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Tíos… ¡Soy gay! por Kristy

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Ubicación: Dormitorio de Infinite. Seúl.


Hora: Diez de la noche.


Sungjong estaba sentando sobre la tapa del váter, taciturno. Su pelo estaba chorreando, pero le daba igual, porque estaba desnudo, recién salido de la ducha. Lanzó un suspiro, tapándose los ojos con sus manos, inspirando con fuerza.


Pese a que el día anterior se lo había comunicado a sus padres y “había salido bien” (si se descontaba el grito de histeria de su madre y el silencio mortal de su padre), toda su determinación de contárselo a sus compañeros de banda se había esfumado esa tarde.  Habían estado en una sesión de fotos. La sesión transcurría con normalidad, de hecho Sungjong estaba decidido a hacer la gran confesión tras años intentando asimilarlo y negándoselo a sí mismo (cuando era demasiado obvio), cuando una de las chicas del staff le soltó un: “¡Qué pena que seas maricón!”.


Recordaba haberse quedado clavado, mirándola, atónito, sin entender muy bien el tonito despectivo que le había dedicado. La vio bufar con altanería e irse a por un par de objetivos. Desde que habían debutado, ese tipo de comentarios siempre le habían enervado y los había temido.  En aquel entonces había sido un adolescente lleno de energía que desfogar y rodeado de tíos de muy buen ver que no podía ni tocar si quería cumplir su sueño de ser idol. Siempre supo que era diferente, y lo comprobó en la primera semana de convivencia. Y algo hizo clic en su cabeza y empezó a entender que su camino no sería fácil, rodeado de unos cuantos machos alfa cuyo objetivo era meterla en cuevas ajenas…  que llevasen un par de tetas. Así que, frustrado y asustado, sobre todo al escuchar a su líder soltar un par de discursos casi homófobos sobre la valía de los hombres y el sexo, decidió que tendría que ver, oír y callar. De ahí que fuese el que más sabía de todos sobre los demás y podía predecir, casi como si fuese un mago, qué iban a hacer o decir cada uno de sus compañeros.


Por alguna razón, sobre todo al principio, Sungkyu decidió que él era un buen saco de boxeo físico y verbal. Ahí fue cuando adoptó la extraña costumbre de dormir con un peluche gigante al que usar de saco de boxeo. Ser el maknae, en algunas ocasiones, era una auténtica mierda.


Con el tiempo, sobre todo cuando empezaron a ganar fama, premios y reconocimiento, Sungkyu empezó a relajarse y a olvidarse de él, con lo que empezó a tener una autonomía  que le era ajena.  Al tener tiempo extra para observar, fue cuando empezó a descubrir que, en realidad, “no estaba solo en esto de que solo le pusiesen los tíos”. Al principio se quedó sorprendido, porque pilló a Hoya morreándose con ganas con Dongwoo. El cómo esos dos habían acabado juntos, era un misterio para el maknae. Aunque le sorprendía aún más que nunca hubieran hecha pública su relación al resto de compañeros. También le parecía extraño que los demás no viesen que la relación entre esos dos “no era normal”. Hubo un par de veces que intentó hablar con Hoya (con Dongwoo desistió al ver que sonreía y sonreía, pero no entendía ninguna indirecta), pero este le cortó la conversación las dos veces y se rindió. Tal vez no estaban preparados para ello, igual que él mismo. Así que calló y decidió observar.


Era curioso, porque les envidiaba. A Sungjong le hubiera encantado tener una relación con alguien dentro del grupo, así no tendría que dar excusas para quedar con “amigas” (porque eso eran todas, amigas) haciendo creer algo que no era a los demás. Sobre todo a Sungkyu que siempre se mofaba de “sus amiguitas” (“¡Podríais fundar un club de té, por dios!”). Namu empezó a juntarse demasiado con Key. Todos bromeaban con “su cercana amistad”. Recordaba que en aquella época Sungkyu estalló en cólera y empezó a “cambiar de objetivo potencial al que encabronar” y fue cuando Sungjong dejó de ser visible para el líder, a cambio de Woohyun, su entonces compañero de cuarto. Para el maknae de Infinite tampoco era un secreto que la relación entre Key, que él sabía que era gay, y su vocalista principal no era solo de amistad. ¿Cómo sabía Sungjong que Kibum, alias Key, era gay? Fácil, porque se movía en el mismo ambiente “oculto” dentro de la industria y lo había visto ahí.


Era curioso, porque él estaba ahora mismo sentado en la tapa del váter, encerrado, asustado, cuando sabía que varios de sus compañeros eran gays, pero ninguno lo había aclarado al resto de miembros de forma pública. Lo cual era un problema, porque… ¿Y si se declaraba gay y se encontraba con que los gays de su grupo lo recriminaban o le marcaban para ocultarse ellos?


