaran represarías contra ellos. Lo que hacia un refuerzo de sus estrictas leyes.
La sociedad estaba podrida por culpa de un problema que se soluciono hacia décadas.
Algunos ciudadanos de estas ciudades no estaban conformes con la nueva sociedad establecida así que lucharon por sus ideales y por intentar conseguir cambiar el transcurso de las cosas. Pero, fallaron.
Muchos de ellos murieron en el intento, pero muchos otros lograron huir de las ciudades y se establecieron en bases secretas completamente desconocidas por el gobierno. Solo eras capaz de entrar en una de estas bases solo si los Revolucionarios te llevaban ellos mismos y solo eras llevado allí por dos razones. La primera que te hubieran capturado y fueras
llevado allí a la fuerza. Y la segunda, haber sido expulsado de la ciudad por
haber echo algo lo suficientemente grande en contra del gobierno. Por eso
estaba yo allí.
Digamos que intentar volar la sede principal de la capital de uno de los países mas influyentes a nivel mundial justo cuando había una de las reuniones mas importantes de la década.
A los revolucionarios les pareció motivo suficiente para que me uniera a ellos.
Una vez llegamos prácticamente arriba de todo de la montaña entramos por un pequeño agujero en la tierra, no me tuve que arrastrar mas de 20 metros cuando el techo se agrando sobre mi cabeza y ante mi contemple un túnel vertical con telas colgadas del techo. Enseguida comprendí porque estaban allí cuando uno de mis compañeros de viaje se agarro a una de estas telas y empezó a bajar con rapidez por la colorida tela.
-¿Preparado? ¿O tienes miedo a las alturas? – Me pregunto el otro chico que aun seguía conmigo. Acto seguido se cogió a una tela de tonos verdosos y empezó a descender. Yo, para no quedarme atrás me posicione sobre la misma tela rojiza por la que había bajado el primer chico, me agarre bien fuerte y empecé a descender intentando hacer cálculos mentales de cuantos metros había bajo mis pies. Cuando al fin llegue al suelo me escocían las manos del roce que me hizo la tela por agarrarme tan fuerte. Los dos chicos, que mas tarde descubrí que se llamaban Jackson y Hyeongin me comentaron que poco a poco iría aprendiendo como funcionaba este sitio, sus costumbres y tradiciones. Me dijeron que me llevarían ante el que era el líder de ese lugar y mientras íbamos me irían explicando las cosas mas sencillas del lugar.
Íbamos andando por esos largos pasillos subterráneos, a primera vista podía parecer todo muy rudimentario, pero si te fijabas bien en cada rincón había al menos un artefacto de ultima tecnología que ni siquiera yo había visto en la ciudad.
Estuvimos deambulando por esos pasillos durante mas de una hora hasta que nos detuvimos delante de una puerta de madera robusta. Después de unos cuantos golpes un hombre nos abrió la puerta y nos hizo entrar en una enorme habitación, a me sorprendió la decoración que predominaba en esa sala, era muy diferente al resto de zonas que había visto. Mientras que los subterráneos y las viviendas de estos (o al menos de la mayoría que había podido ver rápidamente) tenían un aire hippie y recargado de colores y objetos muy antiguos. Pero la habitación donde me encontraba tenia una decoración minimalista y muy moderna, donde se apreciaba el buen gusto de la persona que lo había decorado.
El hombre que parecía ser el líder me observo detenidamente. Tenia una altura considerable, incluso era mas alto que yo, su piel eras morena y sus ojos tenían pequeñas ojeras que supuse que serian a causa del estrés de liderar a los Revolucionarios.
El hombre me hizo un gesto para que me sentara con el.
-¿Supongo que sabes porque estas aquí muchacho?
-Desde luego. Vosotros sois los revolucionarios y os habéis debido de enterar de el “pequeño” roce que tuve con el gobierno central y por eso me habéis traído aquí.
-Bien, entonces me ahorro tener que explicarte toda la historia.... Perdona no recuerdo tu nombre.
-Kris, o Wu YiFan. Aunque estoy más acostumbrado a Kris.
-Con que YiFan… Bueno, como sea. Pues nada Kris, antes que nada, debes saber que esto es la base principal de los revolucionarios de Asia. Obviamente hay en todos los países del mundo, no demasiadas pero hay y todas están en localizaciones completamente desconocidas por el gobierno. También hay bases de desterrados que decidieron no unirse a nosotros. Mantenemos el mínimo contacto con esas bases para evitar propagar información nuestra y que llegue a manos del gobierno, pero en caso de guerra contra los gobiernos, ellos serian nuestros aliados. Tenemos infiltrados en las ciudades y gracias a ellos nos llega información de la civilización, como es tu caso por ejemplo. Y que te quede claro, somos revolucionarios, no gilipollas. Queremos matar a todos los mamones que se creen con derecho de hacer las barbaridades que hacen para tener esa sociedad tan perfecta que dicen tener. Pero me niego a enviar a mis compañeros y aliados a una muerte segura y que no traiga beneficios para la sociedad. ¿Estamos? – Asentí efusivamente. Me parecía increíble como el hombre había soltado esa parrafada casi sin respirar. - Y una ultima cosa, durante las primeras semanas que estés aquí te asignare a un compañero, el te enseñara como funciona todo aquí, te obligara a entrenar tu cuerpo y tu mente para que mejores tus cualidades, también te mostrara las leyes, no son muy severas, pero toda sociedad a de tener un mínimo de normas para que no reine el caos, pero de donde vienes ya se están pasando demasiado. Tu acompañante también te estará vigilando, eres novato y estas a prueba. ¿Preguntas?
Negué con la cabeza rápidamente.
-Bien, así me gusta. Vamos, te voy a presentar a tu nuevo guía y esperemos que amigo.
Nos dirigimos fuera del despacho y recorrimos un par de túneles mas, entramos en lo que parecía ser un gimnasio muy bien equipado, y en el fondo había un chico entrenando. Llevaba las holgadas ropas de color negro, igual de oscuras que el pelo. Cuando el chico se percato de nuestra presencia paro de hacer ejercicio.
Clavo su mirada penetrante en el cuerpo de Kris, y este se sintió muy pequeño de repente. Sus ojos daban la sensación de estar mirando directamente a un animal salvaje que esta a punto de desgarrarte la garganta. El chico se dirigió hacia nosotros con paso elegante y lento.
-Hola padre. - Dijo mientras seguía observándome fijamente. Entonces me percate en los pequeños rasgos similares que compartían padre y hijo. El tono de la piel era igual, ambos eran notablemente altos y tenían esas ojeras debajo de unos ojos muy oscuros y muy expresivos.
-Hijo, necesito que le enseñes al chaval todo sobre nosotros y este lugar. Confío en ti. ¡Os dejo solos! - Dijo mientras se alejaba.
Trague saliva, me sentía intimidado delante de ese chico. Pero intente empezar con buen pie.
-Hola soy Kris. ¿Y tú?
-Tao, tu nueva pesadilla y tu nueva sombra.
Empezamos bien…