- Quizá deba salir yo, para que salgan los demás... –Dijo en voz alta, sin darse cuenta, totalmente concentrado en sí mismo.


- ¡Sí, joder! ¡Que me estoy meando!


La voz de Sungyeol reclamando entrar en el baño, sorprendió a nuestro protagonista. Parpadeó un par de veces, se ató la toalla a la cintura y abrió la puerta, dejando pasar a un apurado Sungyeol, que se estaba “literalmente meando”.  A Sungjong no le había dado tiempo a recomponerse del vendaval que había entrado por la puerta cuando escuchó su voz, acompañado del sonido del chorrito cayendo sobre el agua del váter.


- Joder, Sungjong… Creí que ibas a plantarte ahí. ¡Un poco más y te tenemos que podar!


En ese momento, sacó la cabeza Myungsoo, intrigadísimo sobre lo que estaba sucediendo en tan estrecho habitáculo.


- ¿Qué os pasa hoy? ¿No hay dos baños o qué? –Empezó a quejarse el maknae.


- Hoya y Dongwoo lo tienen acaparado. – Respondió el fotógrafo” frustrado” de la casa.


Sungjong rodó los ojos, casi exasperado. En ese momento Sungyeol terminó y se subió la cremallera.


- Vamos a cenar enseguida, así que termina o vengo a podarte tío.


Con dicha amenaza y un simpático saludo de Myungsoo cerró la puerta, se quedó solo de nuevo. ¿Por qué tenía que aguantar esto? ¡Ah, sí! ¡Porque era miembro de Infinite, una de las banda de Kpop más famosas del país!


Desganado, se terminó de vestir y secar. Decidió no secarse el pelo, así que recogió sus cosas y las dejó en la cocina, en la cesta de la ropa sucia. Sintió los ojos de Woohyun sobre su figura, encargado de terminar de distribuir la cena que habían pedido, pero los ignoró. Su compañero no dijo nada, así que él tampoco se molestó. Volvió a la sala, donde estaban casi todos sentados, viendo una película. El líder bien acomodado en el sofá, con Sungyeol a su lado. En el suelo estaba Myungsoo, más pendiente de su cámara de fotos, como si estuviera revisando y descartando las fotos del día.


- ¿Qué estáis viendo?  -Preguntó, sin pretender obtener respuesta.


- Una de superhéroes –Respondió Sungyeol, sin apenas prestarle atención.


- Ah.


En ese instante apareció la parejita, para Sungjong, y se sentaron en el suelo con ellos. Los observó, sin interés. Ya sabía qué clase de “cosas” habían hecho en el baño. No había que tener un doctorado para saberlo… Suspiró, inconscientemente.


En ese momento, apareció Woohyun gritando que le ayudaran a traer las cosas de la cocina al salón. Myungsoo, Hoya y Dongwoo se levantaron de inmediato. Sungyeol dudó un instante, pero al final, en cuanto vio que Sungkyu decidió poner en pausa la película, se levantó a ayudar. Y se quedaron solos el líder y el maknae en dicha estancia, sin hablarse. Sungjong sabía perfectamente que su compañero le estaba taladrando con la mirada, pero decidió ignorarle. Hoy no tenía ganas de meterse en una discusión y mucho menos con el tipo que “más podía joderle la vida” si abría la boca. ¿Sabría Sungkyu que la mitad de los amigos con los que salía “supuestos machos alfa” eran todos gays? ¿Lo sabía?


Otro suspiro.


Sungkyu hizo un intento de abrir la boca para preguntar qué pasaba, siendo interrumpido por la tropa que dejó la comida en el suelo, así como las cervezas. Y sin más ceremonia, empezaron a tragar, hambrientos, suponiendo que los demás pelearían por la misma. Sin embargo, Sungjong no tenía hambre. Cogió su trozo de pollo que a duras penas le había arrebatado a un famélico Hoya, y se lo quedó mirando. Después, desvió la mirada a todos, animales maleducados, dándose cuenta que no merecía la pena. Volvió a dejar el pollo en su plato de plástico y se lo pasó a Hoya, sorprendiéndolo.


Los demás se detuvieron, intrigados por la actitud del más joven del grupo. Lo vieron levantarse, limpiarse los pantalones de polvo y cuando creían que se iba  a marchar, lo vieron abrir la boca.


- Tíos… soy gay.


Hubo unos diez segundos interminables de silencio y parálisis entre el resto de miembros del grupo. No había planeado decirlo así, pero, la verdad, estaba hastiado. Ya sabía que vivía entre subnormales, y estaba cansado de esconderse. Si les caía en gracia, bien; y si no, pues joder, que le dejaran en paz. Cuando creía que ya los había traumatizado para el resto de su existencia, le sorprendió Sungkyu.


- ¿Y?


Sungjong alzó la ceja, molesto. Acababa de salir del armario… y ¿”el homófobo”  del grupo le saltaba con un ¿y?? ¡Qué mierda de respuesta era esa!


- ¡Estoy  hablando en serio, joder! ¡Estoy diciendo que soy gay!


Vio caras de confusión entre sus compañeros, incluso pudo jurar que había visto parpadear a Gyu, y eso era ya difícil de por sí.


- ¿Enhorabuena? – Preguntó Dongwoo, muy confundido.


- Es que no sé qué quieres que te digamos… -Soltó Hoya, quitándose un trozo de pollo entre los dientes, intrigado.


- Tal vez un… ¡OH NO, TENEMOS UN PUTO GAY EN EL GRUPO! –Sungjong comenzó a dramatizar exageradamente, moviendo las manos, dejando todavía más turbados a sus compañeros.- O… ¡Ni se te ocurra acercarte a mí! ¡Soy hetero!


Sungkyu, Woohyun, Sungyeol, Myungsoo, Hoya y Dongwoo observaron el ataque de drama desmesurado de su compañero, casi un ataque histérico, entre perdidos y casi comprensivos.


- Siento ser un aguafiestas, pero es que tu confesión no nos pilla desprevenidos –Dijo Myungsoo con la mayor calma posible, intentando evitar la siguiente guerra mundial.


- ¡¿Qué?!


 - Pues eso, tío… lo que dice Myungsoo, que ya lo sabíamos. – Apenas se le entendió a Sungyeol, demasiado ocupado en comerse la mayor porción de pollo posible para él solo, aprovechando el despiste de los demás.


- No te ofendas… pero es que… ha sido evidente desde el principio. – Dongwoo intentó cerrar la discusión.


- ¡Y para esto me he pasado dos putos días sin dormir! ¡DESGRACIAOS!


Sungjong salió disparado hacia su cuarto, furibundo, con unos pies de plomo que casi hacían temblar el suelo con sus pasos.


- ¡La comida, joder, la comida!


Ninguno de los componentes supo quién fue el que gritó primero.  Dongwoo os juraría que fue Sungkyu o  tal vez fue Woohyun, o fueron ambos a la vez… La cuestión, es que todos entendieron lo que iba a pasar a continuación. Un Sungjong furioso, armado con lo primero que hubiera pillado a mano, lanzando proyectiles contra todos y cada uno de ellos en venganza por un trauma que no era su culpa.


Más tarde, Dongwoo le pellizcaría a su novio, quejándose de que tenían que haber apoyado “moralmente” al pobre chico. Hoya se desentendió del tema, alegando que había intentado hablar con él, pero que “cómo iba a explicárselo si el pobre chaval se le veía atemorizado con la idea de ser gay”. Woohyun se sentiría culpable, mientras  cortaba trozos de hielo en la cocina para atender a los damnificados por el tornado Sungjong: Myungsoo, Sungyeol y Sungkyu, los tres con evidentes huevos en la cabeza, dianas perfectas de la furia del maknae. El vocalista ya lo había hablado varias veces con su novio Kibum, que tal vez el pobre necesitaba una charla sobre el tema. Era evidente que había llegado tarde.


Y los tres principales damnificados se quejaban mentalmente por su torpeza dialéctica por no “apoyar” a su mejor amigo a “sobrellevar” tan delicado trance, en opinión del Myungyeol. Pobrecito, ahí, pasándolo mal y ellos sin darse cuenta.


- ¿Me ha arreado más fuerte porque le he dicho que quería ser su novio? –Preguntó un dolorido Sungyeol, lloriqueando. Myungsoo suspiró, pidiendo paciencia a la nada.


- ¿Qué hemos hecho mal? ¿Qué he hecho mal? ¿Por qué me han pegado?


El líder de Infinite se llevó otra buena colleja en su dolorida cabeza, por parte de los otros dos compañeros de pelea, por preguntar algo evidente.


Tal vez si todos hubieran sido “listos” y le hubieran dicho que no pasaba nada, que le querían igual, que ya sabían desde el principio que era gay…


¡AÚN ESTARÍAN COMIENDO POLLO!

Notas finales:

Buenas… Hace mucho tiempo que no publico algo. He estado muy liada con el máster y las prácticas. Poco a poco voy consiguiendo tiempo extra… ¡Así que me he animado a publicar este oneshot cuya historia llevaba semanas queriendo escribir! Espero que os guste y perdonad mi “oxidación” escribiendo ^^. ¡Me temo que he perdido práctica!

Se agradecen Reviews :3


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